1. ¡Ay! 
Volviéndose a Jerusalén, Sofonías la 
amonesta de que el castigo de Dios para los impíos también incluirá a los 
endurecidos pecadores de Judá (vers. 1-5). 
Rebelde. 
Del verbo 
hebreo mara' . Según algunas autoridades significa "ser rebelde"; según otras, 
"ser inmundo". 
2. La voz. 
Es decir, 
la voz de Dios, tal como se expresa en la ley y en los profetas (Jer. 7: 23-28; 
9: 13). 1090 
Corrección. 
La que Dios envió para bien de la 
nación, y que ella no "recibió". 
No confió. 
En tiempos de 
angustia, con frecuencia Judá esperaba la ayuda de aliados extranjeros, de 
ídolos, pero no confiaba "en Jehová". 
3. Leones rugientes. 
Los caudillos de Judá devoraban al 
pueblo como a una presa (cf. Prov. 28: 15). Durante la minoría de edad del rey 
Josías, ese proceder era comparativamente fácil. 
Lobos nocturnos. 
Cf. Eze. 22: 27; Hab. 1: 8. Esas bestias de presa cazaban y devoraban a 
sus indefensas víctimas principalmente de noche. 
4. Profetas. 
Es decir, los falsos profetas (Miq. 2: 11; 
3:5). 
Livianos. 
"Insolentes", "disolutos", "fanfarrones" (BJ). 
Santuario. 
Esos sacerdotes impíos no hacían diferencia entre lo 
santo y lo profano (cf. Eze. 22: 26). 
Ley. 
Heb. torah (ver com. 
Deut. 31: 9; Prov.3: 1). Los sacerdotes que deberían haber sido los guardianes 
de las enseñanzas de Dios y los que diseminaran la luz de la verdad divina (ver 
com. 2 Crón 15: 3), fueron precisamente los que descarriaron al pueblo 
apartándolo de la ley de Dios. 
5. En medio. 
Severamente se hace recordar a los transgresores que Dios está siempre 
en medio de ellos, testificando de la justicia divina mediante el templo, sus 
servicios y sus verdaderos adoradores con lo que quitaba toda excusa para que 
desobedecieran su voluntad. 
6. Destruir. 
Bien sabían los transgresores que Jehová en lo pasado había destruido 
naciones impías, tales como los cananeos, cuando los israelitas poseyeron la 
tierra prometida y también el reino septentrional de Israel, destruido por 
Asiria. Así Judá es aquí advertida, junto con otras naciones, del condigno 
castigo de Dios debido al pecado. 
No quedar hombre. 
Esta 
profecía algo simbólica se cumplió durante el asedio final de Jerusalén, aun 
antes de que cayera la ciudad (ver com. Jer. 32: 43). Este lenguaje simbólico 
sólo significaba que Judá quedaría desolada. 
7. Ciertamente. 
Los castigos pasados infligidos sobre las 
"naciones" " (ver com. vers. 6) debieran haber enseñado a los israelitas para 
que se arrepintieran y obedecieran a Dios. 
Todo aquello por lo cual la 
castigué. 
O, "todo aquello con que yo la he visitado" (BJ). Ver com. 
Sal. 8: 4; 59: 5. La LXX reza: "Todo cuanto la castigué". En otras palabras, si 
Jerusalén y Judá no se reformaban, recibirían tan seguro castigo. 
Se 
apresuraron. 
"Han madrugado" (BJ). Modismo hebreo que significa hacer 
algo ávida o fervientemente (ver com. Jer. 7: 13). 
8. Por tanto. 
Si los pecadores no se arrepienten, el 
castigo divino es inevitable. 
Día. 
Quizá una referencia al 
castigo que los babilonios infligieron sobre Judá y otras naciones. 
Las 
naciones. 
Tal vez aquí el profeta se refiere en forma especial a las 
naciones mencionadas en cap. 2: 4-15 (ver com. Joel 3: 2). 
Toda la 
tierra. 
Ver com. cap. 1: 2. 
Los masoretas (t. I, pp. 38-39) 
señalaron que éste es el único versículo del AT que contiene las 22 letras del 
alfabeto hebreo. 
9. En aquel tiempo. 
Este pasaje indica claramente un tiempo de restauración para Israel. No 
importa de qué nación o lengua fueran, todos los que se unieran con Israel para 
adorar al Dios verdadero hablarían con "pureza de labios" , no más contaminados 
por la idolatría en cualquiera de sus formas (Sal. 16: 4; Ose. 2: 17). 
10. Más allá. 
Cualquier cosa "más 
allá" de Etiopía era un símbolo de los confines más apartados de la tierra. 
Etiopía. 
Heb. Kush (ver com. cap. 2: 12). 
Ofrenda. 
Heb. minjah, que se usa aquí como de un presente dado a Dios (ver com. 
Lev. 2: 1). 
11. En aquel día. 
El 
profeta anticipa un tiempo cuando los hijos del Señor le servirían sinceramente 
y de todo corazón. 
Quitaré. 
En aquel día serían destruidos los 
que con suficiencia propia y "soberbia" hubieran hecho su propia voluntad, 
confiando en lo material y secular en vez de confiar en Dios (Isa. 2: 12-22). 
Santo monte. 
Ver com. Isa. 11: 9. 
12. Humilde. 
El profeta está describiendo las cualidades de 
carácter del remanente. El propósito de Dios era que no hubiera entre sus hijos 
quienes fueran altivos, autosuficientes y vanidosos. 
13. Remanente. 
Ver com. Joel 2: 32. El " "remanente" a que 
aquí se hace referencia es el grupo mencionado en el vers. 12 que confiaría "en 
el nombre de Jehová". Son los que permanecerían en Judá después de que hubieran 
sido eliminados los pecadores del 1091 país. El profeta aquí anticipa el tiempo 
de la restauración que mencionará en los vers. 1420. 
Apacentados. 
O "pastoreados". Aquí el profeta emplea una figura familiar del AT por 
la que el pueblo de Dios es comparado con ovejas cuidadas por un buen "pastor" 
(Sal. 23). 
14. Hija de Sión. 
Es 
decir, Jerusalén (ver com. Isa. 1: 8). 
15. Apartado. 
El profeta aquí muestra que Jerusalén se 
regocijaría porque sus "juicios" -necesarios debido a sus pecados- han sido 
apartados y sus "enemigos" han sido "echados fuera". 
Tus enemigos. 
Es decir, los que han oprimido a Judá. Aquí Sofonías se refiere 
particularmente a Babilonia. 
En medio. 
Cf. Isa. 12: 6; Apoc. 21: 
3; 22: 3. 
16. No se debiliten tus manos. 
Expresión idiomática que significa "descorazonarse" o "desanimarse". 
17. En medio. 
Cf. vers. 5, 15. 
Callará de amor. 
"Te renueva por su amor" (BJ). La LXX concuerda 
con la BJ. 
Con cánticos. 
Es tan grande el amor de Dios por su 
pueblo y su gozo, que se lo representa con cánticos. 
18. Fastidiados. 
Mientras estaban en el exilio, los fieles 
de Dios no podían asistir a las fiestas santas (ver com. Ose. 2: 11). Por fe el 
profeta anticipa un tiempo cuando los verdaderos hijos de Dios se reunirán para 
adorarlo sin ningún "oprobio". 
19. Apremiaré. 
"Haré exterminio" " (BJ). 
Salvaré a 
la que cojea. 
El Señor siempre se ocupa de ayudar a los que necesitan 
auxilio, los que quizá tropiecen a lo largo del camino de la vida. Dios espera 
que cooperemos con él prodigando esa ayuda a otros (6T 458). 
20. Os traeré. 
El profeta termina 
su libro con un cuadro glorioso de promesa que hace resaltar el día futuro de la 
restauración después del cautiverio babilónico (pp. 33-34). 
Alabanza. 
Dios quería que Israel recibiera la máxima alabanza "entre todos los 
pueblos". Pero Israel no vivió a la altura de sus posibilidades, y esas 
gloriosas promesas sólo se cumplen plenamente mediante la iglesia redimida del 
Señor (pp. 37-38). 
Dice Jehová. 
Las últimas palabras de la 
profecía de Sofonías confirman la certeza del mensaje del profeta porque 
descansa sobre la infalible Palabra de Dios. 
COMENTARIOS DE 
ELENA G. DE WHITE T4 
CBA LIBRO DE SOFONÍAS CAPÍTULO 3

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