1. Yo mismo.
Este versículo es una continuación
de la declaración del ángel del cap. 10: 21. Es una lástima que los capítulos se
hayan dividido así en este lugar. Da la falsa impresión de que aquí comienza una
nueva parte del libro, cuando se trata claramente de una narración continuada.
Gabriel informa a Daniel que Darío de Media había sido honrado por el cielo (PR
408). La visión fue dada en el tercer año de Ciro (cap. 10: 1). El ángel le
cuenta a Daniel un acontecimiento ocurrido en el primer año de Darío. En ese
año, Darío de Media había sido honrado por el cielo con una visita del ángel
Gabriel "para animarlo y fortalecerle" (PR 408).
2. La verdad.
El contenido de la cuarta gran revelación de
Daniel comienza con este versículo. Todo lo que precede, del cap. 10: 1 al 11: 1
es telón de fondo e introducción.
Tres reyes en Persia.
Puesto
que la visión fue dada a Daniel en el tercer año de Ciro (cap. 10: 1),
indudablemente se hace referencia a los tres reyes que siguieron a Ciro en el
trono de Persia. Estos fueron: Cambises (530- 522 a. C.), el falso Esmerdis
(Gaumata, cuyo nombre babilónico era Bardiya; ver t. III, pp. 350-351), un
usurpador (522 a. C.) y Darío I (522-486 a. C).
El cuarto.
Los
comentadores generalmente están de acuerdo en que el contexto señala a Jerjes
como "el cuarto" rey, pero no están de acuerdo en la enumeración de los diversos
reyes a los cuales se hace referencia en este versículo. Algunos sostienen que
el así llamado "cuarto" rey era en realidad el último de los tres que habrían de
surgir. Computan a Ciro como el primero de los cuatro y omiten al falso Esmerdis
porque no era de un linaje legítimo y ocupó el trono sólo unos pocos meses.
Otros omiten a Ciro como el primero de los cuatro e incluyen al falso Esmerdis
como uno de los tres que habrían de seguirlo. De cualquier modo, Jerjes es "el
cuarto". Sin embargo, la segunda de las dos opiniones parecería representar
mejor el sentido natural del texto.
Más que todos.
Se identifica
al Asuero del libro de Ester con Jerjes (ver t. III, p. 459; com. Est. 1: 1). De
él se dice que estaba especialmente orgulloso de "las riquezas"de la gloria de
su reino" (Est. 1: 4, 6-7). Herodoto, que escribió extensamente sobre Jerjes,
deja un relato vívido y detallado de su poderío militar (vii. 20- 21, 40-41,
61-80).
Levantará a todos.
Este pasaje puede traducirse de dos
formas diferentes. Generalmente se ha interpretado, como en la RVR, que Jerjes
agitaría a todas las naciones en contra de Grecia. Es un hecho histórico bien
conocido que esto en efecto ocurrió. En el tiempo de Jerjes, la península griega
era la única zona importante del Mediterráneo oriental que no estaba bajo la
dominación persa. En 490 a. C. Darío el grande, predecesor de Jerjes, había sido
vencido en Maratón mientras intentaba subyugar a los griegos. Cuando Jerjes
subió al trono, se hicieron nuevos y grandiosos planes para la conquista de
Grecia. Herodoto (vii. 61-80) enumera a más de 40 naciones que proporcionaron
tropas para el ejército de Jerjes. En ese vasto ejército estaban incluidos
soldados de países tan distantes como la India, Etiopía, Arabia y Armenia.
Parece que hasta los cartagineses fueron inducidos a unirse a la contienda
atacando la colonia griega de Siracusa en Sicilia.
Por el año 480 a. C.,
el vasto Imperio Persa estaba en pie de guerra contra los griegos. Las ciudades-
estados de los griegos, que tan a menudo estaban en guerra entre sí, se unieron
para salvar su libertad. Al principio los griegos fueron vencidos: cayeron
derrotados en las Termópilas, y Atenas fue tomada y parcialmente quemada por los
persas. Entonces cambió la marca. La marina griega, comandada por Temístocies,
se encontró bloqueada por una escuadra persa superior en la bahía de Salamina,
en la costa de Ática cerca de Atenas. Poco después de haber comenzado la batalla
se vio que las naves persas estaban en una formación demasiado estrecha como
para maniobrar eficientemente. Bajo los constantes ataques griegos, muchas
fueron hundidas y sólo escapó una fracción de la marina. Con esa victoria griega
las fuerzas marítimas persas quedaron eliminadas de la lucha contra Grecia. Al
año siguiente, 479 a. C., los griegos derrotaron decisivamente a las tropas de
Persia en Platea y las expulsaron para siempre de Grecia.
La traducción
de este texto tal como aparece en la RVR responde notablemente al hecho de que
Jerjes levantó "a todos contra el reino de Grecia". Pero es posible traducir de
otra manera el hebreo de este pasaje, que es un tanto difícil de entender. El
problema es si el Heb. 'eth ha de entenderse como una preposición que significa
" "contra" , como ocurre con otros verbos que indican lucha (Gén. 14: 2), o si
se trata de la señal del complemento directo del verbo. El verbo que aquí se
traduce "levantará" aparece otras 12 veces en el AT seguido por 'eth , y en cada
uno de esos pasajes el contexto muestra claramente que 'eth debe entenderse como
señal de que lo que sigue es complemento directo. Si en este pasaje entendemos
que 'eth tiene ese sentido, leeríamos: "Levantará a todo el reino de Grecia".
Si hemos de preferir esta última traducción del pasaje, la siguiente
interpretación es razonable: Considerando este desde la vasta perspectiva de la
historia universal, la guerra entre Persia y los griegos constituye una de las
grandes épocas históricas. La historia posterior de Europa y del mundo podría
haber sido muy diferente si el resultado de Salamina y Platea hubiese sido otro.
La civilización occidental, entonces limitada casi exclusivamente a Grecia, se
salvó de ser absorbida por el despotismo del Imperio Persa. Los Estados griegos
llegaron a tener un sentido de unidad que no habían conocido previamente. La
victoria de Salamina le demostró a Atenas la importancia del poder naval, y
pronto la ciudad se convirtió en la cabeza de un imperio marítimo. Desde este
punto de vista, la última cláusula de Dan. 11: 2 da un marco apropiado al pasaje
del cap. 11: 3.
Grecia.
Heb. Yawan , que se translitera "'javán"
en Gén. 10: 2 (ver allí los comentarios). Los griegos, o jonios, eran
descendientes de Javán. Ver com. Dan. 2: 39.
3. Un rey valiente.
Heb. mélek gibbor, "un rey valiente
[guerrero]". Esto se refiere claramente a Alejandro Magno (336-323 a. C.).
Gran poder.
El dominio de Alejandro se extendió desde Macedonia
y Grecia hasta el noroeste de la India, desde Egipto hasta el río llamado hoy
Sir-Daria (antiguamente, Iaxartes), al este del Mar de Aral. Era el mayor
imperio que el mundo hubiese visto hasta ese tiempo (ver com. cap. 2: 39; 7: 6).
4. Cuando se haya levantado.
Apenas
había alcanzado Alejandro el pináculo de su poder, cuando fue quebrantado. En
323 a. C. este rey que gobernaba desde el Adriático hasta el Indo cayó
repentinamente enfermo, y falleció 11 días después (ver com. cap. 7: 6).
Será quebrantado.
Alejandro no dejó ningún sucesor de su familia
inmediata del cual se pudiese esperar que mantuviera unidos los territorios que
él había ganado. Algunos de los principales generales durante algunos años
trataron de mantener intacto el imperio en nombre del medio hermano de Alejandro
y de su hijo póstumo (ambos bajo la tutela de regentes), pero menos de 25 años
después de la muerte de Alejandro, una coalición de cuatro generales había
derrotado a Antígono, el último aspirante al dominio de todo el imperio, y el
territorio de Alejandro fue dividido en cuatro reinos (número que luego se
redujo a tres). En cuanto a esta división, ver com. cap. 7: 7; 8: 22; también
los mapas de las pp. 850-851.
Los cuatro vientos.
Representan
los cuatro puntos cardinales. La misma división está simbolizada por las cuatro
cabezas del leopardo (ver com. cap. 7: 6) y mediante los cuatro cuernos del
macho cabrío (ver com. cap 8: 8, 22).
No a sus descendientes.
El
hijo póstumo de Alejandro fue llamado rey, pero fue muerto cuando aún era niño,
en la lucha entre los generales que se disputaban el gobierno del imperio. No
hubo pues un descendiente de Alejandro que gobernase.
5. Rey del sur.
Desde este lugar en adelante y a través de
gran parte del capítulo, la profecía se enfoca en dos reinos que surgieron del
imperio de Alejandro, los que más se relacionaron con los judíos, el pueblo de
Dios. Esos reinos fueron Siria, gobernada por los seléucidas y Egipto, gobernado
por los ptolomeos. Desde el punto de vista geográfico, el primero quedaba al
norte de 892 Palestina y el segundo al sur de la misma. En realidad, la
traducción de la LXX usa el término "rey de Egipto" en vez de "rey del sur";" el
vers. 8 también indica que Egipto es el rey del sur. Se puede llegar a una
designación similar mediante los documentos históricos. Una de las inscripciones
mejor conocidas del sur de Arabia (Glaser N.° 1155) se refiere a una guerra
entre Persia y Egipto, y llama a los respectivos reyes Señor del Norte y Señor
del Sur.
En el momento histórico al cual se refiere este versículo, el
rey de Egipto era Ptolomeo I Soter (también llamado Ptolomeo Lago, 305-283 a.
C.), uno de los mejores generales de Alejandro, que estableció la monarquía
helenística que más perduró.
Uno de sus príncipes.
Evidentemente
esto se aplica a Seleuco I Nicátor (305-281 a. C.), otro de los generales de
Alejandro que se apropió del gobierno de la mayor parte de la porción asiática
del imperio. El que aquí se haga referencia a él como a "uno de sus príncipes
[de Ptolomeo]" (Heb. Ñ arim , " "generales" ; ver com. cap. 10: 13),
probablemente debe entenderse dentro del marco de sus relaciones con Ptolomeo.
En 316 a. C. Seleuco -quien había ocupado Babilonia desde 321 a. C.- fue
expulsado de dicha ciudad por su rival Antígono (ver com. cap. 7: 6). Entonces
Seleuco se puso a las órdenes de Ptolomeo, a quien ayudó para que derrotara a
Demetrio, hijo de Antígono, en Gaza en 312 a. C. Poco después de esto, Seleuco
logró recuperar sus territorios en Mesopotamia.
Será más fuerte.
Es decir que Seleuco, que en un tiempo podría haberse considerado como
uno de los "príncipes" de Ptolomeo, se hizo más fuerte que el rey egipcio:
cuando Seleuco murió en el 281 a. C., su reino se extendía desde el Helesponto
hasta el norte de la India. Flavio Arriano, historiador del siglo II d. C. quien
se especializó en la historia de este período, declara que Seleuco era "el mayor
rey de los que siguieron a Alejandro, y tenía mayor mentalidad de rey, y
gobernaba sobre la mayor extensión de territorio, después de Alejandro" (
Anábasis de Alejandro vii. 22).
6. Al cabo
de años.
La visión profético ahora enfoca una crisis que ocurrió unos 35
años después de la muerte de Seleuco I.
Harán alianza.
Para
consolidar la paz entre los dos reinos después de una guerra larga y costosa,
Antíoco II el Divino (261-246 a. C.), nieto de Seleuco I, se casó con Berenice,
hija del rey egipcio, Ptolomeo II Filadelfo. Antíoco también depuso a su esposa
anterior y hermana, Laodicea, de su posición de prioridad y excluyó a sus hijos
de la sucesión al trono.
Rey del norte.
Este término se usa aquí
por primera vez en esta profecía. En este contexto se refiere a los seléucidas
cuyos territorios estaban al norte de Palestina. El entonces "rey del norte" era
Seleuco II Calínico (246-226 a. C.), hijo de Antíoco II y de Laodicea. Ver com.
vers. 5 y com. Isa. 41: 25 respecto a las expresiones "rey del norte" y "rey del
sur" .
No podrá retener la fuerza.
Después de que el nuevo
matrimonio tuvo un hijo, hubo una reconciliación entre Antíoco y Laodicea.
Ni permanecerá él.
Antíoco murió repentinamente, según se
comentaba entonces, envenenado por Laodicea.
Su brazo.
Esta es
también la traducción de la LXX. Por un simple cambio de las vocales hebreas,
varias versiones antiguas (Teodoción, Símaco, la Vulgata) traducen "su
simiente". ( "Su descendencia" , BJ.) Esto se referiría al hijo de Antíoco y
Berenice, al cual mató Laodicea.
Será entregada ella.
Es decir
Berenice, que fue muerta juntamente con su hijito por los secuaces de Laodicea.
Los que la habían traído.
Muchas de las damas de compañía
egipcia de Berenice murieron junto con ella.
Asimismo su hijo.
Heb. yoledah, correctamente, según la tradición masorética, "engendrador
de ella". Esto se referiría lógicamente al padre de Berenice, Ptolomeo II que
había muerto poco antes en Egipto. Sin embargo, no queda clara la razón por la
cual se menciona su muerte aquí, puesto que no tenía ninguna relación con la
venganza tomada por Laodicea. Varias traducciones antiguas rezan yaldah ,
"sirvienta", sin duda teniendo en cuenta al séquito de Berenice. Un sencillo
cambio en los puntos de las vocales nos permite leer "su hijo" (RVR). Esto por
supuesto, se referiría al que fue muerto por orden de Laodicea.
Y los
que estaban con ella.
Probablemente Antíoco, esposo de Berenice
7. Renuevo de sus raíces.
Ptolomeo
III Evergetes, hijo de Ptolomeo II y hermano de Berenice, sucedió a su padre en
el año 246 a. 893 C., e invadió a Siria como venganza por la muerte de su
hermana.
Predominará.
Parece que Ptolomeo III salió
completamente victorioso de su campaña contra Seleuco II. Avanzó triunfalmente
tierra adentro por lo menos hasta Mesopotamia -aunque se jactó de haber
penetrado hasta la Bactriana- y estableció el poderío marítimo de Egipto en el
Mediterráneo.
8. Sus imágenes.
El
decreto de Canopes (o Canopo, 239/238 a. C.) dice en alabanza de Ptolomeo III:
"'Y las imágenes sagradas sacadas del país por los persas, habiendo hecho el rey
una campaña al extranjero, las recobró y trajo a Egipto y fueron restauradas en
los templos de los cuales cada una de ellas había sido sacada"' (traducción en
J. P. Mahaffy, A History of Egypt Under the Ptolemaic Dynasty [Nueva York:
Charles Scribner's Sons, 1899], p. 113). Jerónimo ( Comentario sobre Daniel ,
XI) afirma que Ptolomeo, al término de su campaña contra Seleuco II, trajo de
vuelta a Egipto un inmenso botín.
Egipto.
Esta única mención
(hasta el vers. 42) del nombre del país del "rey del sur" muestra sin lugar a
dudas la identidad de ese país.
Se mantendrá él contra.
"Se
mantendrá a distancia del rey del norte" (BJ). O, se "abstendrá de atacar", lo
que resulta más lógico, siendo que en sus últimos años Ptolomeo no se ocupó de
ninguna guerra de importancia.
9. Rey del
sur.
En este pasaje el hebreo puede entenderse como en la RVR, donde "
"rey del sur" es el sujeto de la oración (así como en la Vulgata y en siríaco).
En cambio en la LXX y Teodoción, el "rey del sur" aparece unido a "reino". Estas
versiones apoyan la traducción: "Este entrará en el reino del rey del Mediodía"
(BJ). Esta versión pareciera preferible porque sigue más naturalmente el orden
de las palabras hebreas. Si se acepta esta traducción, este versículo debe
interpretarse como una referencia al hecho de que después de que Ptolomeo III
volvió a Egipto, Seleuco restableció su autoridad y marchó contra ese país,
esperando recobrar sus riquezas y su prestigio. "BJ indica en nota de pie de
página que el pronombre personal "Este" con que comienza el vers. 9 se refiere
al "rey del Norte" . DHH dice en forma directa e inequívoca: "El rey del norte
tratará de invadir el sur"."
Volverá a su tierra.
Seleuco fue
derrotado y obligado a volver a Siria con las manos vacías (por el 240 a. C.).
10. Los hijos de aquél.
Es decir
los dos hijos de Seleuco II, Seleuco III Cerauno Soter (226/225-223/222 a. C.),
quien fue asesinado después de un breve reinado, y Antíoco III, el Grande
(223/222-188/187 a. C.).
Inundará y pasará.
En 219 a. C.,
Antíoco III inició su campaña contra el sur de Siria y Palestina retornando a
Selcucia, puerto de Antioquía. Después inició una campaña sistemática para
arrebatar a Palestina de su rival Ptolomeo IV Filopator (222-204 a. C.). Durante
esa campaña penetró en Transjordania.
11. Se enfurecerá.
Ver com. cap. 8: 7 en cuanto al
significado de esta expresión. En 217 a. C., Ptolomeo IV se encontró con Antíoco
en Rafia, cerca de la frontera entre Palestina y Egipto.
Pondrá en
campaña.
Se aclara este pasaje cuando se toma en cuenta que está en la
forma de un paralelismo hebreo invertido. En este caso, el primer elemento y el
cuarto, y el segundo y el tercero son paralelos. Por lo tanto, en este versículo
las referencias son de la siguiente manera: Rey del sur, rey del norte, el que
se pone en campaña (rey del norte), "aquella multitud" (cae en manos del rey del
sur). La traducción de la BJ resulta más clara: " "Entonces, el rey del
Mediodía, montando en cólera, saldrá a combatir contra el rey del Norte, que
movilizará una gran multitud; pero esta multitud caerá en sus manos" " . ¿En las
manos de quién? Es obvio que de Ptolomeo IV, rey del Mediodía, el vencedor. Ver
t. III, pp. 28-29.
Multitud grande.
Polibio, el principal
historiador antiguo de este período, dice que el ejército de Antíoco se componía
de 62.000 infantes, 6.000 jinetes y 102 elefantes ( Historias v. 79). Parece que
las tropas de Ptolomeo eran más o menos equivalentes en número. Compárese con la
referencia que se hace a "muchos"millares" en el vers. 12.
Entregada en
su mano.
La batalla de Rafia (217 a. C.) entre Antíoco III y Ptolomeo
IV, resultó en una derrota aplastante para el primero, de quien se dice que
perdió 10.000 infantes y 300 jinetes, además de 4.000 prisioneros.
12. Al llevarse él la multitud.
Es
decir, Ptolomeo IV.
No prevalecerá.
Por su indolencia y
libertinaje Ptolomeo no supo aprovechar su victoria 894 de Rafia. Mientras
tanto, durante los años 212-204 a. C., Antíoco III empleó sus energías en la
recuperación de sus territorios orientales, y emprendió exitosas campañas hasta
la frontera de la India. La muerte de Ptolomeo IV (205? a. C.) fue ocultada
durante algún tiempo; luego un hijo, de cuatro a cinco años, lo sucedió como
Ptolomeo V Epífanes (204-180 a. C.).
13. Volverá.
El ascenso al trono del niño Ptolomeo V dio a
Antíoco III la oportunidad de vengarse de los egipcios. En 201 a. C. invadió
nuevamente Palestina.
Al cabo de algunos años.
Literalmente, "al
fin de tiempos, años". Es probable que aquí se haga referencia al período de
unos 16 años (217-201 a. C.) entre la batalla de Rafia (ver com. vers. 11) y la
segunda campaña de Antíoco contra el sur.
14. En aquellos tiempos.
Desde este versículo en adelante,
varían mucho las interpretaciones del resto del capítulo. Un grupo de
comentadores considera que los vers. 14-45 continúan con la narración de la
historia posterior de los reyes seléucidas y tolemaicos. Otros sostienen que a
partir del vers. 14 entra en escena Roma, el siguientes gran imperio mundial, y
que los vers. 14-35 esbozan el curso de ese imperio y de la iglesia cristiana.
Aquí o en algún punto posterior del capítulo, muchos comentadores ven
una referencia a Antíoco IV (Epífanes), que gobernó desde 176 hasta 164/163 a.
C., y a la crisis nacional que su política de helenización acarreó a los judíos.
Por supuesto, es un hecho histórico innegable que el intento de Antíoco de
obligar a los judíos a abandonar su religión y cultura nacional y adoptar en su
lugar la religión, la cultura y el idioma de los griegos, es el acontecimiento
más notable de la, historia judía de todo el período intertestamentario.
La amenaza que planteaba Antíoco Epífanes puso a los judíos frente a una
crisis comparable con las que originaron Faraón, Senaquerib, Nabucodonosor, Amán
y Tito. Durante su breve reinado de 12 años, Antíoco casi exterminó la religión
y cultura de los judíos. Despojó al santuario de todos sus tesoros, saqueó la
ciudad de Jerusalén y la dejó en ruinas, mató a miles de judíos y llevó a otros
como esclavos al exilio. Un edicto real les ordenaba que abandonaran todos los
ritos de su religión y que vivieran como paganos. Se los obligó a erigir altares
paganos en cada aldea de Judea, a ofrecer en ellos carne de puerco y a entregar
todas las copias de la Escritura para que fueran destrozadas y quemadas. Antíoco
ofreció carne de cerdo ante un ídolo pagano en el templo judío. La suspensión
que decretó de los sacrificios judíos (del 168-165 a. C. o del 167-164 a. C., de
acuerdo con dos métodos de computar el tiempo en la era seléucida), hizo
peligrar la supervivencia de la religión judía y la identidad de los judíos como
pueblo.
Finalmente los judíos se rebelaron y expulsaron las fuerzas de
Antíoco de Judea. Hasta lograron rechazar un ejército enviado por Antíoco con el
firme propósito de exterminar toda la nación. Una vez más libres de su mano
opresora, restauraron el templo, levantaron un nuevo altar y nuevamente
ofrecieron sacrificios (1 Mac. 4: 36-54). Después de aliarse con Roma pocos años
más tarde (161 a. C.), los judíos disfrutaron de casi un siglo de relativa
independencia y prosperidad bajo la protección romana, hasta que Judea se
convirtió en una provincia romana en 63 a. C. Los que sostienen que se menciona
a Antíoco Epífanes en los vers. 14 y 15 dicen que los "hombres turbulentos" (
"violentos" , BJ) son los judíos que traicionaron a sus compatriotas y ayudaron
a Antíoco a ejecutar sus decretos y planes llenos de crueldad y blasfemia. Ver
un relato detallado de las amargas vicisitudes de los judíos durante este tiempo
adverso en 1 Mac. 1 y 2; Josefo, Antigüedades xii. 6. 7; Guerras i. 1.
Es posible que en el cap. 11 se haga referencia a la crisis ocasionada
por el proceder de Antíoco Epífanes, aunque hay una considerable diferencia de
opinión en cuanto a cuál parte de la profecía se ocupa de él. El hecho de que se
reconozca que en el cap. 11 se hace referencia a lo que hizo Antíoco Epífanes,
no significa que se lo considere como el tema de la profecía de los cap. 7 y 8,
así como la mención de otros reyes seléucidas no exige que se los considere como
tema de la profecía en esos capítulos.
Hombres turbulentos de tu pueblo.
Literalmente, "los hijos de los quebrantadores de tu pueblo". Si se
entiende que los "hombres turbulentos" son " de tu pueblo", quizá se aplica a
los judíos que vieron en la lucha internacional de su tiempo una oportunidad
para fomentar sus intereses nacionales, y estuvieron dispuestos a ir más allá de
lo legal para lograr su propósito. Por otra parte, si se 895 entiende que se
habla de quienes "quebrantan a tu pueblo", se referiría a "los que actúan
violentamente contra tu pueblo". En este sentido se lo ha interpretado como una
referencia a los romanos, que finalmente (63 a. C.) despojaron a los judíos de
su independencia, y más tarde (en 70 y 135 d. C.) destruyeron el templo y la
ciudad de Jerusalén. En realidad, fue durante el reinado de Antíoco III (ver
com. vers. 10-13) cuando los romanos, interviniendo para proteger los intereses
de sus aliados, Pérgamo, Rodas, Atenas y Egipto, se hicieron sentir por primera
vez en los asuntos de Siria y Egipto.
15. Rey del norte.
Después de los comentarios entre
paréntesis del vers. 14, este versículo continúa con la narración comenzada en
el vers. 13 respecto a la segunda campaña de Antíoco contra Palestina.
Baluartes.
Heb. solelah, "montón", es decir, algún terraplén o
amontonamiento de tierra para ayudar al asedio.
La ciudad fuerte.
Heb. 'ir mibtsaroth , literalmente, "ciudad de fortificaciones". Es
posible que aquí se haga referencia a Gaza, que cayó en manos de Antíoco III en
201 a. C., después de un largo asedio. Algunos comentadores piensan que este
pasaje se refiere a Sidón, donde Antíoco rodeó a un ejército egipcio durante
esta misma guerra, y después de un asedio forzó la rendición de los egipcios.
Fuerzas.
"Brazos" (BJ), símbolo de fuerza (vers. 22, 31).
16. Tierra gloriosa.
Es decir
Palestina (ver com. cap. 8: 9). Según la opinión de que los romanos aparecen en
el vers. 14, la conquista de Palestina que se describe aquí correspondería con
la de Pompeyo, que en 63 a. C. intervino en una disputa entre dos hermanos,
Hircano y Aristóbulo, rivales en la lucha por el trono de Judea. Los defensores
se encerraron detrás de los muros del templo y durante tres meses resistieron a
los romanos. Fue en esta ocasión cuando, según Josefo ( Antigüedades xiv. 4. 4),
Pompeyo levantó el velo y contempló con asombro el lugar santísimo, que estaba
vacío puesto que el arca había estado escondida desde el exilio (ver com. Jer.
37: 10).
17. Convenios.
Heb. yósher
. Es oscuro el significado del hebreo de este pasaje. "frase dice literalmente,
"y yesharim con él y él hará". Yósher puede traducirse como "justicia",
"integridad", "equidad" o "pacto". Por otra parte, es posible que en vez de
yesharim deba leerse mesharim, que en el vers. 6 se emplea para referirse a un
acuerdo equitativo entre el rey del norte y el rey del sur. En todo caso, es
probable que haya aquí una referencia al hecho de que cuando Ptolomeo XI Auletes
murió en 51 a. C., puso a sus dos hijos, Cleopatra y Ptolomeo XII bajo la tutela
de Roma.
Una hija de mujeres.
Una expresión desusada,
posiblemente para dar énfasis a la femineidad de la mujer a quien se hace
referencia. Algunos han aplicado esta expresión a Cleopatra, hija de Ptolomeo
XI. Fue puesta bajo la tutela de Roma en 51 a. C., y tres años más tarde llegó a
ser la amante de Julio César, que había invadido Egipto. Después del asesinato
de Julio César, Cleopatra entregó su afecto a Marco Antonio, rival de Octavio,
heredero de César. Octavio (más tarde Augusto) derrotó a las fuerzas combinadas
de Cleopatra y de Antonio en Accio (31 a. C.). Al año siguiente, el suicidio de
Antonio (según la opinión de algunos, obra de Cleopatra) abrió paso al nuevo
vencedor. Entonces Cleopatra se suicidó al darse cuenta que no podía seducir a
Octavio.
La dinastía tolemaica de Egipto terminó con Cleopatra, y desde
el 30 a. C. Egipto fue una provincia del Imperio Romano. La tortuosa conducta de
Cleopatra condice bien con las especificaciones de la última frase de este
versículo, pues Cleopatra no estaba de parte de César, sino que fomentaba sus
propios intereses políticos.
18. Las
costas.
Heb. 'iyyim , "tierras del mar", o "costas del mar". Algunas
guerras en otras partes del imperio hicieron que julio César saliera de Egipto.
El partido de Pompeyo fue pronto derrotado en las tierras costeras del África.
En Siria y Asia Menor, César tuvo éxito contra Farnaces, rey del Ponto.
Un príncipe.
Heb. qatsin , generalmente un hombre de autoridad,
como en Isa. 1: 10, o más específicamente un comandante militar, como en Jos.
10: 24.
Aun.
El hebreo de la última oración de este versículo no
es claro. La siguiente traducción probablemente refleja el sentido de este
pasaje: " "Ciertamente él volverá su propia insolencia sobre sí mismo" " (RSV).
La segunda mitad del vers. 18 reza así en la BJ: " "Un magistrado pondrá fin a
su ultraje, sin que él pueda pagarle ultraje por ultraje". "
19. Tropezará y caerá.
julio César
fue 896 asesinado en Roma, el año 44 a. C.
20. Uno que hará pasar un cobrador de tributos.
Heb.
ma'abir noges , "uno que hace pasar a un opresor". El participio noges, de nagas
, " "oprimir" , "exigir" , se usa con referencia a los capataces de los
israelitas en Egipto (Exo. 3: 7) y a los opresores extranjeros (Isa. 9: 4). Así
el pasaje se refiere a un rey que habría de enviar opresores o exactores por
todo su reino. La mayoría de los comentadores entienden que aquí se hace
referencia a un cobrador de impuestos, que en tiempos antiguos era para el
hombre común la personificación misma de la opresión real. En Luc. 2: 1 se
registra que "aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de
Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado o "'censado' " (ver com. Luc.
2: 1)". Se considera a Augusto, sucesor de julio César, como el que estableció
el Imperio Romano. Falleció pacíficamente en su lecho después de un reinado de
más de 40 años, el 14 d. C.
21. Un hombre
despreciable.
Tiberio (1437 d. C.) fue el sucesor de Augusto. Ciertos
historiadores sostienen que hubo un intento premeditado de Suetonio, Séneca y
Tácito para ensombrecer la descripción del carácter de Tiberio. Sin duda se
exageró el cuadro. Sin embargo, hay suficientes evidencias como para mostrar que
Tiberio era una persona excéntrica, mal comprendida y desagradable.
No
darán.
Heb., "no dieron". Se traduce mejor el hebreo en el tiempo
pretérito. Quizá se haga referencia al hecho de que originalmente Tiberio no
estaba en el linaje real para la sucesión al trono, pero llegó a ser hijo de
Augusto por adopción, y fue designado heredero del imperio sólo cuando ya había
llegado a la mitad de la vida.
Sin aviso.
Cuando murió Augusto,
Tiberio ocupó el trono pacíficamente. Sólo era hijo adoptivo de su predecesor, y
su ascensión a la dignidad imperial se debió en gran medida a las maniobras de
su madre, Livia.
22. Las fuerzas enemigas
serán barridas... como con inundación.
El cuadro evidentemente es el de
ejércitos de soldados que asemejan una inundación (ver com. cap. 9: 26). Tiberio
tuvo gran éxito al dirigir varias campañas militares, tanto en Germania como en
el Oriente, en las fronteras de Armenia y Partia.
El príncipe del pacto.
Idéntico al Príncipe que confirma el pacto en el cap. 9: 25-27 (ver cap.
8: 11). Por la profecía del cap. 9 queda claro que éste era el Mesías,
Jesucristo. Fue durante el reinado de Tiberio (14 a. C.- 37 d. C.) y por orden
de su procurador en Judea, Poncio Pilato, que Jesús fue crucificado en el año 31
d. C.
23. Después del pacto.
Algunos comentadores han sugerido que aquí Daniel retrocede en el tiempo
y se refiere al pacto de ayuda y amistad entre los judíos y los romanos de 161
a. C. (ver Josefo, Antigüedades xii. 10. 6). Esta opinión da por sentado que la
expresión hebrea que en el vers. 24 se traduce "tiempo" " designa un "tiempo"
profético de 360 años (ver com. cap. 7: 25; 11: 24). Otros, que se atienen a la
continuidad cronológica de la narración profético del cap. 11, encuentran aquí
una referencia a la política romana de convenir lo que hoy llamaríamos pactos de
ayuda mutua, como por ejemplo el tratado de ayuda y amistad con los judíos. En
esos tratados los romanos reconocían a los participantes como "aliados", y
teóricamente esos pactos tenían el objeto de proteger y promover intereses
mutuos. Así Roma aparecía desempeñando el papel de amiga y protectora, sólo para
obrar con "engaño" haciendo valer esos acuerdos para su propio beneficio. A
menudo imponía las cargas de la conquista sobre sus "aliados", pero generalmente
se reservaba para sí misma los frutos de las conquistas. Al fin esos "aliados"
eran absorbidos en el Imperio Romano.
24. Por un tiempo.
Heb. 'ad-'eth, "hasta tiempo". Esta
expresión señala un determinado tiempo cuando las artimañas del poder del cual
se habla aquí llegarían a su fin. La palabra 'eth, "tiempo", quizá no debiera
entenderse aquí como un período específico, ni como un período profético. La
palabra que en los cap. 4: 16 y 7: 25 se traduce "tiempos" , es la palabra
aramea 'iddan, y en el cap. 12: 7 es el Heb. moed. 'Ad-eth parecería señalar un
tiempo indeterminado. El poder impío habría de obrar hasta que se alcanzara ese
límite fijado por Dios (ver com. cap. 11: 27; cf. cap. 12: 1).
Los que
creen que aquí se indica un tiempo profético, ven en los acontecimientos
narrados una referencia al lapso durante el cual la ciudad de Roma continuaría
como sede del imperio. Se considera que 31 a. C. es la fecha del comienzo, el
año de la batalla de 897 Accio, cuando Augusto triunfo sobre Marco Antonio y
Cleopatra. Desde el 31 a. C., 360 años llegan hasta 330 d. C., año en que la
sede del imperio fue trasladada de Roma a Constantinopla.
Algunos
estiman que la declaración de este versículo es una predicción de la política
romana para con las regiones conquistadas del imperio. La historia registra que
el botín de la conquista se distribuía generosamente entre los nobles y los
comandantes del ejército y que por lo general aun los soldados rasos recibían
tierras en regiones conquistadas. "Por un tiempo" (un tiempo considerable)
ninguna "fortaleza" pudo resistir la presión decidida de las invencibles
legiones de Roma.
25. Despertará sus
fuerzas.
Según la explicación a que se hizo referencia anteriormente
(ver com. vers. 24), este versículo se refiere a la lucha entre Augusto y
Antonio, que culminó con la batalla de Accio y la derrota de Antonio.
26. Los que coman de sus manjares.
Algunos consideran que ésta es una referencia a los favoritos reales.
Desde los días de los primeros Césares, las intrigas palaciegas marcan el
levantamiento y la caída de los emperadores de Roma. Especialmente en años
posteriores, cuando un oficial del ejército tras otro ocupó el trono de los
Césares, a menudo al precio de la cabeza de su predecesor, se cumplió con
singular exactitud la predicción de que los favoritos reales se levantarían y
quebrantarían a los que se habían hecho amigos de ellos y que así "muchos"
caerían "muertos". En el antiguo Cercano Oriente los que comían el alimento que
les daba otra persona debían mantenerse leales a ella.
Destruido.
"Hundido" (BJ). En siríaco y en la Vulgata se lee, "ser lavado", o "ser
arrastrado". De acuerdo con la explicación a la que acabamos de hacer referencia
(vers. 24), este versículo describe la suerte de Antonio. Cuando Cleopatra,
asustada por el fragor de la batalla, se retiró de Accio junto con las 60 naves
de la marina egipcia, Antonio la siguió y así entregó la victoria a Augusto. Los
que apoyaban a Antonio se plegaron a Augusto. Finalmente Antonio se suicidó.
Para los que dan énfasis a la continuidad cronológica de este capítulo (ver com.
vers. 23), se predice aquí la inestable situación política que fue como una
plaga para el imperio entre los reinados de Nerón y Diocleciano.
27. Para hacer mal.
Algunos piensan
que esta frase es una referencia a las intrigas de Octavio (más tarde Augusto) y
Antonio, ambos aspirantes al dominio universal. Otros creen que es una
referencia a la lucha por el poder durante los últimos años de Diocleciano
(284-305) y durante los años entre la muerte de Diocleciano y el tiempo en que
Constantino el Grande (306-337) logró volver a unir el imperio (323 ó 324).
El plazo.
Los impíos y sus maquinaciones sólo pueden durar el
tiempo que Dios les conceda. La verdadera filosofía de la historia se demuestra
a través del libro de Daniel. Dios " "hace según su voluntad en el ejército del
cielo, y en " los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano" "
(cap. 4: 35).
28. Y volverá.
Algunos expositores consideran que ésta es una predicción del sitio y de
la destrucción de Jerusalén que efectuó Tito en 70 d. C. Otros, que se atienen a
la continuidad cronológica de la narración profética (ver com. vers. 23), ven
una descripción más amplia de la obra de Constantino el Grande.
Contra
el pacto santo.
Se habla de Cristo como "príncipe del pacto" (vers. 22),
y es él quien "por otra semana confirmará el pacto con muchos" (cap. 9: 27). Ese
pacto es el plan de salvación, trazado en la eternidad y con firmado por el
hecho histórico de la muerte de Cristo. Parecería pues razonable que se
entendiera que el poder al cual se hace referencia aquí sería uno que tenazmente
se opondría a ese plan de redención y a su efecto en las almas y las vidas de
los hombres. Algunos piensan que aquí se hace referencia específica a la
invasión de Judea por los romanos y a la captura y la destrucción de Jerusalén
en 70 d. C. Otros sugieren que Constantino es el tema de la predicción. Observan
que aunque Constantino profesó haberse convertido a la fe cristiana, en verdad
estaba "contra el pacto santo" pues su propósito era usar el cristianismo como
un instrumento para unificar el imperio y consolidar su dominio sobre él. Otorgó
grandes favores a la iglesia, pero esperaba que en cambio la iglesia apoyara su
política.
29. Mas no será.
Según
los que entienden que aquí se bosqueja la carrera de Constantino, se sugiere
esta explicación: A pesar de todos los intentos de Constantino para restaurar la
primera gloria y el poder del Imperio Romano, a lo sumo sus esfuerzos lograron
un éxito parcial.
La primera.
"Esta vez no resultará como la
primera" (BJ). Algunos creen que aquí se hace referencia al traslado de la sede
del imperio a Constantinopla. Este traslado ha sido indicado como la señal de la
caída del imperio.
30. Quitim.
El
nombre Quitim aparece ocho veces en el AT, y además en escritos judíos
posteriores. Se lo usa en una interesante variedad de formas. En Gén. 10: 4 (ver
comentarios allí; cf. 1 Crón. 1: 7), se nombra a Quitim como hijo de Javán y
nieto de Jafet. La zona ocupada por los descendientes de Quitim probablemente
fue Chipre. La principal ciudad fenicia de Chipre, en la costa sudeste, se
conocía en fenicio con el nombre de Kt , en griego Kítion , y en latín como
Citium . En su profecía (Núm. 24: 24) Balaam declara que " "vendrán naves de la
costa de Quitim, y afligirán a Asiria" " . Algunos han aplicado esta predicción
a la derrota de Persia en Mesopotamia cuando fue vencida por Alejandro Magno,
quien vino de las costas del Mediterráneo (ver com. Núm. 24: 24). Las "costas de
Quitim" de Jer. 2: 10 y Eze. 27: 6 evidentemente se refieren también a las
costas del Mediterráneo.
En la literatura judía, la palabra aparece en 1
Mac. 1: 1 al describir a Macedonia. Además, en dos de los rollos de los
Manuscritos del Mar Muerto está ese nombre. Las formas ktyy 'shwr, "Quitim de
Asur" (Asiria) y hktyym bmtsrym , "los quitim de Egipto", aparecen en La guerra
entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas . Es posible que estas
designaciones se apliquen a los seléucidas y a los ptolomeos, los reyes del
norte y del sur. La relación geográfica de la palabra Quitim con las costas del
Mediterráneo pareciera perderse completamente, y Quitim pasa a ser un término
genérico para referirse a los enemigos de los judíos El Comentario de Habacuc
entre los rollos del Mar Muerto también menciona a los Quitim. El autor de esta
obra creía que las profecías de Habacuc se referían a las dificultades de los
judíos en su propio tiempo (quizá alrededor de mediados del siglo I a. C).
Interpretó a Hab. 1: 6-11, donde el profeta describe a los caldeos, como una
referencia a los de Quitim que estaban expoliando a los judíos de su tiempo.
Dentro del contexto histórico de esa obra, el término tal vez se aplique a los
romanos. Ver t. I, pp. 35-38.
Respecto a esto, es interesante notar que
en la LXX, traducida quizás en el siglo II a. C., Dan. 11: 30 reza "romanos" en
vez de "Quitim". Parecería pues claro que aunque la palabra Quitim se refería
originalmente a Chipre y a sus habitantes, posteriormente su significado fue
ampliado hasta incluir las costas del Mediterráneo al oeste de Palestina, y más
tarde se lo aplicó en general a los opresores extranjeros, no importaba que
viniesen del sur (Egipto), del norte (Siria), o del oeste (Macedonia y Roma).
Respecto al tiempo cuando fue escrito, el libro de Daniel está mucho más
cerca de las referencias a Quitim de Jeremías y Ezequiel que de las de origen
postbíblico, que quizá surgieron como un eco de la forma en que se usa Quitim en
la Biblia. Sin embargo, la redacción de este versículo nos hace pensar en Núm.
24: 24, donde se hace referencia a conquistadores del occidente (ver los
comentarios allí). Aunque los estudiantes de la Biblia no están todos de acuerdo
respecto a la referencia histórica precisa de "Quitim" en este versículo, parece
claro que al interpretarse este pasaje debieran tenerse en cuenta dos
pensamientos: primero, que geográficamente en el tiempo de Daniel la palabra se
refería a las tierras y a los pueblos de occidente; y segundo, que el énfasis
puede haber estado ya en proceso de cambiarse del significado geográfico de la
palabra a la idea de Quitim como invasores y destructores procedentes de
cualquier parte.
Algunos ven en las "naves de Quitim" una referencia a
las hordas bárbaras que invadieron y destruyeron el Imperio Romano de Occidente.
Pacto.
Ver com. vers. 28. Algunos ven en la indignación que aquí
se describe una referencia a los esfuerzos de Roma por destruir el pacto santo
mediante la supresión de las Sagradas Escrituras y la opresión de los que creían
en ellas.
31. De su parte.
"De su
parte surgirán fuerzas armadas" (BJ). Heb. mimménnu , "de él". Esta palabra
modifica el sujeto y no el verbo de la cláusula: "Se levantarán fuerzas de él".
Es decir, se levantarían fuerzas pertenecientes a este poder (ver más adelante
el comentario de "el santuario y la fortaleza") para llevar a cabo la obra de
profanación que aquí se describe.
Profanarán.
Heb. jalal ,
"profanar". La palabra hebrea indica que algo sagrado ha sido convertido en
común. Se usa esta palabra 899 para indicar la profanación de un altar de piedra
por el uso de una herramienta sobre él (Exo. 20: 25), y la profanación del
sábado (Exo. 31: 14). También describe los hechos de los que profanaron el
nombre de Dios sacrificando niños a un dios pagano (Lev. 20: 3). Ver com. Lev.
18: 21 respecto a esta práctica repulsiva.
El santuario y la fortaleza.
Literalmente, "el lugar santo, el refugio". Se usan las dos palabras en
aposición. Algunos piensan que se aplican a la ciudad de Roma, la sede del poder
en el mundo antiguo, y de ahí "el santuario y la fortaleza". Según esto se
predecirían los ataques destructores de las naciones bárbaras.
Otros
creen que el tema es el santuario celestial. El Heb. ma'oz , traducido
"fortaleza", viene del verbo 'azaz , "ser fuerte" , y se usa repetidas veces en
este capítulo (vers. 7, 10, 19, 38-39), aunque no se traduce todas las veces de
la misma manera.
El santuario terrenal de Jerusalén estaba rodeado de
fortificaciones. El santuario celestial, donde Cristo presenta su sangre por los
pecadores, es el supremo lugar de refugio. Según esto, este pasaje se ha
entendido como una descripción de la acción del gran poder apóstata en la
historia cristiana que sustituyó al verdadero sacrificio de Cristo y su
ministración como sumo sacerdote en el santuario celestial por un falso
sacrificio y una falsa ministración.
Continuo.
Ver com. cap. 8:
11.
Abominación desoladora.
Se delinea aquí la obra del papado.
Esta es la primera vez en que aparece esta expresión en el libro de Daniel,
aunque hay palabras similares en la frase " "con la muchedumbre de las
abominaciones vendrá el desolador" " (cap. 9: 27). En la LXX esta frase se
traduce "sobre el templo abominación de desolaciones". Las palabras de Cristo
respecto a la "abominación"desoladora" (Mat. 24: 15) pueden considerarse como
una aplicación particular de esta referencia anterior de Dan. 9: 27 más bien que
la de Dan. 11: 31. Hablando de la inminente destrucción de Jerusalén que ocurrió
en 70 d. C., Jesús identificó a los ejércitos romanos que rodearían la ciudad
como " "la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel" " (Mat. 24:
15; cf. Luc. 21: 20).
En Vista de que Dan. 9: 27 es parte de la
explicación del ángel en cuanto a Dan. 8: 11-13, la conclusión natural es que
Dan. 8: 11-13 es una profecía doble (similar a la de Mat. 24; cf. DTG 582) que
se aplica tanto a la destrucción del templo y de Jerusalén hecha por los romanos
como a la obra del papado en los siglos de la era cristiana.
Debiera
notarse además que la referencia específica de Jesús a la obra de la
"abominación desoladora" , aún futura en su tiempo, confirma que Antíoco
Epífanes no cumplió las especificaciones de esta profecía. Ver com. Dan. 8: 25.
32. Lisonjas.
Heb. jalaqqoth ,
"cosas lisas, resbaladizas" (ver cap. 8: 25). Siempre ha sido el método de
Satanás hacer aparecer su camino como más difícil que el de Dios. A través de la
historia cristiana, el pueblo de Dios se ha aferrado al camino descrito por
Cristo cuando dijo: "angosto el camino que lleva a la vida" (Mat. 7: 14).
Seducirá.
El papado.
Pacto.
Ver com. vers. 28.
Actuará.
Heb. `aÑah "hacer", "fabricar". Este pasaje se refiere,
sin duda, a los que estando en tierras bajo la jurisdicción de Roma y fuera de
ella, resistieron las usurpaciones papales y mantuvieron una fe viva, como por
ejemplo los valdenses, los albigenses y otros.
La verdadera iglesia no
sólo se distingue porque el pueblo de Dios reacciona contra el pecado
resistiendo la tentación, sino, lo que es más, porque lleva adelante un programa
positivo de acción en favor del Altísimo. El cristianismo no puede ser pasivo.
Cada hijo de Dios tiene una misión que cumplir.
33. Instruirán a muchos.
La comisión de Cristo: " "Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones" " (Mat. 28: 19) es tan
imperativa en tiempos de persecución como en períodos de paz, y a menudo resulta
más efectiva en tiempos adversos.
Por algunos días.
"Algún
tiempo" (BJ). El texto hebreo, la LXX y la versión de Teodoción rezan
sencillamente "días". Sin embargo, hay algunos manuscritos hebreos en que figura
la palabra rabbim , "muchos". El período al cual se hace referencia
indudablemente es el mismo que los 1.260 días de Dan. 7: 25; 12: 7 y Apoc. 11:
2-3; 12: 6, 14; 13: 5; tiempo durante el cual el poder de la apostasía blasfemó
a Dios en la forma más desafiante, ejerció su autoridad usurpada, y persiguió a
los que no aceptaban su autoridad (ver com. Dan. 7: 25).
Caerán.
Durante los siglos cuando el verdadero pueblo de Dios sufrió las más
terribles 900 persecuciones, los que eran suficientemente intrépidos para
levantarse y dar testimonio de sus convicciones fueron objeto de un odio
destructor especial.
34. Pequeño socorro.
Aunque en su sabiduría Dios no ha visto siempre conveniente librar a sus
santos de la muerte, cada mártir suyo ha tenido la oportunidad de saber que su
vida está "escondida con Cristo en Dios" (Col. 3: 3).
Durante los
amargos días de apostasía y persecución descritos en Dan. 11: 33, repetidas
veces Dios envió a su pueblo duramente oprimido un "pequeño socorro" " por medio
de personajes que hablaban en medio de las tinieblas clamando por un retorno a
los principios de las Escrituras. Entre ellos estuvieron los predicadores
valdenses del siglo XII en adelante, John Wyclif de Inglaterra del siglo XIV, y
Juan Huss y Jerónimo de Praga en el siglo XV. En el siglo XVI el tremendo
sacudimiento que se produjo en la vida política, económica, social y religiosa
de Europa, que en su fase espiritual hizo posible la Reforma Protestante, abrió
el camino para que muchas voces más se añadieran a las voces fieles que se
habían oído durante generaciones anteriores.
35. Emblanquecidos.
A veces Dios permite que sus hijos
sufran hasta la muerte para que sus caracteres sean purificados y preparados
para el cielo. Aun Cristo " "por lo"que padeció aprendió la obediencia" (Heb. 5:
8). Compárese con Apoc. 6: 11.
El tiempo determinado.
Mejor,
"tiempo del fin" . Heb. 'eth qets . Esta expresión aparece también en los cap.
8: 17; 11: 40; 12: 4, 9. En el contexto del cap. 11: 35 'eth qets pareciera
relacionarse claramente con los 1.260 años, marcando el fin de ese período.
Cuando estos pasajes de las Escrituras se comparan con DTG 201; 5T 9-10; CS
404-406, queda claro que el año 1798 d. C. marca el comienzo del "tiempo del
fin".
Plazo.
Heb. mo'ed , del verbo ya'ad, "señalar". Mo'ed, una
palabra hebrea común, se aplicaba a las reuniones señaladas de Dios con Israel
(Exo. 23: 15; ver com. Lev. 23: 2). La palabra se usaba tanto para la fecha de
la reunión (Ose. 12: 9) como para el lugar de la reunión (Sal. 74: 8). En Dan.
11: 35 se quiere dar la idea de tiempo. Aún más importante es el hecho de que es
un tiempo señalado. " "El tiempo del Fin" (BJ) es un tiempo señalado en el
programa divino de acontecimientos.
36. El
rey.
Entre los expositores adventistas ha habido generalmente dos puntos
de vista sobre los vers. 36- 39. Una interpretación identifica al poder descrito
aquí con la Francia revolucionaria del año 1789 y siguientes. La otra
interpretación mantiene que el poder que aquí se bosqueja es el mismo poder
apóstata y perseguidor que se describe en los versículos anteriores.
Los
que entienden que "el rey" se refiere al poder de Francia durante la Revolución,
recalcan que debe ser un poder nuevo el que se presenta aquí puesto que aparece
inmediatamente después de la mención del "tiempo del Fin" " (BJ) y porque,
probablemente, debe llenar ciertas especificaciones que no han sido indicadas
respecto al poder que se ha descrito en los versículos anteriores, especialmente
que su voluntad se manifestará para favorecer el ateísmo. Por supuesto, es un
hecho histórico conocido que la filosofía guiadora de la Revolución Francesa no
sólo era anticlerical sino también atea y que esta filosofía se difundió
muchísimo en los siglos XIX y XX. Además esa revolución y sus consecuencias
marcan el final del período profético de 1260 años.
Aquellos que creen
que "el rey" de este versículo es el poder descrito en el vers. 32, hacen notar
que en hebreo el artículo definido precede a la palabra "rey". Esto parecería
implicar que anteriormente se ha hecho referencia al gobernante del cual se
trata aquí. Alegan que la referencia que se hace al "tiempo del Fin" (BJ) en el
vers. 35 puede señalar al futuro, y no indica necesariamente que los vers. 36-39
deben ubicarse exclusivamente después del comienzo de ese tiempo en 1798 (ver
com. vers. 35), especialmente en vista de que es sólo en el vers. 40 donde se
dice específicamente que ocurriría un acontecimiento "al cabo del tiempo" ( "al
tiempo del Fin" , BJ). Entienden que la descripción del poder de los vers. 36-39
no indica al ateísmo sino a un intento de suplantar todo otro poder religioso.
Los que apoyan esta idea también llaman la atención al paralelismo de los cap.
2; 7; 8-9. Llegan a la conclusión de que puede esperarse encontrar el mismo
paralelismo en el cap. 11 y que este capítulo tiene que ver con la culminación
del mismo poder apóstata que se describe en las otras profecías del libro de
Daniel.
Se ensoberbecerá.
Si aquí se describe a Francia, estas
palabras se entienden como 901 una descripción de los excesos del ateísmo,
cometidos por algunos de los caudillos más radicales de la Revolución. Como
ejemplo de esto, el 26 de noviembre de 1793 la Comuna, o cuerpo gobernante de la
ciudad de París, abolió por decreto toda religión en la capital de Francia.
Aunque ese decreto fue anulado por la Asamblea Nacional unos pocos días más
tarde, sin embargo ilustra la influencia que alcanzó el ateísmo durante ese
período.
Los que entienden que estos versículos se aplican al gran poder
apóstata de la historia cristiana, consideran que este pasaje es paralelo con
Dan. 8: 11, 25; 2 Tes. 2: 4; Apoc. 13: 2, 6; 18: 7. Ven que la predicción de
este versículo se cumple en la pretensión papal de que el papa es vicario de
Cristo en la tierra; en el poder que pretende tener el clero, y en "el poder de
las llaves": la supuesta autoridad para abrir y cerrar el cielo a los hombres.
Hablará maravillas.
Si Francia es el tema que se está
considerando, esta frase se refiere a las jactanciosas palabras de los
revolucionarios que abolieron toda religión e instituyeron el culto de la diosa
Razón. Posteriormente, cuando se introdujo el culto del Ser Supremo, los
reaccionarios hicieron claro que no debía identificárselo con el Dios de la
religión cristiana.
En cuanto al cumplimiento de este pasaje según la
interpretación de que el papado es el tema que aquí se trata, ver com. cap. 7:
11, 25; cf. 2 Tes. 2: 4; Apoc. 13: 5-6.
37. Amor de las mujeres.
Los que creen que el poder que
aquí se describe es Francia, ven un cumplimiento de este pasaje en la
declaración de los revolucionarios de que el matrimonio era meramente un
contrato civil y que sin más trámites podía ser disuelto a voluntad de los
contrayentes.
Los que creen que aquí se describe al papado ven una
posible referencia a la importancia que ese poder da al celibato y a la
virginidad.
Ni respetará a dios alguno.
Según una
interpretación, las palabras se aplican al poder ateo de la Francia
revolucionaria que intentó abolir toda religión en ese país (ver com. vers. 36).
Según la otra posición, estas palabras deben entenderse en sentido comparativo;
es decir que el poder que aquí se describe no es ateo, sino que se considera a
sí mismo como portavoz de Dios y no le da a Dios la consideración que se le
debe. En forma blasfema busca ponerse en lugar de Dios (ver 2 Tes. 2: 4).
38. En su lugar.
Heb. 'al-kanno ,
"en su lugar", es decir en lugar del verdadero Dios.
Dios de las
fortalezas.
Heb. 'eloah ma'uzzim . Los comentadores han interpretado
esta expresión en formas muy diversas. Algunos la consideran como un nombre
propio, "al dios Mauzim" " (RVA). Sin embargo, no se conoce en ninguna parte un
dios de tal nombre. Puesto que ma'uzzim parece ser el plural del heb. ma'oz
"refugio", "fortaleza", que aparece varias veces en este capítulo (vers. 7, 10,
19, 31), pareciera mejor entender estas palabras como "dios de fortalezas", o
"dios de refugios".
Algunos interpretan este versículo como una
referencia al culto a la Razón instituido en París en 1793. Dándose cuenta de
que la religión era necesaria para que Francia se mantuviera fuerte a fin de
cumplir su meta de extender la Revolución por toda Europa, algunos de los
dirigentes en París trataron de establecer una nueva religión, con la razón
personificada en forma de diosa. Esto fue seguido después por el culto al "Ser
Supremo" -la naturaleza deificada- que podría considerarse apropiadamente como
un "dios de fortalezas o fuerzas".
Otros entienden que aquí se hace
referencia a las oraciones dirigidas a los santos y a la Virgen María; otros
consideran que es la alianza de Roma con los poderes civiles y sus esfuerzos
premeditados para conseguir que las naciones cumpliesen la voluntad de Roma.
Cosas de gran precio.
"Joyas" " (BJ). Heb. jamudoth , "cosas
deseables, preciosas". Una palabra similar, de la misma raíz se emplea en Isa.
44: 9 para describir los costosos ornamentos con que los paganos adornaban sus
imágenes. Algunos ven el cumplimiento de este pasaje en los regalos valiosísimos
que se le han hecho a las imágenes de la Virgen y de los santos (ver Apoc. 17:
4; 18: 16).
39. Se hará de las fortalezas.
Este pasaje no es de fácil comprensión. La primera parte de este vers.
39 ha sido vertida al castellano de diversas formas. La VM lo hace en forma
semejante a la RVR: "Se hará dueño de las más inexpugnables fortalezas en unión
con un dios extraño". En cambio la BJ difiere mucho: "Pondrá como defensores de
las fortalezas al pueblo de un dios extranjero". En hebreo, el verbo que aquí se
traduce "hará", 902 `aÑah, que significa "hacer", "obrar", no tiene complemento
directo pero es seguido por dos preposiciones le "a", o "para", e 'im, "con". En
Gén. 30: 30; 1 Sam. 14: 6; y Eze. 29: 20
`aÑah , sin complemento y
seguido por le , como aquí, tiene el sentido de "trabajar para [alguien]".
`AÑah seguido por `im aparece en 1 Sam. 14: 45, con el sentido de
"trabajar con". En vista de estos usos, parecería razonable traducir este
pasaje: "Y trabajará para los refugios más fuertes ( ma'uzzim ) con un dios
extraño". Puesto que la expresión 'eloah ma'uzzim (vers. 38) aparece como
equivalente de "un dios que sus padres no conocieron", es de esperar que aquí se
identifique con el "dios ajeno".
Algunos consideran que este pasaje es
una referencia al lugar preponderante que las ideas del ateísmo y del
racionalismo ocuparon entre los dirigentes de Francia durante la Revolución.
Otros ven aquí una descripción del apoyo que la iglesia romana ha dado al culto
de los "patronos" -los santos- y a las festividades llevadas a cabo en varias
ciudades del mundo en honor del sacrificio de la misa y de la Virgen María.
Repartirá la tierra.
Algunos entienden que estas palabras
describen la división de las grandes propiedades de la nobleza de Francia y la
venta de esas propiedades hecha por el gobierno a pequeños propietarios. Se ha
estimado que las dos terceras partes de las propiedades rurales fueron
confiscadas por el gobierno durante la Revolución.
Otros creen que estas
palabras se cumplieron con el predominio papal sobre los gobernantes temporales
y la recepción frecuente de rentas de parte de ellos. Se ha sugerido que la
división del Nuevo Mundo entre España y Portugal, hecha por el papa Alejandro VI
en 1493, puede considerarse como un ejemplo del cumplimiento de este pasaje.
Véase una síntesis histórica de la interpretación adventista de Dan. 11:
36-39 y una evaluación de las posiciones actuales, en la revista Ministry ,
marzo de 1954, pp. 22-27.
40. Al cabo del
tiempo.
"Al tiempo del Fin" (BJ). Aquí se mencionan a los reyes del
norte y del sur por primera vez desde los vers. 14 y 15. Los expositores
adventistas que entienden que el tema de los vers. 36-39 es el proceder de
Francia durante la Revolución, sostienen que Turquía es el rey del norte de los
vers. 40-45. Los que aplican los vers. 36-39 al papado encuentran aquí un cuadro
profético del pináculo de su carrera. Algunos del segundo grupo identifican al
papado como rey del norte, mientras otros hacen una distinción entre los dos.
Unos pocos consideran que los vers. 40-45 se cumplieron al caer el imperio
Otomano en 1922. Ver com. vers. 45.
45. Llegará a su fin.
Comparar con predicciones similares
en las profecías paralelas del cap. 2 (vers. 34-35, 44-45), cap. 7 (vers. 11,
26), cap. 8 y 9 (8: 19, 25; 9: 27), y en otros pasajes de las Escrituras (Isa.
14: 6; 47: 11- 15; Jer. 50: 32; 1 Tes. 5: 3; Apoc. 18: 6-8, 19, 21).
En
general los adventistas del séptimo día han sostenido que el cumplimiento del
vers. 45 está aún en el futuro. Las prudentes palabras pronunciadas por el
pionero adventista Jaime White en 1877 con referencia al cuidado que se debe
tener al interpretar la profecía aún no cumplida todavía constituyen un buen
consejo en la actualidad:
"Al interpretar profecías no cumplidas, donde
la historia no está escrita, el estudiante debiera presentar su exposición sin
demasiado dogmatismo para que no se encuentre extraviado en el terreno de la
fantasía.
"Hay quienes piensan más sobre la verdad futura que sobre la
verdad presente. Ven poca luz en el sendero en que caminan, pero creen que ven
gran luz delante de ellos.
"Las opiniones respecto a la cuestión del
Oriente se basan en profecías que no se han cumplido aún. En estos casos
debiéramos andar con cautela y nuestras definiciones debieran ser cuidadosas
para que no se nos encuentre quitando los hitos que se han establecido
firmemente en el movimiento adventista. Puede decirse que hay consenso general
sobre este tema, y que todos los ojos se vuelven hacia la guerra actual entre
Turquía y Rusia [1877-78] como el cumplimiento de esa porción de la profecía que
confirmará mucho la fe en el próximo fuerte clamor y el fin de nuestro mensaje.
Pero es inquietante preguntarse cuál será el resultado de este dogmatismo en
cuanto a profecías no cumplidas si las cosas no salen como se espera tan
confiadamente" (James White, RH 29-11-1877).
COMENTARIOS DE
ELENA G. DE WHITE T4
CBA LIBRO DE DANIEL CAPÍTULO 11
Comentarios
Publicar un comentario