TESTIFICACIÓN CON EL PODER DEL ESPÍRITU Su nombre era Nicodemo. Era un judío fariseo y miembro del Sanedrín, un concilio de élite de los judíos. Devolvía el diezmo, seguía la Reforma Prosalud, era un aristócrata que guardaba el sábado religiosamente, pero muy en su interior había algo que le faltaba. Había un anhelo que toda su religiosidad no podía satisfacer. Había un ansia dolorosa en su alma. El Espíritu Santo lo convenció de que tal vez, solo tal vez, este predicador itinerante, Jesús de Nazaret, tenía la respuesta que tan desesperadamente anhelaba. El evangelio de Juan nos presenta su historia en estas palabras: "Este vino a Jesús de noche" (Juan 3:2). Vino de noche porque quería una audiencia privada con Jesús. No deberíamos condenar a Nicodemo por presentarse de noche. Dado su trasfondo judío ortodoxo, después de todo, es un milagro que haya ido. Jesús sintió inmediatamente el anhelo del corazón de Nicodemo, y cuidadosamente explicó el proceso del nuevo nacimient...