1. Sacerdotes.
Los que deberían haber sido
dirigentes y maestros espirituales (ver com. 2 Crón. 15: 3) son aquí censurados
por el profeta (Mal. 2: 1-3).
2. Maldeciré
vuestras bendiciones.
Quizá sea una alusión a las bendiciones que los
sacerdotes solían pronunciar sobre el pueblo (Lev. 9: 22-23; Núm. 6: 23-26),
pero lo más probable es que se refiera a las bendiciones que Dios mismo les
había prodigado (ver pp. 29-30), tales como las que les prometió mediante el
profeta Hageo un siglo antes (Hag. 2: 15-19).
Aun las he maldecido.
"Las he maldecido ya" (BJ). La "maldición" ya debería haber sido
evidente para esos sacerdotes y también para el pueblo.
3. Dañaré.
Heb. ga'ar , "reprender".
Os echaré...
estiércol.
Máxima demostración de desprecio.
De vuestros
animales sacrificados.
"De vuestras fiestas" (BJ). Dios no consideraba
suyas las fiestas celebradas en su honor, pues en la observancia de ellas los
sacerdotes sólo manifestaban su propia voluntad y su propio gusto.
4. Sabréis.
El pueblo comprobaría
por su propia experiencia y en forma inequívoca que esas amenazas divinas no
eran en vano.
Mi pacto.
El pacto "del sacerdocio perpetuo" (Núm.
25: 13) fue hecho con Finees, nieto de Aarón, por su participación en eliminar
el culto de Baal-peor del campamento de Israel (Núm. 25: 3-13).
Con
Leví.
La tribu de Leví fue elegida por Dios para el servicio divino
debido a la fidelidad de sus miembros durante una grave crisis (ver com. Exo.
32: 29).
Jehová de los ejércitos.
Ver com. Jer. 7: 3.
5. Mi pacto.
Ver com. vers. 4.
De vida y de paz.
El "pacto de paz" " concertado con Finees
(Núm. 25: 12) es explicado como "el pacto del sacerdocio perpetuo" (Núm. 25:
13). "Vida y paz" eran la parte de Dios en ese convenio. Esas bendiciones serían
prodigadas sobre todos los sacerdotes fieles después de Finees. 1150
Para que me temiera.
Dios dio su bendición a Finees porque "tuvo
temor" del Eterno. De modo que la parte de los sacerdotes en el pacto era
reverenciar y obedecer a Dios. Mediante su profeta, ahora el Señor se esforzaba
por renovar su pacto glorioso con los sacerdotes de los días de Malaquías, los
que - debido a su impiedad- se habían convertido en " "viles y bajos ante todo
el pueblo" (vers. 9).
6. Ley.
Heb.
torah , todo el conjunto de la enseñanza o instrucción divina (ver com. Deut.
31: 9; Prov. 3: 1). Este versículo muestra que Dios tenía el propósito de que
los sacerdotes fueran dirigentes espirituales tanto por precepto como por
ejemplo.
7. Guardar la sabiduría.
Es decir, debían preservar o custodiar el conocimiento. Eran los
caudillos religiosos de la nación, y sin embargo su ejemplo era para el pueblo
un modelo de desobediencia.
Buscará la ley.
El pueblo tenía el
derecho de esperar que los sacerdotes le dieran la debida instrucción en asuntos
espirituales (ver com. 2 Crón. 15: 3).
Mensajero.
El sacerdote
que cumplía correctamente con su obra señalada era tan ciertamente un
"mensajero" de Dios como lo era el profeta (ver com. Hag. 1: 13). Algunos le han
atribuido significado al hecho de que "Malaquías" " quiere decir "mensajero de
Yahweh" (ver p. 1143).
8. Habéis hecho
tropezar.
Tanto por precepto como por ejemplo (ver com. vers. 6) esos
sacerdotes habían descarriado a muchos, De ese modo habían "corrompido" el pacto
de Leví.
Pacto de Leví.
Ver com. vers. 4.
9. Viles.
Debido a la conducta de los sacerdotes, que
deshonraba y causaba oprobio al culto divino (ver 1 Sam. 2: 30), era tan sólo
natural que el pueblo los despreciara. La hipocresía es uno de los pecados más
viles.
10. Un mismo padre.
Habla
Malaquías mismo. En vista del contexto, quizá se refiera a Dios mismo como Padre
de ellos (ver com. cap. 1: 6), y no a Abrahán o a algún otro ser humano.
Nos ha creado un mismo Dios.
Entre todos los pueblos de la
antigüedad, sólo los Judíos honraban a Dios como al Creador en forma clara y
preeminente, lo que se destaca en la observancia del día de reposo, el séptimo
día, según lo prescribe el cuarto mandamiento del Decálogo (Exo. 20: 8-11). Por
eso, por encima de todos los demás, debían tratar a sus prójimos como a sus
hermanos. Tenemos el derecho de esperar hoy día que los que honran a Dios como
al Creador consideren a todos los hombres como hermanos.
11. Judá.
Toda la nación era culpable de haberse apartado
de Dios.
Santuario.
Casi seguramente es una referencia al
templo. Siendo el lugar donde se manifiesta la presencia de Dios (Exo. 25: 8),
fue "profanado" por la conducta pecaminosa del pueblo.
Se casó con hija.
La LXX traduce así la última cláusula: "Y se fue tras otros dioses".
12. Tiendas.
O "moradas".
Que vela.
O "el que se levanta".
Que responde.
El "que vela" quizá se refiera al vigilante o centinela, y el "que
responde", al pueblo o soldados despertados a la acción por el vigilante. En
otras palabras, aunque los transgresores de Judá se dieran cuenta del peligro
venidero, su falta de arrepentimiento determinaría que al fin fueran "cortados".
Ofrenda.
Heb. minjah (ver com. cap. 1: 10).
13. Otra vez haréis.
Se agravaba el
pecado de los sacerdotes por la hipocresía de su dolor al ver que Dios rechazaba
sus ofrendas.
No miraré más a la ofrenda.
Dios no podía aceptar
los sacrificios que le presentaban, mientras persistieran en su mal proceder. Si
lo hubiera hecho, los habría confirmado en sus malos caminos.
14. ¿Por qué?
Esta pregunta es una
evidencia de que el pueblo rehusaba admitir su culpabilidad (ver com. cap. 1:
2), debido a su escepticismo saturado de justificación propia. Ver p. 1144.
Mujer de tu juventud.
Quizá esto indique que muchos de esos
sacerdotes impíos habían abandonado a sus esposas y habían tomado otras esposas,
tal vez mujeres paganas (cf. Esd. 9: 1-2; Neh. 13: 23-28). También es posible
que aquí se haga alusión al adulterio espiritual, como en el vers. 11.
Has sido desleal.
La LXX reza "abandonaste".
15. ¿No hizo él uno?
En el hebreo
la primera cláusula de este versículo es algo oscura. La BJ reza: "¿No ha hecho
él un solo ser, que tiene carne y aliento de vida?" Es clara la admonición de la
última parte del versículo. A su vez esto puede dar la clave para comprender el
significado de la primera parte. El profeta pide una reforma en el proceder 1151
desleal de los sacerdotes con las esposas de su juventud (ver com. vers. 14).
Por lo tanto, la pregunta "¿No hizo él uno?" podría referirse al plan de Dios de
que el hombre y la mujer fueran " "una sola carne" (ver com. Gén. 2: 24). El
Señor condena enérgicamente a los hombres de los días de Malaquías quienes, al
divorciarse de sus legítimas esposas, estaban violando el principio fundamental
de la unidad en la relación matrimonial.
16. Aborrece.
Dios expresa su actitud personal hacia el
divorcio. Por lo tanto, el que se divorcie de su legítima esposa, "encubre con
su vestido la violencia" " (BJ). Es decir, se cubre de iniquidad y de las
consecuencias de ella, de las cuales no puede escapar. Por la declaración de
nuestro Señor es evidente que el adulterio es la única razón válida para el
divorcio (ver com. Mat. 5: 32).
17. Cansar.
La paciencia divina ha llegado a su fin. Dios ha soportado mucho las
quejas y el descontento de su pueblo. No llegó la prosperidad ni la gloria que
ellos esperaban que pronto poseerían (ver p. 29), y por eso pusieron en duda la
justicia y la santidad de Dios y aún la certeza de un juicio futuro.
¿En
qué?.
Ver com. cap. 1: 2.
Cualquiera que hace mal agrada a
Jehová.
"Todo el que hace el mal es bueno" (BJ). A veces los impíos
tratan de aparentar que son en realidad buenos, y que debido a su bondad son
prosperados y bendecidos por Dios.
¿Dónde?.
Ver com. cap. 1: 2;
ver p. 1 144.
El Dios de justicia.
El pueblo no negaba la
existencia de Dios, sino dudaba de que se preocupara de la conducta humana. En
la realidad se habían vuelto deístas. Los paganos tenían un concepto similar de
sus dioses.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE T4
CBA LIBRO DE MALAQUÍAS CAPÍTULO 2
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