1. Dijo el rey David.
David repasa sus preparativos para la edificación del templo y exhorta a los ricos e importantes en Israel a dar ofrendas (vers. 1-9). Compárese con el proceder de Moisés, quien en respuesta a las instrucciones del Señor, exhortó al pueblo a dar ofrendas para hacer posible la edificación del santuario (Exo. 25: 1-8; 35: 4-9), y recibió una respuesta liberal (Exo. 35: 20-29).
Joven y tierno.
Cf. 1 Crón. 22: 5; 1 Rey. 3: 7; Prov. 4: 3.
Casa.
En el Heb. aparece birah , palabra tomada del acadio, que generalmente designa un palacio o fortaleza (Neh. 1: 1; 7: 2; Est. 1: 2, 5; 2: 3, 5, 8; 3: 15; Dan. 8: 2). Aquí y en el vers. 19 se usa para denotar el templo.
2. Todas mis fuerzas.
Poniendo toda su alma en este esfuerzo, David logró acopiar grandes cantidades de materiales (cap. 22: 14). Un amor pleno produce un servicio cabal.
3. Tengo mi afecto.
Debido al amor de David y su dedicación a Dios, estuvo dispuesto a contribuir liberalmente de su propio tesoro con fondos que ayudarían en la edificación del templo. Había dado un ejemplo de liberalidad; por eso podía exhortar a otros para que fueran generosos.
4. Tres mil talentos.
Si se trata del talento regular, que se calcula en 34, 20 kg (ver t. 1, pág. 174), la cantidad de oro reunida por David habría estado en torno de las 102 toneladas. Sin embargo, no podemos estar seguros de lo que representaban con exactitud las medidas de peso antiguas. Ver también en las págs. 126, 127.
Siete mil talentos.
En base al peso del talento, que equivale a 34,20 kg (ver t. 1, pág. 174), la cantidad de plata dada como contribución estaría en torno de las 239 toneladas. Cf. "tres mil talentos" del versículo anterior.
5. Ofrenda voluntaria.
Voluntariamente, David se había consagrado a sí mismo y había consagrado su servicio al Señor, y por eso podía exhortar a su pueblo para que hiciera lo mismo. Identificó el proyecto de construir el templo con el servicio de Dios. Mediante su fidelidad en esto, el pueblo revelaría hasta dónde llegaba su fidelidad a Dios. Un servicio aceptable para Dios es voluntario, gozoso e inmediato.
7. Hierro.
Si se computa el peso de un talento a 34, 20 kg (t. 1, pág. 174), la cantidad de hierro donada alcanzaría a unas 3.420 toneladas (ver com. vers. 4 en cuanto a las normas de peso antiguas). Ver también las págs. 126, 127. 211 El hierro valía más entonces que hoy día.
9. Se alegró el pueblo.
Una ofrenda voluntaria para Dios alegra el corazón. Los cristianos nos que se sacrifican son cristianos felices. La falta de gozo en esta vida con frecuencia se debe a la falta de liberalidad.
10. Asimismo se alegró mucho el rey.
David se alegró al dar, y se regocijó por el gozo que experimentaba su pueblo al dar. Un cristiano liberal debiera ser un cristiano gozoso.
11. Tuya es, oh Jehová.
Mediante su contacto personal con Dios, David había aceptado una vislumbre de la infinita grandeza y gloria del Cielo y la absoluta indignidad e insignificancia completa del ser humano. Con espíritu de genuina humildad, dio toda la alabanza y el honor a Dios. Compárese con la expresión del Padrenuestro: "Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén" (Mat. 6: 13).
14. ¿Quién soy yo?
David reconoció su propia indignidad y la absoluta incapacidad de él o de su pueblo para dar algo a Dios, a menos que Dios mismo les hubiera puesto en el corazón el espíritu de dadivosidad, y en las manos los recursos necesarios para dar.
De lo recibido.
David francamente reconoce que la tierra y todo lo que hay en ella son de Dios, y que en las ofrendas dadas ese día, él y su pueblo tan sólo le devolvían un poco de lo que él les había dado.
16. Toda esta abundancia.
Es decir, toda esta abundancia de materiales y riqueza.
De tu mano.
Toda la abundancia de tesoros que Israel dio para el templo había provenido de la mano de Dios, y le pertenecía en derecho. Lo que tiene el ser humano, lo recibe de la generosa mano de Dios (Sal. 104: 28).
17. Escudriñas.
Cf. Sal. 7: 9; 11: 4; 26: 2; 139: 1; Jer. 11: 20; Apoc. 2: 23.
La rectitud.
Dios tiene en cuenta la rectitud y la misericordia, no así el formalismo religioso y la aquiescencia externa a la ley. La rectitud interior da como resultado bondad, justicia, honradez y benevolencia exteriores. Dios pide una religión del corazón que produzca el fruto de una vida recta (ver Miq. 6: 8).
Voluntariamente te he ofrecido.
No había hipocresía en esta oración; brotaba de una profunda sinceridad. Lo que David había hecho, lo había hecho voluntaria y gozosamente, y al dar de esa manera, había encontrado su más vivo gozo.
18. Conserva.
Es decir, mantén siempre en el corazón de tu pueblo el propósito y el espíritu manifestados este día.
Encamina su corazón.
La acción del Espíritu de Dios en el corazón humano y la aceptación genuina del amor de Dios hace que las personas dirijan sus pensamientos hacia la Divinidad.
20. Adoraron.
"Se inclinaron" " (BJ). La palabra traducida "adoraron" básicamente significa "inclinarse", "postrarse". En alabanza de agradecimiento el pueblo elevó el corazón en culto a Dios, y en gozoso reconocimiento de lo que debía al ejemplo y a la admonición de David, rindió acatamiento a su rey.
22. Segunda vez.
En cuanto a la primera vez en que Salomón fue hecho rey, ver com. 1 Crón. 23: 1; 1 Rey. 1: 32-40.
23. En lugar de David.
Aunque David vivía aún, todo el despacho de los asuntos de estado fue colocado en manos de Salomón.
24. Prestaron homenaje.
Es decir, prometieron lealtad a Salomón. Esto revestía una importancia particular en vista de la conspiración de Adonías (1 Rey., 1: 5-53).
27. Cuarenta años.
Según la cronología empleada provisionalmente en este comentario (t. II, págs. 137, 166, 79), David reinó aproximadamente desde 1011 hasta 971 AC.
Siete años.
Cf. 2 Sam. 5: 5 (t. II, pág. 136).
29. Las crónicas de Samuel.
El vers. 29 demuestra la existencia de una cantidad de libros importantes que registraban la historia antigua de Israel.
30. Los tiempos.
Es decir, las sazones de buena y mala fortuna que él experimentó, sus diversas vicisitudes, las de su pueblo, y las de las naciones circunvecinas.
CBA T3
David repasa sus preparativos para la edificación del templo y exhorta a los ricos e importantes en Israel a dar ofrendas (vers. 1-9). Compárese con el proceder de Moisés, quien en respuesta a las instrucciones del Señor, exhortó al pueblo a dar ofrendas para hacer posible la edificación del santuario (Exo. 25: 1-8; 35: 4-9), y recibió una respuesta liberal (Exo. 35: 20-29).
Joven y tierno.
Cf. 1 Crón. 22: 5; 1 Rey. 3: 7; Prov. 4: 3.
Casa.
En el Heb. aparece birah , palabra tomada del acadio, que generalmente designa un palacio o fortaleza (Neh. 1: 1; 7: 2; Est. 1: 2, 5; 2: 3, 5, 8; 3: 15; Dan. 8: 2). Aquí y en el vers. 19 se usa para denotar el templo.
2. Todas mis fuerzas.
Poniendo toda su alma en este esfuerzo, David logró acopiar grandes cantidades de materiales (cap. 22: 14). Un amor pleno produce un servicio cabal.
3. Tengo mi afecto.
Debido al amor de David y su dedicación a Dios, estuvo dispuesto a contribuir liberalmente de su propio tesoro con fondos que ayudarían en la edificación del templo. Había dado un ejemplo de liberalidad; por eso podía exhortar a otros para que fueran generosos.
4. Tres mil talentos.
Si se trata del talento regular, que se calcula en 34, 20 kg (ver t. 1, pág. 174), la cantidad de oro reunida por David habría estado en torno de las 102 toneladas. Sin embargo, no podemos estar seguros de lo que representaban con exactitud las medidas de peso antiguas. Ver también en las págs. 126, 127.
Siete mil talentos.
En base al peso del talento, que equivale a 34,20 kg (ver t. 1, pág. 174), la cantidad de plata dada como contribución estaría en torno de las 239 toneladas. Cf. "tres mil talentos" del versículo anterior.
5. Ofrenda voluntaria.
Voluntariamente, David se había consagrado a sí mismo y había consagrado su servicio al Señor, y por eso podía exhortar a su pueblo para que hiciera lo mismo. Identificó el proyecto de construir el templo con el servicio de Dios. Mediante su fidelidad en esto, el pueblo revelaría hasta dónde llegaba su fidelidad a Dios. Un servicio aceptable para Dios es voluntario, gozoso e inmediato.
7. Hierro.
Si se computa el peso de un talento a 34, 20 kg (t. 1, pág. 174), la cantidad de hierro donada alcanzaría a unas 3.420 toneladas (ver com. vers. 4 en cuanto a las normas de peso antiguas). Ver también las págs. 126, 127. 211 El hierro valía más entonces que hoy día.
9. Se alegró el pueblo.
Una ofrenda voluntaria para Dios alegra el corazón. Los cristianos nos que se sacrifican son cristianos felices. La falta de gozo en esta vida con frecuencia se debe a la falta de liberalidad.
10. Asimismo se alegró mucho el rey.
David se alegró al dar, y se regocijó por el gozo que experimentaba su pueblo al dar. Un cristiano liberal debiera ser un cristiano gozoso.
11. Tuya es, oh Jehová.
Mediante su contacto personal con Dios, David había aceptado una vislumbre de la infinita grandeza y gloria del Cielo y la absoluta indignidad e insignificancia completa del ser humano. Con espíritu de genuina humildad, dio toda la alabanza y el honor a Dios. Compárese con la expresión del Padrenuestro: "Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén" (Mat. 6: 13).
14. ¿Quién soy yo?
David reconoció su propia indignidad y la absoluta incapacidad de él o de su pueblo para dar algo a Dios, a menos que Dios mismo les hubiera puesto en el corazón el espíritu de dadivosidad, y en las manos los recursos necesarios para dar.
De lo recibido.
David francamente reconoce que la tierra y todo lo que hay en ella son de Dios, y que en las ofrendas dadas ese día, él y su pueblo tan sólo le devolvían un poco de lo que él les había dado.
16. Toda esta abundancia.
Es decir, toda esta abundancia de materiales y riqueza.
De tu mano.
Toda la abundancia de tesoros que Israel dio para el templo había provenido de la mano de Dios, y le pertenecía en derecho. Lo que tiene el ser humano, lo recibe de la generosa mano de Dios (Sal. 104: 28).
17. Escudriñas.
Cf. Sal. 7: 9; 11: 4; 26: 2; 139: 1; Jer. 11: 20; Apoc. 2: 23.
La rectitud.
Dios tiene en cuenta la rectitud y la misericordia, no así el formalismo religioso y la aquiescencia externa a la ley. La rectitud interior da como resultado bondad, justicia, honradez y benevolencia exteriores. Dios pide una religión del corazón que produzca el fruto de una vida recta (ver Miq. 6: 8).
Voluntariamente te he ofrecido.
No había hipocresía en esta oración; brotaba de una profunda sinceridad. Lo que David había hecho, lo había hecho voluntaria y gozosamente, y al dar de esa manera, había encontrado su más vivo gozo.
18. Conserva.
Es decir, mantén siempre en el corazón de tu pueblo el propósito y el espíritu manifestados este día.
Encamina su corazón.
La acción del Espíritu de Dios en el corazón humano y la aceptación genuina del amor de Dios hace que las personas dirijan sus pensamientos hacia la Divinidad.
20. Adoraron.
"Se inclinaron" " (BJ). La palabra traducida "adoraron" básicamente significa "inclinarse", "postrarse". En alabanza de agradecimiento el pueblo elevó el corazón en culto a Dios, y en gozoso reconocimiento de lo que debía al ejemplo y a la admonición de David, rindió acatamiento a su rey.
22. Segunda vez.
En cuanto a la primera vez en que Salomón fue hecho rey, ver com. 1 Crón. 23: 1; 1 Rey. 1: 32-40.
23. En lugar de David.
Aunque David vivía aún, todo el despacho de los asuntos de estado fue colocado en manos de Salomón.
24. Prestaron homenaje.
Es decir, prometieron lealtad a Salomón. Esto revestía una importancia particular en vista de la conspiración de Adonías (1 Rey., 1: 5-53).
27. Cuarenta años.
Según la cronología empleada provisionalmente en este comentario (t. II, págs. 137, 166, 79), David reinó aproximadamente desde 1011 hasta 971 AC.
Siete años.
Cf. 2 Sam. 5: 5 (t. II, pág. 136).
29. Las crónicas de Samuel.
El vers. 29 demuestra la existencia de una cantidad de libros importantes que registraban la historia antigua de Israel.
30. Los tiempos.
Es decir, las sazones de buena y mala fortuna que él experimentó, sus diversas vicisitudes, las de su pueblo, y las de las naciones circunvecinas.
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