Lección 12 | Martes 21 de marzo
LA NUEVA JERUSALÉN
La descripción bíblica de la Nueva Jerusalén es lo que Abraham vio por fe. “Porque esperaba la ciudad con fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios” (Heb. 11:10). La Nueva Jerusalén es la obra maestra de Dios, construida para quienes lo aman y guardan sus mandamientos. La Nueva Jerusalén será el hogar de los hijos fieles de Dios en el Cielo durante el Milenio y, posteriormente, en la Tierra Nueva por la eternidad. Hay buenas noticias para los que no nos gusta empacar o mudarnos: Dios se encarga de todo. Juan dice que vio la ciudad: “Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, engalanada como una novia para su esposo” (Apoc. 21:2).
Lee Apocalipsis 21. ¿Cuáles son algunas de las cosas que se nos prometen?
Apo 21:1 Cielo nuevo y tierra nueva
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
Apo 21:2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
Apo 21:3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
Apo 21:4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Apo 21:5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
Apo 21:6 Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
Apo 21:7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
Apo 21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
La nueva Jerusalén
Apo 21:9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.
Apo 21:10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén,(J) que descendía del cielo, de Dios,
Apo 21:11 teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.
Apo 21:12 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;
Apo 21:13 al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.
Apo 21:14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
Apo 21:15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.
Apo 21:16 La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.
Apo 21:17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.
Apo 21:18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;
Apo 21:19 y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;
Apo 21:20 el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.
Apo 21:21 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.
Apo 21:22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.
Apo 21:23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.
Apo 21:24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.
Apo 21:25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.
Apo 21:26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.
Apo 21:27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.
Hay tanto aquí que nuestra mente (afectada por el pecado, y que solo conoce un mundo caído y atormentado por el pecado) apenas puede comprender. Pero lo que sí podemos entender es que está lleno de esperanza.
En primer lugar, así como Jesús habitó con nosotros en este mundo caído cuando vino en la carne, morará con nosotros en el nuevo mundo. ¡Qué privilegio debió haber sido para quienes vieron a Jesús de cerca y en persona! Tendremos esa oportunidad nuevamente, solo que ahora sin el velo del pecado, que distorsiona lo que vemos.
Entonces, también, los que solo conocemos las lágrimas y la tristeza, el llanto y el dolor entendemos una de las mayores promesas de toda la Biblia: “Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. Y no habrá más muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron” (Apoc. 21:4). Todas esas “primeras cosas” habrán pasado, cosas que nunca debieron haber existido.
Además, del Trono de Dios fluye el río puro de vida, y a ambos lados del río está el árbol de la vida. El Trono de Dios estará allí, y “verán su rostro” (Apoc. 22:4). Una vez más, los redimidos vivirán en una intimidad con Dios que, por lo general, no tenemos ahora.
Lee Apocalipsis 21:8, sobre el destino de los que enfrentarán la Segunda Muerte.¿Qué pecado de los que allí se describe Jesús no pudo perdonar? ¿Por qué, entonces,se pierden estas personas, cuando algunos que han hecho las mismas cosasse salvan? ¿Cuál es la diferencia crucial entre estos dos grupos?
Apo 21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
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