INTRODUCCIÓN.-
" Con excepción del Sal. 23, el Sal. 15 quizá sea el mejor conocido y más apreciado de los salmos. Se lo ha llamado El salmo del buen ciudadano y caballero de Dios. Este salmo contiene la descripción más completa del hombre ideal que pueda hallarse en el Salterio. El Talmud ( Makkoth 24a) dice que los 613 preceptos de la Torah se encuentran resumidos en los 11 preceptos del Salmo 15. En cuanto a su estructura puede decirse que es una epifonema; es decir que el primer versículo y la segunda parte del vers. 5 son dos extremos paralelos, en los cuales se encierran los detalles concretos de las virtudes del creyente ideal. "
" Con referencia al sobrescrito, ver las págs. 622, 633. "
1. Jehová.
" El salmo comienza con la presentación de Dios como anfitrión. ¿Qué clase de huéspedes desea él tener en su casa? Esta pregunta se responde con once características específicas (ver Sal. 24: 3-5; Isa. 33: 13-16; Zac. 8: 16, 17). "
Habitará.
" La palabra hebrea no indica vivir en forma permanente, sino por un tiempo, como invitado. "
Morará.
" En la segunda parte del versículo, la idea de habitar en forma temporal se transforma en algo permanente. ¿Qué invitado estará en condiciones de llegar a ser miembro permanente de la casa de Dios? "
Tu monte santo.
" Ver com. Sal. 2: 6. La elevación sugerida por esta frase insinúa la altura del carácter perfecto por encima del carácter común. El carácter que agrada a Dios y al hombre debe elevarse por encima de lo común. "
2. Anda en integridad.
" En los vers. 2-5 se contestan en forma específica las preguntas "
" paralelas del vers. 1. En primer lugar, se dan las respuestas positivas (vers. 2); luego, las negativas (vers. 3-5). La palabra Heb. tamim, que se traduce "con integridad", " significa "completo", "entero", "sin defecto". " Dios ordenó a Abrahán, uno de los personajes ideales del AT, que fuera tamim (Gén. 17: l). Dios señala al cristiano la misma elevada meta (Mat. 5: 48), y promete ayudarlo para que pueda alcanzarla (ver Ed 15, 16).
Hace justicia.
Ver 1 Juan 3: 6- 10.
En su corazón.
El verdadero cristiano es totalmente sincero en sus palabras. Habla la verdad (ver Prov. 4: 23), pues su religión tiene su asiento en el corazón.
Este versículo es una respuesta general a las preguntas del vers. 1: lo que importa no son formas ni ceremonias, sino el carácter que se manifiesta en las acciones nobles.
3. No calumnia.
Del verbo Heb. ragal, "calumniar". Cf. Sant. 3: 2-11. La tradición judía consideraba como calumniador al que 670 negaba la existencia de Dios. Dice un rabino en el Talmud que en la morada de Dios no puede habitar el calumniador (Sanhedrin 103a).
Ni hace mal a su prójimo.
"No daña a su hermano" (BJ). El prójimo es toda persona con quien tengamos alguna relación.
Ni admite reproche.
No es originador de ningún reproche contra su vecino, es lento para creer el mal del cual se acusa a su prójimo y se niega a difamarlo. Vive según la regla de oro (Lev. 19: 18; Mat. 7: 12). Este versículo da tres respuestas negativas a continuación del tenor positivo del versículo 2.
4. Menospreciado.
La persona ideal valora debidamente a los demás y puede discernir su verdadera naturaleza. No encubre el mal. No habla mal de otros falsamente (vers. 3), y desea hacer justicia a todos. Sus opiniones son equilibradas. " "Si se llevaran a cabo tales principios, ¡qué revolución podría lograrse en cualquier sociedad!" " (Davison).
Honra.
Sin hacer distinciones de categoría, raza ni otras circunstancias que separan a las personas, el hombre ideal honra a los verdaderos seguidores de Dios. En su relación con el prójimo, da más importancia a la verdadera piedad que a la alcurnia y a la posición.
Temen.
Del verbo Heb. yara', "mostrar reverencia" . Este "temor" " es el principio de la sabiduría (Sal. 111: 10; Prov. l: 7; 9: 10).
En daño suyo.
Aun habiendo hecho una promesa o concertado un contrato que puede perjudicarlo, mantiene su palabra. Se puede tener absoluta confianza en lo que ha prometido.
5. Usura.
Heb. néshek , "interés". " Se refiere al interés desmesurado, ilegal, o "usura", como solemos llamarlo. A los hebreos se les prohibía demandar interés de los pobres, especialmente si eran israelitas (Exo. 22: 25; Lev. 25: 35-37; Deut. 23: 19); pero se les permitía cobrar interés a los extranjeros (ver Deut. 23: 20). Parece que se hizo esta distinción porque se consideraba que los hebreos, de la misma nacionalidad, eran hermanos. Sería poco fraternal cobrar interés a un hermano. Atenerse a este ideal ético indica un carácter noble.
Ni . . . admitió cohecho.
"Ni acepta soborno" (BJ). No se enriquece a expensas del desafortunado. Se prohibe específicamente recibir soborno (ver Exo. 23: 8; Deut. 16: 19; cf. Prov. 17: 23). El buen gobierno sólo existe donde hay justicia imparcial; el soborno destruye al gobierno justo.
No resbalará jamás.
En forma breve y concluyente se contestan aquí las preguntas del vers. 1. La persona en cuyo carácter se muestran los rasgos enumerados en los vers. 2-5 es digna de ser huésped de Dios. Como está colocada sobre una base segura, no podrá resbalar. "¡Cuán firme fundamento!" (ver Mat.7: 24, 25; cf. Sal. 16: 8).
A la vista de Dios y del hombre, éstas son las cualidades del verdadero cristiano.
CBA T3
" Con excepción del Sal. 23, el Sal. 15 quizá sea el mejor conocido y más apreciado de los salmos. Se lo ha llamado El salmo del buen ciudadano y caballero de Dios. Este salmo contiene la descripción más completa del hombre ideal que pueda hallarse en el Salterio. El Talmud ( Makkoth 24a) dice que los 613 preceptos de la Torah se encuentran resumidos en los 11 preceptos del Salmo 15. En cuanto a su estructura puede decirse que es una epifonema; es decir que el primer versículo y la segunda parte del vers. 5 son dos extremos paralelos, en los cuales se encierran los detalles concretos de las virtudes del creyente ideal. "
" Con referencia al sobrescrito, ver las págs. 622, 633. "
1. Jehová.
" El salmo comienza con la presentación de Dios como anfitrión. ¿Qué clase de huéspedes desea él tener en su casa? Esta pregunta se responde con once características específicas (ver Sal. 24: 3-5; Isa. 33: 13-16; Zac. 8: 16, 17). "
Habitará.
" La palabra hebrea no indica vivir en forma permanente, sino por un tiempo, como invitado. "
Morará.
" En la segunda parte del versículo, la idea de habitar en forma temporal se transforma en algo permanente. ¿Qué invitado estará en condiciones de llegar a ser miembro permanente de la casa de Dios? "
Tu monte santo.
" Ver com. Sal. 2: 6. La elevación sugerida por esta frase insinúa la altura del carácter perfecto por encima del carácter común. El carácter que agrada a Dios y al hombre debe elevarse por encima de lo común. "
2. Anda en integridad.
" En los vers. 2-5 se contestan en forma específica las preguntas "
" paralelas del vers. 1. En primer lugar, se dan las respuestas positivas (vers. 2); luego, las negativas (vers. 3-5). La palabra Heb. tamim, que se traduce "con integridad", " significa "completo", "entero", "sin defecto". " Dios ordenó a Abrahán, uno de los personajes ideales del AT, que fuera tamim (Gén. 17: l). Dios señala al cristiano la misma elevada meta (Mat. 5: 48), y promete ayudarlo para que pueda alcanzarla (ver Ed 15, 16).
Hace justicia.
Ver 1 Juan 3: 6- 10.
En su corazón.
El verdadero cristiano es totalmente sincero en sus palabras. Habla la verdad (ver Prov. 4: 23), pues su religión tiene su asiento en el corazón.
Este versículo es una respuesta general a las preguntas del vers. 1: lo que importa no son formas ni ceremonias, sino el carácter que se manifiesta en las acciones nobles.
3. No calumnia.
Del verbo Heb. ragal, "calumniar". Cf. Sant. 3: 2-11. La tradición judía consideraba como calumniador al que 670 negaba la existencia de Dios. Dice un rabino en el Talmud que en la morada de Dios no puede habitar el calumniador (Sanhedrin 103a).
Ni hace mal a su prójimo.
"No daña a su hermano" (BJ). El prójimo es toda persona con quien tengamos alguna relación.
Ni admite reproche.
No es originador de ningún reproche contra su vecino, es lento para creer el mal del cual se acusa a su prójimo y se niega a difamarlo. Vive según la regla de oro (Lev. 19: 18; Mat. 7: 12). Este versículo da tres respuestas negativas a continuación del tenor positivo del versículo 2.
4. Menospreciado.
La persona ideal valora debidamente a los demás y puede discernir su verdadera naturaleza. No encubre el mal. No habla mal de otros falsamente (vers. 3), y desea hacer justicia a todos. Sus opiniones son equilibradas. " "Si se llevaran a cabo tales principios, ¡qué revolución podría lograrse en cualquier sociedad!" " (Davison).
Honra.
Sin hacer distinciones de categoría, raza ni otras circunstancias que separan a las personas, el hombre ideal honra a los verdaderos seguidores de Dios. En su relación con el prójimo, da más importancia a la verdadera piedad que a la alcurnia y a la posición.
Temen.
Del verbo Heb. yara', "mostrar reverencia" . Este "temor" " es el principio de la sabiduría (Sal. 111: 10; Prov. l: 7; 9: 10).
En daño suyo.
Aun habiendo hecho una promesa o concertado un contrato que puede perjudicarlo, mantiene su palabra. Se puede tener absoluta confianza en lo que ha prometido.
5. Usura.
Heb. néshek , "interés". " Se refiere al interés desmesurado, ilegal, o "usura", como solemos llamarlo. A los hebreos se les prohibía demandar interés de los pobres, especialmente si eran israelitas (Exo. 22: 25; Lev. 25: 35-37; Deut. 23: 19); pero se les permitía cobrar interés a los extranjeros (ver Deut. 23: 20). Parece que se hizo esta distinción porque se consideraba que los hebreos, de la misma nacionalidad, eran hermanos. Sería poco fraternal cobrar interés a un hermano. Atenerse a este ideal ético indica un carácter noble.
Ni . . . admitió cohecho.
"Ni acepta soborno" (BJ). No se enriquece a expensas del desafortunado. Se prohibe específicamente recibir soborno (ver Exo. 23: 8; Deut. 16: 19; cf. Prov. 17: 23). El buen gobierno sólo existe donde hay justicia imparcial; el soborno destruye al gobierno justo.
No resbalará jamás.
En forma breve y concluyente se contestan aquí las preguntas del vers. 1. La persona en cuyo carácter se muestran los rasgos enumerados en los vers. 2-5 es digna de ser huésped de Dios. Como está colocada sobre una base segura, no podrá resbalar. "¡Cuán firme fundamento!" (ver Mat.7: 24, 25; cf. Sal. 16: 8).
A la vista de Dios y del hombre, éstas son las cualidades del verdadero cristiano.
CBA T3
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