Ir al contenido principal

Lección 10: MISIÓN EN FAVOR DE LOS NO ALCANZADOS: PRIMERA PARTE | La misión de Dios: Mi misión | Libro complementario

 


Lección 10:

MISIÓN EN FAVOR DE LOS NO ALCANZADOS: PRIMERA PARTE

La obra misionera en favor de los no alcanzados: Primera parte

"¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! -dijo Jesús-, que recorren tierra y mar para ganar un adepto, y cuando lo han logrado, hacen de él una persona dos veces más merecedora del infierno que ustedes mismos" (Mat. 23:15, DHH). Estas parecen palabras muy duras para venir de Jesús. Pero apenas estaba calentando motores. Los llamó también "tontos y ciegos" (vers. 17, DHH), "guías ciegos" (vers. 16), "serpientes" (vers. 33) c "hijos de víboras" (vers. 33, NTV). Por si eso no fuera suficiente, también dijo que eran "como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre" (vers. 27, NVI). Y luego, por si alguien seguía sin entenderlo, también dijo que estaban "llenos de hipocresía y de iniquidad" (vers. 28).

Para Jesús, el problema no era tanto lo que enseñaba la élite religiosa. De hecho, exhortó a las multitudes a que siguieran sus enseñanzas (vers. 3). El problema era su comportamiento: "No hacen lo que enseñan" (vers. 3, NTV). ¿Cómo habían llegado a semejante situación estos eruditos y líderes religiosos de gran reputación y ética? ¿Y qué lecciones debemos aprender nosotros como adventistas? Nosotros también nos dedicamos a cruzar mar y tierra, esforzándonos en llevar a cabo fielmente la gran comisión. ¿Compartimos alguna de las faltas de estos líderes?

Los eruditos no se ponen de acuerdo sobre lo que Jesús quiso decir con que los escribas y fariseos recorrían tierra y mar para ganar adeptos. Hay pocos indicios de tal cosa en otras partes del Nuevo Testamento, con excepción, quizá, del apóstol Pablo como seguidor judío de Jesús. Desde luego, no hay pruebas fehacientes de que los fariseos hayan ido oficialmente como misioneros a los gentiles. Algunos creen que Jesús se estaba refiriendo a los fariseos que persuadían a otros judíos para que siguieran la Halajá farisaica: la interpretación que hacían de la ley y de cómo debía vivir la gente. Sea cual sea el significado, Jesús describe un proceso en el que los escribas y fariseos convertían al que se unía a sus filas en "una persona dos veces más merecedora del infierno" (vers. 15, DHH).

Obrar mal en nombre de Jesús

Desde los tiempos de Jesús, no han faltado personas que han actuado mal en nombre de la misión cristiana. En la Edad Media, los cruzados cristianos armados marchaban a la batalla con banderas que llevaban el símbolo de la cruz. En el siglo XVI, los conquistadores españoles obligaron a los indígenas mexicanos a hacerse cristianos a fuerza de espada. El explorador portugués Fernando de Magallanes "convirtió" a la fe católica al mayor número posible de personas durante su extraordinario viaje por mar de Europa a Asia. En 1521, mientras se encontraba en lo que hoy se conoce como Filipinas, convirtió a más de dos mil lugareños.

Magallanes se enteró de que los jefes de una isla cercana llamada Mactán, se negaban a convertirse. Les envió un mensaje en el que les decía que, si no obedecían, confiscaría sus propiedades y los ejecutaría. Esa no era exactamente la forma más inspiradora de llamar a alguien al altar. Tal vez los isleños no comprendían el concepto occidental de confiscación de bienes, pero sí el de ejecución. Aun así, decidieron ignorar la amenaza.

En respuesta, Magallanes envió a algunos de sus hombres a la isla para prender fuego a una aldea. Esto motivó a muchos a convertirse, pero aún conservaban sus ídolos y les hacían sacrificios. Uno de los que se resistía era Lapu, un cacique de la aldea que los hombres de Magallanes habían arrasado. En una nefasta alianza entre el celo misionero y el colonialismo, Magallanes le envió un mensaje en el que le decía que, si "obedecía al rey de España, reconocía al rey cristiano como su soberano y pagaba el tributo correspondiente, sería su amigo; pero que, si deseaban otra cosa, conocerían entonces cómo hieren sus lanzas".

Lapu declinó la amable invitación, así que Magallanes unió fuerzas con el jefe de la isla, Sula, para atacar. Pero, según cuenta la historia, los hombres de Lapu superaban ampliamente en número a los de Magallanes. Mientras caían a su lado, el propio Magallanes fue alcanzado en la pierna derecha por una flecha envenenada. Le siguieron más daños: una lanza de bambú en el brazo y un gran machetazo en la pierna. Allí, indefenso, cayó boca abajo para morir.1

El mensaje. El método. La motivación

Como es lógico, este tipo de historias nos horrorizan. En nuestra misión a los no alcanzados, el mensaje es importante. Sin embargo, los métodos y las motivaciones son igual de importantes.

El famoso escritor sobre viajes y novelista Pablo Theroux describe una travesía en kayak por las islas Trobriand de Papua Nueva Guinea. Allí se topó con una aldea adventista del séptimo día. "Lo que más me llamó la atención fue la buena salud de los aldeanos, en particular su excelente dentadura", escribe. Uno de los habitantes lo invitó a quedarse en la aldea. La conversación que recuerda Theroux, me encanta:

-El misionero te enseñará un lugar.

-¿Dónde está el misionero? -le pregunté, esperando ver a un dim dim (un hombre blanco) con una bata negra, pero en su lugar me recibió un trobriandés en camiseta y bañador.

-Yo soy el misionero —me dijo.2

Theroux, un cínico religioso, escucha más tarde a John [el misionero] dar su testimonio.

"Yo estaba ciego. Pasé muchos años como un ciego -dijo-. Luego me hice adventista del séptimo día y comencé a ver. Pablo, ¿te gustaría empezar a ver como lo hizo tu tocayo en el camino de Damasco?

Así que eran adventistas del séptimo día: eso obviamente explicaba su buena dentadura. No fumaban ni bebían, los más jóvenes no mascaban betel. No comían cerdo.

-¿Me quieres convertir?

-Sí, eso quiero.

-Tengo que pensarlo, John. Es una decisión muy importante en la vida de cualquier persona.3

Sería un honor conocer a ese joven misionero de Papúa Nueva Guinea vestido de camiseta y bañador. Me encanta cómo hablaba de forma natural y directa y compartía su testimonio de manera honesta y abierta. Él ni se imaginaba que su conversación acabaría en un exitoso libro que leerían decenas de miles de personas. Por supuesto, esta es solo la versión del encuentro de Theroux, que no se convirtió. Pero no fue culpa de aquel joven adventista de fe. Había algo tan genuino en su testimonio, que Theroux, un cínico cansado del mundo, no lo menospreció en absoluto.

La forma en que decimos las cosas es casi tan importante como lo que decimos. A veces, el lenguaje religioso puede resultar complicado y confuso. Por supuesto, eso no ocurre únicamente con la religión. Hace poco, me enviaron un correo electrónico que decía lo siguiente: "Una posible solución por parte de las entidades ejecutoras es un ajuste manual a final de año para 'transferir' el saldo no gastado del fondo fiduciario por los ingresos a un fondo asignado. Se podría hacer un asiento de anulación al principio del nuevo ejercicio para volver a poner los fondos en un fondo fiduciario, si así se desea".

Esto lo podría entender perfectamente un auditor o un contador, pero para mi ojo inexperto, es un idioma extranjero. No tengo idea de lo que significa. Los "ajustes manuales", los "asientos de anulación" y los "fondos asignados" pertenecen a un universo diferente al mío.

Lo bueno, sin embargo, es que no tengo por qué entender estos términos. Que se ocupen de ellos los encargados de las finanzas. Que utilicen su jerga. Para eso estudiaron contaduría. Si ese lenguaje los ayuda a trabajar de forma más eficaz y eficiente, que así sea. No pasa nada.

La jerga se convierte en un problema solo cuando intentamos comunicar algo importante a personas ajenas a nuestro grupo. Como cuando compartimos las buenas nuevas. Y eso es algo que, como adventistas del séptimo día, debemos tratar con seriedad. Tomemos, por ejemplo, una de nuestras creencias fundamentales, la número 26, "Muerte y resurrección", que dice:

La paga del pecado es la muerte. Pero Dios, que es el único inmortal, concederá la vida eterna a sus redimidos. Hasta ese día, la muerte es un estado inconsciente para tocias las personas. Cuando Cristo, quien es nuestra vida, aparezca, los justos resucitados y los justos vivos serán glorificados y arrebatados al encuentro de su Señor. La segunda resurrección, la resurrección de los injustos, tendrá lugar mil años después.4

Esta declaración expresa una hermosa verdad. Para la mayoría de los adventistas tiene todo el sentido del mundo. Pero a una persona que no tenga una formación cristiana le costaría entenderla.

Y la mayor parte del mundo no tiene una formación cristiana. Al compartir esta creencia fundamental con un no creyente, nos toca traducirla, como si se tratara de otro idioma. Una parte esencial para llegarles eficazmente a los "no alcanzados" es encontrar herramientas que nos ayuden a conectar con personas que tienen una perspectiva diferente a la nuestra. Herramientas que nos ayuden a compartir las verdades de la Palabra de Dios de forma atractiva y significativa, siendo sensibles y estando atentos a las diferentes interpretaciones culturales.

La doctrina de la salvación

Tomemos la doctrina de la salvación. La Biblia utiliza diversas figuras verbales diferentes para ayudarnos a comprenderla. He aquí solo algunas: "adopción" (Rom. 8:15), "rescate" (1 Ped. 1:18,19), "reconciliación" (Rom. 5:10), "justificación" (Gál. 2:16), "liberación" (Rom. 6:18), "matrimonio" (Rom. 7:2-4), "herencia" (Rom. 8:17), "perdón" (Luc. 1:76, 77) y "hallado" (Luc. 15:31, 32). Estas ilustraciones verbales abren todo un espectro sobre el concepto de la salvación, y nos ayudan a comprender mejor lo que Jesús hizo por nosotros. Revelan distintas ópticas, distintos ángulos, sobre un tema que no comprenderemos plenamente hasta que lleguemos al Reino.

Alguien podría preguntar: "Bueno, ¿cuál es la metáfora correcta?". Pues bien, ¡todas son correctas! Todas señalan la belleza de lo que Dios hizo por nosotros. Pero si nos limitamos a una sola, perdemos la riqueza que aportan las demás. Las metáforas legales de Pablo sobre la redención y la justificación tenían una resonancia especial entre aquellos que lidiaban diariamente con el sistema legal romano. La historia que Jesús contó sobre el hijo pródigo es significativa para todas las culturas y sociedades, incluidas las no cristianas. Prácticamente todo el mundo sabe lo que se siente cuando se está perdido.

El reto al que nos enfrentamos, si queremos llegar a los "no alcanzados", es compartir la buena nueva de una manera comprensible, significativa y atractiva. No basta con entregar un ejemplar de las 28 Creencias Fundamentales a un bosquimano del Kalahari, a un programador informático de Silicon Valley o a un banquero de Wall Street. Si seguimos el ejemplo de Jesús y del apóstol Pablo, intentaremos compartir el mensaje de una forma que conecte con ellos. Y eso significa que el mensaje tendrá un aspecto diferente según el público. Eso no significa hacer concesiones, diluir la verdad o sincretizar. La verdad de la salvación no cambia, pero sí la forma en que la comunicamos. El apóstol Pablo sabía que tenía que adaptar su mensaje a los distintos públicos. O como dijo Elena de White: "Así variaba el apóstol [Pablo] su manera de trabajar, y adaptaba el mensaje a las circunstancias en que se veía colocado".3

Detente, mira y escucha

Uno de los pasos más importantes, pero a menudo olvidados en la obra misionera, es el de detenerse primero y escuchar. Es una lección que Kasim Reed aprendió en el verano de 2009. Reed, un abogado de cuarenta años, estaba haciendo campaña para convertirse en alcalde de la ciudad estadounidense de Atlanta. Pero no iba bien. "Estás perdiendo a lo grande", le dijo un amigo.

Los asesores políticos de Reed le dijeron que tenía que salir a la calle a encontrarse con la gente. Así que allí estaba, en el calor del verano de Atlanta, llamando a una puerta en Mechanicsville, uno de los barrios más antiguos de la ciudad.

-Hola, soy Kasim Reed -dijo, utilizando las frases iniciales que había ensayado en otras casas-. Soy senador por el estado de Georgia y me gustaría ser su alcalde. ¿Puedo hablarle de la campaña?

Una anciana "de rostro agradable" se asomó por los barrotes de acero de la puerta y lo invitó a pasar. Le sirvió una bebida fría y lo invitó a sentarse.

-Dime por qué crees que deberías ser el alcalde —le preguntó.

Reed soltó su perorata:

-Atlanta es la cuna del movimiento por los derechos civiles; tiene una importante concentración de empresas que figuran en la lista Fortune 500; tiene el aeropuerto de pasajeros con más tráfico del mundo; presume de magníficos restaurantes. Y creo que puedo hacer que la ciudad sea más próspera -terminó.

"Me miró como si fuera un marciano -recuerda Reed-, No entendió nada. Me sentí terrible".

La mujer se llevó a Reed afuera y le dijo:

—Deja que te enseñe la Atlanta que yo conozco.

Había una piscina vacía con unos chicos jugando a los dados. A la izquierda había un kiosco que ahora estaba pintado con grafitis hechos por pandilleros. Unos jóvenes tocaban música a todo volumen.

-Esa es la Atlanta que yo conozco, muchacho -me dijo- Y déjame decirte otra cosa: yo soy muy buena cocinera, así que no voy a los restaurantes de los que hablas. Y si fuera a restaurantes, tendría que tomar el autobús, y ahora mismo no me siento segura saliendo por la noche. Y en cuanto a ese aeropuerto del que tanto hablas, yo no viajo. Que tengas un lindo día.

Reed salió de aquella casa desanimado. El plan consistía en visitar 150 casas al día sin pasar más de tres minutos en cada una. A pesar de que había pasado quince valiosos minutos con aquella anciana, había salido "con las tablas en la cabeza" y convencido de que ella no votaría por él. Pero esos quince minutos resultaron valiosísimos para el futuro alcalde de Atlanta. "Aquel día cambié -dice-, porque gracias a aquella visita a la señora Davis, entendí que mientras no se entienda a la ciudad como la entienden las personas más necesitadas de ayuda, jamás se podrá llegar a ellas. Nunca volví a ser el mismo".4

Con excesiva frecuencia, los cristianos intentan vender aeropuertos a personas que no viajan en avión. Por eso no es posible concebir una estrategia misionera simplemente en la sala de juntas de una denominación. Se puede llegar a un acuerdo sobre principios generales, pero la implementación en cada situación difiere. Tenemos que dedicar tiempo a escuchar a las señoras Davis de este mundo. Tenemos que hablar con los líderes de la comunidad, los empresarios, los comerciantes, los profesores, los médicos y los vecinos. Tenemos que leer atentamente los periódicos locales y los foros comunitarios en Internet. ¿De qué habla la gente? ¿Qué la hace feliz? ¿Qué le quita el sueño? No podemos intentar empezar a comunicarnos con las personas hasta que sepamos de dónde vienen y cuáles son sus necesidades.

Al mezclarse con la gente en caminos polvorientos, en ciudades y pueblos, en casas y en laderas, Jesús conoció de cerca y de primera mano sus necesidades. Vio lágrimas corriendo por sus mejillas. Vio preguntas en sus ojos. De esta manera, logró configurar su mensaje de forma que conectara con ellos. Pero lo más importante es que Jesús impregnó su ministerio de amor. Mateo nos dice que Jesús "al ver las multitudes tuvo compasión de ellas, porque estaban [...] como ovejas que no tienen pastor" (Mat. 9:36). Este tipo de compasión debe ser el propósito y el fundamento de todas nuestras actividades misioneras.

Cuando ponemos en práctica el método ministerial de Cristo, nuestros hermanos y hermanas de distintas confesiones y los que no tienen fe pronto se dan cuenta de que los amamos y nos preocupamos por ellos. Así, si accidentalmente decimos algo incorrecto o cometemos un error cultural, suelen pasarlo por alto rápidamente.

Pero eso no nos excusa de hacer todo lo posible por comprender la fe y el contexto cultural de la gente. Jesús instruyó a sus primeros misioneros: "Sean prudentes como serpientes y sencillos como palomas" (Mat. 10:16, RVC), sobre todo cuando viajen a lugares lejanos como misioneros.

2 Paul Theroux, The Happy Isles of Oceania: Paddling the Pacific (Nueva York: Ballantine Books, 1993), pp. 116,117.

1  Esta historia es tomada de Laurence Bergreen, Over the Edge of the World:

2 Magellan's Terhfying Orcumnavigation ofthe Globe (Londres: HarperCollins, 2009).

lbíd., pp. 117,118.

Cuarta creencia fundamental, "Muerte y resurrección", Iglesia Adventista del Séptimo Día, visitada el 18 de abril de 2023, https://es.adventist.org/ creencias/#26-muerte-y-resurreccion

3  Elena de White, Obreros evangélicos, p. 122.

4  TEDPrizeChannel, "TEDCity2.0: Kasim Reed", video de YouTube, 20 de octubre de 2014, https://www.youtube.com/watch?v=semT61CCNEE

 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Lección 11 LA CRISIS VENIDERA | Lunes 10 de junio

 Lunes 10 de junio | Lección 11 LA CRISIS VENIDERA La profecía de la marca de la bestia en Apocalipsis 13 nos habla de la peor etapa, la más feroz, de la guerra de Satanás contra Dios. Desde que Jesús murió en la Cruz, el enemigo sabe que ha sido derrotado, pero se ha resuelto a hundir junto con él a la mayor cantidad posible de personas. Su primera estrategia en esta campaña es el engaño. Cuando el engaño no funciona, recurre a la fuerza. En última instancia, él está detrás del decreto de que cualquiera que se niegue a adorar a la bestia o a recibir su marca será condenado a muerte. La persecución religiosa, por supuesto, no es nueva. Ha existido desde que Caín mató a Abel por obedecer el mandato de Dios. Jesús dijo que sucedería incluso entre los creyentes. Lee Juan 16:2; Mateo 10:22; 2 Timoteo 3:12; y 1 Pedro 4:12. ¿Qué experimentó la iglesia del Nuevo Testamento y cómo se aplica esto a la iglesia de Cristo del tiempo del fin?  Jua 16:2  Los expulsarán de las sinagogas...

Lección 1| PARA ESTUDIAR Y MEDITAR | Viernes 5 de Julio

  Viernes 5 de Julio | Lección 1 PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee el capítulo 10 de El Deseado de todas las gentes, de Elena de White, titulado “La voz en el desierto” (pp. 72-83), y el capítulo 17 de Los hechos de los apóstoles, de la misma autora, titulado “Heraldos del evangelio” (pp. 137-145). ¡Qué fascinante es el hecho de que el mensaje del primer ángel, en Apocalipsis 14:6 y 7, sea paralelo al mensaje evangélico de Jesús en Marcos 1:15! El mensaje del primer ángel trae el evangelio eterno al mundo en los últimos días en preparación para la Segunda Venida. Al igual que el mensaje de Jesús, el evangelio angélico del tiempo del fin contiene los mismos tres elementos, como ilustra la siguiente tabla: El mensaje del primer ángel anuncia el comienzo del juicio previo al regreso de Cristo predicho en la profecía de los 2.300 días de Daniel 8:14; este comenzó en 1844. El Juicio trae el Reino de Dios a su pueblo perseguido (Dan. 7:22). La exhortación del primer ángel a reverenciar, glori...

Lección 2 | “REALMENTE, ESTE ES EL PROFETA” | Lunes 7 de octubre

  Lunes 7 de octubre | Lección 2 “REALMENTE, ESTE ES EL PROFETA” Lee Juan 6:14, 15 y 26 al 36. ¿Cómo respondió la gente a su milagro y cómo lo utilizó Jesús para enseñarles quién era? Jua 6:14  Al ver la señal que Jesús había realizado, la gente comenzó a decir: «En verdad éste es el profeta, el que ha de venir al mundo.»  Jua 6:15  Pero Jesús, dándose cuenta de que querían llevárselo a la fuerza y declararlo rey, se retiró de nuevo a la montaña él solo.  Jua 6:26  —Ciertamente les aseguro que ustedes me buscan, no porque han visto señales sino porque comieron pan hasta llenarse.  Jua 6:27  Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Sobre éste ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación.  Jua 6:28  —¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige? —le preguntaron.  Jua 6:29  —Ésta es la obra de Dios: que crean en aquel a qu...