Lección 1 | Lunes 28 de diciembre
RITUALISMO PUTREFACTO (ISA. 1:10-17)
Lee Isaías 1:10. ¿Por qué crees que usó las imágenes de Sodoma y Gomorra? ¿Qué quería dejar en claro el Señor?
Isa 1:10 Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.
Lee Isaías 1:11 al 15. ¿Qué le está queriendo decir el Señor al pueblo? ¿Por qué rechazó la adoración que su pueblo le ofrecía?
Isa 1:11 ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
Isa 1:12 ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios?
Isa 1:13 No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo,* el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.
Isa 1:14 Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas.
Isa 1:15 Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
Las mismas manos que ofrecían sacrificios y se extendían en oración estaban “llenas de sangre” (Isa. 1:15, NVI); es decir, eran culpables de violencia y opresión hacia los demás (1:15; 58:3, 4). Al maltratar a otros miembros de la comunidad del Pacto, mostraban desprecio por el Protector de todos los israelitas. Los pecados contra los demás eran pecados contra el Señor.
Por supuesto, Dios mismo había instituido el sistema de adoración ritual (Lev. 1-16) y designó el Templo de Jerusalén como el lugar apropiado para ello (1 Rey. 8:10, 11). Pero los rituales estaban destinados a funcionar dentro del contexto del pacto que Dios había establecido con este pueblo. Fue el pacto de Dios con Israel lo que le permitió vivir entre ellos en el Santuario/Templo. Por lo tanto, los rituales y las oraciones realizados allí eran válidos solo si expresaban fidelidad a él y a su Pacto. Los que ofrecían sacrificios sin arrepentirse de su accionar injusto hacia otros miembros de la comunidad del Pacto estaban mintiendo en sus rituales. Por lo tanto, sus sacrificios no solo eran inválidos, ¡eran pecados! Sus rituales expresaban que eran leales, pero su comportamiento demostraba que habían quebrantado el Pacto.
Lee Isaías 1:16 y 17. ¿Qué manda el Señor que haga su pueblo? ¿En qué sentido estos versículos, dentro de este contexto, son paralelos a lo que Jesús dijo en Mateo 23:23 al 28? ¿Qué mensaje podemos encontrar para nosotros hoy en estos pasajes y en el contexto en el que se dan?
Isa 1:16 Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;
Isa 1:17 aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.
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