LA TUMBA VACÍA
Lee Juan 20:1 al 7. ¿Qué importancia tiene para nosotros lo que se describe en estos versículos?
Jua 20:1 El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que habían quitado la piedra que cubría la entrada.
Jua 20:2 Así que fue corriendo a ver a Simón Pedro y al otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: —¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto!
Jua 20:3 Pedro y el otro discípulo se dirigieron entonces al sepulcro.
Jua 20:4 Ambos fueron corriendo, pero como el otro discípulo corría más aprisa que Pedro, llegó primero al sepulcro.
Jua 20:5 Inclinándose, se asomó y vio allí las vendas, pero no entró.
Jua 20:6 Tras él llegó Simón Pedro, y entró en el sepulcro. Vio allí las vendas
Jua 20:7 y el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús, aunque el sudario no estaba con las vendas sino enrollado en un lugar aparte.
Jesús murió un viernes por la tarde y resucitó el domingo temprano. Como el sábado estaba cerca cuando fue sepultado (Juan 19:42), el proceso de sepultura se hizo apresuradamente y no fue completado. Por mucho que amaran a Jesús, sus seguidores guardaron el día de reposo y no fueron al sepulcro durante las horas sagradas (comparar con Mar. 16:1; Luc. 23:56). Después del sábado, algunas mujeres compraron especias para llevarlas al sepulcro el domingo de mañana.
Para su sorpresa, la piedra había sido movida y el sepulcro estaba vacío.
María Magdalena fue una de las primeras en llegar al sepulcro. Corrió a contar a Pedro y a Juan lo que había visto. Los dos hombres corrieron hacia allí. Juan se adelantó a Pedro y llegó primero. Se inclinó, miró adentro y vio los lienzos con los que habían envuelto a Jesús. Pero no entró.
Pedro, en cambio, entró y vio los lienzos. Vio también el lienzo que había estado sobre la cabeza y el rostro de Jesús, pero no estaba con el resto de los paños. Estaba doblado y puesto aparte.
Lee Juan 20:8 al 10. ¿Qué implicaba el paño puesto aparte y doblado?
Jua 20:8 En ese momento entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; y vio y creyó.
Jua 20:9 Hasta entonces no habían entendido la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar.
Jua 20:10 Los discípulos regresaron a su casa,
Después de que Pedro entrara en el sepulcro, entró también Juan. Juan 20:8 dice que entró, vio y creyó. ¿Por qué el hecho de ver los lienzos de la tumba y el paño del rostro puesto a un lado y doblado hizo que Juan creyera que Jesús había resucitado?
Para responder esta pregunta, es necesario reflexionar en primer lugar acerca de por qué la tumba estaría vacía. La respuesta más común sería atribuir aquello a los ladrones de tumbas. Pero esta explicación no es satisfactoria al menos por tres razones. En primer lugar, Mateo dice que la tumba estaba custodiada (Mat. 27:62-66), lo que hace improbable la opción del robo. Segundo, los ladrones de tumbas suelen robar objetos de valor, no cuerpos en estado de descomposición. Tercero, los ladrones de tumbas tienen prisa, y no doblan los lienzos de las tumbas. No es de extrañar, pues, que cuando Juan vio el paño doblado, creyera que Jesús había resucitado.
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