SERVIR A LOS DEMÁS ES HONRAR EL SÁBADO DE DIOS
En el mundo del Nuevo Testamento, algunos dirigentes religiosos habían degradado la observancia del sábado a un buen “arte”. Establecieron decenas de prohibiciones y reglas para ayudar a guardar y santificar el día de reposo. Esto incluía la prohibición de atar o desatar cualquier cosa, separar dos hilos, extinguir un incendio, transportar un objeto entre un ámbito privado y el dominio público, o transportar algo por más de una distancia específica en el ámbito público.
¿Qué acusación se presenta contra Jesús en Juan 5:7 al 16?
Jua 5:7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
Jua 5:8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
Jua 5:9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.
Jua 5:10 Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho.
Jua 5:11 El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.
Jua 5:12 Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda?
Jua 5:13 Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.
Jua 5:14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.
Jua 5:15 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado.
Jua 5:16 Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.
Estos dirigentes ignoraron por completo el maravilloso milagro que Jesús había realizado y la liberación de la enfermedad que había otorgado a este hombre. Estaban obsesionados con que el hombre sanado cargaba su cama en público en sábado. En lugar de ver cómo el “Señor [...] del día de reposo” (Mar. 2:28) utilizaba este día especial, estos líderes estaban decididos a mantener sus propias normas y reglamentos. Debemos tener cuidado de no cometer errores similares a nuestro modo y en nuestro propio contexto.
¿Cómo describe Isaías 58:2 y 3 la agenda de Dios para la observancia del sábado?
Isa 58:2 Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios.
Isa 58:3 ¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores.
Dios no quiere una adoración hueca o un silencio piadoso. Quiere ver a su pueblo comprometido con otras personas, especialmente con los oprimidos y los marginados.
Isaías aclara esto en Isaías 58:13 y 14: “Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado” (Isa. 58:13, 14).
Buscar nuestra “voluntad” (Isa. 58:13, o nuestros “intereses personales”, como traduce la PDT) equivale a “profanar el sábado” (NVI). Las agendas humanas no son parte del ideal del sábado de Dios. Más bien, se nos invita a estar atentos a quienes atraviesan problemas, a los cautivos, a los hambrientos y desnudos, a los que andan en la oscuridad y cuyos nombres nadie parece recordar. Más que cualquier otro día de la semana, el sábado debería despojarnos de nosotros mismos y de nuestro egoísmo, y hacernos pensar más en los demás y en sus necesidades que solo en nosotros mismos.
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