1. Aún preso.
El profeta estaba aún encarcelado
en el mismo lugar (ver com. cap. 32: 2).
2. Jehová.
Heb. Yahweh , el sagrado tetragrámaton (ver t.
I, PP. 179-182).
Que hizo la tierra.
Ver com. cap. 10: 11-12;
Isa. 45: 18.
3. Cosas grandes y ocultas.
Literalmente, cosas "incomprensibles".
4. Derribadas.
Ver com. cap. 32: 24.
5. Vinieron para pelear.
Los
israelitas salieron a pelear contra los babilonios, pero fueron rechazados; el
costo que pagaron fue muchos "cuerpos de hombres muertos" (ver com. cap. 32:
24).
6. Sanidad y medicina.
Dios
deja a un lado la consideración del castigo de su pueblo y se ocupa de la
promesa de su restauración, cuando disfrutaría de "abundancia de paz y de
verdad". En los vers. 6-26 se presenta un cuadro muy claro de la gloria que
Israel podría haber tenido después del retorno del cautiverio si el pueblo
hubiera hecho caso de la luz celestial y hubiera cooperado con Dios para llevar
a cabo sus planes y sus propósitos para la salvación del mundo. Desgraciadamente
Israel se apartó una y otra vez de su glorioso destino, y por esta razón sólo
alcanzó una pequeña medida de la bendición que aquí se predice. Las promesas
fueron entonces transferidas al Israel espiritual, por lo cual muchas de las
profecías se cumplirán en la iglesia cristiana (ver PP. 27-40).
7. De Israel.
Tanto Israel como
Judá participaban de la promesa de que volverían del exilio.
8. Los limpiaré.
I.a recepción de
las bendiciones temporales dependía de que el pueblo llenara ciertos requisitos
espirituales (ver p. 29-30). Para poder experimentar la gloria descrita en los
vers. 6-26 sería necesario que Israel abandonase sus pecados. A quienes se
arrepintieran genuinamente, Dios ofrecía la promesa de perdón pleno y gratuito.
Los hombres no debían desanimarse por la magnitud de sus transgresiones pasadas,
ni debían pensar que su situación era desesperada. Dios no sólo perdonaría sus
pecados, sino que también proporcionaría la gracia para que obedecieran en el
futuro (Eze. 36: 25-28).
9. Nombre de gozo.
Aunque Israel había pecado gravemente, Dios no había retirado ninguna de
sus promesas de gracia. Estas dependían, por supuesto, de la obediencia. Israel
habría podido alcanzar después del cautiverio, la plena gloria prometida al
antiguo pueblo (ver PP. 33-34). Por medio de Zacarías se le aseguró: "Serán como
si no los hubiera desechado" (Zac. 10: 6). Así también ocurre en lo espiritual:
no importa cuánto se haya apartado una persona del camino de la rectitud, puede
ser aceptada delante de Dios como si no hubiera pecado (CC 62).
10. Sin hombres.
Ver com. cap. 32:
43.
11. Voz de gozo.
Se repite la
promesa de los gozos de la restauración que aguardan al pueblo de Dios. Estos
mismos sonidos de gozo que habían desaparecido durante el exilio (ver com. cap.
7: 34), se oirían de nuevo en el país.
Ofrendas de acción de gracias.
Ver Jon. 2: 9; Heb. 13: 14-15.
13. Neguev.
Ver com. cap. 32: 44.
14. Yo confirmaré.
Ver com. cap. 23: 5-7.
15. Renuevo de justicia.
Cf. Isa.
11: 1; ver com. Zac. 3: 8; 6: 12.
16. Se le
llamará.
Este versículo repite la predicción del cap. 23: 6, pero hay
una diferencia: aquí la ciudad se denomina "Jehová, justicia nuestra" . Si
Jerusalén tan sólo hubiera vivido a la altura de lo que Dios había querido que
fuera, su futuro habría sido sumamente glorioso (ver p. 32).
17. No faltará a David.
Una
repetición de la promesa hecha en 2 Sam. 7: 16; 1 Rey. 2: 4; Sal. 89: 20, 29,
35-36. Ver com. 1 Rey. 2: 4.
18. Ofrenda.
Heb. minjah . Ofrendas de alimentos (ver t. I, PP. 716-717).
20. Mi pacto con el día.
Dios
garantiza nuevamente la certeza de su "pacto" con su pueblo mediante la
seguridad que existe en las leyes naturales (ver com. cap. 31: 35).
22. El ejército del cielo.
El
número infinito 507 de cuerpos celestes sirve para simbolizar la gran multitud
que será contada como "descendencia de David".
24. Lo que habla este pueblo.
Algunos comentadores
consideran que este pasaje constituye una burla de los paganos frente a la caída
de las "dos familias", que según estos mismos comentadores, serían los reinos de
Judá y de Israel (Eze. 35: 10; 36: 19-20). Otros interpretan que "este pueblo"
se refiere a los israelitas desleales (Jer. 4: 10; 5: 14, 23; 6: 19), que se
habían entregado a la desesperación (cap. 32: 42-43; 33: 10), porque hasta las
"dos familias" -la de David y la de Leví (cap. 33: 21-22)-, parecían haber sido
abandonadas de Dios.
25. Si no permanece mi
pacto.
Dios responde a esa desesperación mostrando la estabilidad
inalterable de las leyes de la naturaleza como prueba de la seguridad de sus
promesas para su pueblo (ver com. vers. 20).
26. Descendencia de Jacob.
Algunos han pensado que las "dos
familias" del vers. 24 podrían ser la casa de Jacob y la de David. Dios responde
a la despreciativo burla de los paganos o a las expresiones de desánimo de parte
de su pueblo (ver com. vers. 24), y promete hacerlo volver a su propia tierra y
restablecer su anterior gloria (ver com. vers. 9).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE T4
CBA LIBRO DE JEREMÍAS CAPÍTULO 33
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