1. Booz.
No hay certeza en cuanto al significado de este nombre. Tal vez signifique "agilidad". Otro posible origen sería bo y 'az , "en él [hay] fuerza". Este era el nombre de una de las columnas del templo de Salomón (1 Rey. 7: 21). Es evidente que Booz era un hombre rico y de considerable influencia en la ciudad de Belén. Es posible que hubiera sido hijo de la Rahab de Jericó (ver com. Mat. 1: 5).
2. Que me dejes ir.
Rut se había enterado de la costumbre que permitía que los pobres espigasen en los campos de los ricos (ver Lev. 19: 9, 10; Deut. 24: 19-22). Puesto que Rut y Noemí habían llegado " "al comienzo de la siega de la cebada" (Rut 1: 22), y Rut espigó "hasta que se acabó la siega" (cap. 2: 23), es claro que Rut comenzó a trabajar poco después de su llegada (ver com. vers. 6). El hecho de que Noemí misma no fuera a espigar indica que estaba cansada del viaje o que estaba sufriendo los achaques de la vejez. La primera prueba del carácter de Rut vino cuando decidió abandonar su patria. En estas circunstancias demostró la sinceridad de sus propósitos al tomar la iniciativa y trabajar con diligencia para proporcionarle a Noemí lo que necesitaba para vivir.
Recogeré espigas.
Es decir, iría a recoger el grano que los cosechadores hubieran dejado. Dios había indicado que las espigas que quedaban debían ser para los pobres, los huérfanos, las viudas y los extranjeros, o sea los que no eran israelitas (ver com. Lev. 19: 9). Rut tenía doble derecho, por ser pobre y por ser extranjera (Lev. 23: 22). Así se socorría a los pobres y se enseñaba abnegación y compasión a los pudientes. Además, los necesitados debían trabajar para conseguir lo que recibían y no convertirse en haraganes, objetos de la caridad. Esto conservaba su dignidad y los movía a demostrar iniciativa y a trabajar.
Espigas.
Se trataba de cebada (caps. 1: 22; 2: 23). En los cerros de Judá la cosecha de cebada se realizaba en mayo.
3. Aconteció que.
" "Quiso su suerte que fuera a dar en una parcela de Booz" " (BJ). La Providencia guió a Rut al campo de Booz, uno de los parientes cercanos de su extinto esposo (caps. 2: 1; 3: 2, 12, 13). Con cuánta frecuencia las circunstancias y las vicisitudes de la vida que parecen casualidad son en realidad actos providenciales, aunque no nos damos cuenta (ver Sal. 27: 13, 14). Dios cuida de cada uno de nosotros en forma personal e individual.
El campo.
Es decir, toda la zona cultivada que rodeaba a Belén: todos los campos que pertenecían a Booz o a los otros aldeanos. La palabra hebrea que aquí se traduce es bastante amplia en su sentido. En el cap. 1: 1, 2, 6, 22 aparece la misma palabra traducida "campos" (ver com. Deut. 14: 22).
4. Jehová sea con vosotros.
El saludo habitual de un judío piadoso. Se contestaba con el mismo saludo. Ambos reflejan una piadosa aplicación del pensamiento religioso a las situaciones de la vida diaria.
5. ¿De quién es esta joven?
Sin duda Booz conocía a las otras espigadoras, a quienes llama "mis criadas" (vers. 8). Evidentemente era necesario obtener el permiso del dueño para espigar (vers. 7). Tal vez los que espigaban en determinado campo comúnmente lo hacían por invitación. Así el dueño podía reservar los derechos de espigar para los que considerase más dignos. Es obvio que Booz, aunque era pariente cercano, no conocía aún a Rut.
6. Es la joven moabita.
El mayordomo habla como si la llegada de Rut fuese un asunto conocido por todos. El que Booz, a pesar de ser "pariente" (vers. 20), no conociera todavía a Rut, implica que ella comenzó a espigar poco después de llegar a Belén (ver com. vers. 2).
7. Te ruego.
Ver com. vers. 5.
Sin descansar.
Así reza en la LXX, en las versiones siriacas y en la Vulgata. El texto hebreo que habla de "detenerse en la casa" (RVA) no es claro. En los países orientales los agricultores viven en las aldeas, y los campos de cultivo están en la zona rural circundante, muchas veces a buena distancia de la aldea. Al salir a espigar, Rut había salido de la ciudad (vers. 2-4), y tan sólo a la noche volvería a ella (vers. 17, 18).
8. Hija mía.
Teniendo en cuenta que era mayor que ella (cap. 3: 10), bien podía Booz dirigirse a Rut como a "hija".
No pases de aquí.
Booz se dio cuenta de que su parentesco le imponía una responsabilidad especial. Ningún otro le otorgaría la ventajosa oportunidad de espigar que él le proporcionaba. Las criadas o espigadoras de Booz seguían detrás de los segadores, y juntaban lo que se les había escapado a ellos. El espigador que siguiera más de cerca tendría naturalmente la mejor oportunidad de juntar más.
9. Que no te molesten.
Booz no sólo se preocupó porque Rut tuviera una oportunidad favorable para espigar, sino que también cuidó de su seguridad personal. Sin duda esta precaución era necesaria, sobre todo porque ella era extranjera y no tenía quien la protegiera. Además, al decirle que se sirviera del agua que sacaban los criados, estaba pensando en el bienestar personal de ella.
10. Se inclinó a tierra.
Rut expresó así su gratitud a Booz por la bondad que le había demostrado. Por su parte, Rut se había sorprendido de que Booz fuese tan amable con ella, una "extranjera". No había esperado favores.
11. He sabido todo.
Aunque Booz no había visto antes a Rut, estaba plenamente informado acerca de ella.
12. Jehová recompense tu obra.
Booz invoca sobre Rut la bendición de Jehová.
Bajo cuyas alas.
La metáfora es la de los pollitos que corren a refugiarse bajo las alas de sus madres para protegerse del peligro, de la tormenta, del frío. Esta metáfora fue una expresión predilecta de David, descendiente de Rut (ver Sal. 17: 8; 36: 7; 63: 7), y también la usó Cristo (ver Mat. 23: 37). Booz se expresó con gran recato y piedad. El comprendía, y deseaba que Rut comprendiera que el Dios de los israelitas, a quien ella había aceptado como Dios suyo, era el único que podía darle la recompensa que merecía.
14. Vinagre.
Heb. jómets , de jámets , "ser picante", "ser agrio". El vinagre era una salsa o un vino agrio en el cual se mojaba el pan. Es posible que fuera el mismo "vinagre" que se le ofreció a Cristo en la cruz (Sal. 69: 21; Mat. 27: 34).
Se sació.
A pesar de todos los favores poco comunes de los cuales había sido objeto, Rut siguió siendo la misma. No se olvidó de su suegra, sino que le reservó parte de la buena comida que ella había podido servirse. La costumbre oriental acepta, aún hoy, que se lleve a casa una porción de lo que uno no come. Cuando bebemos del amor de Cristo hasta saciarnos, encontramos que aún quedan reservas infinitas. Tenemos el privilegio de llevar esto a los que puedan tener hambre y sed de conocer la verdad de Cristo Jesús.
15. Se levantó.
Según parece, Rut volvió a espigar antes de que los criados volvieran a segar. Trabajó más tiempo que ellos, y espigar no era un trabajo nada fácil.
No la avergoncéis.
Rut podría ver quizás algunas espigas que los segadores pudieran haber pasacio por alto. Si tomaba esas espigas, los criados no debían avergonzarla con palabras de censura que indicaran que la habían estado observando. las instrucciones dadas por Booz a sus criados demuestran la consideración especial que éste intencionalmente demostró hacia Rut. Tal vez ya estaba pensando en el derecho que tenía Rut de pedirle que se casara con ella para preservar así las propiedades y la casa de su difunto esposo. Noemí parece que entendió en esta forma su bondad poco común para con Rut. Así quedó abierto el camino para que Noemí explicara la costumbre judía del levirato, mediante la cual el pariente más cercano de un esposo fallecido debía casarse con la viuda (ver com. Deut. 25: 5).
17. Hasta la noche.
Sin duda Rut trabajó afanosamente todo el día (ver vers. 7). Por la tarde, la tarea de espigar fue más fácil que por la mañana. Pero no por eso Rut dejó de comenzar más temprano. Sólo se detuvo ya de noche para desgranar lo que había juntado.
Un efa.
Unos 22 lt. ó 14 kg poco más o menos.
19. Bendito sea.
Noemí quedó muy impresionada por los resultados del trabajo del día. La cantidad de grano recogido indicaba que el dueño del campo donde Rut había espigado había sido sumamente bondadoso con ella. Su bondad se demostró más cuando Rut le dio a Noemí lo que había guardado de la comida del mediodía, que con tanta generosidad le había dado Booz (vers. 14). Por la bondad de la cual Rut había sido objeto, Noemí invocó la bendición de Dios sobre el generoso benefactor.
Booz.
Ver com. vers. l.
20. Nuestro pariente.
Sin duda lo que Noemí le explica a Rut no es sencillamente que Booz es pariente, sino que como pariente, tiene el derecho de redimir las propiedades de Elimelec, que quizá ya habían sido vendidas para pagar deudas (ver com. Lev. 25: 24). Noemí pensó en primer lugar en la heredad familiar. Rut no entendía aún lo que significaba eso del derecho de redimir (cap. 4: 6) en la ley social judía, pero se apresuró a decirle a Noemí que Booz le había dicho que permaneciera en sus campos durante toda la cosecha. Noemí aprobó cordialmente la sincera invitación de Booz para que Rut siguiera espigando en su campo (ver cap. 2: 22).
La palabra traducida "pariente" viene de la raíz ga'al , que significa "redimir", "rescatar", "recuperar", mediante el pago de las obligaciones adecuadas. El participó go'el se traduce como "pariente" (Rut 4: 1), pero se refiere específicamente al pariente más cercano, el que tenía derecho a redimir la propiedad.
Según la ley y la costumbre judías, sobre el pariente cercano recaían varias responsabilidades importantes. Tenía el deber de: (1) Comprar de nuevo la propiedad que su pariente hubiese vendido a un acreedor o a otra persona, para satisfacer las demandas del acreedor, según aparece en Lev. 25: 25; Rut 4: 4, 6; Jer. 32: 7. (2) "Redimir" al pariente que por necesidad se hubiera vendido como esclavo, según Lev. 25: 48, 49. (3) Vengar la sangre de un pariente cercano muerto por un enemigo, según aparece en Núm. 35: 19, donde go'el se traduce "vengador de sangre". (4) Casarse con la viuda sin hijos de un pariente cercano, como en el caso de Rut 3: 13, y ser el albacea de la propiedad que sería para el hijo nacido de esa unión.
Los autores bíblicos tomaron la figura del "pariente" que actuaba como "redentor", y se la aplicaron a Dios como el Redentor del hombre del pecado y la muerte. Por ejemplo, Job dijo: "Yo sé que mi Redentor " [ go'el ] " vive" (Job 19:25): el que lo redimiría de la tumba en la resurrección. Isaías usa las palabras ga'al (verbo) y go'el (sustantivo) 18 veces para referirse a Dios como el que redime a Israel de sus enemigos y a los hombres de las garras del pecado (ver Isa. 43: 1, 14; 44: 22; 49: 7; 54: 5, 8; 63: 16; etc.). Bien podemos regocijarnos en Cristo, nuestro "pariente", que aceptó por nosotros las responsabilidades de esa relación. El es quien nos ha redimido del poder del pecado y de la muerte (Isa. 44: 22; Ose. 13: 14). Si tan sólo nos acercamos a él, no nos rechazará, como el pariente de Rut no la rechazó a ella (Rut 4: 6). De ninguna manera nos echará fuera (Juan 6: 37). Y al acercarnos a él, encontraremos "hogar" y "descanso" para nuestras almas (Rut 3: 1; Mat. 11: 29).
22. Que no te encuentren.
Siempre que permaneciese en los campos de Booz, Rut estaría bajo la protección de un amigo fuerte y digno de confianza. Además, era generoso. En otras partes, entre extraños, podría ser molestada.
23. La siega.
Rut recibió su recompensa de un pariente o "redentor" durante el tiempo de la siega. Para nosotros "la siega es el fin del mundo" (Mat. 13: 39). Entonces nuestro Redentor vendrá a llevarnos con él a su hogar.
CBA T2
No hay certeza en cuanto al significado de este nombre. Tal vez signifique "agilidad". Otro posible origen sería bo y 'az , "en él [hay] fuerza". Este era el nombre de una de las columnas del templo de Salomón (1 Rey. 7: 21). Es evidente que Booz era un hombre rico y de considerable influencia en la ciudad de Belén. Es posible que hubiera sido hijo de la Rahab de Jericó (ver com. Mat. 1: 5).
2. Que me dejes ir.
Rut se había enterado de la costumbre que permitía que los pobres espigasen en los campos de los ricos (ver Lev. 19: 9, 10; Deut. 24: 19-22). Puesto que Rut y Noemí habían llegado " "al comienzo de la siega de la cebada" (Rut 1: 22), y Rut espigó "hasta que se acabó la siega" (cap. 2: 23), es claro que Rut comenzó a trabajar poco después de su llegada (ver com. vers. 6). El hecho de que Noemí misma no fuera a espigar indica que estaba cansada del viaje o que estaba sufriendo los achaques de la vejez. La primera prueba del carácter de Rut vino cuando decidió abandonar su patria. En estas circunstancias demostró la sinceridad de sus propósitos al tomar la iniciativa y trabajar con diligencia para proporcionarle a Noemí lo que necesitaba para vivir.
Recogeré espigas.
Es decir, iría a recoger el grano que los cosechadores hubieran dejado. Dios había indicado que las espigas que quedaban debían ser para los pobres, los huérfanos, las viudas y los extranjeros, o sea los que no eran israelitas (ver com. Lev. 19: 9). Rut tenía doble derecho, por ser pobre y por ser extranjera (Lev. 23: 22). Así se socorría a los pobres y se enseñaba abnegación y compasión a los pudientes. Además, los necesitados debían trabajar para conseguir lo que recibían y no convertirse en haraganes, objetos de la caridad. Esto conservaba su dignidad y los movía a demostrar iniciativa y a trabajar.
Espigas.
Se trataba de cebada (caps. 1: 22; 2: 23). En los cerros de Judá la cosecha de cebada se realizaba en mayo.
3. Aconteció que.
" "Quiso su suerte que fuera a dar en una parcela de Booz" " (BJ). La Providencia guió a Rut al campo de Booz, uno de los parientes cercanos de su extinto esposo (caps. 2: 1; 3: 2, 12, 13). Con cuánta frecuencia las circunstancias y las vicisitudes de la vida que parecen casualidad son en realidad actos providenciales, aunque no nos damos cuenta (ver Sal. 27: 13, 14). Dios cuida de cada uno de nosotros en forma personal e individual.
El campo.
Es decir, toda la zona cultivada que rodeaba a Belén: todos los campos que pertenecían a Booz o a los otros aldeanos. La palabra hebrea que aquí se traduce es bastante amplia en su sentido. En el cap. 1: 1, 2, 6, 22 aparece la misma palabra traducida "campos" (ver com. Deut. 14: 22).
4. Jehová sea con vosotros.
El saludo habitual de un judío piadoso. Se contestaba con el mismo saludo. Ambos reflejan una piadosa aplicación del pensamiento religioso a las situaciones de la vida diaria.
5. ¿De quién es esta joven?
Sin duda Booz conocía a las otras espigadoras, a quienes llama "mis criadas" (vers. 8). Evidentemente era necesario obtener el permiso del dueño para espigar (vers. 7). Tal vez los que espigaban en determinado campo comúnmente lo hacían por invitación. Así el dueño podía reservar los derechos de espigar para los que considerase más dignos. Es obvio que Booz, aunque era pariente cercano, no conocía aún a Rut.
6. Es la joven moabita.
El mayordomo habla como si la llegada de Rut fuese un asunto conocido por todos. El que Booz, a pesar de ser "pariente" (vers. 20), no conociera todavía a Rut, implica que ella comenzó a espigar poco después de llegar a Belén (ver com. vers. 2).
7. Te ruego.
Ver com. vers. 5.
Sin descansar.
Así reza en la LXX, en las versiones siriacas y en la Vulgata. El texto hebreo que habla de "detenerse en la casa" (RVA) no es claro. En los países orientales los agricultores viven en las aldeas, y los campos de cultivo están en la zona rural circundante, muchas veces a buena distancia de la aldea. Al salir a espigar, Rut había salido de la ciudad (vers. 2-4), y tan sólo a la noche volvería a ella (vers. 17, 18).
8. Hija mía.
Teniendo en cuenta que era mayor que ella (cap. 3: 10), bien podía Booz dirigirse a Rut como a "hija".
No pases de aquí.
Booz se dio cuenta de que su parentesco le imponía una responsabilidad especial. Ningún otro le otorgaría la ventajosa oportunidad de espigar que él le proporcionaba. Las criadas o espigadoras de Booz seguían detrás de los segadores, y juntaban lo que se les había escapado a ellos. El espigador que siguiera más de cerca tendría naturalmente la mejor oportunidad de juntar más.
9. Que no te molesten.
Booz no sólo se preocupó porque Rut tuviera una oportunidad favorable para espigar, sino que también cuidó de su seguridad personal. Sin duda esta precaución era necesaria, sobre todo porque ella era extranjera y no tenía quien la protegiera. Además, al decirle que se sirviera del agua que sacaban los criados, estaba pensando en el bienestar personal de ella.
10. Se inclinó a tierra.
Rut expresó así su gratitud a Booz por la bondad que le había demostrado. Por su parte, Rut se había sorprendido de que Booz fuese tan amable con ella, una "extranjera". No había esperado favores.
11. He sabido todo.
Aunque Booz no había visto antes a Rut, estaba plenamente informado acerca de ella.
12. Jehová recompense tu obra.
Booz invoca sobre Rut la bendición de Jehová.
Bajo cuyas alas.
La metáfora es la de los pollitos que corren a refugiarse bajo las alas de sus madres para protegerse del peligro, de la tormenta, del frío. Esta metáfora fue una expresión predilecta de David, descendiente de Rut (ver Sal. 17: 8; 36: 7; 63: 7), y también la usó Cristo (ver Mat. 23: 37). Booz se expresó con gran recato y piedad. El comprendía, y deseaba que Rut comprendiera que el Dios de los israelitas, a quien ella había aceptado como Dios suyo, era el único que podía darle la recompensa que merecía.
14. Vinagre.
Heb. jómets , de jámets , "ser picante", "ser agrio". El vinagre era una salsa o un vino agrio en el cual se mojaba el pan. Es posible que fuera el mismo "vinagre" que se le ofreció a Cristo en la cruz (Sal. 69: 21; Mat. 27: 34).
Se sació.
A pesar de todos los favores poco comunes de los cuales había sido objeto, Rut siguió siendo la misma. No se olvidó de su suegra, sino que le reservó parte de la buena comida que ella había podido servirse. La costumbre oriental acepta, aún hoy, que se lleve a casa una porción de lo que uno no come. Cuando bebemos del amor de Cristo hasta saciarnos, encontramos que aún quedan reservas infinitas. Tenemos el privilegio de llevar esto a los que puedan tener hambre y sed de conocer la verdad de Cristo Jesús.
15. Se levantó.
Según parece, Rut volvió a espigar antes de que los criados volvieran a segar. Trabajó más tiempo que ellos, y espigar no era un trabajo nada fácil.
No la avergoncéis.
Rut podría ver quizás algunas espigas que los segadores pudieran haber pasacio por alto. Si tomaba esas espigas, los criados no debían avergonzarla con palabras de censura que indicaran que la habían estado observando. las instrucciones dadas por Booz a sus criados demuestran la consideración especial que éste intencionalmente demostró hacia Rut. Tal vez ya estaba pensando en el derecho que tenía Rut de pedirle que se casara con ella para preservar así las propiedades y la casa de su difunto esposo. Noemí parece que entendió en esta forma su bondad poco común para con Rut. Así quedó abierto el camino para que Noemí explicara la costumbre judía del levirato, mediante la cual el pariente más cercano de un esposo fallecido debía casarse con la viuda (ver com. Deut. 25: 5).
17. Hasta la noche.
Sin duda Rut trabajó afanosamente todo el día (ver vers. 7). Por la tarde, la tarea de espigar fue más fácil que por la mañana. Pero no por eso Rut dejó de comenzar más temprano. Sólo se detuvo ya de noche para desgranar lo que había juntado.
Un efa.
Unos 22 lt. ó 14 kg poco más o menos.
19. Bendito sea.
Noemí quedó muy impresionada por los resultados del trabajo del día. La cantidad de grano recogido indicaba que el dueño del campo donde Rut había espigado había sido sumamente bondadoso con ella. Su bondad se demostró más cuando Rut le dio a Noemí lo que había guardado de la comida del mediodía, que con tanta generosidad le había dado Booz (vers. 14). Por la bondad de la cual Rut había sido objeto, Noemí invocó la bendición de Dios sobre el generoso benefactor.
Booz.
Ver com. vers. l.
20. Nuestro pariente.
Sin duda lo que Noemí le explica a Rut no es sencillamente que Booz es pariente, sino que como pariente, tiene el derecho de redimir las propiedades de Elimelec, que quizá ya habían sido vendidas para pagar deudas (ver com. Lev. 25: 24). Noemí pensó en primer lugar en la heredad familiar. Rut no entendía aún lo que significaba eso del derecho de redimir (cap. 4: 6) en la ley social judía, pero se apresuró a decirle a Noemí que Booz le había dicho que permaneciera en sus campos durante toda la cosecha. Noemí aprobó cordialmente la sincera invitación de Booz para que Rut siguiera espigando en su campo (ver cap. 2: 22).
La palabra traducida "pariente" viene de la raíz ga'al , que significa "redimir", "rescatar", "recuperar", mediante el pago de las obligaciones adecuadas. El participó go'el se traduce como "pariente" (Rut 4: 1), pero se refiere específicamente al pariente más cercano, el que tenía derecho a redimir la propiedad.
Según la ley y la costumbre judías, sobre el pariente cercano recaían varias responsabilidades importantes. Tenía el deber de: (1) Comprar de nuevo la propiedad que su pariente hubiese vendido a un acreedor o a otra persona, para satisfacer las demandas del acreedor, según aparece en Lev. 25: 25; Rut 4: 4, 6; Jer. 32: 7. (2) "Redimir" al pariente que por necesidad se hubiera vendido como esclavo, según Lev. 25: 48, 49. (3) Vengar la sangre de un pariente cercano muerto por un enemigo, según aparece en Núm. 35: 19, donde go'el se traduce "vengador de sangre". (4) Casarse con la viuda sin hijos de un pariente cercano, como en el caso de Rut 3: 13, y ser el albacea de la propiedad que sería para el hijo nacido de esa unión.
Los autores bíblicos tomaron la figura del "pariente" que actuaba como "redentor", y se la aplicaron a Dios como el Redentor del hombre del pecado y la muerte. Por ejemplo, Job dijo: "Yo sé que mi Redentor " [ go'el ] " vive" (Job 19:25): el que lo redimiría de la tumba en la resurrección. Isaías usa las palabras ga'al (verbo) y go'el (sustantivo) 18 veces para referirse a Dios como el que redime a Israel de sus enemigos y a los hombres de las garras del pecado (ver Isa. 43: 1, 14; 44: 22; 49: 7; 54: 5, 8; 63: 16; etc.). Bien podemos regocijarnos en Cristo, nuestro "pariente", que aceptó por nosotros las responsabilidades de esa relación. El es quien nos ha redimido del poder del pecado y de la muerte (Isa. 44: 22; Ose. 13: 14). Si tan sólo nos acercamos a él, no nos rechazará, como el pariente de Rut no la rechazó a ella (Rut 4: 6). De ninguna manera nos echará fuera (Juan 6: 37). Y al acercarnos a él, encontraremos "hogar" y "descanso" para nuestras almas (Rut 3: 1; Mat. 11: 29).
22. Que no te encuentren.
Siempre que permaneciese en los campos de Booz, Rut estaría bajo la protección de un amigo fuerte y digno de confianza. Además, era generoso. En otras partes, entre extraños, podría ser molestada.
23. La siega.
Rut recibió su recompensa de un pariente o "redentor" durante el tiempo de la siega. Para nosotros "la siega es el fin del mundo" (Mat. 13: 39). Entonces nuestro Redentor vendrá a llevarnos con él a su hogar.
CBA T2
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