1. Jehová.
La respuesta de Dios a Job ocupa cuatro capítulos (38-41), en medio de la cual se intercala una corta confesión de Job (cap. 40: 3-5). Los caps. 38 y 39 están estrechamente relacionados, y constituyen una exhortación para Job en vista de su ignorancia acerca de la naturaleza creada por Dios. El Señor se esfuerza por ampliar el concepto que tiene Job de la Deidad. Estos dos capítulos pueden subdividirse de la siguiente manera:
La creación del mundo (cap. 38: 4-7); el mar (vers. 8-11); el alba (vers. 12-15); otros fenómenos cósmicos como los secretos del mar, la luz y las tinieblas, la nieve, el granizo, las aguas, la lluvia, los relámpagos, los truenos, el hielo, el rocío, la escarcha (vers. 16-30); las estrellas y las nubes (vers. 31-38); el mundo animal (cap. 38: 39 a 39: 30).
Respondió ... a Job.
Dios no defendió inmediatamente a Job, pues su propósito no era dilucidar una disputa, sino revelarse. Tampoco explicó a Job la razón de sus sufrimientos. Entender claramente a Dios es más importante que desentrañar todos sus motivos. Dios no explicó por qué prosperan los impíos ni por qué sufren los justos; nada dijo en cuanto al mundo futuro ni a las recompensas venideras como compensación a las desigualdades actuales. Sólo reveló su bondad, su poder y su sabiduría para resolver los problemas de Job.
La respuesta divina no sólo hizo que Job conociera hechos, sino que conociera a Dios. Este proceder fue tan eficaz que logró esta respuesta de Job: "Ahora mis ojos te ven" (cap. 42: 5). Cuando Job vio a Dios, el único 604 que podía resolver sus problemas, desaparecieron sus perplejidades. Hay una gran profundidad en la forma en que Dios respondió las preguntas de Job, la cual merece la más honda meditación.
2. ¿Quién es ése?
No es claro si Dios se refiere a Job o a Eliú. Hay dos razones para suponer que se refiere a Eliú: (1) Sería una inconsecuencia que Dios dijera ahora que Job oscurecía el consejo "con palabras sin sabiduría", y que después dijera que los amigos no habían hablado lo recto " "como mi siervo Job" (cap. 42: 7). (2) Eliú acaba de hablar cuando Dios interviene, y sería lógico que Dios descartara sus argumentos así como los de los otros amigos, antes de dirigirse a Job. Pero hay también dos razones para suponer que esta declaración se refiere a Job: (1) El discurso está dirigido a éste (caps. 38: 1; 40: 1, 6; 42: 7). (2), Job se aplica a sí mismo esta observación (cap. 42: 3).
3. Ciñe como varón.
Dios se dirige a Job. Este quería preguntar a Dios, pero el Señor toma la iniciativa y le anuncia que es Job quien va a ser interrogado (cf. caps. 9: 32-35; 13: 3, 18-22; 23: 4-7; 31: 35). La expresión "ceñirse los lomos" se refiere a una moda antigua de vestirse. El manto suelto y colgante que se vestía ligeramente, se aseguraba con un cinturón citando cuando los hombres corrían, trabajando o entrando en una batalla. La orden significaba: Recurre a toda tu fuerza y a todo tu vigor. Prepárate para esforzarte al máximo.
4. Yo fundaba.
"Echaba los cimientos" (VM). En el AT con frecuencia se mencionan en forma figurada los fundamentos de la tierra (Sal. 102: 25; 104: 5; Prov. 8: 29; Isa. 48: 13, 51: 13, 16; Zac.12: 1; Heb. 1: 10).
Házmelo saber.
Estas expresiones recuerdan a Job cuán limitado son en realidad sus conocimientos.
5. Si lo sabes.
O "porque lo sabes". Es evidente que el prósito de esta declaración es ayudar a Job para que cambie su manera de pensar.
¿Quién extendió sobre ella cordel?
Imagen tomada de la forma en que se construye un edificio. El Arquitecto divino trazó el plano de la tierra.
6. Fundadas sus basas.
"Fundadas", Heb. "hundidas". Debe entenderse figurada y no literalmente.
7. Estrellas del alba.
Sin duda un sinónimo de "hijos de Dios". En cuanto a la identidad de estos "hijos de Dios" , ver com. cap. 1: 6.
Se regocijaban.
Se dice que tres veces los ángeles gritaron de alegría: en la creación, en la redención y en la nueva creación de la tierra (6T 456; PP 51; 3JT 225).
8. Mar.
Dios aparta la atención de Job de la tierra para enfocarla en el mar, como la segunda gran maravilla de la creación (ver Gén. 1: 9, 10; Exo. 20: 11; Sal. 104: 24, 25).
Se derramaba saliéndose.
Dios compara la creación del mar con el nacimiento de una criatura. El versículo llama la atención a dos pruebas del poder de Dios: primero, la creación del mar; después, la limitación del mar dentro de sus orillas.
9. Nubes.
Se representa el mar recién nacido como si hubiera estado vestido con nubes y envuelto con densa oscuridad.
10. Establecí sobre él mi decreto.
La LXX dice: " "Le puse límites"."
11. Hasta aquí.
Hermosa expresión poética que atrae especialmente a los que aman el mar.
12. La mañana.
Dios se refiere ahora a la salida del sol. El despuntar del alba es un milagro que se repite constantemente, y Dios pregunta a Job si tiene poder sobre él.
13. Sean sacudidos de ella.
La idea parece ser que el alba llena la tierra, y los malhechores, que aborrecen la luz, son "sacudidos" y se esconden. Es una imagen muy apropiada y significativa (cf. cap. 24: 16, 17). cuando llega el alba, desaparecen los malhechores.
14. Como barro.
Así como el sello cambia la arcilla, transformando una masa inexpresiva y amorfa al imprimir en ella una figura nítida, también la llegada del alba transforma la tierra de una masa indistinta en un objeto con forma y color.
Como con vestidura.
El amanecer imprime a la tierra forma y color, algo semejante a un diseño primorosamente bordado en una vestidura. Colinas, árboles, flores, casas y campos adquieren nitidez y belleza, mientras que durante la noche la tierra parece desolada y sin ningún atractivo.
15. La luz de los impíos es quitada.
La luz del día no proporciona gozo a los impíos. Su oscuridad interior los impulsa a escapar de la luz externa. Cuando aparece el sol son descubiertos, y cae sobre ellos el castigo.
Brazo enaltecido.
La llegada de la luz 605 "quebranta", neutraliza el brazo ya listo para usar de la violencia. Las actividades al margen de la ley quedan súbitamente interrumpidas.
16. Fuentes del mar.
Se pregunta a Job si ha estado donde nace el mar.
El abismo.
Job no ha conocido ni sondeado las profundidades inexploradas del fondo del mar.
17. Puertas de la muerte.
Cf. Sal. 107: 18; Isa. 38: 10; Apoc. 20: 14.
18. Anchuras de la tierra.
El mundo de Job era pequeño; quizá había viajado dentro del radio de unos pocos kilómetros. Cuando Dios le preguntó si concebía la expansión de la tierra, el pensamiento debe haberle sido abrumador.
19. La habitación de la luz.
Se desafía a Job para que explique los fenómenos de la luz y de la oscuridad.
20. Las sendas de su casa.
Se personifica a la luz y a las tinieblas. Se las describe como si residieran en casas. Cuando cae la noche, la luz vuelve a su habitación, y aparece la noche. Por la mañana, las tinieblas van a su casa, y sale la luz.
21. ¡Tú lo sabes!
La LXX relaciona este versículo con el anterior de esta manera: " "Si tú pudieras llevarme hasta sus linderos más remotos, si también conocieras sus senderos, entonces yo sabría que tú naciste en ese tiempo y que es grande el número de tus años". " El hebreo del vers. 21 puede traducirse como una pregunta, o como una afirmación (RVR). Como todas la frase tiene un tinte irónico, sería mejor usar la forma interrogativa: " "¿Lo sabes tú porque ya habías nacido y porque es grande el número de tus días?" " Compárese con la pregunta irónica de EIifaz (cap. 15: 7).
22. Nieve ... granizo.
Fenómenos naturales como la nieve y el granizo eran misterios para la gente de hace muchos siglos, pero no para Dios.
23. Reservados.
En las Escrituras, se considera el granizo como un instrumento de castigo divino (Exo. 9: 18-29; Jos. 10: 11; Sal. 18: 12, 13; 78: 47, 48; 105: 32; Isa. 30: 30; Eze. 13: 11, 13; Apoc. 11: 19; 16: 21).
24. ¿Por qué camino?
Muchas de las preguntas de Dios se remontan al interrogante básico y constante sobre los orígenes. El problema filosófico de Job consistía en que no captaba el origen de su dificultad.
25. Repartió conducto al turbión.
Los canales que llevaban el exceso de agua de los violentos aguaceros no habían sido excavados por el hombre y sus bestias.
Camino a los relámpagos.
Nadie puede prever el camino que recorrerá un relámpago.
26. Donde no hay hombre.
La providencia de Dios no solo suple las necesidades de la humanidad, sino también la de otros seres (animales) en lugares de deshabitados por la gente.
31. ¿Podrás tú?
Dios aparta la atención de Job de las maravillas creadas en la tierra y la dirigirse a los esplendores de los cielos. Dios señala varias constelaciones brillantes y conocidas, y pregunta a Job si piensa que puede guiarlas en sus órbitas celestes.
Pléyades.
Heb. k imah . De una raíz árabe que significa "rebaño". En los otros dos pasajes bíblicos en que se mencionan las Pléyades (cap. 9: 9; Amós 5: 8), se las presenta junto con Orión, una constelación adyacente del cielo invernal del hemisferio norte (verano en el sur). Desde los tiempos más remotos, se han considerado las Pléyades -brillante racimo de estrellas de la constelación del Toro- como uno de los más bellos y fascinantes espectáculos siderales. El poeta Tennyson las describe como un enjambre de luciérnagas atrapadas en una redecilla de plata. Basta un pequeño telescopio para que la belleza de este centelleante racimo de estrellas embargue al observador con un profundo sentimiento de asombro y admiración como el que sobrecoge al que contempla las vastas y solemnes profundidades del gran cañón del Colorado, las majestuosas cataratas del lguazú o del Niágara, o alguna otra maravilla natural.
El vocablo traducido "lazos" (Heb. ma'adannoth ), parece significar "vínculos" " (VM), o "cadenas" " (RSV). Ma'adannoth quizá se refiera a la fuerza de la gravedad que mantiene unidas a estas estrellas en su recorrido sideral. Estas estrellas, que siguen cursos paralelos, constituyen un sistema estrechamente relacionado. Algunos han sugerido que ma'adannoth se refiere a la intrigante nebulosidad que cubre las Pléyades. Ese material nebuloso, iluminado por las estrellas inmersas en él, como si estuvieran en un tubo de gas de neón, es claramente visible aun con un telescopio de poca potencia. En una placa 606 fotográfica las Pléyades se convierten en un objeto de belleza incomparable. Aunque esta explicación sea impresionante, debe recordarse que Job no podía ver, esa nebulosidad. Por lo tanto, lo más probable es que Dios dirigiera la atención de Job a algo que éste podía ver, y que ma'dannoth se refiere a las "cadenas" o "lazos" de la gravedad que mantienen siempre unidos a los miembros de esta hermosa constelación en su viaje a través del espacio.
Orión.
Se considera que esta identificación es segura. Pero no resulta claro qué significan las "ligaduras" de esta constelación. Algunos han sugerido que la voz traducida "ligaduras" se refiere a las tres estrellas popularmente conocidas como "las tres Marías"; y para los que conocen más de cosmografía, como el "cinturón de Orión". Aunque aparentemente están juntas, estas estrellas no son miembros de un conjunto como el de las Pléyades. En realidad, viajan a gran velocidad en direcciones diferentes. Esta unidad de las unas y distanciamiento en el otro están en perfecta armonía con el contraste entre "atar" las Pléyades y "desatar" el Orión.
32. Constelaciones.
Del término hebreo mazzaroth , que sólo aparece aquí y cuyo sentido exacto se desconoce. Sin embargo, es evidente que la RVR lo traduce correctamente. La palabra mazzaloth se refiere a los signos o constelaciones del zodiaco, que forman un cinturón que rodea el ecuador celeste, el cual señala el camino que el Sol recorre en su aparente circuito por los cielos durante un año.
La Osa Mayor.
"El Arcturo" (RVA). Generalmente se acepta que se refiere a la Osa Mayor. Sin embargo, ninguna de las dos identificaciones es clara. Si fuere Arcturo (o Arturo), "sus hijos" serian las siete estrellas del Carro, que forman parte de la constelación de la Osa Mayor que es su vecina. Arcturo deriva de dos vocablos griegos, árktos , "oso" y óuros , "guardián". Arcturo es la estrella más brillante de la constelación de El Boyero. A veces se la describe como a un cazador o "perseguidor de la osa" que, con sus perros de caza (la constelación vecina Perros de Caza, o Canes Venatici ) sujetos parece estar persiguiendo incesantemente a la Osa Mayor por los cielos del norte. Los que creen que se trata de Arcturo hacen énfasis en el notable "movimiento propio" de esta estrella; es decir, su movimiento aparente en relación con las estrellas vecinas, lo que daría sentido a las palabras de Job 38: 32. Por otro lado, si se hace referencia a la constelación de la Osa Mayor, "sus hijos" serían las diversas estrellas de ese grupo. Se ha hecho notar que las estrellas que componen la Osa Mayor aparecen relativamente juntas en el cielo, pero en realidad no son miembros de un grupo, sino que se alejan en direcciones diversas y a velocidades prodigiosas.
36. En el corazón.
Este texto es perfectamente claro; la dificultad resulta de una súbita transición de las nubes y los fenómenos celestes (vers. 34 y 35) al hombre, y de nuevo a los "odres (nubes) de los cielos" " (vers. 37). Esto ha hecho que, muchos busquen otro sentido para los términos hebreos traducidos "corazón" " y "espíritu" " (RVR), y "lo intimo del hombre" " y "mente" " (VM). La RSV traduce "nubes" " y "neblinas". " Estas interpretaciones se basan sólo en conjeturas.
37. ¿Quién puso por cuenta los cielos?
¿Quién será capaz de contar las nubes? Estas, como la arena del mar, son incontables. Escapan a todo intento estadístico y de computación.
¿Quién los hace inclinar?
Esto es, de manera que pueda volcarse su contenido.
38. Se ha convertido en dureza.
Este versículo completa el pensamiento anterior. Cuando el suelo está duro y calcinado, ¿quién puede hacer que las nubes derramen sus aguas sobre él?
39. León.
Cambia otra vez el tema. El cap. 39 trata evidentemente del reino animal, y por eso debiera comenzar en este punto. Dios le pregunta a Job qué éxito tendría si le diera el encargo de alimentar a un grupo de leones. Los instintos que Dios ha puesto en los animales los induce a hacer lo que sería imposible o difícil para los seres humanos.
La respuesta de Dios a Job ocupa cuatro capítulos (38-41), en medio de la cual se intercala una corta confesión de Job (cap. 40: 3-5). Los caps. 38 y 39 están estrechamente relacionados, y constituyen una exhortación para Job en vista de su ignorancia acerca de la naturaleza creada por Dios. El Señor se esfuerza por ampliar el concepto que tiene Job de la Deidad. Estos dos capítulos pueden subdividirse de la siguiente manera:
La creación del mundo (cap. 38: 4-7); el mar (vers. 8-11); el alba (vers. 12-15); otros fenómenos cósmicos como los secretos del mar, la luz y las tinieblas, la nieve, el granizo, las aguas, la lluvia, los relámpagos, los truenos, el hielo, el rocío, la escarcha (vers. 16-30); las estrellas y las nubes (vers. 31-38); el mundo animal (cap. 38: 39 a 39: 30).
Respondió ... a Job.
Dios no defendió inmediatamente a Job, pues su propósito no era dilucidar una disputa, sino revelarse. Tampoco explicó a Job la razón de sus sufrimientos. Entender claramente a Dios es más importante que desentrañar todos sus motivos. Dios no explicó por qué prosperan los impíos ni por qué sufren los justos; nada dijo en cuanto al mundo futuro ni a las recompensas venideras como compensación a las desigualdades actuales. Sólo reveló su bondad, su poder y su sabiduría para resolver los problemas de Job.
La respuesta divina no sólo hizo que Job conociera hechos, sino que conociera a Dios. Este proceder fue tan eficaz que logró esta respuesta de Job: "Ahora mis ojos te ven" (cap. 42: 5). Cuando Job vio a Dios, el único 604 que podía resolver sus problemas, desaparecieron sus perplejidades. Hay una gran profundidad en la forma en que Dios respondió las preguntas de Job, la cual merece la más honda meditación.
2. ¿Quién es ése?
No es claro si Dios se refiere a Job o a Eliú. Hay dos razones para suponer que se refiere a Eliú: (1) Sería una inconsecuencia que Dios dijera ahora que Job oscurecía el consejo "con palabras sin sabiduría", y que después dijera que los amigos no habían hablado lo recto " "como mi siervo Job" (cap. 42: 7). (2) Eliú acaba de hablar cuando Dios interviene, y sería lógico que Dios descartara sus argumentos así como los de los otros amigos, antes de dirigirse a Job. Pero hay también dos razones para suponer que esta declaración se refiere a Job: (1) El discurso está dirigido a éste (caps. 38: 1; 40: 1, 6; 42: 7). (2), Job se aplica a sí mismo esta observación (cap. 42: 3).
3. Ciñe como varón.
Dios se dirige a Job. Este quería preguntar a Dios, pero el Señor toma la iniciativa y le anuncia que es Job quien va a ser interrogado (cf. caps. 9: 32-35; 13: 3, 18-22; 23: 4-7; 31: 35). La expresión "ceñirse los lomos" se refiere a una moda antigua de vestirse. El manto suelto y colgante que se vestía ligeramente, se aseguraba con un cinturón citando cuando los hombres corrían, trabajando o entrando en una batalla. La orden significaba: Recurre a toda tu fuerza y a todo tu vigor. Prepárate para esforzarte al máximo.
4. Yo fundaba.
"Echaba los cimientos" (VM). En el AT con frecuencia se mencionan en forma figurada los fundamentos de la tierra (Sal. 102: 25; 104: 5; Prov. 8: 29; Isa. 48: 13, 51: 13, 16; Zac.12: 1; Heb. 1: 10).
Házmelo saber.
Estas expresiones recuerdan a Job cuán limitado son en realidad sus conocimientos.
5. Si lo sabes.
O "porque lo sabes". Es evidente que el prósito de esta declaración es ayudar a Job para que cambie su manera de pensar.
¿Quién extendió sobre ella cordel?
Imagen tomada de la forma en que se construye un edificio. El Arquitecto divino trazó el plano de la tierra.
6. Fundadas sus basas.
"Fundadas", Heb. "hundidas". Debe entenderse figurada y no literalmente.
7. Estrellas del alba.
Sin duda un sinónimo de "hijos de Dios". En cuanto a la identidad de estos "hijos de Dios" , ver com. cap. 1: 6.
Se regocijaban.
Se dice que tres veces los ángeles gritaron de alegría: en la creación, en la redención y en la nueva creación de la tierra (6T 456; PP 51; 3JT 225).
8. Mar.
Dios aparta la atención de Job de la tierra para enfocarla en el mar, como la segunda gran maravilla de la creación (ver Gén. 1: 9, 10; Exo. 20: 11; Sal. 104: 24, 25).
Se derramaba saliéndose.
Dios compara la creación del mar con el nacimiento de una criatura. El versículo llama la atención a dos pruebas del poder de Dios: primero, la creación del mar; después, la limitación del mar dentro de sus orillas.
9. Nubes.
Se representa el mar recién nacido como si hubiera estado vestido con nubes y envuelto con densa oscuridad.
10. Establecí sobre él mi decreto.
La LXX dice: " "Le puse límites"."
11. Hasta aquí.
Hermosa expresión poética que atrae especialmente a los que aman el mar.
12. La mañana.
Dios se refiere ahora a la salida del sol. El despuntar del alba es un milagro que se repite constantemente, y Dios pregunta a Job si tiene poder sobre él.
13. Sean sacudidos de ella.
La idea parece ser que el alba llena la tierra, y los malhechores, que aborrecen la luz, son "sacudidos" y se esconden. Es una imagen muy apropiada y significativa (cf. cap. 24: 16, 17). cuando llega el alba, desaparecen los malhechores.
14. Como barro.
Así como el sello cambia la arcilla, transformando una masa inexpresiva y amorfa al imprimir en ella una figura nítida, también la llegada del alba transforma la tierra de una masa indistinta en un objeto con forma y color.
Como con vestidura.
El amanecer imprime a la tierra forma y color, algo semejante a un diseño primorosamente bordado en una vestidura. Colinas, árboles, flores, casas y campos adquieren nitidez y belleza, mientras que durante la noche la tierra parece desolada y sin ningún atractivo.
15. La luz de los impíos es quitada.
La luz del día no proporciona gozo a los impíos. Su oscuridad interior los impulsa a escapar de la luz externa. Cuando aparece el sol son descubiertos, y cae sobre ellos el castigo.
Brazo enaltecido.
La llegada de la luz 605 "quebranta", neutraliza el brazo ya listo para usar de la violencia. Las actividades al margen de la ley quedan súbitamente interrumpidas.
16. Fuentes del mar.
Se pregunta a Job si ha estado donde nace el mar.
El abismo.
Job no ha conocido ni sondeado las profundidades inexploradas del fondo del mar.
17. Puertas de la muerte.
Cf. Sal. 107: 18; Isa. 38: 10; Apoc. 20: 14.
18. Anchuras de la tierra.
El mundo de Job era pequeño; quizá había viajado dentro del radio de unos pocos kilómetros. Cuando Dios le preguntó si concebía la expansión de la tierra, el pensamiento debe haberle sido abrumador.
19. La habitación de la luz.
Se desafía a Job para que explique los fenómenos de la luz y de la oscuridad.
20. Las sendas de su casa.
Se personifica a la luz y a las tinieblas. Se las describe como si residieran en casas. Cuando cae la noche, la luz vuelve a su habitación, y aparece la noche. Por la mañana, las tinieblas van a su casa, y sale la luz.
21. ¡Tú lo sabes!
La LXX relaciona este versículo con el anterior de esta manera: " "Si tú pudieras llevarme hasta sus linderos más remotos, si también conocieras sus senderos, entonces yo sabría que tú naciste en ese tiempo y que es grande el número de tus años". " El hebreo del vers. 21 puede traducirse como una pregunta, o como una afirmación (RVR). Como todas la frase tiene un tinte irónico, sería mejor usar la forma interrogativa: " "¿Lo sabes tú porque ya habías nacido y porque es grande el número de tus días?" " Compárese con la pregunta irónica de EIifaz (cap. 15: 7).
22. Nieve ... granizo.
Fenómenos naturales como la nieve y el granizo eran misterios para la gente de hace muchos siglos, pero no para Dios.
23. Reservados.
En las Escrituras, se considera el granizo como un instrumento de castigo divino (Exo. 9: 18-29; Jos. 10: 11; Sal. 18: 12, 13; 78: 47, 48; 105: 32; Isa. 30: 30; Eze. 13: 11, 13; Apoc. 11: 19; 16: 21).
24. ¿Por qué camino?
Muchas de las preguntas de Dios se remontan al interrogante básico y constante sobre los orígenes. El problema filosófico de Job consistía en que no captaba el origen de su dificultad.
25. Repartió conducto al turbión.
Los canales que llevaban el exceso de agua de los violentos aguaceros no habían sido excavados por el hombre y sus bestias.
Camino a los relámpagos.
Nadie puede prever el camino que recorrerá un relámpago.
26. Donde no hay hombre.
La providencia de Dios no solo suple las necesidades de la humanidad, sino también la de otros seres (animales) en lugares de deshabitados por la gente.
31. ¿Podrás tú?
Dios aparta la atención de Job de las maravillas creadas en la tierra y la dirigirse a los esplendores de los cielos. Dios señala varias constelaciones brillantes y conocidas, y pregunta a Job si piensa que puede guiarlas en sus órbitas celestes.
Pléyades.
Heb. k imah . De una raíz árabe que significa "rebaño". En los otros dos pasajes bíblicos en que se mencionan las Pléyades (cap. 9: 9; Amós 5: 8), se las presenta junto con Orión, una constelación adyacente del cielo invernal del hemisferio norte (verano en el sur). Desde los tiempos más remotos, se han considerado las Pléyades -brillante racimo de estrellas de la constelación del Toro- como uno de los más bellos y fascinantes espectáculos siderales. El poeta Tennyson las describe como un enjambre de luciérnagas atrapadas en una redecilla de plata. Basta un pequeño telescopio para que la belleza de este centelleante racimo de estrellas embargue al observador con un profundo sentimiento de asombro y admiración como el que sobrecoge al que contempla las vastas y solemnes profundidades del gran cañón del Colorado, las majestuosas cataratas del lguazú o del Niágara, o alguna otra maravilla natural.
El vocablo traducido "lazos" (Heb. ma'adannoth ), parece significar "vínculos" " (VM), o "cadenas" " (RSV). Ma'adannoth quizá se refiera a la fuerza de la gravedad que mantiene unidas a estas estrellas en su recorrido sideral. Estas estrellas, que siguen cursos paralelos, constituyen un sistema estrechamente relacionado. Algunos han sugerido que ma'adannoth se refiere a la intrigante nebulosidad que cubre las Pléyades. Ese material nebuloso, iluminado por las estrellas inmersas en él, como si estuvieran en un tubo de gas de neón, es claramente visible aun con un telescopio de poca potencia. En una placa 606 fotográfica las Pléyades se convierten en un objeto de belleza incomparable. Aunque esta explicación sea impresionante, debe recordarse que Job no podía ver, esa nebulosidad. Por lo tanto, lo más probable es que Dios dirigiera la atención de Job a algo que éste podía ver, y que ma'dannoth se refiere a las "cadenas" o "lazos" de la gravedad que mantienen siempre unidos a los miembros de esta hermosa constelación en su viaje a través del espacio.
Orión.
Se considera que esta identificación es segura. Pero no resulta claro qué significan las "ligaduras" de esta constelación. Algunos han sugerido que la voz traducida "ligaduras" se refiere a las tres estrellas popularmente conocidas como "las tres Marías"; y para los que conocen más de cosmografía, como el "cinturón de Orión". Aunque aparentemente están juntas, estas estrellas no son miembros de un conjunto como el de las Pléyades. En realidad, viajan a gran velocidad en direcciones diferentes. Esta unidad de las unas y distanciamiento en el otro están en perfecta armonía con el contraste entre "atar" las Pléyades y "desatar" el Orión.
32. Constelaciones.
Del término hebreo mazzaroth , que sólo aparece aquí y cuyo sentido exacto se desconoce. Sin embargo, es evidente que la RVR lo traduce correctamente. La palabra mazzaloth se refiere a los signos o constelaciones del zodiaco, que forman un cinturón que rodea el ecuador celeste, el cual señala el camino que el Sol recorre en su aparente circuito por los cielos durante un año.
La Osa Mayor.
"El Arcturo" (RVA). Generalmente se acepta que se refiere a la Osa Mayor. Sin embargo, ninguna de las dos identificaciones es clara. Si fuere Arcturo (o Arturo), "sus hijos" serian las siete estrellas del Carro, que forman parte de la constelación de la Osa Mayor que es su vecina. Arcturo deriva de dos vocablos griegos, árktos , "oso" y óuros , "guardián". Arcturo es la estrella más brillante de la constelación de El Boyero. A veces se la describe como a un cazador o "perseguidor de la osa" que, con sus perros de caza (la constelación vecina Perros de Caza, o Canes Venatici ) sujetos parece estar persiguiendo incesantemente a la Osa Mayor por los cielos del norte. Los que creen que se trata de Arcturo hacen énfasis en el notable "movimiento propio" de esta estrella; es decir, su movimiento aparente en relación con las estrellas vecinas, lo que daría sentido a las palabras de Job 38: 32. Por otro lado, si se hace referencia a la constelación de la Osa Mayor, "sus hijos" serían las diversas estrellas de ese grupo. Se ha hecho notar que las estrellas que componen la Osa Mayor aparecen relativamente juntas en el cielo, pero en realidad no son miembros de un grupo, sino que se alejan en direcciones diversas y a velocidades prodigiosas.
36. En el corazón.
Este texto es perfectamente claro; la dificultad resulta de una súbita transición de las nubes y los fenómenos celestes (vers. 34 y 35) al hombre, y de nuevo a los "odres (nubes) de los cielos" " (vers. 37). Esto ha hecho que, muchos busquen otro sentido para los términos hebreos traducidos "corazón" " y "espíritu" " (RVR), y "lo intimo del hombre" " y "mente" " (VM). La RSV traduce "nubes" " y "neblinas". " Estas interpretaciones se basan sólo en conjeturas.
37. ¿Quién puso por cuenta los cielos?
¿Quién será capaz de contar las nubes? Estas, como la arena del mar, son incontables. Escapan a todo intento estadístico y de computación.
¿Quién los hace inclinar?
Esto es, de manera que pueda volcarse su contenido.
38. Se ha convertido en dureza.
Este versículo completa el pensamiento anterior. Cuando el suelo está duro y calcinado, ¿quién puede hacer que las nubes derramen sus aguas sobre él?
39. León.
Cambia otra vez el tema. El cap. 39 trata evidentemente del reino animal, y por eso debiera comenzar en este punto. Dios le pregunta a Job qué éxito tendría si le diera el encargo de alimentar a un grupo de leones. Los instintos que Dios ha puesto en los animales los induce a hacer lo que sería imposible o difícil para los seres humanos.
CBA T3
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