1. Prosiguió Eliú.
"Ver com. cap. 32: 2."
2. Más justo soy.
" Job no había
afirmado esto. Había puesto en duda la justicia de Dios (caps. 9: 22-24; 10: 3;
12: 6), pero la acusación de Eliú, tal como aparece aquí, exagera cualquier idea
que Job hubiera expresado en sus discursos. "
3. ¿Qué ventaja?
" Eliú desafía el derecho que tiene Job
para pensar que un justo puede sufrir lo mismo que un pecador. Este punto de
vista lo disgusta tanto como a los tres amigos. Sin embargo, deduce de las
declaraciones de Job lo que éste no había querido decir. Job no sostenía que los
justos no tienen una ventaja final sobre los pecadores; insistían sí en que en
este mundo no siempre procede la Providencia de acuerdo con el concepto de las
personas. "
4. Yo te responderé razones.
" La respuesta de Eliú amplía el argumento de Elifaz (cap. 22: 2, 3). "
Compañeros.
" Heb. re'im, que se traduce como "amigos" " (caps.
2: 11; 19: 21), y también como "compañeros" (cap. 42: 7). Se refiere a los tres
amigos de Job.
5. Mira a los cielos.
El propósito de la declaración de Eliú era demostrar que Dios es tan
grande que la conducta humana no puede afectarlo. Compara la grandeza de Dios
con la altura e inmensidad de los cielos y las nubes.
6. Contra él.
El argumento es que Dios, creador de los
cielos, no puede ser afectado, ni restringido de ningún modo por el pecado de
una persona. Esto no le perjudica, ni disminuye su poder ni afecta su dignidad.
7. ¿Qué le darás a él?
Por otra
parte, Eliú sostiene que la justicia de un individuo no puede beneficiar a Dios
ni tampoco le impone obligaciones para con nadie.
8. El hombre como tú dañará.
Según el razonamiento de
Eliú, los resultados de la iniquidad o de la justicia de una persona no los
siente Dios, sino otros seres humanos. Dios está tan lejos de los efectos del
pecado o de la rectitud, que no hay razón para que se aparte de la estricta
justicia. Por eso, donde hay mérito, recompensa; y donde hay culpa, castiga. Por
lo tanto, tiene ventajas ser recto. Dios es demasiado excelso para modificar la
ley de causa y efecto, la cual, según opina Eliú, exige recompensa para el justo
y castigo para el impío. En otras palabras, la maldad o la rectitud de un hombre
solo afecta a él, y no a Dios. La filosofía de Eliú en este asunto no toma en
consideración el estrecho vínculo entre Dios y sus criaturas. El Evangelio
presenta a un Dios amoroso que es afectado por lo que hacen sus criaturas, y que
las trata en forma personal (ver Heb. 4: 15).
9. La multitud de las violencias.
Eliú se ve frente al
hecho concreto de la violencia y la "opresión" (BJ). No podía negar que
multitudes clamaban por el mal trato que recibían de los más fuertes. ¿Como
podía hacer concordar este hecho con su filosofía? ¿Por qué no se liberaba a
esta gente oprimida?
10. Ninguno dice.
Eliú argumenta que los oprimidos siguen sufriendo porque se quejan de
sus males y no claman a Dios con el debido espíritu. Si se acercaran a Dios como
él lo sugiere, el Señor les daría " "cánticos en la noche" , o sea, alegría en
la hora de oscuridad y angustia (Sal. 30: 5; 77: 6; 90: 14; 143: 8). Este
argumento es falaz, pues se presupone que los que sufren continuamente no claman
a Dios en forma correcta.
11. Más que a las
bestias.
Las bestias y las aves gritan instintivamente por el dolor y la
aflicción, pero no saben cómo buscar a su Creador; en cambio Dios ha enseñado al
hombre a hacer algo más que quejarse: llevarle sus tristezas con un espíritu de
fe, 597 piedad, humildad y resignación. Eliú sostiene que si Dios no responde al
pedido del hombre, es porque falta el debido espíritu.
12. Clamarán.
Es evidente que Eliú se refiere a Job. Dios
responde a un clamor sincero. Esto es cierto, ¿por esto debe afirmarse que todos
los clamores sinceros reciben respuesta inmediata o en la manera deseada? Esto
equivale a simplificar demasiado el problema del sufrimiento. Muestra cómo una
posición aparentemente lógica puede llevar a interpretaciones completamente
erróneas.
No oirá.
Eliú afirma que Dios no contesta a los impíos
porque piden con arrogancia, sin humildad. lnsisten en que tienen derecho de ser
liberados de sus sufrimientos, y se acercan a Dios con motivos egoístas.
14. Dices que no haces caso de él.
Mejor "dices que no lo miras". Es decir, si Dios no oye un clamor vano,
mucho menos escuchará el clamor de uno que se queja de que no puede ver a Dios.
Parece como si Eliú se refiriera a expresiones de desanimo pronunciadas por Job
(caps. 9: 11; 13: 24; 23: 3, 8, 9; 30: 20; 33: 10).
15. Ni inquiere con rigor.
"No presta mucha atención al
pecado" " (VP). Puede entenderse que Job dice así hablando vanamente (vers. 16),
o que Eliú piensa que Dios es demasiado bondadoso con Job.
16. Vanamente.
Eliú llega a la
conclusión de que Job no tiene un justo motivo de queja. Insinúa que no ha
sufrido siquiera todo lo que merece, y que en verdad no sabe lo que dice. Sin
duda que no puede haber consuelo alguno para Job en un discurso como éste.
CBA T3
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