1. Satanás se levantó.
" El cap. 21 trata del censo de Israel tomado por David, del desagrado del Señor y de la plaga resultante que cayó sobre Israel. Ver com. 2 Sam. 24, el pasaje paralelo. "
Contra Israel.
" La Biblia revela los propósitos de Dios y expone las artimañas del enemigo. Satanás está constantemente en guerra contra el reino de los cielos y hace todo lo posible para torcer los propósitos divinos y provocar confusión y desgracia en el pueblo de Dios. El Altísimo había bendecido extraordinariamente a David y había dado gran prosperidad a Israel. Pero Satanás trató de hacer aparecer el éxito de David como resultado de sus proezas personales y del poderío militar de la nación, y procuró que David dependiera cada vez más de los recursos humanos y no de la bendición de Dios. "
Incitó a David.
" Aquí se representa a Satanás como el que incitó a David a censar a Israel. En el pasaje paralelo, 2 Sam. 24: 1, se hace esta observación: "Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: Ve, haz un censo de Israel y de Judá". Con frecuencia se dice que Dios hace lo que él no impide. Henchido con pensamientos de orgullo y suficiencia propia, David fue inducido por el maligno a tomar este censo de Israel. Dios no se interpuso, sino que permitió que los motivos indignos de David se tradujeran en acción. Cuando el Señor permite que el mal siga su curso, eso se presenta con frecuencia como si sucediera por su intervención activa, aunque es en realidad la fuerza del mal la que generará resultados indeseables (ver Rom. 1: 18, 24, 26, 28; PP 809, 810). "
Que hiciese censo de Israel.
" El censo de Israel obedecía a propósitos militares, pues era una forma de registro para el servicio militar. No se buscaba el número de habitantes sino la fuerza de combate de la nación (vers. 5). Aumentando su poder militar, David pensaba incrementar todavía más el poder y el prestigio de Israel. Sin embargo, al hacerlo, inducía a las naciones circunvecinas a pensar que el poderío de Israel radicaba en su ejército y no en Dios (ver PP 809). "
2. Dijo David a Joab.
" El proyecto de censo de David provocó gran inquietud en el país. El pueblo no estaba de acuerdo con el plan de extender el servicio militar. A fin de poder manejar la situación, David ordenó que el ejército se hiciera cargo del censo y no los sacerdotes o caudillos tribales (ver Núm. 1:2-18; 26: 1,2; PP 809). "
Desde Beerseba hasta Dan.
"Frase que implica a todo Israel, desde Beerseba en el límite meridional, hasta Dan en el extremo norte. "
3. Dijo Joab.
"Aun que era un guerrero endurecido, Joab no consideró prudente el intento de David de contar a Israel, y manifestó su desaprobación del plan. "
Será para pecado.
"En Samuel, la desaprobación de Joab se presenta así: "¿Por qué se complace en esto mi señor el rey?" (2 Sam. 24: 3). Mediante diversas preguntas Joab procuró mostrar a David la necedad de su proceder y todo el mal que acarrearía.
4. La orden del rey pudo más.
Por desgracia, no siempre los que tienen el poder tienen la razón, pero prevalece su palabra. Joab tenía razón y David estaba equivocado.
Todo Israel.
No se dan en Crónicas los detalles del censo. Según 2 Sam. 24: 5-8, los que tomaban el censo cruzaron el Jordán y fueron hacia el norte hasta Galaad y Dan, después cruzaron a Sidón y fueron al sur a Beerseba, y volvieron a Jerusalén después de 9 meses y 20 días.
5. Había en todo Israel.
Los totales que se dan aquí difieren algo de los totales de 2 Sam. 24: 9. Son los siguientes:
Crónicas Samuel
Israel. 1.100.000 800.000
Judá 470.000 500.000
Total 1.570.000 1.300.000
Es posible que la cifra de Crónicas de 1.100.000 incluyera el total del ejército permanente de David -288.000 hombres (cap. 27: 1-15)-. En números redondos esto sería 300.000 hombres que, añadidos a los 800.000 de Samuel, darían 1.100.000. Los 500.000 que Samuel da para Judá también podría ser un número redondo en lugar de la cifra más exacta del cronista: 470.000 (ver com. 2 Sam. 24: 9). El número de guerreros de Israel había aumentado considerablemente desde el éxodo, cuando el total, excluyendo a los levitas, era de 603.550 (Núm. 1: 46). Ver la Introducción a Crónicas.
6. No fueron contados.
Este detalle no se menciona en Samuel. Según la instrucción dada a Moisés por el Señor, no se debía incluir a la tribu de Leví en un censo militar (Núm. 1: 47-49). Quizá se omitió a Benjamín porque pudo haber sido el centro de oposición a los planes de David para que hubiera un ejército mayor; y Joab, temeroso de las consecuencias, si el censo se tomaba a la fuerza, quizá prefirió ser prudente antes que osado.
7. Desagradó a Dios.
Esta afirmación no está en Samuel. En cambio, aparece lo siguiente: " "Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón" " (2 Sam. 24: 10). En cuanto a la causa del desagrado, ver com. 1 Crón. 21: 1.
8. He pecado gravemente.
Una de las características admirables de David era su disposición a confesar su falta cuando estaba convicto de pecado. Saúl no estaba dispuesto a proceder así.
He hecho muy locamente.
Nunca es sabio pecar. Sólo ocasiona mal y pesar.
9. Habló Jehová a Gad.
Según 2 Sam. 24: 11, llegó el mensaje "por la mañana, cuando David se hubo levantado". Sin duda, durante la noche, David había sufrido un grave remordimiento de conciencia, y había confesado su pecado delante del Señor. Dios oyó la oración de David y envió su respuesta mediante el profeta Gad.
Vidente de David.
El profeta Hemán también era llamado "vidente del rey" (cap. 25: 5). Anteriormente Dios había hablado a David mediante Gad (1 Sam. 22: 5). Gad fue uno de los cronistas que conservaron un registro reinado de David (1 Crón. 29: 29).
10. Te propongo.
Era una oferta desusada la que el Señor presentó a David. Castigaría su pecado, pero le dio una oportunidad de elegir el castigo.
12. Tres años de hambre.
Ver com. 2 Sam. 24: 13.
13. La mano de Jehová.
David no hizo una elección directa entre los tres castigos. Prefirió que su caso dependiera de Dios antes que del hombre. Puesto que los israelitas estaban henchidos con el mismo espíritu de orgullo que movió los planes militares de David, se permitió que el castigo cayera tanto sobre ellos como sobre el rey (2 Sam. 24: 1; PP 810).
15. Envió Jehová el ángel.
Cf. 2 Sam. 24: 16.
Se arrepintió.
En cuanto a la forma en que Dios se arrepiente, ver com. Gén. 6: 6; Exo. 32: 14.
16. Vio al ángel.
Cf. Núm. 22: 31, donde se dice que Dios le abrió los ojos a Balaam para que viera al ángel que estaba en el camino.
Espada desnuda.
Se da la misma descripción del ángel que interceptó a Balaam en el camino (Núm. 22: 23).
17. ¿No soy yo?
David asumió la responsabilidad por la orden de censar al pueblo. Francamente confesó su pecado y se responsabilizó por la plaga. Dios oyó, perdonó y detuvo el mal.
18. Era de Ornán.
Estaba en el monte Moriah. Allí Abrahán había erigido un altar para ofrecer a Isaac (Gén. 22: 1- 14), y allí después fue edificado el templo por Salomón (2 Crón. 3: 1). Ornán es llamado Arauna en 2 Sam. 24:16.
22. Dame este lugar.
Según el registro de Samuel, Ornán le preguntó a David por qué había venido a él, y recibió de David la respuesta: " "Para comprar de ti la era, a fin de edificar un altar a Jehová" " (2 Sam. 24: 21).
23. Aun los bueyes.
Ornán estaba dispuesto a efectuar todo sacrificio posible de su parte a fin de que se detuviera la plaga.
25. Seiscientos siclos de oro.
Según 2 Sam. 24: 24, "David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata". Según Gén. 23: 16, 17, Abrahán pagó a Efrón 400 siclos de plata por el campo donde estaba la cueva de Macpela (ver com. Gén. 23: 15). Según esto parecería que 50 siclos era un precio demasiado bajo por la propiedad de Ornán. Es posible que los 50 siclos fueran el precio de la era y de los bueyes y que eso sólo fuera una parte de la compra total (ver com. 2 Sam. 24: 24).
26. Desde los cielos.
En Lev. 9: 24; 1 Rey. 18:24, 38; 2 Crón. 7: 1 hay otros casos en los que el Señor indicó su presencia y aprobación respondiendo mediante fuego. El escenario de los holocaustos más tarde se convirtió en el sitio del templo construido por Salomón (2 Crón. 3: 1).
27. Volvió su espada.
Se representó la pestilencia, simbólicamente, por un ángel con una espada desnuda (vers. 16); el fin de la plaga, por la espada envainada.
29. De Gabaón.
Cf. cap. 16: 39, 40.
30. No pudo ir.
La plaga que cayó sobre el pueblo debido a su transgresión hizo que David fuera sumamente precavido para no desagradar otra vez al Señor.
CBA T3
" El cap. 21 trata del censo de Israel tomado por David, del desagrado del Señor y de la plaga resultante que cayó sobre Israel. Ver com. 2 Sam. 24, el pasaje paralelo. "
Contra Israel.
" La Biblia revela los propósitos de Dios y expone las artimañas del enemigo. Satanás está constantemente en guerra contra el reino de los cielos y hace todo lo posible para torcer los propósitos divinos y provocar confusión y desgracia en el pueblo de Dios. El Altísimo había bendecido extraordinariamente a David y había dado gran prosperidad a Israel. Pero Satanás trató de hacer aparecer el éxito de David como resultado de sus proezas personales y del poderío militar de la nación, y procuró que David dependiera cada vez más de los recursos humanos y no de la bendición de Dios. "
Incitó a David.
" Aquí se representa a Satanás como el que incitó a David a censar a Israel. En el pasaje paralelo, 2 Sam. 24: 1, se hace esta observación: "Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: Ve, haz un censo de Israel y de Judá". Con frecuencia se dice que Dios hace lo que él no impide. Henchido con pensamientos de orgullo y suficiencia propia, David fue inducido por el maligno a tomar este censo de Israel. Dios no se interpuso, sino que permitió que los motivos indignos de David se tradujeran en acción. Cuando el Señor permite que el mal siga su curso, eso se presenta con frecuencia como si sucediera por su intervención activa, aunque es en realidad la fuerza del mal la que generará resultados indeseables (ver Rom. 1: 18, 24, 26, 28; PP 809, 810). "
Que hiciese censo de Israel.
" El censo de Israel obedecía a propósitos militares, pues era una forma de registro para el servicio militar. No se buscaba el número de habitantes sino la fuerza de combate de la nación (vers. 5). Aumentando su poder militar, David pensaba incrementar todavía más el poder y el prestigio de Israel. Sin embargo, al hacerlo, inducía a las naciones circunvecinas a pensar que el poderío de Israel radicaba en su ejército y no en Dios (ver PP 809). "
2. Dijo David a Joab.
" El proyecto de censo de David provocó gran inquietud en el país. El pueblo no estaba de acuerdo con el plan de extender el servicio militar. A fin de poder manejar la situación, David ordenó que el ejército se hiciera cargo del censo y no los sacerdotes o caudillos tribales (ver Núm. 1:2-18; 26: 1,2; PP 809). "
Desde Beerseba hasta Dan.
"Frase que implica a todo Israel, desde Beerseba en el límite meridional, hasta Dan en el extremo norte. "
3. Dijo Joab.
"Aun que era un guerrero endurecido, Joab no consideró prudente el intento de David de contar a Israel, y manifestó su desaprobación del plan. "
Será para pecado.
"En Samuel, la desaprobación de Joab se presenta así: "¿Por qué se complace en esto mi señor el rey?" (2 Sam. 24: 3). Mediante diversas preguntas Joab procuró mostrar a David la necedad de su proceder y todo el mal que acarrearía.
4. La orden del rey pudo más.
Por desgracia, no siempre los que tienen el poder tienen la razón, pero prevalece su palabra. Joab tenía razón y David estaba equivocado.
Todo Israel.
No se dan en Crónicas los detalles del censo. Según 2 Sam. 24: 5-8, los que tomaban el censo cruzaron el Jordán y fueron hacia el norte hasta Galaad y Dan, después cruzaron a Sidón y fueron al sur a Beerseba, y volvieron a Jerusalén después de 9 meses y 20 días.
5. Había en todo Israel.
Los totales que se dan aquí difieren algo de los totales de 2 Sam. 24: 9. Son los siguientes:
Crónicas Samuel
Israel. 1.100.000 800.000
Judá 470.000 500.000
Total 1.570.000 1.300.000
Es posible que la cifra de Crónicas de 1.100.000 incluyera el total del ejército permanente de David -288.000 hombres (cap. 27: 1-15)-. En números redondos esto sería 300.000 hombres que, añadidos a los 800.000 de Samuel, darían 1.100.000. Los 500.000 que Samuel da para Judá también podría ser un número redondo en lugar de la cifra más exacta del cronista: 470.000 (ver com. 2 Sam. 24: 9). El número de guerreros de Israel había aumentado considerablemente desde el éxodo, cuando el total, excluyendo a los levitas, era de 603.550 (Núm. 1: 46). Ver la Introducción a Crónicas.
6. No fueron contados.
Este detalle no se menciona en Samuel. Según la instrucción dada a Moisés por el Señor, no se debía incluir a la tribu de Leví en un censo militar (Núm. 1: 47-49). Quizá se omitió a Benjamín porque pudo haber sido el centro de oposición a los planes de David para que hubiera un ejército mayor; y Joab, temeroso de las consecuencias, si el censo se tomaba a la fuerza, quizá prefirió ser prudente antes que osado.
7. Desagradó a Dios.
Esta afirmación no está en Samuel. En cambio, aparece lo siguiente: " "Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón" " (2 Sam. 24: 10). En cuanto a la causa del desagrado, ver com. 1 Crón. 21: 1.
8. He pecado gravemente.
Una de las características admirables de David era su disposición a confesar su falta cuando estaba convicto de pecado. Saúl no estaba dispuesto a proceder así.
He hecho muy locamente.
Nunca es sabio pecar. Sólo ocasiona mal y pesar.
9. Habló Jehová a Gad.
Según 2 Sam. 24: 11, llegó el mensaje "por la mañana, cuando David se hubo levantado". Sin duda, durante la noche, David había sufrido un grave remordimiento de conciencia, y había confesado su pecado delante del Señor. Dios oyó la oración de David y envió su respuesta mediante el profeta Gad.
Vidente de David.
El profeta Hemán también era llamado "vidente del rey" (cap. 25: 5). Anteriormente Dios había hablado a David mediante Gad (1 Sam. 22: 5). Gad fue uno de los cronistas que conservaron un registro reinado de David (1 Crón. 29: 29).
10. Te propongo.
Era una oferta desusada la que el Señor presentó a David. Castigaría su pecado, pero le dio una oportunidad de elegir el castigo.
12. Tres años de hambre.
Ver com. 2 Sam. 24: 13.
13. La mano de Jehová.
David no hizo una elección directa entre los tres castigos. Prefirió que su caso dependiera de Dios antes que del hombre. Puesto que los israelitas estaban henchidos con el mismo espíritu de orgullo que movió los planes militares de David, se permitió que el castigo cayera tanto sobre ellos como sobre el rey (2 Sam. 24: 1; PP 810).
15. Envió Jehová el ángel.
Cf. 2 Sam. 24: 16.
Se arrepintió.
En cuanto a la forma en que Dios se arrepiente, ver com. Gén. 6: 6; Exo. 32: 14.
16. Vio al ángel.
Cf. Núm. 22: 31, donde se dice que Dios le abrió los ojos a Balaam para que viera al ángel que estaba en el camino.
Espada desnuda.
Se da la misma descripción del ángel que interceptó a Balaam en el camino (Núm. 22: 23).
17. ¿No soy yo?
David asumió la responsabilidad por la orden de censar al pueblo. Francamente confesó su pecado y se responsabilizó por la plaga. Dios oyó, perdonó y detuvo el mal.
18. Era de Ornán.
Estaba en el monte Moriah. Allí Abrahán había erigido un altar para ofrecer a Isaac (Gén. 22: 1- 14), y allí después fue edificado el templo por Salomón (2 Crón. 3: 1). Ornán es llamado Arauna en 2 Sam. 24:16.
22. Dame este lugar.
Según el registro de Samuel, Ornán le preguntó a David por qué había venido a él, y recibió de David la respuesta: " "Para comprar de ti la era, a fin de edificar un altar a Jehová" " (2 Sam. 24: 21).
23. Aun los bueyes.
Ornán estaba dispuesto a efectuar todo sacrificio posible de su parte a fin de que se detuviera la plaga.
25. Seiscientos siclos de oro.
Según 2 Sam. 24: 24, "David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata". Según Gén. 23: 16, 17, Abrahán pagó a Efrón 400 siclos de plata por el campo donde estaba la cueva de Macpela (ver com. Gén. 23: 15). Según esto parecería que 50 siclos era un precio demasiado bajo por la propiedad de Ornán. Es posible que los 50 siclos fueran el precio de la era y de los bueyes y que eso sólo fuera una parte de la compra total (ver com. 2 Sam. 24: 24).
26. Desde los cielos.
En Lev. 9: 24; 1 Rey. 18:24, 38; 2 Crón. 7: 1 hay otros casos en los que el Señor indicó su presencia y aprobación respondiendo mediante fuego. El escenario de los holocaustos más tarde se convirtió en el sitio del templo construido por Salomón (2 Crón. 3: 1).
27. Volvió su espada.
Se representó la pestilencia, simbólicamente, por un ángel con una espada desnuda (vers. 16); el fin de la plaga, por la espada envainada.
29. De Gabaón.
Cf. cap. 16: 39, 40.
30. No pudo ir.
La plaga que cayó sobre el pueblo debido a su transgresión hizo que David fuera sumamente precavido para no desagradar otra vez al Señor.
CBA T3
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