1. Senaquerib rey de los asirios.
Este capítulo en su mayor parte es paralelo con 2 Rey. 18:13 a 20: 21, y con Isa. 36 a 39. Es nueva casi toda la información de los vers. 2 a 8 sobre los preparativos de Exequias para la defensa.
Con la intención de conquistarlas.
En buena medida, Senaquerib tuvo éxito en sus propósitos (2 Rey. 18: 13). En sus anales pretende haber capturado 46 ciudades fortificadas o amuralladas de Judá y haber llevado cautivas a 200.130 personas, además de un enorme botín. Esta campaña acaeció en el año 14 del reinado de Exequias, contado a partir del final de su corregencia. El año fue 701 AC, segiún las fechas generalmente aceptadas para los anales de Seriaquerib. En cuanto a la cuestión de si la narración de este capítulo describe una campaña o dos, ver com. 2 Rey. 18: 13.
2. Combatir a Jerusalén.
Senaquerib tenía el propósito de atacar a Jerusalén, pero momentáneamente fue apaciguado mediante el pago de un tributo (ver com. 2 Rey. 18: 14-16). Debe advertirse que en el registro de su campaña, Senaquerib no pretende haber capturado a Jerusalén.
3. Tuvo consejo.
El propósito era trazar planes para fortalecer la ciudad contra un ataque posterior. Sin duda todos los preparativos hechos por Ezequías difícilmente podrían haberse efectuado durante el transcurso de una campaña de verano (de junio a agosto) realizada por Senanaquerib contra Judá. Es evidente que fueron medidas de amplio alcance para robustecer las defensas de la nación contra un ataque futuro.
Cegar las fuentes de agua.
Ezequías tenía sin doble propósito: cegar las vertientes de fuera de la ciudad de modo que los asirios no tuvieran una adecuada provisión ele agua, llevar el agua a la ciudad por medio de un túnel a fin de aumentar su provisión durante el asedio (2 Crón. 32: 30; ver com. 2 Rey. 20: 20).
4. Todas las fuentes.
La principal fuente que cegó Ezequías fue la de Gihón (vers. 30), la actual Fuente de la Virgen, ubicada en la ladera meridional del cerro sobre el que se construyó el templo. Estaba en una cueva fuera del muro de la ciudad, y sus aguas originalmente fluían al torrente de Cedrón, donde se habrían abastecido los invasores asirios. Antes de que David capturara a Jerusalén, 303 los jebuseos habían abierto un conducto para llevar las aguas desde la fuente hasta un lugar de almacenamiento al que se podía llegar mediante un pasaje subterráneo desde el interior de la ciudad (ver 2 Sam. 3: 8). posteriormente, un acueducto llevó esa agua hasta el estanque viejo, o "de abajo" (Isa. 22: 9, 11). Ezequías constituyó un nuevo acueducto, el túnel de Siloé (ver 2 Crón. 32: 30; ver com. 2 Rey. 20: 20), que llevaba las aguas hasta un nuevo depósito, el estanque Siloé (ver Neh. 3: 15; Juan 9:7), y quizá construyó una nueva muralla con la cual el nuevo estanque quedaba dentro de la ciudad (ver com. vers. 5). Así las aguas de las fuentes que estaban fuera de la ciudad fueron desviadas para ser usadas dentro de las murallas.
5. Los muros caídos.
En Isa. 22: 9, 10 se mencionan muchas brechas del muro de la ciudad de David que se repararon derribando casas y usando los materiales para reforzar el muro.
Otro muro por fuera.
Quizá era un mero adicional, fuera del acueducto y de la ciudad de David, que incluía el estanque de Siloé. En Isa. 22: 11 se menciona el "foso entre los dos muros".
Milo.
No se conoce la naturaleza exacta de Milo, pero debe haber sido una parte de las fortificaciones de Jerusalén, quizá un lugar de defensa especialmente fortfificado, dentro de la ciudad antigua (ver 2 Sam. 5: 9; 1 Rey. 9: 15, 24; 11: 27).
Espadas.
Heb. "dardo", "jabalina". La BJ traduce correctamente "armas arrojadizas" .
6. Plaza.
Heb. rejob , "un lugar abierto". De ahí que hubiera sido el lugar abierto delante de la puerta (ver com. cap. 29: 4).
7. Esforzaos y animaos.
Habiendo hecho todo lo que se podía hacer humanamente para fortalecer las defensas de la ciudad, Ezequías animó al pueblo para que confiara en Dios. Sin importarle el poder del enemigo, toda persona que confía en Dios y lo venera siempre tiene razón para ser valerosa, pues la batalla no es suya sino del Señor (ver cap. 20: 15).
Más hay con nosotros.
Compárese con 2 Rey. 6: 16.
9. Con nosotros está Jehová.
Compárese con Isa. 14: 24-27; 40: 9-17, 28-31.
9. Envió sus siervos.
Compárese con 2 Rey. 18:17. La sumisión anterior de Ezequías (2 Rey. 18: 14-16) no se menciona en Crónicas.
10. Así ha dicho Senaquerib.
compárese con 2 Rey. 18: 17-21. El relato de Reyes es más detallado.
12. Sus lugares altos.
Compárese con 2 Rey. 18: 22. Los asirios tenían una impresión equivocada de la naturaleza de la reforma de Ezequías, pues éste había eliminado los altares de los dioses paganos introducidos por Acaz, y no los de Jehová (ver caps. 28: 23, 25; 31: l); y también los lugares altos que -aunque se usaban para el culto de Jehová - por lo menos eran semipaganos.
13. ¿No habéis sabido?
Los interesantes detalles de 2 Rey. 18: 23-32 no se mencionan en Crónicas. En cambio, el relato va directamente al punto en que los enviados se esfuerzan por fundamentar la pretensión de que Asiria era invencible, al señalar sus éxitos pasados y la incapacidad de los dioses de las otras naciones para ayudar contra el poderío asirio (ver 2 Rey. 18: 33, 34).
14. Entre todos los dioses.
Compárese con 2 Rey. 18: 35.
15. No os engañe.
Este pasaje continúa el argumento de 2 Rey. 18: 29, 30. Un argumento similar también se encuentra en 2 Rey. 19: 10-13.
17. Cartas en que blasfemaba.
Esto se refiere al mensaje de Senaquerib cuando los enviados habían vuelto a Libna después de salir de Laquis, y había llegado la noticia de que se acercaba el ejército egipcio al mando de Tirhaca para ayudar a Ezequías (ver com. 2 Rey. 19: 8-14).
18. En judaico.
Después de haber mencionado la carta mandada mediante los enviados en el segundo viaje de ellos a Jerusalén, el cronista ahora vuelve a un incidente que ocurrió en la primera parte de la primeras visita (2 Rey. 18: 28), que presenta en forma muy abreviada, o menciona un segundo intento de propaganda "para espantarles y atemorizarles".
20. El profeta Isaías.
Después de la primera tentativa de los enviados asirios para desanimar a los habitantes de Jerusalén, Ezequías había mandado un mensaje a Isaías para instarlo a que orara al Señor, y había recibido la respuesta del profeta de que el Señor enviaría un súbito terror sobre Senaquerib y lo haría volver a su país (2 Rey. 19: 1-7). Entonces, después de que Rabsaces volvió a Senaquerib en Libna, los enviados efectuaron su segunda visita (2 Rey. 19: 9-1l), con 304 nuevos mensajes insultantes de Senaquerib. Ezequías llevó la carta al templo y buscó fervorosamente la ayuda del señor. Después de eso recibió un mensaje de Isaías de que Dios había oído su oración y defendería la ciudad por amor a David, y que Senaquerib volvería a su país sin sitiar a Jerusalén (2 Rey. 19: 14-34).
21. Envió un ángel.
Compárece con 2 Rey. 19: 35, 36 e Isa. 37: 36, 37, que son relatos paralelos de la destrucción de las huestes asirias y de la forma en que Senaquerib dejó Judea y se volvió a Asiria.
Lo mataron.
Según 2 Rey 19: 37 e Isa. 37: 38 11): 37 e Isa. 37: 38. Senaquerib fue muerto por sus hijos Adramelec y Sarecer, los que después huyeron a Armenia. La muerte de Senaquerib ocurrió en 681 AC, de acuerdo con la cronología basada en los registros asirios.
24. En aquel tiempo.
Compárece con 2 Rey. 20: 1- 11 e Isa. 38. Esto fue 15 años (2 Rey. 20: 6 ) antes del fin de su reinado de 29 años (2 Rey. 18: 2). Por lo tanto fue en el año 15 del reinado de Ezequías, si los 15 años fueran contados en forma inclusiva como comúnmente se hacía. De lo contrario, fue en el año 14, el año cuando Senaquerib atacó las ciudades fortificadas de Judá (2 Rey. 18: 13).
Una señal.
La señal consistió en el retroceso de la sombra en el reloj de sol (2 Rey. 20: 8-11)
25. Se enalteció.
En 2 Rey. 20: 12-19 e Isa. 39 está el relato del orgullo de Ezequías en ocasión de la visita de los mensajeros de Babilonia y la expresión del desagrado del Señor.
26. No vino.
Al recibir el reproche de Isaías, Ezequías se humilló y aceptó la voluntad del Señor. Este arrepentimiento no se registra ni en Reyes ni en Isaias, pero sí la consiguiente postergación de la sentencia que había sido pronunciada , junto con la respuesta de gratitud de Ezequías (2 de Rey. 20: 19; Isa. 39: 8). Como resultado del arrepentimiento de Ezequías, la destrucción ocasionada por Babilonia no sucedió hasta los días de Nabucodonosor, un siglo más tarde.
27. Riquezas y gloria.
Compárece con 2 Rey. 20: 13 e Isa. 39: 2.
28. Del grano, del vino y del aceite.
Se mencionan juntos repetidas veces como los frutos más notables de la tierra y como las pruebas de las bendiciones del cielo (2 Crón. 31: 5; Núm. 18: 12; Deut. 7: 13; Neh. 5: 11; Jer. 31:12; etc.; cf. Apoc. 6: 6)
29. Porque Dios le había dado.
Dios da a los hombres poder para enriquecerse y les abre la ,mano dadivosa para que compartan los tesoros recibidos de él (ver Gén. 24: 35; 1 Crón. 29: 12; Job 42: 12; Prov 10: 22).
30. Cubrió los manantiales.
Ver 2 Crón. 32: 4 y 2 Rey. 20: 20.
31. Los mensajeros.
Compárece con 2 Rey. 20: 11-13; Isa. 39: 1,2.
Para saber del prodigio que había acontecido.
El retroceso de la sombra en el reloj de sol (2 Rey. 20: 11; Isa. 38: 8) fue de sumo interés para los astrónomos de Babilonia y debe haber sido un tema especial de las preguntas de los mensajeros. Este milagro dió a Ezequías una oportunidad única para dar testimonio del poder y de la bondad de Dios. Si Ezequías hubiese sido fiel y hubiera contado exactamente a los representantes de Merodac-baladán cómo sucedió ese acontecimiento y cómo realizó Dios los milagros de curación y de la naturaleza , esos hombres podrían haber vuelto a Babilonia con un mensaje que habría ayudado a muchos idólatras de ese país a conocer la verdadera naturaleza de Dios. Así se habría abierto el camino para que muchos conocieran y adoraran al Dios que hizo el cielo y la tierra.
Para probarle
La prueba no era para la información de Dios sino para beneficio de Ezequías. El orgullo que provocó el fracaso del rey ya se le había arraigado en el corazón y si no se lo reprimía, lo llevaría a su ruina. En su misericordia, Dios permitió que surgieran circunstancias que revelaban a Ezequías su verdadera condición. Este caso ilustra la forma en que Dios procede para desarrollar el carácter humano. Muchas veces la gente no se da cuenta de los defectos de su naturaleza. Sólo cuando tiene que hacer frente a diversas pruebas, se manifiestan esas debilidades .
Si una prueba cumple su propósito, de modo que el alma es debidamente "ejercitada" (Heb. 12: 11), tal vez no se necesite otra en ese punto particular. Si el alma se rebela contra el reproche, quizá sobrevengan más pruebas, hasta que se produzca una reforma o se abandone el caso como desesperado (Ose. 4: 17). El cristiano debe, pues, animarse en las pruebas. El hecho de que sea llamado a soportarlas demuestra que el Señor ve en él algo precioso que procura desarrollar. Si no hubiese nada en una persona que pudiera glorificar el nombre de Dios, el Señor no gastaría 305 tiempo en refinarla (ver 3 JT 194). Compárece con Job 23: 10.
32. Profecía del profeta Isaías.
"Visiones del profeta Isaías" (BJ). El profeta Isaías dio el título de "Visión de Isaías" (Isa. 1: 1) a su profecía.
33. Más prominente.
"En la subida" (BJ). Heb. ma'aleh , "un ir hacia arriba ", "un ascender" (Núm. 34: 4), cuyo significado no es enteramente claro. Quizá se refiera a una ubicación más alta. En este caso, Ezequías habría sido sepultado en una parte más alta de las tumbas reales, por encima de los sepulcros de los reyes que lo precedieron en el trono de Judá.
CBA T3
Este capítulo en su mayor parte es paralelo con 2 Rey. 18:13 a 20: 21, y con Isa. 36 a 39. Es nueva casi toda la información de los vers. 2 a 8 sobre los preparativos de Exequias para la defensa.
Con la intención de conquistarlas.
En buena medida, Senaquerib tuvo éxito en sus propósitos (2 Rey. 18: 13). En sus anales pretende haber capturado 46 ciudades fortificadas o amuralladas de Judá y haber llevado cautivas a 200.130 personas, además de un enorme botín. Esta campaña acaeció en el año 14 del reinado de Exequias, contado a partir del final de su corregencia. El año fue 701 AC, segiún las fechas generalmente aceptadas para los anales de Seriaquerib. En cuanto a la cuestión de si la narración de este capítulo describe una campaña o dos, ver com. 2 Rey. 18: 13.
2. Combatir a Jerusalén.
Senaquerib tenía el propósito de atacar a Jerusalén, pero momentáneamente fue apaciguado mediante el pago de un tributo (ver com. 2 Rey. 18: 14-16). Debe advertirse que en el registro de su campaña, Senaquerib no pretende haber capturado a Jerusalén.
3. Tuvo consejo.
El propósito era trazar planes para fortalecer la ciudad contra un ataque posterior. Sin duda todos los preparativos hechos por Ezequías difícilmente podrían haberse efectuado durante el transcurso de una campaña de verano (de junio a agosto) realizada por Senanaquerib contra Judá. Es evidente que fueron medidas de amplio alcance para robustecer las defensas de la nación contra un ataque futuro.
Cegar las fuentes de agua.
Ezequías tenía sin doble propósito: cegar las vertientes de fuera de la ciudad de modo que los asirios no tuvieran una adecuada provisión ele agua, llevar el agua a la ciudad por medio de un túnel a fin de aumentar su provisión durante el asedio (2 Crón. 32: 30; ver com. 2 Rey. 20: 20).
4. Todas las fuentes.
La principal fuente que cegó Ezequías fue la de Gihón (vers. 30), la actual Fuente de la Virgen, ubicada en la ladera meridional del cerro sobre el que se construyó el templo. Estaba en una cueva fuera del muro de la ciudad, y sus aguas originalmente fluían al torrente de Cedrón, donde se habrían abastecido los invasores asirios. Antes de que David capturara a Jerusalén, 303 los jebuseos habían abierto un conducto para llevar las aguas desde la fuente hasta un lugar de almacenamiento al que se podía llegar mediante un pasaje subterráneo desde el interior de la ciudad (ver 2 Sam. 3: 8). posteriormente, un acueducto llevó esa agua hasta el estanque viejo, o "de abajo" (Isa. 22: 9, 11). Ezequías constituyó un nuevo acueducto, el túnel de Siloé (ver 2 Crón. 32: 30; ver com. 2 Rey. 20: 20), que llevaba las aguas hasta un nuevo depósito, el estanque Siloé (ver Neh. 3: 15; Juan 9:7), y quizá construyó una nueva muralla con la cual el nuevo estanque quedaba dentro de la ciudad (ver com. vers. 5). Así las aguas de las fuentes que estaban fuera de la ciudad fueron desviadas para ser usadas dentro de las murallas.
5. Los muros caídos.
En Isa. 22: 9, 10 se mencionan muchas brechas del muro de la ciudad de David que se repararon derribando casas y usando los materiales para reforzar el muro.
Otro muro por fuera.
Quizá era un mero adicional, fuera del acueducto y de la ciudad de David, que incluía el estanque de Siloé. En Isa. 22: 11 se menciona el "foso entre los dos muros".
Milo.
No se conoce la naturaleza exacta de Milo, pero debe haber sido una parte de las fortificaciones de Jerusalén, quizá un lugar de defensa especialmente fortfificado, dentro de la ciudad antigua (ver 2 Sam. 5: 9; 1 Rey. 9: 15, 24; 11: 27).
Espadas.
Heb. "dardo", "jabalina". La BJ traduce correctamente "armas arrojadizas" .
6. Plaza.
Heb. rejob , "un lugar abierto". De ahí que hubiera sido el lugar abierto delante de la puerta (ver com. cap. 29: 4).
7. Esforzaos y animaos.
Habiendo hecho todo lo que se podía hacer humanamente para fortalecer las defensas de la ciudad, Ezequías animó al pueblo para que confiara en Dios. Sin importarle el poder del enemigo, toda persona que confía en Dios y lo venera siempre tiene razón para ser valerosa, pues la batalla no es suya sino del Señor (ver cap. 20: 15).
Más hay con nosotros.
Compárese con 2 Rey. 6: 16.
9. Con nosotros está Jehová.
Compárese con Isa. 14: 24-27; 40: 9-17, 28-31.
9. Envió sus siervos.
Compárese con 2 Rey. 18:17. La sumisión anterior de Ezequías (2 Rey. 18: 14-16) no se menciona en Crónicas.
10. Así ha dicho Senaquerib.
compárese con 2 Rey. 18: 17-21. El relato de Reyes es más detallado.
12. Sus lugares altos.
Compárese con 2 Rey. 18: 22. Los asirios tenían una impresión equivocada de la naturaleza de la reforma de Ezequías, pues éste había eliminado los altares de los dioses paganos introducidos por Acaz, y no los de Jehová (ver caps. 28: 23, 25; 31: l); y también los lugares altos que -aunque se usaban para el culto de Jehová - por lo menos eran semipaganos.
13. ¿No habéis sabido?
Los interesantes detalles de 2 Rey. 18: 23-32 no se mencionan en Crónicas. En cambio, el relato va directamente al punto en que los enviados se esfuerzan por fundamentar la pretensión de que Asiria era invencible, al señalar sus éxitos pasados y la incapacidad de los dioses de las otras naciones para ayudar contra el poderío asirio (ver 2 Rey. 18: 33, 34).
14. Entre todos los dioses.
Compárese con 2 Rey. 18: 35.
15. No os engañe.
Este pasaje continúa el argumento de 2 Rey. 18: 29, 30. Un argumento similar también se encuentra en 2 Rey. 19: 10-13.
17. Cartas en que blasfemaba.
Esto se refiere al mensaje de Senaquerib cuando los enviados habían vuelto a Libna después de salir de Laquis, y había llegado la noticia de que se acercaba el ejército egipcio al mando de Tirhaca para ayudar a Ezequías (ver com. 2 Rey. 19: 8-14).
18. En judaico.
Después de haber mencionado la carta mandada mediante los enviados en el segundo viaje de ellos a Jerusalén, el cronista ahora vuelve a un incidente que ocurrió en la primera parte de la primeras visita (2 Rey. 18: 28), que presenta en forma muy abreviada, o menciona un segundo intento de propaganda "para espantarles y atemorizarles".
20. El profeta Isaías.
Después de la primera tentativa de los enviados asirios para desanimar a los habitantes de Jerusalén, Ezequías había mandado un mensaje a Isaías para instarlo a que orara al Señor, y había recibido la respuesta del profeta de que el Señor enviaría un súbito terror sobre Senaquerib y lo haría volver a su país (2 Rey. 19: 1-7). Entonces, después de que Rabsaces volvió a Senaquerib en Libna, los enviados efectuaron su segunda visita (2 Rey. 19: 9-1l), con 304 nuevos mensajes insultantes de Senaquerib. Ezequías llevó la carta al templo y buscó fervorosamente la ayuda del señor. Después de eso recibió un mensaje de Isaías de que Dios había oído su oración y defendería la ciudad por amor a David, y que Senaquerib volvería a su país sin sitiar a Jerusalén (2 Rey. 19: 14-34).
21. Envió un ángel.
Compárece con 2 Rey. 19: 35, 36 e Isa. 37: 36, 37, que son relatos paralelos de la destrucción de las huestes asirias y de la forma en que Senaquerib dejó Judea y se volvió a Asiria.
Lo mataron.
Según 2 Rey 19: 37 e Isa. 37: 38 11): 37 e Isa. 37: 38. Senaquerib fue muerto por sus hijos Adramelec y Sarecer, los que después huyeron a Armenia. La muerte de Senaquerib ocurrió en 681 AC, de acuerdo con la cronología basada en los registros asirios.
24. En aquel tiempo.
Compárece con 2 Rey. 20: 1- 11 e Isa. 38. Esto fue 15 años (2 Rey. 20: 6 ) antes del fin de su reinado de 29 años (2 Rey. 18: 2). Por lo tanto fue en el año 15 del reinado de Ezequías, si los 15 años fueran contados en forma inclusiva como comúnmente se hacía. De lo contrario, fue en el año 14, el año cuando Senaquerib atacó las ciudades fortificadas de Judá (2 Rey. 18: 13).
Una señal.
La señal consistió en el retroceso de la sombra en el reloj de sol (2 Rey. 20: 8-11)
25. Se enalteció.
En 2 Rey. 20: 12-19 e Isa. 39 está el relato del orgullo de Ezequías en ocasión de la visita de los mensajeros de Babilonia y la expresión del desagrado del Señor.
26. No vino.
Al recibir el reproche de Isaías, Ezequías se humilló y aceptó la voluntad del Señor. Este arrepentimiento no se registra ni en Reyes ni en Isaias, pero sí la consiguiente postergación de la sentencia que había sido pronunciada , junto con la respuesta de gratitud de Ezequías (2 de Rey. 20: 19; Isa. 39: 8). Como resultado del arrepentimiento de Ezequías, la destrucción ocasionada por Babilonia no sucedió hasta los días de Nabucodonosor, un siglo más tarde.
27. Riquezas y gloria.
Compárece con 2 Rey. 20: 13 e Isa. 39: 2.
28. Del grano, del vino y del aceite.
Se mencionan juntos repetidas veces como los frutos más notables de la tierra y como las pruebas de las bendiciones del cielo (2 Crón. 31: 5; Núm. 18: 12; Deut. 7: 13; Neh. 5: 11; Jer. 31:12; etc.; cf. Apoc. 6: 6)
29. Porque Dios le había dado.
Dios da a los hombres poder para enriquecerse y les abre la ,mano dadivosa para que compartan los tesoros recibidos de él (ver Gén. 24: 35; 1 Crón. 29: 12; Job 42: 12; Prov 10: 22).
30. Cubrió los manantiales.
Ver 2 Crón. 32: 4 y 2 Rey. 20: 20.
31. Los mensajeros.
Compárece con 2 Rey. 20: 11-13; Isa. 39: 1,2.
Para saber del prodigio que había acontecido.
El retroceso de la sombra en el reloj de sol (2 Rey. 20: 11; Isa. 38: 8) fue de sumo interés para los astrónomos de Babilonia y debe haber sido un tema especial de las preguntas de los mensajeros. Este milagro dió a Ezequías una oportunidad única para dar testimonio del poder y de la bondad de Dios. Si Ezequías hubiese sido fiel y hubiera contado exactamente a los representantes de Merodac-baladán cómo sucedió ese acontecimiento y cómo realizó Dios los milagros de curación y de la naturaleza , esos hombres podrían haber vuelto a Babilonia con un mensaje que habría ayudado a muchos idólatras de ese país a conocer la verdadera naturaleza de Dios. Así se habría abierto el camino para que muchos conocieran y adoraran al Dios que hizo el cielo y la tierra.
Para probarle
La prueba no era para la información de Dios sino para beneficio de Ezequías. El orgullo que provocó el fracaso del rey ya se le había arraigado en el corazón y si no se lo reprimía, lo llevaría a su ruina. En su misericordia, Dios permitió que surgieran circunstancias que revelaban a Ezequías su verdadera condición. Este caso ilustra la forma en que Dios procede para desarrollar el carácter humano. Muchas veces la gente no se da cuenta de los defectos de su naturaleza. Sólo cuando tiene que hacer frente a diversas pruebas, se manifiestan esas debilidades .
Si una prueba cumple su propósito, de modo que el alma es debidamente "ejercitada" (Heb. 12: 11), tal vez no se necesite otra en ese punto particular. Si el alma se rebela contra el reproche, quizá sobrevengan más pruebas, hasta que se produzca una reforma o se abandone el caso como desesperado (Ose. 4: 17). El cristiano debe, pues, animarse en las pruebas. El hecho de que sea llamado a soportarlas demuestra que el Señor ve en él algo precioso que procura desarrollar. Si no hubiese nada en una persona que pudiera glorificar el nombre de Dios, el Señor no gastaría 305 tiempo en refinarla (ver 3 JT 194). Compárece con Job 23: 10.
32. Profecía del profeta Isaías.
"Visiones del profeta Isaías" (BJ). El profeta Isaías dio el título de "Visión de Isaías" (Isa. 1: 1) a su profecía.
33. Más prominente.
"En la subida" (BJ). Heb. ma'aleh , "un ir hacia arriba ", "un ascender" (Núm. 34: 4), cuyo significado no es enteramente claro. Quizá se refiera a una ubicación más alta. En este caso, Ezequías habría sido sepultado en una parte más alta de las tumbas reales, por encima de los sepulcros de los reyes que lo precedieron en el trono de Judá.
CBA T3
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