Miércoles 12 de junio | Lección 11
IDENTIFIQUEMOS A LA BESTIA: SEGUNDA PARTE
En lugar de adorar a la bestia, el pueblo de Dios encuentra su mayor gozo y deleite en adorarlo a él. Su obediencia nace de un corazón de amor. Están comprometidos con él porque saben cuán comprometido está él con ellos.
Lee Apocalipsis 13:5. Escribe esta característica en el renglón de abajo.
Apo 13:5 A la bestia se le permitió hablar con arrogancia y proferir blasfemias contra Dios, y se le confirió autoridad para actuar durante cuarenta y dos meses.
Recuerda de la lección 4 que Dios nos da una clave para entender los tiempos proféticos: un día profético equivale a un año literal (Núm. 14:34; Eze. 4:6). Si calculamos el período de 42 meses mencionado en Apocalipsis 13:5 usando el mes hebreo de 30 días, esto equivale a 1.260 días proféticos, o años literales.
El papado ejerció gran influencia desde 538 d.C. hasta 1798 d.C. Pero, cuando Berthier, un general de Napoleón, tomó cautivo al papa en 1798 d.C., el período profético de la supremacía papal terminó, y se cumplió la profecía de Apocalipsis: “Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad” (Apoc. 13:10, RVR). El golpe al papado fue extremadamente grave, pero no mortal. Según Apocalipsis 13:12, la herida mortal sería sanada. La influencia del papado volvería a sentirse en todo el mundo.
En la actualidad, los líderes mundiales dan la bienvenida al pontífice como embajador de la iglesia de Roma y lo visitan regularmente en el Vaticano. En un mundo de inestabilidad sin precedentes, se está preparando el escenario para que el pontífice romano se convierta en el aclamado líder moral del mundo, capaz de unir a los pueblos.
Durante su discurso del 6 de junio de 2012, ante más de quince mil personas reunidas en la Plaza de San Pedro, de Roma, el papa Benedicto XVI declaró: “El domingo es el día del Señor y de los hombres, un día en el que todos deben poder ser libres, libres para la familia y libres para Dios. Al defender el domingo, defendemos la libertad humana” (Libreria Editrice Vaticana, https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/en/audiences/2012/ documents/hf_ben-xvi_aud_20120606.html).
El conflicto de los siglos revela claramente adónde conducirá finalmente este movimiento: “Los que honran el sábado de la Biblia serán denunciados como enemigos de la ley y el orden, como quebrantadores de las restricciones morales de la sociedad, y por lo tanto causantes de anarquía y corrupción, las cuales atraen sobre la Tierra los juicios de Dios. [...] Serán acusados de deslealtad hacia el Gobierno. Los ministros que niegan la obligación de observar la Ley divina predicarán desde el púlpito que hay que obedecer a las autoridades civiles porque fueron instituidas por Dios. En las asambleas legislativas y en las cortes de justicia se calumniará y condenará a los que guardan los Mandamientos” (ibíd., p. 649).
Si bien ahora es difícil ver que ocurra algo así, fíjate en lo rápido que puede cambiar nuestro mundo. ¿Qué deberían decirnos estos cambios acerca de la rapidez con que los acontecimientos del tiempo del fin pueden venir sobre nosotros?
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