1. Israel, a quien yo escogí.
Ver com. cap. 43:
10. Después de reprender a su pueblo por sus pecados (cap. 43: 22-28), el Señor
302 pronuncia palabras de consuelo y ánimo. Israel debe recordar que es Dios
quien lo escogío y lo ama, y tiene de él misericordia y lo salva.
2. Jesurún.
Nombre poético de
Israel, que significa "el recto" " (ver com. Deut. 32 : 15). Dios recuerda a
Israel que lo ha escogido para que sea "gente santa" y obedezca a su voz (Exo.
19: 5-6).
3. Derramaré aguas.
La
primera parte les versículo es simbólica, y se explica en la segunda parte. Se
compara el derramamiento del Santo Espíritu de Dios con las refrescantes lluvias
(Joel 2: 23, 28-29). El "sequedal" representa a los que tienen sed de Dios y de
su justicia (Sal. 42: 1-2; Mat. 5: 6; Juan 4: 13-14).
4. Como sauces.
Las personas sobre quienes se derramaría
el Espíritu de Dios florecerían como árboles juntos a corrientes de aguas (Sal.
1: 3; Jer. 17: 8; Eze. 47:12).
6. Rey de
Israel.
En este pasaje se exponen algunos de los atributos más notables
de Dios. El es (1) Jehová, (2) Rey de Israel, (3) Redentor de Israel, (4)
Comandante de los ejércitos celestiales, (5) el Eterno, el "primero" y el
"postreros" y (6) el único Dios verdadero. En los vers. 9-20 Isaías hace notar
el contraste entre Dios y los ídolos.
7. ¿Y
quién?
Heb. " "¿Quién como yo?" " (BJ). Dios es quien ordena y dispone
los asuntos terrenales. El es quien designó a Israel para que fuera un pueblo
justo y eterno. Todo esto demuestra que el verdadero Dios, pues los ídolos no
pueden hacer lo que él ha hecho (ver com. cap. 41: 4, 21-26).
Después
que establecí.
Dios afirma ser el único capaz de predecir el futuro y
desafía a otros dioses a hacer lo mismo. " "¿Quién como yo? Que se levante y
hable. Que se anuncie y argumente contra mí. ¿Quién ha hecho oír desde antiguo
las cosas futuras y nos ha revelado lo que va a suceder?" " (BJ).
8. No temáis.
Ver com. cap. 41: 10.
No hay Fuerte.
Heb. tsur, "no hay roca". Nombre bíblico común
empleado para designar a Dios. Hace notar su permanencia y su fuerza (ver Deut.
32:4; 2 Sam. 22: 3; 23:3; sal. 18:2; cf. Isa. 26:4). Israel no tiene nada que
temer mientras Dios sea su fuerza y defensa.
9. Vanidad.
Heb. tóhu , "nada", "vacío" (ver com. Gén. 1:
2; Isa. 41: 29).
Lo más precioso de ellos.
Aquellas cosas en las
cuales se deleitan, sobre todo lo que se refiere al culto idolátrico.
Ellos mismos son testigos.
Los ídolos ciegos e insensibles dan
testimonios de que son ciegos y nada saben.
14. Con la lluvia.
Los hombres pueden plantar la semilla de
la cual brota el árbol, pero sólo Dios puede hacerla crecer. Sin el poder divino
no habría árbol del cual tallar un ídolo.
15. Hace además un dios.
Es una decisión arbitraria que un
pedazo de madera se emplee para hacer un ídolo y otro se use como combustible.
16. Parte del leño quema.
¡Qué
necedad fabricar un ídolo de algo que el hombre mismo puede destruir!
Prepara un asado y se sacia.
El rollo 1QIsª de los Manuscritos
del Mar Muerto dice: "y se sienta sobre su carbón calienta".
17. Líbrame.
La madera no podría
haberse librado a sí misma del fuego si el hombre hubiera escogido quemarla en
vez de adorarla. Qué necedad la del hombre que emplea la mayor parte de la
madera como combustible y luego confecciona un ídolo con lo que sobra, y
finalmente espera que ese dios tenga fuerza e inteligencia para salvarle la
vida.
18. No saben.
Los hombres que
adoran imágenes tienen poco conocimiento. Sus necios corazones están
entenebrecidos, y aunque crean ser sabios son tontos (Rom. 1: 21-23).
Cerrados están sus ojos.
Ver com. cap. 6: 9-10.
19. Tronco del árbol.
O "trozo de
madera". El que adora a un ídolo, tan sólo rinde reverencia a un pedazo de
madera. Le habla, se inclina ante él, sin pensar que sería igualmente sensato si
presentara sus pedidos a una vara o al poste de una puerta.
20. De ceniza se alimenta.
Qué
necedad sería el alimentarse de cenizas, esperando nutrirse de ellas. Es
igualmente necia la idea de que un ídolo puede beneficiar al hombre.
21. Acuérdate de estas cosas.
Dios
pide a Israel que preste atención a lo que ha dicho acerca de la necedad de
adorar ídolos. Israel pertenece a Dios, y debe servirle.
22. Como una nube.
Así como el sol y el viento dispersan
las nubes, en la misma forma Dios hace desaparecer las transgresiones de su
pueblo.
23. Cantad loores, oh cielos.
Aquí se emplea la imagen de los "cielos" y las "profundidades de la
tierra" " para representar a 303 todo el mundo (ver com. 40: 22). No sólo
Israel, sino también toda la tierra debe regocijarse en el conocimiento del amor
y de la gracia de Dios.
24. Que lo hago
todo.
Ver com. cap. 40: 12, 22, 26, 28.
Los cielos.
Ver
com. cap. 34: 4; 40: 22.
25. Señales.
Heb. 'o th, "señal ", "augurio". Aquí se emplea la palabra usada para
designar las señales que dan los sabios paganos para justificar sus
pretensiones. Dios quería confundir la sabiduría de estos paganos y demostrar la
falsedad de sus palabras.
Enloquezco.
No en un sentido literal,
sino haciéndolos necios. Cuando sus predicciones no se cumplen, quedará al
descubierto toda su necedad.
26. El que
despierta la palabra.
Mejor, " "el que confirma la palabra" " (VM). Así
como Dios revela la necedad de los falsos profetas, así también confirma la
integridad de los verdaderos profetas, cuyas predicciones se cumplen (ver com.
cap. Jer. 28: 9).
Su siervo.
En este caso, quizá se refiera a
Isaías (ver com. Jer. 41: 8).
Serás habitada.
Más de un siglo
antes de que Jerusalén fuera tomada por Nabucodonosor y de que su pueblo fuera
llevado al cautiverio, Dios predijo su restauración. Esta es una predicción
notabilísima, y de un contraste sorprendente con la profecía acerca de la caída
de la ciudad de Babilonia, la cual finalmente quedaría tan completamente
desolada como Sodoma y Gomorra, y nunca más sería habitada (cap. 13: 19-20).
27. Las profundidades.
Heb. tsulah
, "profundidad [de océano o de río]". Esta es la única vez que se emplea esta
palabra en le AT. Esta predicción se cumplió cuando Ciro desvió las aguas del
Eufrates con el propósito de que sus soldados pudieran entrar en Babilonia.
Jeremías presentó predicciones similares con referencia a la caída de Babilonia,
comparando esta caída con el secamiento del río Eufrates (ver com. Jer. 50: 38;
51: 36; cf. Apoc. 16: 12).
28. Ciro.
Esta es una profecía notable pues menciona a Ciro por su nombre siglo y
medio antes de que él naciera, y predice su notable participación en la
liberación de los judíos (en 1 Rey. 13: 2 aparece unja profecía dada por
anticipado con frecuencia a la reforma de Josías). Ciro debe haberse maravillado
mucho al enterarse de que su nombre apareciera en una profecía judía, en la que
se describía la toma de Babilonia y se predecía su política para con los
cautivos judíos, siglo y medio antes de que él naciera (ver PR 408).
Mi
pastor.
Al derrotar a Babilonia y liberar a los judíos, Ciro hizo por el
Israel literal lo que Cristo hará por todos sus escogidos cuando destruya a la
Babilonia simbólica y libere a su pueblo del dominio de ella (Apoc. 18: 2-4, 20;
19: 1-2).
Serás edificada.
Poco después de tomar la ciudad de
Babilonia, Ciro proclamó el decreto que permitió que los judíos cautivos
regresaran a su patria y reconstruyeran el templo (2 Crón. 36: 22-23; ver com.
Esd. 1: 1-4).
CBA T4
CBA: Libro de Isaías capítulo 44
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