1. Oración.
Tal como se usa aquí, esa palabra
se aplica a un salmo, un himno o un canto de consagración (ver los sobrescritos
de los Sal. 17; 90; 102).
Sigionot.
Se piensa que eran cantos
vehementes con cambios frecuentes y emotivos, expresados mediante rápidas
alteraciones en el ritmo. La estructura de la oración de Habacuc puede haber
reflejado esta clase de poesía. Ver t. III, 633-634. 1079
2. Temí.
El profeta comienza su "oración" expresando su
temor por la ira divina venidera y pide a Dios que se acuerde de la
"misericordia". Reconoce la sabiduría con que Dios trata a los hombres,
sabiduría que antes puso en duda (ver com. cap. 1: 2, 13; 2: 1), y reconoce
humildemente su propio error.
Aviva.
El profeta sabe que así
como Dios castiga a su propio pueblo por su apostasía, también castigará con
seguridad a los enemigos de su pueblo. Además, se da cuenta que al final Israel
será redimido y toda la tierra " " será llena del conocimiento de la gloria de
Jehová" " (cap. 2: 14). Por lo tanto, fervientemente le ruega a Dios que esa
buena "obra" de restauración sea "reavivada" o "reanimada". Aunque castigado en
espíritu, no es menos ferviente en anhelar el éxito de los planes de Dios para
Israel (pp. 28-32) de lo que fue al principio (ver com. cap. 1: 2).
En
medio.
Habacuc implora que el propósito redentor de Dios se manifieste
"en medio de los tiempos", no cuando expiren completamente. En otras palabras,
el profeta anhela el cumplimiento de las promesas de Dios de la redención final.
Acuérdate de la misericordia.
Bien sabe el profeta que la
principal esperanza del hombre reside en la misericordia del cielo y no en la
bondad humana.
3. Dios vendrá.
En
los vers. 3-16 se presenta un cuadro sublime de la venida del Señor para juzgar
y para liberar a su pueblo. Se presenta el cuadro en el marco de la liberación
del Israel literal, pero también se describe la venida de Cristo para comenzar
el reino de justicia (ver CS 345. En cuanto a los principios de interpretación,
ver pp. 38-40). Con una vívida figura, Habacuc describe el efecto de esa venida
sobre la naturaleza y sobre los impíos. Para ilustrar esos sucesos finales de la
historia (ver com. vers. 11), Habacuc usa algunos ejemplos de la forma en que
Dios trató a su pueblo en el pasado.
Temán.
Un distrito que
pertenecía a una de las divisiones tribales de Edom, o el nombre para todo Edom
(ver com. Jer. 49: 7). Cf. Isa. 63: 1-4.
Parán.
El profeta aquí
alude a los majestuosos acontecimientos relacionados con la entrega de la ley en
el Sinaí (ver com. Deut. 33: 2), usándolos como ilustraciones de los sucesos del
día del juicio. Así como Dios vino rodeado de esplendor para repetir su ley a su
pueblo, así también aparecerá en gloria para la salvación de su pueblo y el
castigo de los impíos. Ver com. Gén. 21: 21.
Selah.
Palabra tal
vez usada para indicar algún cambio de melodía o de énfasis (ver t. III, p.
635).
4. Escondido su poder.
Cuando
aparezca el Salvador, las heridas del Calvario, las pruebas de su humillación,
aparecerán como su máximo honor; allí estará su gloria; allí estará "escondido
su poder" (ver CS 732; com. vers.3).
5. Mortandad.
Ahora presenta Habacuc el efecto de la
presencia divina. Caerá "mortandad" sobre los impíos; en otras palabras, serán
destruidos.
Carbones encendidos.
Heb. réshef , "llama", aquí tal
vez sea un símbolo de "una plaga"; "la fiebre" (BJ).
6. Montes.
Precisamente los símbolos de estabilidad (Gén.
49: 26; Deut. 33: 15) serán "desmenuzados" en ocasión de este gran
acontecimiento. En contraste con los aparentemente "montes eternos" (BJ) y los
"collados antiguos", los "caminos" de Dios son verdaderamente eternos e
inmutables (Núm. 23: 19; Mal. 3: 6).
7. Cusán.
Algunos consideran que equivale a Cus, otro
nombre de la antigua Etiopía (ver. com. Gén. 10:6). La LXX dice: "Las tiendas de
los etíopes". Sin embargo, otros creen que Cusán es una tribu vecina de Madián.
Madián.
Ver com. Gén. 25: 2. Las "tiendas" y los "pabellones" "
(BJ) podrían ser símbolos de los moradores de Cusán y de Madián.
8. ¿Te airaste?
Para hacer resaltar
el poder divino sobre toda la creación, Habacuc pregunta retóricamente si Dios
estuvo airado con la naturaleza inanimada cuando manifestó su poder.
Montaste.
Simbólicamente se presenta a Dios como si viniera con
una gran hueste de carros y caballos, por así decirlo, para defender a su pueblo
y aplastar a sus enemigos (cf. Sal. 68: 17).
9. Se descubrió enteramente.
Es decir, se preparó para la
acción. El profeta describe a Jehová como a un guerrero (cf. Exo. 15: 3) que se
prepara para usar su arco.
Los juramentos a las tribus.
Es
oscuro el hebreo de este pasaje, lo que ha resultado en marcadas diferencias de
traducción en las versiones. La LXX dice: "Ciertamente, tú doblaste tu arco a
los cetros, dice el Señor". La BJ reza: " "Tú desnudas tu arco, sacias su "1080
"cuerda de saetas" . Se lee en la VM: "Jurados son los castigos de tu promesa"."
10. Tuvieron temor.
Literalmente,
"se retorcieron de dolor". Lenguaje figurado que indica un terremoto (cf. Exo.
19: 18; Sal. 114: 6-7; ver com. Sal. 114: 4).
Abismo.
Heb. tehom
(ver com. Gén. 1: 2).
Manos.
Quizá un sinónimo poético de olas.
11. El sol y la luna.
Aquí el
profeta emplea la historia de cuando el sol y la luna se detuvieron en los días
de Josué (Jos. 10: 11-14; PP 43),como una ilustración de la venida del Señor(ver
com. Hab. 3: 3).
12. Hollaste.
Cf.
Juec. 5: 4.
Trillaste las naciones.
O "Pisoteas a las naciones"
" (BJ). Cf. Isa. 63: 1-4; Joel 3: 13; Apoc. 14: 14-16.
13. Saliste.
El propósito de la venida del Señor es para
salvar a su pueblo, su "ungido" (Sal. 20: 5-6; 28: 8-9).
Hasta la roca.
Expresión que indica que "la casa del impío" será completamente
destruida.
14. Guerreros.
Heb.
paraz , palabra algo oscura. "Nobles" (BJ).
Tempestad.
Cf. Isa.
41: 16; Jer. 13: 24.
Dispersarme.
Probablemente así se
identifica el profeta con su pueblo.
15. En
el mar.
Quizá sea una alusión al éxodo (Exo.15: 1-19), como símbolo de
que Dios liberaría después a su pueblo (ver com. Hab. 3: 3, 11). En el tiempo
del éxodo, Dios sacó a su pueblo de Egipto caminando figuradamente por "grandes
aguas" " (Sal. 77: 19-20).
16. Mis
entrañas.
Es decir, toda mi naturaleza.
17. La higuera.
En este versículo se presentan los funestos
efectos de la invasión babilonia, la destrucción de "la higuera" y del "olivo",
tan apreciados en Palestina, junto con "las vides" igualmente necesarias, los
cereales y el ganado. Así será también nuevamente durante las escenas finales de
la historia de la tierra, cuando ella sea así también desolada (ver DTG 97; CS
687-688).
18. Me alegraré.
Aunque
son terribles los acontecimientos que presagia este capítulo, termina con la
nota consoladora y reconfortante de gozo y esperanza de la salvación "en
Jehová". El profeta se infunde confianza a sí mismo de que finalmente todo
quedará bien debido a la fidelidad de su Dios (cf. Sal. 13: 56; 31: 19-20; Miq.
7: 7). Una vez resuelto el problema (ver la p. 1070), el profeta gozosamente
somete su voluntad a la voluntad de Dios.
19. Pies como de ciervas.
Entre los ásperos despeñaderos y
las sendas traicioneras de las montañas, las patas de las ciervas eran rápidas y
seguras (ver 2 Sam. 22: 34; Sal. 18: 32-33).
En mis alturas.
El
pueblo de Dios triunfará sobre toda oposición y morará seguro en las alturas de
la salvación (Deut. 32: 13; 33: 29; Isa. 58: 13-14; Amós 4: 13). Todas las
preguntas del profeta son respondidas por la fe en Dios, y Habacuc descansa
satisfecho de que finalmente el derecho y la justicia triunfarán para siempre.
Me hace andar.
Aquí, como Moisés, Habacuc se identifica con su
pueblo (Exo. 32: 30-32). Así lo hicieron Jeremías (cap. 14: 19-21) y Daniel
(cap. 9: 3-19). El éxito de Israel (Isa. 58: 14) es su propio éxito.
Jefe de los cantores.
Quizá el director de música del templo. Es
muy probable que el salmo de Habacuc tuviera el propósito de ser usado en el
culto público, tal vez con acompañamiento de "instrumentos de cuerdas".
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE. T4
CBA LIBRO DE HABACUC CAPÍTULO 3
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