Lección 13 | Miércoles 22 de junio
JACOB BENDICE A SUS HIJOS
Lee Génesis 49:1 al 28. ¿Cuál es la importancia espiritual de la bendición de Jacob sobre sus hijos?
Gén 49:1 Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los días venideros.
Gén 49:2 Juntaos y oíd, hijos de Jacob,
Y escuchad a vuestro padre Israel.
Gén 49:3 Rubén, tú eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor;
Principal en dignidad, principal en poder.
Gén 49:4 Impetuoso como las aguas, no serás el principal,
Por cuanto subiste al lecho de tu padre;
Entonces te envileciste, subiendo a mi estrado.
Gén 49:5 Simeón y Leví son hermanos;
Armas de iniquidad sus armas.
Gén 49:6 En su consejo no entre mi alma,
Ni mi espíritu se junte en su compañía.
Porque en su furor mataron hombres,
Y en su temeridad desjarretaron toros.
Gén 49:7 Maldito su furor, que fue fiero;
Y su ira, que fue dura.
Yo los apartaré en Jacob,
Y los esparciré en Israel.
Gén 49:8 Judá, te alabarán tus hermanos;
Tu mano en la cerviz de tus enemigos;
Los hijos de tu padre se inclinarán a ti.
Gén 49:9 Cachorro de león, Judá;
De la presa subiste, hijo mío.
Se encorvó, se echó como león,
Así como león viejo: ¿quién lo despertará?(A)
Gén 49:10 No será quitado el cetro de Judá,
Ni el legislador de entre sus pies,
Hasta que venga Siloh;
Y a él se congregarán los pueblos.
Gén 49:11 Atando a la vid su pollino,
Y a la cepa el hijo de su asna,
Lavó en el vino su vestido,
Y en la sangre de uvas su manto.
Gén 49:12 Sus ojos, rojos del vino,
Y sus dientes blancos de la leche.
Gén 49:13 Zabulón en puertos de mar habitará;
Será para puerto de naves,
Y su límite hasta Sidón.
Gén 49:14 Isacar, asno fuerte
Que se recuesta entre los apriscos;
Gén 49:15 Y vio que el descanso era bueno, y que la tierra era deleitosa;
Y bajó su hombro para llevar,
Y sirvió en tributo.
Gén 49:16 Dan juzgará a su pueblo,
Como una de las tribus de Israel.
Gén 49:17 Será Dan serpiente junto al camino,
Víbora junto a la senda,
Que muerde los talones del caballo,
Y hace caer hacia atrás al jinete.
Gén 49:18 Tu salvación esperé, oh Jehová.
Gén 49:19 Gad, ejército lo acometerá;
Mas él acometerá al fin.
Gén 49:20 El pan de Aser será substancioso,
Y él dará deleites al rey.
Gén 49:21 Neftalí, cierva suelta,
Que pronunciará dichos hermosos.
Gén 49:22 Rama fructífera es José,
Rama fructífera junto a una fuente,
Cuyos vástagos se extienden sobre el muro.
Gén 49:23 Le causaron amargura,
Le asaetearon,
Y le aborrecieron los arqueros;
Gén 49:24 Mas su arco se mantuvo poderoso,
Y los brazos de sus manos se fortalecieron
Por las manos del Fuerte de Jacob
(Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel),
Gén 49:25 Por el Dios de tu padre, el cual te ayudará,
Por el Dios Omnipotente, el cual te bendecirá
Con bendiciones de los cielos de arriba,
Con bendiciones del abismo que está abajo,
Con bendiciones de los pechos y del vientre.
Gén 49:26 Las bendiciones de tu padre
Fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores;
Hasta el término de los collados eternos
Serán sobre la cabeza de José,
Y sobre la frente del que fue apartado de entre sus hermanos.
Gén 49:27 Benjamín es lobo arrebatador;
A la mañana comerá la presa,
Y a la tarde repartirá los despojos.
Gén 49:28 Todos éstos fueron las doce tribus de Israel, y esto fue lo que su padre les dijo, al bendecirlos; a cada uno por su bendición los bendijo.
Más allá de las profecías sobre la historia inmediata de las tribus de Israel, Jacob ve al Mesías y la máxima esperanza de salvación. Esta esperanza ya está indicada en las primeras palabras de Jacob, “en los postreros días” (Gén. 49:1, RVA), una expresión técnica que se refiere a la venida del Rey mesiánico (Isa. 2:2; Dan. 10:14).
El texto recorre luego el futuro linaje de cada uno de estos hombres. Estos no son futuros predestinados, como si Dios quisiera que cada uno de ellos afrontara lo que enfrentó; más bien, son expresiones de lo que el temperamento y el carácter de sus hijos generarían. Por ejemplo, el hecho de que Dios supiera que alguien va a matar a un hombre inocente es algo radicalmente diferente de que Dios haya querido que el asesino lo haga.
Lee Génesis 49:8 al 12. ¿Qué profecía se da aquí y por qué es importante?
Más allá del libre albedrío humano, Dios conoce el futuro, y había dispuesto que sería por intermedio de Judá que vendría el Mesías. Judá (Gén. 49:8-12), que está representado por un león (Gén. 49:9), remite a la realeza y la alabanza. Judá engendrará al rey David, pero también a Siloh, es decir, al que traerá shalom, “Paz” (Isa. 9:6, 7), “quien merece la obediencia de los pueblos” (Gén. 49:10, NVI). Los judíos han visto esto durante mucho tiempo como una profecía mesiánica que remite a la venida del Mesías, y los cristianos también han observado que este texto apunta a Jesús: “A él se congregarán los pueblos” (Gén. 49:10), y es, quizá, precursor de la promesa del Nuevo Testamento: “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla” (Fil. 2:10).
Como escribió Elena de White: “El león, rey de la selva, es un símbolo apropiado de la tribu de la cual descendió David, y del hijo de David, Siloh, el verdadero ‘León de la tribu de Judá’, ante quien todos los poderes se inclinarán finalmente, y a quien todas las naciones rendirán homenaje” (PP 240).
¿Por qué deberíamos rendir homenaje a Jesús ahora, aun antes de que todas las naciones lo hagan?
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