Libro de los Proverbios Capítulo 28
1. Confiado como un león.
" Aun antes de que otros lo acusen, el impío es condenado por su conciencia perturbada. Cuando se aproxima la muerte, se hace más visible la diferencia entre el valor del que busca la justicia, y la cobardía del que ama el pecado. La persona piadosa confía tranquilamente en su Salvador, mas el impío hace frente a la muerte con desafiante temeridad o con abyecto terror. Cuando David hizo frente a lo que muchos creyeron que sería una muerte segura (1 Sam. 17: 32-34), fue valiente porque creía que era un siervo del Altísimo que cumplía la voluntad de Dios y moraba bajo su protección. Compárese con el caso de Jonatán (1 Sam. 14: 6-16). "
2. Sus príncipes son muchos.
" La decadencia social y moral frecuentemente propicia una continua sucesión de gobernantes. Cuando un gobernante sabio asume el mando, desaparece la anarquía, se restauran la ley y el orden y se conserva la estabilidad del país (Ecl. 9: 14, 15). "
3. El hombre pobre.
" Cuando una persona pobre se transforma en opresora de los indefensos, causa daños como lluvia torrencial que arrastra la tierra fértil en vez de contribuir a la fertilidad y la producción. "
4. Alaban a los impíos.
" Sólo el, que ha rechazado la autoridad de la ley se complacerá "1060" en el éxito de los impíos (ver Rom. 1: 32)."
5. Entienden todas las cosas.
" Los que rechazan la vigencia de la ley de Dios no pueden percibir la diferencia entre el bien y el mal (Rom. 8: 7); pero el Señor asegura a los que se someten a su conducción que los llevará por buenos caminos (Isa. 30: 2 1; Juan 7: 17; DTG 62 1). "
6. Perversos caminos.
"Cf. cap. 19: 1."
7. La ley.
" Heb. torah, vocablo que abarca todas las formas de instrucción, incluso la ley de Dios. "
Compañero de glotones.
" Heb. zolelim, "glotones", "derrochadores". La glotonería es vergonzosa, y además refleja el carácter del padre del glotón. "
8. Usura y crecido interés.
" Si hubiera aquí una distinción algo más que meramente retórica entre "usura" y "crecido interés", "usura" sería el interés cobrado por un préstamo en dinero, y "crecido interés", el aumento de la ganancia exigida por un préstamo en provisiones. El dinero que el codicioso ha acumulado con métodos desaprobados por Dios, después de su muerte tal vez sea repartido a los pobres por su heredero (ver Job 27: 16, 17; Prov. 13: 22). "
9. Oír la ley.
" El hecho de que el que aparta su oído de la ley de Dios también desea orar, sugiere que no es una persona descuidada e irreligiosa, sino que no permite que la ley divina dirija su vida. Son muchos los que están dispuestos a servir a Dios pero desean hacerlo a su propia manera. Algunos aceptan en parte la ley de Dios como norma de vida, en tanto que otros sostienen que la ley fue completamente abolida. Sólo unos pocos aceptan toda la ley moral de Dios como una expresión autorizada de la voluntad divina para su pueblo (ver Juan 14: 15; 15: 10; cf. Rom. 8: 3, 4). "
Es abominable.
" El pecado coloca una barrera entre Dios y el pecador (Isa. 59: 1, 2). Los que actúan contra su conciencia y los que afirman que la observancia del "espíritu de la ley" los hace mejores que los que, mediante el poder interior del Espíritu Santo, observan tanto la letra como el espíritu de la ley, harían bien en considerar este pasaje. Es cierto que Dios pasa por alto la desobediencia de los que no han tenido oportunidad de conocer su ley, (Hech. 17: 30; Rom. 5: 13), pero también rechaza el servicio de los que la conocen y deliberadamente la quebrantan. Si Dios aceptara esto, estaría aprobando la rebeldía. "
10. En su misma fosa.
" El que descarría a otros, finalmente cae en su propia fosa junto con sus víctimas. Pero el individuo piadoso se levanta de la fosa, vuelve al camino correcto (cap. 24: 16) y prosigue con la bendición de Dios, hacia el galardón final. Con sus malos actos, el impío no hace más que aumentar su culpabilidad. "
11. Lo escudriña.
" Algunos ricos creen que las riquezas que han acumulado constituyen una prueba de su sabiduría y talento; pero su descuido de los valores eternos le revela su necedad al pobre que ha obtenido su entendimiento de Dios, Fuente de la verdadera sabiduría. El pobre que discierne, contempla las graves dificultades que acechan a aquéllos en medio de su prosperidad (Sal. 73: 3, 17; Sant. 5: 1-6). "
12. Grande es la gloria.
" Cuando prevalecen los buenos sobre los impíos, y gobiernan bien, hay "grande. . . gloria" (caps. 11: 10; 29: 2). La gente sabe que se la tratará bien si hace lo recto y que se la castigará si practica lo malo. Los ciudadanos tienen confianza en el gobierno de los rectos, se regocijan por la seguridad que tienen y no temen proclamar su prosperidad; pero cuando gobierna un impío, tratan de ocultar su riqueza para no despertar la codicia de éste (cap. 28: 28). "
13. Encubre sus pecados.
" El que se complace en el pecado no puede lograr prosperidad espiritual. Presentar excusas por los pecados cometidos equivale a resistir la obra del Espìritu Santo que convence de pecado (Juan 16: 8-11), y asì se corre el peligro de que se endurezca el corazón hasta el punto de que finalmente no habrà màs el anhelo de alcanzar la justicia ni se sentirà el impulso hacia el arrepentimiento. "
" Además, no basta reconocer la pecaminosidad. El pecador debe abandonar sus pecados y resistir con èxito la tentaciòn por medio de la fuerza que Dios ha prometido impartirle (Rom. 8: 3, 4; Fil. 2: 13; 2 Tim. 2: 22; 1 Juan 3: 6). Sòlo cuando se cumplan estas condiciones, Dios podrà manifestar su misericordia. Si Dios perdonara y bendijera al que se aferra al pecado, lo estimularìa a proseguir en el camino que finalmente lleva a la muerte eterna (Rom. 6: 23; Sant. 1: 13-15). Si los pecadores entraran en el reino eterno, se perpetuarìa allì el sufrimiento, la tristeza y la muerte. "1061
14. Siempre teme a Dios.
" Quien siempre se autoexamina y compara su conducta con el dechado que se da en la voluntad revelada de Dios, para poder advertir y corregir de inmediato cualquier desviación del buen proceder, es una persona feliz (Sal. 119: 11; Fil. 2: 12; Sant. 1: 22-25). Es feliz porque se mantiene vigilante por la fuerza de Cristo, que vive en él mediante el Espíritu Santo (Efe. 3: 16, 17; 1 Ped. 1: 22, 23; 1 Juan 3: 9; Jud. 24). Debido al poder del mal y a la presencia de Satanás para engañar y hacer caer en el pecado al ser humano (1 Ped. 5: 8; Apoc. 12: 12), éste sólo puede vencer el pecado con la ayuda de Dios; pero cuando el corazón se resiste a recibir esa ayuda, sobrevendrá sin duda la desgracia. "
15. Príncipe impío.
" La persona que no cree en la promesa de que Dios cuida de los que le buscan (Sal. 9 1: 13- 16), se siente sumamente desvalida y se desespera ante los opresores poderosos. "
16. Multiplicará la extorsión.
"Cf. Jer. 22: 13-19."
Aborrece la avaricia.
" La codicia es un deseo desmedido de ganancias. Los que renuncian a la vida eterna por dedicarse a obtener las riquezas pasajeras de este mundo, revelan una gran falta de entendimiento. "
17. Huirá hasta el sepulcro.
" Cuando Salomón afirma que la muerte es el castigo del asesino y que nadie debería intervenir para impedir que se aplique el castigo, no hace más que repetir las palabras de Moisés (Gén. 9: 5, 6; Exo. 21: 12-14). "
18. En alguno.
" No es completamente claro el sentido de esta frase. La LXX traduce: "Pero el que anda por caminos torcidos, se enredará en ellos". "
19. El que sigue a los ociosos.
" 0, "cosas vanas". Quienes se dedican a las vanidades de este mundo en vez de trabajar para ganarse la vida, sin duda caerán en la pobreza material y espiritual. "
20. El que se apresura.
"Cf. cap. 21: 5."
21. Hacer acepción de personas.
"Ver com. cap. 18: 5."
Un bocado de pan.
" Las consideraciones triviales que influyen en una persona injusta para arrastrarla a la parcialidad quedan muy bien descritas con esta imagen: "hasta por un bocado de pan". "
22. El avaro.
" Literalmente: "El que tiene ojo maligno se apresura tras la riqueza" " (ver cap. 23: 6). Para el avaro no hay ganancia permanente.
23. Después.
Heb. 'ajaray , literalmente, "después de mí". 'Ajaray no es la forma habitual para denotar el adverbio "después", pero sí quizá una forma poco común de hacerlo. Aunque momentáneamente pueda doler, la sabia reprensión dará por fin gran satisfacción tanto al que la da como al que la recibe (Prov. 27: 6; 29: 5; Sant. 5: 19, 20).
24. Dice que no es maldad.
Nada justifica el robo. Aunque el hijo pueda pensar que será suyo todo lo que tienen sus padres cuando éstos mueran, esos bienes no le pertenecen todavía y no tiene derecho de apoderarse de ellos. Si lo hiciera, es ladrón (cap. 19: 26). Cristo condenó al hijo que se negaba a suplir las necesidades de sus padres con el pretexto de que había donado su propiedad al templo (Mat. 15: 4-6; Mar. 7: 9-12).
25. El altivo de ánimo.
Heb. "el ancho de alma", o sea, el codicioso y arrogante. El que se vanagloria de su propia importancia y desprecia a otros, molesta a todos y suscita muchas contiendas (caps. 15: 18; 29: 22). El humilde y piadoso cumple con su deber y confía en que Dios le dará lo que necesita. No hay duda de que el codicioso despierta mucha enemistad por su egoísmo, en tanto que el bueno prospera (Prov. 11: 25; 29: 25; Hab. 2: 5; Sant. 4: 1).
26. En su propio corazón.
Es decir, en sus propios impulsos y planes (ver Gén. 6: 5; 8: 21; Prov. 14: 16; 28: 14).
27. No tendrá pobreza.
El que ayuda inteligentemente a los necesitados no empobrecerá, pues Dios considera que todo lo que se hace a favor del pobre y necesitado es como si se hiciera a la persona de él (caps. 11: 24-26; 19: 17). El egoísmo, por naturaleza, trae maldición, sin contar lo que Dios pueda hacer para manifestar su desagrado (Hag. 1: 9-11). En esta forma, los pobres descuidados indirectamente amontonan más de una maldición sobre la cabeza del que pasa por alto la necesidad de ellos.
28. Los impíos son levantados.
Ver com. vers. 12. Cuando caen los impíos, los justos alimentan en número y en prosperidad; pero si son gobernados por autoridades codiciosas, los buenos difícilmente se enriquecerán; y si lo hacen, se les quitará buena parte de su ganancia. 1062
CBA T3
" Aun antes de que otros lo acusen, el impío es condenado por su conciencia perturbada. Cuando se aproxima la muerte, se hace más visible la diferencia entre el valor del que busca la justicia, y la cobardía del que ama el pecado. La persona piadosa confía tranquilamente en su Salvador, mas el impío hace frente a la muerte con desafiante temeridad o con abyecto terror. Cuando David hizo frente a lo que muchos creyeron que sería una muerte segura (1 Sam. 17: 32-34), fue valiente porque creía que era un siervo del Altísimo que cumplía la voluntad de Dios y moraba bajo su protección. Compárese con el caso de Jonatán (1 Sam. 14: 6-16). "
2. Sus príncipes son muchos.
" La decadencia social y moral frecuentemente propicia una continua sucesión de gobernantes. Cuando un gobernante sabio asume el mando, desaparece la anarquía, se restauran la ley y el orden y se conserva la estabilidad del país (Ecl. 9: 14, 15). "
3. El hombre pobre.
" Cuando una persona pobre se transforma en opresora de los indefensos, causa daños como lluvia torrencial que arrastra la tierra fértil en vez de contribuir a la fertilidad y la producción. "
4. Alaban a los impíos.
" Sólo el, que ha rechazado la autoridad de la ley se complacerá "1060" en el éxito de los impíos (ver Rom. 1: 32)."
5. Entienden todas las cosas.
" Los que rechazan la vigencia de la ley de Dios no pueden percibir la diferencia entre el bien y el mal (Rom. 8: 7); pero el Señor asegura a los que se someten a su conducción que los llevará por buenos caminos (Isa. 30: 2 1; Juan 7: 17; DTG 62 1). "
6. Perversos caminos.
"Cf. cap. 19: 1."
7. La ley.
" Heb. torah, vocablo que abarca todas las formas de instrucción, incluso la ley de Dios. "
Compañero de glotones.
" Heb. zolelim, "glotones", "derrochadores". La glotonería es vergonzosa, y además refleja el carácter del padre del glotón. "
8. Usura y crecido interés.
" Si hubiera aquí una distinción algo más que meramente retórica entre "usura" y "crecido interés", "usura" sería el interés cobrado por un préstamo en dinero, y "crecido interés", el aumento de la ganancia exigida por un préstamo en provisiones. El dinero que el codicioso ha acumulado con métodos desaprobados por Dios, después de su muerte tal vez sea repartido a los pobres por su heredero (ver Job 27: 16, 17; Prov. 13: 22). "
9. Oír la ley.
" El hecho de que el que aparta su oído de la ley de Dios también desea orar, sugiere que no es una persona descuidada e irreligiosa, sino que no permite que la ley divina dirija su vida. Son muchos los que están dispuestos a servir a Dios pero desean hacerlo a su propia manera. Algunos aceptan en parte la ley de Dios como norma de vida, en tanto que otros sostienen que la ley fue completamente abolida. Sólo unos pocos aceptan toda la ley moral de Dios como una expresión autorizada de la voluntad divina para su pueblo (ver Juan 14: 15; 15: 10; cf. Rom. 8: 3, 4). "
Es abominable.
" El pecado coloca una barrera entre Dios y el pecador (Isa. 59: 1, 2). Los que actúan contra su conciencia y los que afirman que la observancia del "espíritu de la ley" los hace mejores que los que, mediante el poder interior del Espíritu Santo, observan tanto la letra como el espíritu de la ley, harían bien en considerar este pasaje. Es cierto que Dios pasa por alto la desobediencia de los que no han tenido oportunidad de conocer su ley, (Hech. 17: 30; Rom. 5: 13), pero también rechaza el servicio de los que la conocen y deliberadamente la quebrantan. Si Dios aceptara esto, estaría aprobando la rebeldía. "
10. En su misma fosa.
" El que descarría a otros, finalmente cae en su propia fosa junto con sus víctimas. Pero el individuo piadoso se levanta de la fosa, vuelve al camino correcto (cap. 24: 16) y prosigue con la bendición de Dios, hacia el galardón final. Con sus malos actos, el impío no hace más que aumentar su culpabilidad. "
11. Lo escudriña.
" Algunos ricos creen que las riquezas que han acumulado constituyen una prueba de su sabiduría y talento; pero su descuido de los valores eternos le revela su necedad al pobre que ha obtenido su entendimiento de Dios, Fuente de la verdadera sabiduría. El pobre que discierne, contempla las graves dificultades que acechan a aquéllos en medio de su prosperidad (Sal. 73: 3, 17; Sant. 5: 1-6). "
12. Grande es la gloria.
" Cuando prevalecen los buenos sobre los impíos, y gobiernan bien, hay "grande. . . gloria" (caps. 11: 10; 29: 2). La gente sabe que se la tratará bien si hace lo recto y que se la castigará si practica lo malo. Los ciudadanos tienen confianza en el gobierno de los rectos, se regocijan por la seguridad que tienen y no temen proclamar su prosperidad; pero cuando gobierna un impío, tratan de ocultar su riqueza para no despertar la codicia de éste (cap. 28: 28). "
13. Encubre sus pecados.
" El que se complace en el pecado no puede lograr prosperidad espiritual. Presentar excusas por los pecados cometidos equivale a resistir la obra del Espìritu Santo que convence de pecado (Juan 16: 8-11), y asì se corre el peligro de que se endurezca el corazón hasta el punto de que finalmente no habrà màs el anhelo de alcanzar la justicia ni se sentirà el impulso hacia el arrepentimiento. "
" Además, no basta reconocer la pecaminosidad. El pecador debe abandonar sus pecados y resistir con èxito la tentaciòn por medio de la fuerza que Dios ha prometido impartirle (Rom. 8: 3, 4; Fil. 2: 13; 2 Tim. 2: 22; 1 Juan 3: 6). Sòlo cuando se cumplan estas condiciones, Dios podrà manifestar su misericordia. Si Dios perdonara y bendijera al que se aferra al pecado, lo estimularìa a proseguir en el camino que finalmente lleva a la muerte eterna (Rom. 6: 23; Sant. 1: 13-15). Si los pecadores entraran en el reino eterno, se perpetuarìa allì el sufrimiento, la tristeza y la muerte. "1061
14. Siempre teme a Dios.
" Quien siempre se autoexamina y compara su conducta con el dechado que se da en la voluntad revelada de Dios, para poder advertir y corregir de inmediato cualquier desviación del buen proceder, es una persona feliz (Sal. 119: 11; Fil. 2: 12; Sant. 1: 22-25). Es feliz porque se mantiene vigilante por la fuerza de Cristo, que vive en él mediante el Espíritu Santo (Efe. 3: 16, 17; 1 Ped. 1: 22, 23; 1 Juan 3: 9; Jud. 24). Debido al poder del mal y a la presencia de Satanás para engañar y hacer caer en el pecado al ser humano (1 Ped. 5: 8; Apoc. 12: 12), éste sólo puede vencer el pecado con la ayuda de Dios; pero cuando el corazón se resiste a recibir esa ayuda, sobrevendrá sin duda la desgracia. "
15. Príncipe impío.
" La persona que no cree en la promesa de que Dios cuida de los que le buscan (Sal. 9 1: 13- 16), se siente sumamente desvalida y se desespera ante los opresores poderosos. "
16. Multiplicará la extorsión.
"Cf. Jer. 22: 13-19."
Aborrece la avaricia.
" La codicia es un deseo desmedido de ganancias. Los que renuncian a la vida eterna por dedicarse a obtener las riquezas pasajeras de este mundo, revelan una gran falta de entendimiento. "
17. Huirá hasta el sepulcro.
" Cuando Salomón afirma que la muerte es el castigo del asesino y que nadie debería intervenir para impedir que se aplique el castigo, no hace más que repetir las palabras de Moisés (Gén. 9: 5, 6; Exo. 21: 12-14). "
18. En alguno.
" No es completamente claro el sentido de esta frase. La LXX traduce: "Pero el que anda por caminos torcidos, se enredará en ellos". "
19. El que sigue a los ociosos.
" 0, "cosas vanas". Quienes se dedican a las vanidades de este mundo en vez de trabajar para ganarse la vida, sin duda caerán en la pobreza material y espiritual. "
20. El que se apresura.
"Cf. cap. 21: 5."
21. Hacer acepción de personas.
"Ver com. cap. 18: 5."
Un bocado de pan.
" Las consideraciones triviales que influyen en una persona injusta para arrastrarla a la parcialidad quedan muy bien descritas con esta imagen: "hasta por un bocado de pan". "
22. El avaro.
" Literalmente: "El que tiene ojo maligno se apresura tras la riqueza" " (ver cap. 23: 6). Para el avaro no hay ganancia permanente.
23. Después.
Heb. 'ajaray , literalmente, "después de mí". 'Ajaray no es la forma habitual para denotar el adverbio "después", pero sí quizá una forma poco común de hacerlo. Aunque momentáneamente pueda doler, la sabia reprensión dará por fin gran satisfacción tanto al que la da como al que la recibe (Prov. 27: 6; 29: 5; Sant. 5: 19, 20).
24. Dice que no es maldad.
Nada justifica el robo. Aunque el hijo pueda pensar que será suyo todo lo que tienen sus padres cuando éstos mueran, esos bienes no le pertenecen todavía y no tiene derecho de apoderarse de ellos. Si lo hiciera, es ladrón (cap. 19: 26). Cristo condenó al hijo que se negaba a suplir las necesidades de sus padres con el pretexto de que había donado su propiedad al templo (Mat. 15: 4-6; Mar. 7: 9-12).
25. El altivo de ánimo.
Heb. "el ancho de alma", o sea, el codicioso y arrogante. El que se vanagloria de su propia importancia y desprecia a otros, molesta a todos y suscita muchas contiendas (caps. 15: 18; 29: 22). El humilde y piadoso cumple con su deber y confía en que Dios le dará lo que necesita. No hay duda de que el codicioso despierta mucha enemistad por su egoísmo, en tanto que el bueno prospera (Prov. 11: 25; 29: 25; Hab. 2: 5; Sant. 4: 1).
26. En su propio corazón.
Es decir, en sus propios impulsos y planes (ver Gén. 6: 5; 8: 21; Prov. 14: 16; 28: 14).
27. No tendrá pobreza.
El que ayuda inteligentemente a los necesitados no empobrecerá, pues Dios considera que todo lo que se hace a favor del pobre y necesitado es como si se hiciera a la persona de él (caps. 11: 24-26; 19: 17). El egoísmo, por naturaleza, trae maldición, sin contar lo que Dios pueda hacer para manifestar su desagrado (Hag. 1: 9-11). En esta forma, los pobres descuidados indirectamente amontonan más de una maldición sobre la cabeza del que pasa por alto la necesidad de ellos.
28. Los impíos son levantados.
Ver com. vers. 12. Cuando caen los impíos, los justos alimentan en número y en prosperidad; pero si son gobernados por autoridades codiciosas, los buenos difícilmente se enriquecerán; y si lo hacen, se les quitará buena parte de su ganancia. 1062
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