INTRODUCCIÓN.-
" Se ha dicho que el Sal. 90 es una melodía del poder y del propósito de Dios, pero con las notas disonantes de la debilidad y la brevedad de la vida humana. Quizá sea el poema más magnífico que jamás se haya escrito sobre la vanidad de esta vida, contemplada a la luz de la viva fe del poeta en las promesas de Dios. Isaac Taylor dijo que el Sal. 90 es "la más sublime de las composiciones humanas, la que expresa los sentimientos más profundos, los conceptos teológicos más sublimes, las figuras más expresivas". Tanto las naciones como las personas cambian, envejecen y perecen. Sólo Dios permanece inmutable y eterno en su majestad. "La satisfacción, la alegría y el éxito en el trabajo, todo esto debe emanar de la correcta relación del débil hombre con el eterno Señor" (G. Campbell Morgan). "
" El estilo riguroso, el sabor de gran antigüedad, la amplitud del tema y el constante parecido con el lenguaje de Deuteronomio son los elementos que apoyan la opinión de que Moisés fue el autor del Sal. 90. "
"Con referencia al sobrescrito, ver págs. 623, 633."
1. Señor.
" Heb. 'Adonai (ver t. 1, pág. 182). "
Refugio.
" Heb. ma'on , "morada" o "habitación" (Deut. 26: 15; Sal. 26: S; 68: 5; 91: 9). "
2. Montes.
"Cf. Prov. 8: 25, 26."
Desde el siglo y hasta el siglo.
" Dios existe desde la eternidad pasada y existirá por los siglos sin fin de la eternidad futura (Sal. 93: 2; Prov. 8: 23; Miq. 5: 2; Hab. 1: 12). Es el "Anciano de días" " (Dan. 7: 9). No podría hallarse una afirmación más sublime en cuanto a la eternidad de Dios. Quien reconoce dicha eternidad y considera que su propia vida está relacionada con el Eterno, recibe sin poderoso estímulo para vivir una vida digna.
3. Hombre.
Heb. 'enosh, "el hombre en su debilidad" (ver com. Sal. 8: 4).
Quebrantado.
Heb. dakka' "aplastado". En Sal. 34: 18 se traduce "contrito", y en Isa. 57: 15, "quebrantado". Aquí posiblemente tenga la connotación de "materia reducida a polvo".
Convertíos.
¡Volved! ¡Regresad!, tina aparente referencia a la muerte. Las dos partes del vers. 3 están estrechamente enlazadas. "Haces volver al hombre al polvo, diciendo: 'Volved, hijos de Adán' " (NC). El concepto de que todos, sin distinción de alcurnia, nacionalidad, riqueza u otro motivo de distinción deben morir es el pensamiento más sombrío.
4. Mil años.
El transcurso del tiempo no significa nada para el Dios eterno. La vida de Matusalén (Gén. 5: 27), en comparación con la eternidad de Dios, no es más que un solo día. Es como el día de ayer que, una vez transcurrido, nos parece aún más corto en el recuerdo (2 Ped. 3: 8).
Vigilias.
Se intensifica la idea de la primera frase. Para Dios mil años no son más que una parte de una sola noche. Nótese la rápida sucesión de imágenes en los vers. 4-6.
8. Como la hierba.
Ver Sal. 37: 2; 72: 16; 103:15; Isa. 40: 7; Sant. 1: 10, 11.
7. Somos consumidos.
El salmista deja a un lado las generalizaciones en cuanto a la eternidad de Dios y la existencia humana fugaz, y pasa a presentar su propia debilidad y sus pecados y los de su pueblo como la razón del desagrado de Dios.
8. Nuestros yerros.
Los pecados secretos del corazón, yerros que hemos tratado de ocultar de los demás, o quizá el pecado que hemos olvidado.
9. Pensamiento.
Heb. hégeh, "susurro", "quejido". La vida pasa con la rapidez de un suspiro. Apenas se insinúa el pensamiento cuando ya ha acabado. Así es de efímera la vida.
10. Los días de nuestra edad.
Cf. Gén. 25: 7; 47: 9. El salmista parece estar definiendo el lapso común de la vida. Sin duda había muchas excepciones a la regla general.
Molestia.
Heb. 'amal, "arduo trabajo" (ver Job 5: 7 donde se traduce "aflicción").
Trabajo.
Heb. 'awen, "angustia", "iniquidad", "vanidad", "engaño" (ver Prov. 22: 8; Isa. 41: 29). La sola prolongación de la vida no garantiza la felicidad (Ecl. 12: 1).
Volamos.
Aunque la vida se prolongue hasta los 80 años parece corta y volamos como si estuviéramos soñando Job 20: 8). Estas palabras cobran significado especial cuando son pronunciadas por un hombre que contempla los días de su peregrinación desde el borde mismo de la muerte.
11. ¿Quién conoce ... ?.
No podremos entenderlo ahora, pero sí en la tierra en donde no "habrá más llanto, ni clamor, ni dolor" (ver Apoc. 21: 4; 22: 3).
12. Que traigamos al corazón sabiduría.
O, "adquiramos corazón sabio". Sólo Dios ve el fin desde el principio, pero nosotros debiéramos orar en busca de la gracia necesaria para proceder como si viésemos ese fin. Necesitamos meditar en la brevedad de la vida para poder emplear sabiamente el tiempo que Dios nos concede.
13. ¿Hasta cuándo?
Ver Sal. 6: 3, 4; 13: 1.
Aplácate.
El salmista emplea aquí el lenguaje humano. No se puede aplacar a Dios como a una persona, pero a veces parece arrepentirse de sus designios cuando retira sus azotes y manifiesta misericordia donde sólo se puede esperar castigo (ver com. Núm. 23: 19).
14. De mañana.
El salmista ruega que, después de una noche de tristeza y sufrimiento, Dios le conceda una mañana de gozo y paz (ver Sal. 143: 8).
16. Tu obra, y tu gloria.
Esto es, las misericordias de Dios, sus intervenciones en la vida humana, y sus providencias que constituyen su gloria.
17. La luz.
Heb. no'am, "bondad" (ver Sal. 27: 4 donde se traduce "hermosura"). Cuando contemplamos la hermosura del carácter de Dios somos "transfigurados por su gracia" (Ed 76; DMJ 55), y "la luz de Jehová nuestro Dios" desciende "sobre nosotros".
La obra de nuestras manos.
Las tareas comunes de la vida cotidiana, como también los deberes profesionales y vocacionales con los cuales nos ganamos el sustento. La repetición de esta plegaria destaca el deseo del salmista de que Dios lo ayude a realizar su obra de tal modo que pueda recibir la bendición divina.
CBA T3
" Se ha dicho que el Sal. 90 es una melodía del poder y del propósito de Dios, pero con las notas disonantes de la debilidad y la brevedad de la vida humana. Quizá sea el poema más magnífico que jamás se haya escrito sobre la vanidad de esta vida, contemplada a la luz de la viva fe del poeta en las promesas de Dios. Isaac Taylor dijo que el Sal. 90 es "la más sublime de las composiciones humanas, la que expresa los sentimientos más profundos, los conceptos teológicos más sublimes, las figuras más expresivas". Tanto las naciones como las personas cambian, envejecen y perecen. Sólo Dios permanece inmutable y eterno en su majestad. "La satisfacción, la alegría y el éxito en el trabajo, todo esto debe emanar de la correcta relación del débil hombre con el eterno Señor" (G. Campbell Morgan). "
" El estilo riguroso, el sabor de gran antigüedad, la amplitud del tema y el constante parecido con el lenguaje de Deuteronomio son los elementos que apoyan la opinión de que Moisés fue el autor del Sal. 90. "
"Con referencia al sobrescrito, ver págs. 623, 633."
1. Señor.
" Heb. 'Adonai (ver t. 1, pág. 182). "
Refugio.
" Heb. ma'on , "morada" o "habitación" (Deut. 26: 15; Sal. 26: S; 68: 5; 91: 9). "
2. Montes.
"Cf. Prov. 8: 25, 26."
Desde el siglo y hasta el siglo.
" Dios existe desde la eternidad pasada y existirá por los siglos sin fin de la eternidad futura (Sal. 93: 2; Prov. 8: 23; Miq. 5: 2; Hab. 1: 12). Es el "Anciano de días" " (Dan. 7: 9). No podría hallarse una afirmación más sublime en cuanto a la eternidad de Dios. Quien reconoce dicha eternidad y considera que su propia vida está relacionada con el Eterno, recibe sin poderoso estímulo para vivir una vida digna.
3. Hombre.
Heb. 'enosh, "el hombre en su debilidad" (ver com. Sal. 8: 4).
Quebrantado.
Heb. dakka' "aplastado". En Sal. 34: 18 se traduce "contrito", y en Isa. 57: 15, "quebrantado". Aquí posiblemente tenga la connotación de "materia reducida a polvo".
Convertíos.
¡Volved! ¡Regresad!, tina aparente referencia a la muerte. Las dos partes del vers. 3 están estrechamente enlazadas. "Haces volver al hombre al polvo, diciendo: 'Volved, hijos de Adán' " (NC). El concepto de que todos, sin distinción de alcurnia, nacionalidad, riqueza u otro motivo de distinción deben morir es el pensamiento más sombrío.
4. Mil años.
El transcurso del tiempo no significa nada para el Dios eterno. La vida de Matusalén (Gén. 5: 27), en comparación con la eternidad de Dios, no es más que un solo día. Es como el día de ayer que, una vez transcurrido, nos parece aún más corto en el recuerdo (2 Ped. 3: 8).
Vigilias.
Se intensifica la idea de la primera frase. Para Dios mil años no son más que una parte de una sola noche. Nótese la rápida sucesión de imágenes en los vers. 4-6.
8. Como la hierba.
Ver Sal. 37: 2; 72: 16; 103:15; Isa. 40: 7; Sant. 1: 10, 11.
7. Somos consumidos.
El salmista deja a un lado las generalizaciones en cuanto a la eternidad de Dios y la existencia humana fugaz, y pasa a presentar su propia debilidad y sus pecados y los de su pueblo como la razón del desagrado de Dios.
8. Nuestros yerros.
Los pecados secretos del corazón, yerros que hemos tratado de ocultar de los demás, o quizá el pecado que hemos olvidado.
9. Pensamiento.
Heb. hégeh, "susurro", "quejido". La vida pasa con la rapidez de un suspiro. Apenas se insinúa el pensamiento cuando ya ha acabado. Así es de efímera la vida.
10. Los días de nuestra edad.
Cf. Gén. 25: 7; 47: 9. El salmista parece estar definiendo el lapso común de la vida. Sin duda había muchas excepciones a la regla general.
Molestia.
Heb. 'amal, "arduo trabajo" (ver Job 5: 7 donde se traduce "aflicción").
Trabajo.
Heb. 'awen, "angustia", "iniquidad", "vanidad", "engaño" (ver Prov. 22: 8; Isa. 41: 29). La sola prolongación de la vida no garantiza la felicidad (Ecl. 12: 1).
Volamos.
Aunque la vida se prolongue hasta los 80 años parece corta y volamos como si estuviéramos soñando Job 20: 8). Estas palabras cobran significado especial cuando son pronunciadas por un hombre que contempla los días de su peregrinación desde el borde mismo de la muerte.
11. ¿Quién conoce ... ?.
No podremos entenderlo ahora, pero sí en la tierra en donde no "habrá más llanto, ni clamor, ni dolor" (ver Apoc. 21: 4; 22: 3).
12. Que traigamos al corazón sabiduría.
O, "adquiramos corazón sabio". Sólo Dios ve el fin desde el principio, pero nosotros debiéramos orar en busca de la gracia necesaria para proceder como si viésemos ese fin. Necesitamos meditar en la brevedad de la vida para poder emplear sabiamente el tiempo que Dios nos concede.
13. ¿Hasta cuándo?
Ver Sal. 6: 3, 4; 13: 1.
Aplácate.
El salmista emplea aquí el lenguaje humano. No se puede aplacar a Dios como a una persona, pero a veces parece arrepentirse de sus designios cuando retira sus azotes y manifiesta misericordia donde sólo se puede esperar castigo (ver com. Núm. 23: 19).
14. De mañana.
El salmista ruega que, después de una noche de tristeza y sufrimiento, Dios le conceda una mañana de gozo y paz (ver Sal. 143: 8).
16. Tu obra, y tu gloria.
Esto es, las misericordias de Dios, sus intervenciones en la vida humana, y sus providencias que constituyen su gloria.
17. La luz.
Heb. no'am, "bondad" (ver Sal. 27: 4 donde se traduce "hermosura"). Cuando contemplamos la hermosura del carácter de Dios somos "transfigurados por su gracia" (Ed 76; DMJ 55), y "la luz de Jehová nuestro Dios" desciende "sobre nosotros".
La obra de nuestras manos.
Las tareas comunes de la vida cotidiana, como también los deberes profesionales y vocacionales con los cuales nos ganamos el sustento. La repetición de esta plegaria destaca el deseo del salmista de que Dios lo ayude a realizar su obra de tal modo que pueda recibir la bendición divina.
CBA T3
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