Domingo 30 de julio | Lección 6
PABLO: EL APÓSTOL A LOS GENTILES, PRESO
Lee Efesios 3. Mientras lees, identifica uno o dos temas principales. ¿Qué aspectos importantes menciona Pablo?
Misión de Pablo en la iglesia
Efe 3:1 Por esta razón, yo, Pablo, estoy preso por causa de Cristo Jesús[a] para bien de los que no sois judíos.
Efe 3:2 Pues sin duda ya sabéis que Dios, en su bondad, me ha confiado esta tarea en vuestro favor.
Efe 3:3 Dios me reveló su designio secreto: me lo dio a conocer, como ya os he escrito brevemente.
Efe 3:4 Leyendo mi carta podréis daros cuenta de que conozco el designio secreto de Cristo,
Efe 3:5 designio que no fue dado a conocer a nadie en otros tiempos, pero que ahora Dios ha revelado a sus santos apóstoles y profetas por medio de su Espíritu.
Efe 3:6 Tal designio secreto consiste en que los no judíos reciben mediante el evangelio la misma herencia[e] que los judíos, pues son miembros del mismo cuerpo y tienen parte en la misma promesa que Dios hizo en Cristo Jesús.
Efe 3:7 Yo, sin merecerlo, he sido puesto al servicio de este mensaje por la acción poderosa de Dios.
Efe 3:8 Yo soy menos que el más pequeño de todos los que pertenecen al pueblo santo, pero él me ha concedido este privilegio de anunciar a los no judíos la buena noticia de las incontables riquezas de Cristo.
Efe 3:9 Me ha encargado que haga ver a todos cuál es ese designio que Dios, creador de todas las cosas, mantuvo siempre en secreto.
Efe 3:10 Lo cual fue así para que ahora, por medio de la iglesia, todos los poderes y autoridades del cielo lleguen a conocer la sabiduría de Dios en todas sus formas.
Efe 3:11 Dios hizo esto de acuerdo con el propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús, nuestro Señor,
Efe 3:12 en quien tenemos libertad para acercarnos a Dios con la confianza que nos da nuestra fe en él.
Efe 3:13 Por eso os ruego que no os desaniméis por lo que estoy sufriendo por vosotros, porque esto, para vosotros, es más bien un honor.
Oración y alabanza a Dios
Efe 3:14 Por esta razón me pongo de rodillas delante del Padre,
Efe 3:15 de quien recibe su nombre toda familia, tanto en el cielo como en la tierra.
Efe 3:16 Y le pido que de su gloriosa riqueza os dé interiormente poder y fuerza por medio del Espíritu de Dios,
Efe 3:17 y que Cristo viva en vuestro corazón por la fe. Así, firmes y profundamente enraizados en el amor,
Efe 3:18 podréis comprender con todos los creyentes cuán ancho, largo, profundo y alto es el amor de Cristo.
Efe 3:19 Le pido, pues, que os dé a conocer ese amor, el cual es mucho más grande que cuanto podemos conocer. Así estaréis totalmente llenos de Dios.
Efe 3:20 Y ahora, gloria sea a Dios, que tiene poder para hacer muchísimo más de lo que nosotros pedimos o pensamos, por medio de su poder que actúa en nosotros.
Efe 3:21 ¡Gloria a Dios en la iglesia y en Cristo Jesús, por todos los siglos y para siempre! Amén.
Efesios 3 muestra una estructura interesante. Pablo comienza el capítulo con estas palabras: “Por esto les escribo, yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por amor a ustedes los gentiles” (Efe. 3:1). Luego, hace una pausa para lo que resulta ser una larga digresión centrada en su obra como apóstol a los gentiles (Efe. 3:2–13). Después del paréntesis, señala un regreso a su tren de pensamiento original al repetir la frase: “Por esta causa” (Efe. 3:14), y en los versículos 14 al 21 presenta su informe de oración interrumpido.
En Efesios 3:1, Pablo se identifica como “prisionero de Cristo Jesús”; su forma de sostener que, si bien vive bajo cautiverio romano y aparentemente está bajo la autoridad del Imperio Romano, hay un propósito divino más profundo que se está llevando a cabo en su vida. ¡Él no es el prisionero de Roma sino “el prisionero de Cristo Jesús”! (comparar con Efe. 4:1).
El hecho de que Pablo mencionara sus “tribulaciones” (Efe. 3:13) y posteriormente sus “cadenas” (Efe. 6:20), sugiere que no está bajo un arresto domiciliario relativamente cómodo (comparar con Hech. 28:16), sino en prisión. Estar en prisión en el siglo I, y en un calabozo romano, era especialmente dificultoso. El Imperio Romano no tenía prisiones bien organizadas con instalaciones sanitarias ni servicio regular de comidas. De hecho, el Imperio tenía poca necesidad de prisiones, ya que la cárcel no se utilizaba como medio de castigo. La gente estaba en prisión solo mientras esperaba el juicio o la ejecución. Se esperaba que los presos se mantuvieran solos y que dependieran de familiares y amigos para conseguir alimentos y satisfacer otras necesidades.
Las preocupaciones de Pablo quizá se hayan centrado en el impacto emocional de su reclusión entre los creyentes, ya que ser prisionero era una vergüenza social extrema en el contexto de una cultura donde el honor y la vergüenza eran significativos. Quizás haya tenido miedo de que algunos preguntaran: “¿Cómo puede Pablo ser apóstol y mensajero del Cristo exaltado, y ser un prisionero despreciado?” Así que, reformula su confinamiento, y ayuda a los creyentes a ver esto como parte del plan de Dios. Él sufre por ellos (“sufro por ustedes”, NVI), y lo que parece ser una fuente de vergüenza en realidad llegará a convertirse en la “gloria” de ellos (Efe. 3:13).
¿Cómo podemos aprender a confiar en Dios y en sus caminos en medio de circunstancias que pueden ser muy difíciles?
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