1. ¡Ay de mí!
El que habla parece ser Israel o
Sión, o quizá los que se arrepintieron en Israel.
Frutos del verano.
La aplicación de esta figura podría aclararse en el vers. 2. Así como
después de que se cosechan los frutos nada queda en el campo, así también
después de la cosecha de mal, no se iba a encontrar ningún justo en Israel. O
quizá se represente a Sión como quien viene buscando fruto después de que se ha
recogido la cosecha, y no encuentra nada.
2.
Faltó.
Cf. Jer. 5: 1.
3.
Con sus manos.
Es oscuro el hebreo de la primera parte
de este versículo. La LXX reza: "Preparan sus manos para mal".
Recompensa.
Aquí se condena el cohecho, un antiguo mal (ver Isa.
1: 23).
Lo confirman.
El hebreo de esta parte es oscuro. Esta
forma verbal sólo aparece aquí, y por lo tanto su significado es dudoso.
4. Espino.
Heb. jédeq , que se ha
traducido "espinos" en Prov. 15: 19. Las espinas son duras, y pinchan lastimando
a todo el que pasa.
5. Ni confiéis.
Las condiciones morales descritas en los vers. 5 y 6 son tan malas, que
no se podía tener confianza en un amigo, un vecino, una esposa que duerme al
"lado" o en cualquier miembro de la familia, aun los íntimos.
6. Deshonra.
Jesús citó las
palabras de este versículo para describir las condiciones morales de la era
cristiana (Mat. 10: 21, 35-36).
7. Mas yo a
Jehová miraré.
Hablando en nombre de Israel, el profeta expresa fe en
Dios a pesar del castigo, y anticipa con confianza la restauración prometida.
8. No te alegres.
Tan seguros
estaban los israelitas de su salvación final, que hacían resonar una nota de
triunfo sobre el enemigo a quien Dios empleaba para castigar a Israel.
9. Soportaré.
Este es el lenguaje
del verdadero arrepentido. Comprende que en Dios está su única esperanza. No
pide que se disminuya su castigo. Sabe que cualquier cosa 1054 que haga Dios,
será para su bien.
10. ¿Dónde está Jehová?
Cf. Isa. 37: 10-13; Joel 2: 17.
Como lodo.
Ver Isa. 10:
6; Zac. 10: 5.
11. Viene el día.
Literalmente, "un día". Una seguridad de restauración.
Límites.
Heb. joq , que aunque con frecuencia significa "decreto", también
significa "frontera" (BJ) o " "límite" " (RVR). En este último caso, es una
predicción de que se dilatarían las fronteras de Israel.
12.
Fortificadas.
Heb. matsor, que con otra vocalización
también puede traducirse como "Egipto" (como en la BJ). Asiria y Egipto habían
mantenido al pueblo de Dios en cautiverio y esclavitud.
Fortificadas
hasta el Río.
Heb. matsor , que también aquí podría traducirse como
"Egipto". El "río" es el Eufrates.
De mar a mar.
No es claro de
qué mares se trata. La expresión indica una amplia expansión. Lo mismo en el
caso de la frase "de monte a monte".
13.
Asolada.
Parece que se trata de la tierra de los
paganos. Como resultado de los castigos de Dios al liberar a Israel, muchas
zonas quedarían grandemente despobladas.
14.
Apacienta tu pueblo.
La profecía de Miqueas termina con
una oración para que Dios cumpla sus promesas para su pueblo. Yahweh es
representado como el Pastor divino (cf. Sal. 23: 1), que con su vara o "
"cayado" (Sal. 23: 4) guiará a su pueblo, "tu heredad" (Sal. 28: 9; 95: 7) a
buenos pastos (Eze. 34: 11-15).
Mora sol.
Cf. Núm. 23: 9.
Campo fértil.
O, "tierra de huertos". Quizá tierra de muy buenos
pastos.
Basán y Galaad.
Quizá se haga referencia a Basán y
Galaad debido a sus ricos pastos, tal vez también porque esos territorios al
este del Jordán -que habían quedado en poder de Asiria (ver com. 1 Crón. 5: 26)-
serían recuperados.
15. Egipto.
Dios promete igualar las "maravillas" que acompañaron al éxodo.
16. Verán.
Anteriormente el enemigo
se había jactado: " "¿Dónde está Jehová tu Dios?" (vers. 10). Ahora se
invertirían los papeles, los paganos reconocerían el poder de Jehová y se
avergonzarían del poder de ellos, del que habían alardeado.
17. amerán el polvo.
Figura que
describe la máxima humillación posible (ver com. Sal. 72: 9; cf. Isa. 49: 23).
Sus encierros.
Las cavernas donde los impíos se ocultarían
aterrorizados por el Señor.
18. ¿Qué Dios
como tú?
Miqueas termina su profecía con una nota de alabanza a Dios por
su misericordia y fidelidad. Comparar con expresiones similares en Exo. 15: 11;
Sal. 71: 19.
Perdonas la maldad.
Cf. Exo. 34: 7; Isa. 55: 7.
No retuvo.
Cf. Sal. 103: 9.
19.
Sepultará nuestras iniquidades.
Las iniquidades de
Israel, que Miqueas había expuesto con pesar, serían generosamente perdonadas.
Aunque aquí no se dice explícitamente, la única base del perdón era el
arrepentimiento y la reforma. La disciplina del cautiverio tenía el propósito de
que se efectuara un reavivamiento espiritual. Esto no sucedió en el caso de la
mayoría, y por eso las gloriosas promesas con que Miqueas termina sus profecías
nunca se realizaron en la nación de Israel. Por supuesto, hubo individuos que
experimentaron la salvadora gracia de Dios y recibieron el perdón aquí
prometido. Los cristianos también pueden pedir las bendiciones y por los méritos
de la gracia de Cristo sus pecados pueden ser perfectamente perdonados. Para el
que persevera hasta el fin, sus pecados nunca más serán mencionados contra él.
Si apóstata y se pierde, todos sus pecados estarán frente a él en el día del
juicio (ver com. Eze. 18: 21-24).
20.
Cumplirás.
Cf. Gén. 17: 1-9; 22: 16-18; 28: 13-15; Heb.
6: 13-18. Estas promesas, que debieran haber hallado un glorioso cumplimiento en
la simiente literal de Israel, serán ahora cumplidas en la iglesia cristiana,
que es la simiente espiritual de Abrahán (Gál. 3: 7, 9, 29; ver pp. 37-38).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE T4
CBA LIBRO DE MIQUEAS CAPÍTULO 7
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