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CBA LIBRO DE OSEAS CAPÍTULO 2


CBA LIBRO DE OSEAS CAPÍTULO 2

1. Ammi.

Literalmente, "mi pueblo".

Ruhama.

Literalmente, "compadecida", o "que ha recibido compasión". Estas palabras expresan el pináculo del amor de Dios y dan una nota de ánimo.

2. Contended.

Se manda al pueblo de Israel que pleitee, que alegue con su madre, la nación de Israel, para que se arrepienta y se vuelva a Dios.

No es mi mujer.

Se cree que el profeta usa en todo el cap. 2 las experiencias reales de su esposa infiel, como una representación del Israel desleal. Israel había cometido adulterio espiritual con los ídolos, y naturalmente había dejado de ser la esposa de Dios. Ya no estaba unida con él mediante la fe y el amor. Por eso Dios repudió a Israel. Óseas describe en el cap. 2 el profundo dolor de Dios por la infidelidad de Israel.

3. La despoje y desnude.

Israel quedaría reducido a la condición en que estaba cuando por primera vez Dios lo eligió como su pueblo, cuando era una nación oprimida, de esclavos. Cf. Eze. 16: 39.

Como el día.

Israel quedaría desvalido, débil, sin protección, como estaban los hebreos cuando Dios los sacó de Egipto. El profeta Ezequiel amplió esta misma figura (Eze. 16).

Como un desierto.

La tierra que una vez fluyó "leche y miel" (Exo. 3: 8, 17) se convertiría en un desolado desierto (Jer. 9: 12, 26; 22: 6; etc.).

La mate de sed.

Cf. Eze. 19: 13. La lamentable condición visible de la tierra refleja el estado interior espiritual del pueblo, pues el alma que ha abandonado a Dios, y a su vez ha sido abandonada por Dios, se siente solitaria y desolada, angustiada con una sed ardiente (ver com. Jer. 2: 13).

4. Tendré misericordia.

Los hijos tienen la tendencia a seguir los malos caminos de sus padres y así llegan a participar de sus castigos (ver com. Exo. 20: 5).

Hijos de prostitución.

Si estas palabras se refieren a los hijos mencionados en el cap. 1, quiere decir que ellos, o a lo menos dos de los tres, no eran en realidad hijos del profeta (ver com. cap. 1: 6,8). Este pasaje llama la atención al mal persistente de las sucesivas generaciones de israelitas. Los hijos demostraron no ser mejores que la madre que los había dado a luz.

5. Amantes.

Así se los llama en otros pasajes (ver com. Jer. 3: 1; 22: 20; 30: 14). Se refiere a las naciones circunvecinas, Asiria y Egipto, 916 de cuya ayuda dependió Israel cuando estaba en peligro por causa de sus enemigos. Sin embargo, aquí la referencia parece indicar más particularmente a los dioses extranjeros cuyo culto aceptaron ávidamente los israelitas (ver com. vers. 13).

Mi pan y mi agua.

En vez de agradecer a Dios por haber suplido sus necesidades y por haberles dado comodidades, como lo agradeció David (1 Crón. 29: 10-14), los israelitas apóstatas atrevidamente atribuyeron a sus apóstatas atrevidamente atribuyeron a sus ídolos el haberles dado lo necesario para la vida (Jer. 44: 17-18). Hoy día también es demasiado corriente la misma falta de gratitud a Dios que prodiga bendiciones materiales para la vida.

6. Rodearé de espinos su camino.

Dios pronuncia ahora un castigo sobre Israel. El Señor está determinado a frustrar su camino de pecado y de vergüenza. Le pondrá obstáculos. Cuán cierta es la afirmación de Tomás de Kempis en su Imitación de Cristo , que "el hombre propone, pero Dios dispone". Esto es así por la misericordia de Dios, pues él conoce mejor lo que es para nuestro último bien. Se dice que Martín Lutero declaró: ."¡Oh desventurados hombres cuando Dios los deja librados a sí mismos y no se les opone en sus concupiscencias! Os jactáis muchas veces porque no encontráis dificultades en el camino del pecado. ¡Jactaos! Tienes motivos para aullar y retorcer tus manos; tienes la maldición de Dios sobre ti: la terrible maldición de hacer placentero el camino del pecado".

No; Dios no permite que el pecador prosiga en su desenfreno. Este principio se afirma repetidas veces en la Biblia (Job 19: 8; Prov. 16: 1,9; 19: 21; Jer. 10: 23; Lam. 3: 7,9). Israel experimentaría pronto, para su propio, beneficio espiritual, los "espinos" y el "seto" del cautiverio asirio. El remanente de los exiliados que se mantuvieron fieles al culto a Jehová (ver com. 2 Rey. 17: 23) quedaron para siempre liberados de los males de la adoración de los ídolos.

 7. No los alcanzará.

Serían vanos los esfuerzos de Israel para encontrar a sus amantes (ver com. vers. 5). Ni las naciones paganas circunvecinas ni sus deidades podrían ayudar a Israel en su hora de necesidad. Si esto sucedió realmente en el caso de Gomer (ver com. vers. 2), indica que los que adulteraron con ella no estuvieron dispuestos a darle ayuda permanente y evitaron su presencia siempre que les fue posible.

Mi primer marido.

En el caso de Israel, el Señor fue su "primer marido". Si el paralelismo exacto fue real en la vida del profeta, ésta es una indicación de que Óseas fue el "primer marido" de Gomer, y por lo tanto ella no tuvo relaciones con otros "maridos" hasta después de haberse casado con el profeta.

Mejor me iba entonces.

Lo mismo sucedió con el hijo pródigo en la parábola de nuestro Señor, cuando volvió "en sí" (Luc. 17: 17) y comprendió que "entonces", en la casa de su padre, le iba "mejor" "que ahora" entre los cerdos.

8. Ella no reconoció.

Esto revela la ignorancia pecaminosa del pueblo de Dios y su ingratitud con el verdadero Dador de "toda buena dádiva y todo don perfecto" (Sant. 1: 17).

Le multipliqué la plata y el oro.

Este aumento de riquezas fue el resultado del auge del intercambio y el comercio que beneficiaron a Israel, especialmente durante el reinado de Jeroboam II (ver t. II, p. 84). En vez de usar esa riqueza para la gloria de Dios, el apóstata Israel la empleó en prácticas de idolatría que significaban una rebelión contra los caminos de Dios. Trágicamente " "Engordó Jesurún [Israel], y tiró coces" " (ver com. Deut. 32: 15). En retribución a sus mercedes Dios espera, con Justicia, que le demos gracias y usemos sus bendiciones para alabarlo.

En esta época materialista, cuando la habilidad y el conocimiento humanos nos impulsan a enorgullecernos de nuestra productividad autosuficiente, debemos estar en guardia contra el peligro de ser ingratos con Dios por todos sus beneficios (Sal. 103: 1-2).

Ofrecían a Baal.

La ironía culminante de todo esto es que los beneficios que Dios le había dado eran atribuidos a Baal, y se usaban en servicio de éste.

9. Por tanto, yo volveré.

Dios resolvió apartarse de la misericordia y recurrir a un castigo merecido. Infligiría el castigo privando al pueblo de Israel de las misericordias que habían sido tan mal usadas en la idolatría y el pecado. El abuso de la misericordia haría que ésta les fuera quitada (ver com. Gén. 6: 3). Dios quizá nos prive a veces de sus dádivas para que nos demos cuenta que provienen de él, y que desea nuestra agradecida asociación.

Mi.

En el vers. 5 Gomer alega que los beneficios materiales allí enumerados los había recibido de sus amantes. Pero aquí Óseas niega la implícita acusación de Gomer de que no la sostenía, y declara que él le había proporcionado esas cosas. Las bendiciones que disfrutaba Israel también provenían de Dios; pero Israel había prostituido esas bendiciones consagrándolas al servicio de ídolos (cap. 10: 1; pp. 34-35).

Trigo.

Lo indispensable para la vida -alimento y vestido- sería arrebatado por algún desastre de la naturaleza, como una tormenta o una sequía, o por alguna invasión de enemigos. Cuando nos negamos a tener a Dios en cuenta (Rom. 1: 28), nuestras bendiciones serán malditas (Mal. 2: 2). Seremos obligados a reconocer que sólo somos mayordomos de las dádivas del cielo, y no sus propietarios. Si nos negamos a reconocer al Dador en medio de la abundancia, tal vez seamos obligados a reconocerlo por medio de la escasez.

10. Descubriré.

Literalmente, "destaparé", "revelaré" (cf. Lam. 4: 22).

Locura.

"Deshonestidades" (VM). Continuando con el símil de la esposa infiel de Óseas, el Señor advierte que la desgracia seguiría a la escasez en el caso de Israel. La que una vez fue una delicia, ahora es considerada con desprecio y desdén.

Sus amantes.

Ver com. vers. 5.

Nadie la librará.

Ver com. Lam. 1: 2, 17.

11. Gozo.

El pecado y el gozo no pueden permanecer juntos mucho tiempo. Si Israel no eliminaba el pecado de su gozo, Dios quitaría el gozo de su pecado. El gozo mundano no es sino un remedo del verdadero gozo del alma. Este último es un río profundo y claro, en tanto que el primero no es sino una ilusión fugaz, brillante y superficial (cf. 1 Juan 2: 15-17). Uno de los grandes propósitos del primer advenimiento de Cristo fue proporcionar un gozo genuino y satisfactorio (Juan 15: 11; 16: 24; 17: 13).

Sus fiestas.

Era inútil que Israel observara algunas de las formas y ceremonias del culto a Jehová, mientras que en espíritu, y debido a la apostasía, se entregaba a la idolatría (ver com. 1 Rey. 12: 32). Un procedimiento tan imposible como el de rendir culto a Dios y al diablo, sólo podía terminar en el desastre del cautiverio.

Nuevas lunas.

Fiestas que se celebraban el primer día de cada mes (ver com. Núm. 28: 11, 14).

Días de reposo.

Algunos han usado este versículo como una prueba de que iba a ser abolido el sábado como día de reposo semanal. Sin embargo, un cuidadoso examen del contexto del pasaje prueba la falsedad de ese razonamiento. El profeta declara aquí que todas las fiestas y días de santo gozo del reino del norte cesarían debido al próximo cautiverio de la nación. En este texto no se predice la abolición del sábado ni de ningún servicio religioso, sino más bien la extinción de una nación rebelde. Todos los cristianos están de acuerdo en que Dios no deseaba que la pascua, o cualquier otra fiesta anual que él había instituido, fuera abolida en ese tiempo en particular, que estaba a varios centenares de años antes del primer advenimiento de Cristo. Para ser consecuentes debemos creer que el autor bíblico ni siquiera insinúa aquí que iba a ser abolido el sábado semanal de Jehová, ya fuera en ese tiempo o en cualquier fecha futura.

Festividades.

Literalmente, "las fiestas establecidas". "Solemnidades" (BJ).

12. Talar sus vides.

Dios ahora amenaza con eliminar los medios de sostén, haciendo desaparecer así toda esperanza futura (ver com. Sal. 107: 33-34). Las vides y las higueras eran símbolo de prosperidad y paz (ver com. 1 Rey. 4: 25; Jer. 5: 17).

Mi salario.

El pago dado a una adúltera o a una mujer de mala fama.

Un matorral.

La tierra donde crecían esas vides y esos árboles frutales se convertiría en una región de malezas silvestres.

13. Baales.

Bajo el nombre "Baai" , que significa " "señor" , se designaba a varios dioses locales (ver com. vers. 17). El uso de este término indica que el vocablo "amantes" se usa aquí como una referencia a los falsos dioses de las naciones paganas, y no a las naciones mismas.

Incensaba.

Indica la forma de culto que Israel transfirió de los días de fiesta de Jehová a los de Baal.

Zarcillos... joyeles.

La pecadora Israel se adornaba con bellos ornamentos para halagar a sus "amantes" paganos.

14. Yo la atraeré.

Esta súbita transición realza el cuadro del permanente e inagotable amor de Dios para con su pueblo, a pesar de los extravíos de éste. Nótese el llamativo contraste entre Israel "se olvida de mí", del versículo anterior, y el "yo la atraeré", de Dios, en este versículo. Podemos olvidar a Dios; 918 pero él no puede olvidarnos (Isa. 49: 14-16).

Al desierto.

Egipto era la casa de esclavitud de Israel, y por eso el éxodo al desierto representaba liberación y libertad redentora. El desierto también fue la escuela preparatoria en la que Dios educó a Israel para Canaán y para el desarrollo nacional, el lugar donde Dios estableció un pacto con su pueblo mientras éste estaba en camino a la tierra prometida. Lo que Dios había tratado de alcanzar para Israel durante la experiencia del desierto, procuraba llevarlo a cabo para su pueblo en los días de Óseas.

15. Viñas.

El desierto se transformaría en un lugar de viñas (ver com. Ose. 2: 12; Isa. 35: 1).

Valle de Acor.

Literalmente, "valle de la perturbación". Sin duda se refiere a los acontecimientos que siguieron al pecado de Acán (ver com. Jos. 6: 18; 7: 24). Cuando fue descubierto el robo de Acán y su maldición fue eliminada del campamento, la derrota de Hai se transformó en una notable victoria. En el desconsolado campamento de Israel, la desesperación dio paso a la segura esperanza de que pronto sería poseída la tierra prometida. Así también ahora, para consuelo de Israel, Óseas le asegura al pueblo que la aflicción de Israel le abrirá en el futuro la "Puerta de esperanza", la puerta de la restauración para liberarlo del cautiverio. Las dificultades de la vida nos sobrevienen, pero si son aceptadas y sobrellevadas pacientemente con el debido espíritu de humildad y de permanente fe en Dios, no son sino las "puertas de esperanza" que también nos dan acceso a caudales mayores de poder para el alma (1 Cor. 4: 17; 7: 9-11).

Cantará.

"Responderá" (BJ). Heb. 'anah . Esta palabra tiene cuatro significados básicos diferentes: (1) "Contestar", "responder"; (2)"estar humillado", "estar afligido"; (3) "estar ocupado"; (4) "cantar", "aullar [los animales]". Cuando el antiguo Israel " "en los tiempos de su juventud" cruzó el mar Rojo, cantó el himno de victoria de Moisés (Exo. 15); así también Israel cantaría por su liberación. "Responderá" encierra el pensamiento de que Israel reconocía con agradecimiento las pruebas del amor de Dios, y procuraba ahora cumplir con la voluntad divina.

16. Me llamarás Ishi.

La palabra hebrea 'ishi significa "mi marido", lo que indica el propósito de Dios de renovar su pacto con todo Israel después del cautiverio. Figuradamente, de volverse a casar con su pueblo.

Nunca más me llamarás Baali.

La palabra hebrea ba'ali también puede significar "mi marido". Sin embargo, este vocablo describe al marido en su condición de amo o dueño. Algunos comentadores sugieren que ba'ali es un término de autoridad severa y de dominio en contraste con mi marido, título de tierno afecto; y que como Dios es un Dios de amor, desea que le sirvamos por amor y no por temor (cf. 1 Juan 4: 18-19). Otros sugieren que el sustantivo ba'ali se dejaría de usar debido a sus implicaciones idólatras.

17. Baales.

La popularidad del nombre Baal en diversos períodos de la historia de Israel se puede demostrar por la siguiente lista: Baal-berit (Juec. 8: 33); Baal-gad (Jos. 11: 17); Baal-hamón (Cant. 8: 11); Baal-hazor (2 Sam. 13: 23); Baal-hermón (Juec. 3: 3); Baal-meón (Núm. 32: 38); Baal-peor (Núm. 25: 3); Baal-perazim (2 Sam. 5: 20); Baai-salisa (2 Rey. 4: 42); Baal-tamar (Juec. 20: 33); Baal- zebub (2 Rey. 1: 2); Baal-zefón (Exo. 14: 2).

18. Quitaré de la tierra arco.

En la restauración venidera, la nación dependería de Dios para su protección (ver com. cap. 1: 7).

19. Para siempre.

El matrimonio anterior había terminado en un desastre. Israel "se prostituyó" (vers. 5) y Dios lo había repudiado (vers. 2). Pero estaba dispuesto a tomar de nuevo a su esposa infiel y a restituirle su estado anterior. Se esperaba que la experiencia no satisfactoria de su extravío anterior serviría para asegurar la permanencia del nuevo contrato matrimonial. Dios estaba dispuesto a hacer su parte. En lo que a él concernía, la nueva unión había de continuar "para siempre". Dependía de Israel que el plan tuviera éxito o no (ver p. 36).

20. Conocerás a Jehová.

Los israelitas conocían el orden del culto de Jehová: los sacrificios, los días de fiesta y otras ceremonias relacionadas con ese culto; pero no conocían a Dios. En realidad, el mismo culto religioso y el servicio ritual dedicado a Dios se habían convertido para ellos en un engañoso sustituto de Dios mismo. Otro tanto puede sucedernos a nosotros: el culto y el servicio litúrgico dedicados a Dios son vanos, a menos que conozcamos al Dios a quien rendimos culto y a quien dedicamos la liturgia (Mat. 7: 22-23; Juan 17: 3).

21. Responderé.

El origen de la prosperidad de Israel se describe en los vers. 21-22 919 mediante una gráfica gradación descendente: Dios responde a los cielos, los cielos responden a la tierra, y la tierra responde a las cosechas. De esta manera, la prosperidad material de Israel es rastreada por el profeta hasta su verdadero origen: el Dador de todas las cosas (ver com. vers. 5, 8).

22. Jezreel.

En el cap. 1: 4 Oseas utiliza esta palabra con el sentido desagradable de "esparcir", "aventar" (ver com. respectivo); pero aquí la usa con el sentido agradable de "esparcir", "diseminar" la semilla. "Dios siembra" (RVR, nota). Jezreel se convierte en un nombre que une el recuerdo del castigo pasado de parte de Dios con la seguridad de su misericordia futura.

23. La sembraré para mí.

Una promesa de que, después del cautiverio, Israel sería nuevamente plantado en la tierra prometida.

Tendré misericordia.

Ver com. vers. 1: 10. El significado metafórico de los tres hijos de Gomer es invertido en el vers. 23, y se los usa pintorescamente para representar la relación matrimonial restaurada. Anteriormente (ver com. cap. 1: 4) Jezreel significó "Dios esparcirá", pero aquí Dios dice: "Sembraré". En vez de Lo-ruhama, " "no compadecida" (cap. 1: 6), ahora Dios promete "tendré misericordia". En vez de Lo-ami, "no pueblo mío" " (cap. 1: 9), ahora Dios dice: "Tú eres pueblo mío".


COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE T4 

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