CBA Libro de Malaquías capítulo 4
1. Viene el día.
El profeta responde con
solemne certidumbre a los que preguntan: " "¿Dónde está el Dios de justicia?" "
(cap. 2: 17), declarando que hay un día futuro en el que Dios ejecutará juicio y
justicia sobre todos los impíos. Ese es el "día de Jehová" de Joel 1: 15; 2: 1;
Amós 5: 18, 20; Sof. 2: 1-3; etc. Ver com. Isa. 13: 6; 2 Ped. 3: 10-12.
Ardiente.
El castigo final de Dios para los impíos es
destrucción total mediante el fuego (Apoc. 20: 9; ver com. Eze. 28: 16-19).
Soberbios.
El pecado de la soberbia es especialmente ofensivo
para Dios, y es el único que se especifica aquí en Malaquías.
Estopa.
No se podría usar un lenguaje más vigoroso para indicar la destrucción
completa de los impíos. No perdurarán en un sufrimiento eterno como se cree
erróneamente con frecuencia, sino que serán prontamente consumidos como "estopa"
(cf. Sal. 37: 10, 20; Isa. 5: 24).
Abrasará.
"Consumirá" " (BJ).
Las Escrituras no apoyan el error popular de un infierno que arde eternamente.
Los impíos no continuarán ardiendo permanentemente; los fuegos del último día
literalmente los "consumirán". Ver com. Jer. 17: 27; Mat. 3: 12; 25: 41; 2 Ped.
3: 7-13; Jud. 7.
Ni raíz ni rama.
Una vívida figura que indica
el total aniquilamiento del pecado y de los pecadores (ver com. Nah. 1: 9).
Satanás, simbolizado como la "raíz" u originador del mal, y sus seguidores,
simbolizados como las ramas, todos serán destruidos completamente (Sal. 37: 38).
2. El Sol de justicia.
Una figura
expresiva de Cristo como "la luz del mundo" " (Juan 8: 12; cf. Juan 1: 4) y la
Fuente de nuestra justicia (Jer. 23: 6; 1 Cor. 1: 30; 2 Cor. 5: 21; Fil. 3: 9).
Cristo siempre está dispuesto a traer luz espiritual a su pueblo en tiempo de
necesidad. En ese sentido se podría decir que el "Sol de justicia" " salió en
ocasión de la primera venida de Cristo (ver DTG 226) y "nacerá" 1156 de un modo
especial en el tiempo de la gran oscuridad moral que precederá a su segundo
advenimiento (ver PR 528-530).
Saltaréis.
Heb. push , "brincar"
, " "saltar" ; " "saldréis brincando" (BJ). Se describe a los redimidos como
saltando de gozo ante el resultado final de injusticia y del amor de Dios (ver
CS 731-732).
Becerros de la manada.
Heb. 'egle marbeq ,
"becerros gordos" " o " "desatados" . " "Becerros bien cebados" " (BJ). La LXX
reza "Becerros soltados de ataduras".
3. Hollaréis.
Se describe la victoria final de los justos
sobre los impíos. Ver com. Isa. 66: 24.
En el día.
Ver com.
vers. 1.
Jehová de los ejércitos.
Ver com. Jer. 7: 3.
4. Acordaos.
Malaquías termina su
profecía amonestando a su pueblo a que sea obediente a Dios. La obediencia
humana es la respuesta imprescindible a la bendición divina. Es significativo
que el profeta que termina el canon del AT debía hacer resaltar la necesidad y
la importancia de observar las instrucciones de Dios para su pueblo dadas en el
monte "Horeb" " (cf. Lev. 26; Deut. 28). También es significativo que la "ley de
Moisés" habría de jugar un papel tan importante en ayudar al pueblo a prepararse
para el día del Señor.
Moisés mi siervo.
Sin duda se lo menciona
en particular porque fue el "mediador" (Gál. 3: 19; Deut. 5: 5) a través del
cual se dieron en el Sinaí las instrucciones de Dios, sus " "ordenanzas y leyes"
(Exo. 24: 12-18; Neh. 10: 29).
5. El
profeta Elías.
Esta profecía indujo a muchos judíos de tiempos
posteriores a esperar el regreso de Elías en persona a la tierra (cf. Juan 1:
21). Sin embargo, ésta es una profecía de alguien que debía venir "con el
espíritu y el poder de Elías" (Luc. 1: 17). Es decir, que predicaría un mensaje
similar al de Elías. Antes del primer advenimiento de Cristo esta obra fue hecha
por Juan el Bautista (Mat. 17: 12-13; Luc. 1: 16-17; ver com. Mal. 3: 1). Antes
del segundo advenimiento de Cristo, los que predican los mensajes de los tres
ángeles al mundo harán una obra similar. Ver com. 1 Rey. 18: 19-44; Mat. 3: 3-4;
11: 14.
Día de Jehová.
Ver com. Isa. 13: 6.
6. Volver el corazón.
El mensaje
aquí predicado sería un mensaje que conduciría al verdadero arrepentimiento, y
muchos se convertirían "al Señor Dios de ellos" (Luc. 1: 16). Ver com. Mal. 3:
7.
Hijos.
Referencia a los hijos literales de Israel, muchos de
los cuales volverían a la verdadera fe de sus padres, los patriarcas. Ver com.
Luc. 1: 16-17.
Maldición.
Heb. jéren , "una cosa dedicada a la
destrucción" (ver com. Jos. 7: 12; 1 Sam. 15: 21). El AT termina con esta
solemne amonestación. Los que no se arrepienten de verdad deben ser incluidos
con los impíos para sufrir la suerte de ellos (Mal. 4: 1). Sin embargo,
Malaquías presenta un mensaje de esperanza, pues el mismo Dios que destruye a
los culpables trae eterna "salvación" (vers. 2) para los arrepentidos.
CBA T4
Comentarios
Publicar un comentario