1. Alboroto.
Gr. thórubos, "ruido", "tumulto".
Se usa esta misma palabra en relación con el juicio de Jesús (Mat. 26: 5; 27:
24; Mar. 14: 2), con motivo de la resurrección de la hija de Jairo (Mar. 5: 38)
y cuando se apoderaron de Pablo en Jerusalén (Hech. 21: 34; 24: 18).
Llamó... a los discípulos.
Pablo pidió que hubiera una reunión
de los miembros de iglesia para despedirse de ellos.
Y abrazado.
En el texto griego se omiten estas palabras. Sólo dice que se despidió y
salió. Evidentemente Pablo permaneció en Efeso hasta que vio que la iglesia
estaba otra vez tranquila. Probablemente estuvo cerca de tres años en Efeso (c.
54 al 57 d. C.; ver p. 105).
A Macedonia.
En esta narración del
libro de Hechos hay una laguna que puede ser cubierta con informaciones de las
epístolas a los corintios. Durante esta gira por Macedonia Pablo escribió 2
Corintios (ver 2 Cor. 2: 12-13; 7: 5; 9: 2).
2. Aquellas regiones.
Sin duda Pablo deseaba visitar otra
vez las iglesias que había fundado en Tesalónica y Berea, y también en Filipos.
Es muy posible que siguiera el camino romano que, rumbo al oeste, cruzaba
Macedonia, hasta las playas del Adriático, y que proclamara por primera vez el
Evangelio en Ilírico (ver Rom. 15: 19; cf. mapa p. 364).
Grecia.
Gr. Hellás. Lucas usa el término Hellás como sinónimo de Acaya, la
provincia del sur. El viaje llevó a Pablo a Corinto donde tenía que arreglar
muchos asuntos en la iglesia. Los creyentes de Corinto ya habían recibido sus
dos cartas. En la primera, enviada desde Efeso, había creído que era necesario
amonestarles por el espíritu partidista que fomentaban en la iglesia. También
había censurado los desórdenes relacionados con la Cena del Señor y condenado a
un incestuoso. Las tareas pastorales que esperaban a Pablo le iban a dar poco
reposo durante los tres meses que pasara allí, aun cuando estuviera todo el
tiempo en Corinto.
Pablo posiblemente no pudo ver en Corinto a algunos
de sus amigos. El decreto de Claudio o había sido revocado, o ya no estaba en
vigencia, y Aquila y Priscila quizá habían regresado de Efeso a Roma (cf. Hech.
18: 18-19; Rom. 16: 3). Sin duda habían hecho lo mismo otros a quienes había
conocido en Corinto (ver Rom. 16). Todo esto fortalecía su fervoroso deseo de ir
a Roma (Hech. 19: 21; Rom. 1: 10-11). La obra de Pablo en Grecia estaba hecha, y
sintió que un impulso más que humano lo atraía hacia el oeste. Por lo 382 "
tanto, contempló la posibilidad de hacer un rápido viaje a Jerusalén, para dejar
allí los donativos de las iglesias gentiles. Luego emprendería inmediatamente un
viaje a Roma y a España (Rom. 15: 24-28). El resto del libro de los Hechos
revela cuán diferente era en realidad el camino que le aguardaba. "
3. Siéndole puestas asechanzas por los
judíos.
"O "los judíos tramaron una conjuración contra él" " (BJ). Los
judíos habían tratado de comprometer a Galión en sus ataques contra Pablo
durante la última visita de éste a Corinto, y ahora secretamente buscaban
descargar su ira sobre él. Sin duda su intención fue matarlo. Cuando Pablo supo
del complot, cambió sus planes y para frustarlo regresó con sus compañeros por
Macedonia.
4. Y le acompañaron.
Timoteo y probablemente también Sópater (quizá una forma abreviada de
Sosípater) habían estado con Pablo en Corinto (ver Rom. 16: 21). Puede
explicarse la numerosa delegación por el hecho de que Pablo llevaba una gran
suma dedicada a las iglesias de Judea. Acompañado de varios testigos de las
regiones que habían contribuido a esta colecta, podría evitar cualquier
acusación que los calumniadores levantaran contra él (2 Cor. 8: 19-21). Por lo
tanto se escogieron representantes de las iglesias principales. Ellos podrían
testificar de que la conducta del apóstol estaba fuera del alcance de todo
reproche. Incluyendo a Lucas, había ocho el grupo de Pablo (ver com. vers. 5).
Hasta Asia.
La evidencia textual (cf. p. 10) se inclina por la
omisión de estas palabras.
5. Nos
esperaron.
El cambio repentino a la primera persona del plural nos
recuerda que Locas, quien nunca se nombra a sí mismo, debía añadirse a la lista
de los que ahora acompañaban a Pablo. Pudo haber sido incluido como delegado de
la iglesia de Filipos, o como amigo y médico de Pablo. La espera permitió que
Pablo celebrara la pascua en Filipos, desde donde partió "pasados los días de
los panes sin levadura" (vers. 6). Los discípulos que iban adelante debían
anunciar la llegada de Paulo a la iglesia de Troas, y así habría una reunión
plenaria para recibirlo cuando llegara.
6. Días de los panes sin levadura.
Parece que el apóstol
se detuvo intencionalmente en Filipos por causa de la fiesta judía. Para Pablo,
judío y fariseo, la época de la pascua debe haber tenido un profundo significado
religioso (cap. 23: 6). Los cristianos quizá también ya comenzaban a pensar en
el tiempo de la pascua como el aniversario de la muerte y resurrección de Cristo
(cf. 1 Cor. 5: 7-8).
En cinco días nos reunimos con ellos en Troas.
En el viaje hacia el occidente, desde Troas hasta Filipos (ver com. cap.
16: 11-12) habían gastado sólo tres días; pero el barco, navegando ahora hacia
el este, se enfrentaba con la corriente suroeste que comienza en los Dardanelos,
y probablemente también con los vientos del noreste, muy frecuentes en el
archipiélago en la primavera (ver mapa p. 364). Pablo, Lucas y Timoteo habían
estado juntos en Troas cuando Pablo recibió la visión del llamamiento macedónico
para que viajara a Europa. Sópater, Aristarco y Segundo representaban parte de
la cosecha que Dios les había concedido en su trabajo en Macedonia.
Siete días.
Pablo y Lucas se quedaron una semana en Troas. Los
siete días que pasaron en Troas terminaron con el sábado. Al siguiente día, el
primero de la semana, Pablo resolvió viajar a pie a Asón (vers. 13), mientras el
resto de su comitiva continuaba por barco a la misma ciudad. Entre el fin del
sábado y su partida temprano por la mañana los misioneros pasaron la parte
oscura del primer día de la semana -es decir, la noche del sábado según se dice
hoy- en una reunión memorable y prolongada con la iglesia en Troas.
7. El primer día de la semana.
En
griego esta expresión es igual a la que aparece en Mat. 28: 1 (ver este
comentario). No hay duda de que, en términos generales, esto corresponde por lo
menos con el día domingo actual; sin embargo, los comentadores han estado
divididos en cuanto a si esta reunión se llevó a cabo en la noche del domingo, o
en la noche anterior, la del sábado. Los que favorecen la idea de que la reunión
fue en domingo por la noche, destacan que Lucas, quien muy probablemente era
gentil, quizá usaba el cómputo romano del tiempo, que hacía comenzar el día a la
medianoche. Con este cómputo la reunión nocturna en el primer día de la semana
sólo podría haber sido en domingo por la noche. Hacen notar también que la
secuencia del versículo -"el primer día de la semana... al día siguiente" -
denota que la partida de Pablo tuvo lugar en el segundo día de la semana, o
lunes. Si así fuera, entonces la reunión se celebró un domingo 383 por la noche.
Puede notarse también que Juan se refiere al domingo por la noche como "el
primer día de la semana" (Juan 20: 19), aunque de acuerdo con el cómputo judío
ya era el segundo día de la semana (ver t. II, p. 104). Es posible que Lucas
usara aquí la expresión en el mismo sentido que Juan.
Otros
comentadores, incluyendo a Ellicott, Conybeare y Howson, y A. T. Robertson, han
preferido entender que la reunión se celebró la noche anterior al domingo, "
"... es decir, en la noche del sábado, según la manera judía de contar l día" "
(BJ, nota sobre este versículo). El cómputo judío hacía comenzar el día a la
puesta del sol; por eso, de acuerdo con este sistema, la parte oscura del primer
día de la semana era la noche que precede al domingo, o sea sábado por la noche.
Dicho sistema de cómputo continuó durante siglos entre los cristianos, por lo
que es razonable pensar que Lucas, fuera o no gentil, lo pudo haber usado en su
narración. De acuerdo con esto, la reunión de Pablo en Troas comenzó después de
la puesta de sol del sábado y continuó durante esa noche; y al siguiente día,
actual domingo, siguió su viaje a Asón.
Algunos escritores han visto en
este pasaje una indicación de la antigua observancia cristiana del domingo. Es
un asunto de relativamente poca importancia que Lucas haya usado en este caso el
sistema de cómputo romano o el judío, porque él dice claramente que la reunión
fue en "el primer día de la semana". Si estaba usando el sistema judío de
cómputo, la noche anterior al domingo era considerada el primer día, y si estaba
usando el sistema romano, la noche que seguía al domingo se consideraba aún
parte del primer día. El factor significativo aquí, en cuanto al asunto de la
observancia del domingo por los cristianos primitivos, es si esta reunión del
primer día de la semana representa una práctica cristiana regular, o si se
celebró debido a la visita de Pablo.
Un examen de toda la narración no
apoya el punto de vista de que Pablo celebró esta reunión específicamente porque
era el primer día de la semana. Había estado en Troas siete días, y no hay duda
de que allí se reunió con los creyentes más de una vez. Ahora estaba a punto de
partir, y lo más lógico era que celebrara una reunión final de despedida y
participara de la Cena del Señor con los hermanos. La declaración de Locas de
que esto ocurrió el primer día de la semana antes que apoyar de manera
específica la observancia del domingo, está en plena armonía con toda la serie
de notas cronológicas que emplea en la narración de este viaje (cap. 20: 3, 6-7,
15-16; 21: 1, 4-5, 7-8, 10, 15). Por lo tanto, la forma más sencilla de
considerar este pasaje parece ser que la reunión se efectuó no porque era
domingo, sino porque Pablo estaba ara para "salir al día siguiente" (cap. 20:
7); que Lucas incluyó el relato de la reunión debido al episodio de Eutico, y
que su mención de que fue en "el primer día de la semana" es sólo una parte de
la secuencia cronológica del viaje de Pablo. Al evaluar este pasaje como una
evidencia de que desde sus comienzos los cristianos observaban el domingo, el
eminente historiador eclesiástico Augusto Neander observa:
"El pasaje no
es enteramente convincente, porque la inminente partida del apóstol pudo haber
determinado que la pequeña iglesia se reuniera para una comida fraternal, en
cuya ocasión el apóstol pronunció su último sermón aunque en este caso no
hubiera una celebración especial del domingo" ( The History of the Christian
Religion and Church, t. I, p. 337).
Les enseñaba.
Gr. dialegomai
, "dialogar", "discutir". De acuerdo al sentido del verbo griego, la enseñanza
de Pablo en este versículo y la disertación del vers. 9 deben haber tenido más
bien la forma de un diálogo o conversación. Evidentemente no fue una reunión
regular de la iglesia, acompañada de un sermón, sino una reunión más familiar,
en la cual se dialogó y conversó para contestar preguntas y eliminar
dificultades entre los cristianos de Troas, y para impartir instrucciones.
Hasta medianoche.
Estaban congregados para una reunión nocturna
de despedida, pero el gozo del compañerismo cristiano y el hecho de que el
apóstol estuviera a punto de dejarlos, hicieron que las preguntas y las
respuestas continuaran mucho más allá de los límites normales. Sin duda los
hermanos estaban gozando muchísimo de la improvisada fiesta espiritual que Pablo
les proporcionaba antes de despedirse de ellos.
8. Muchas lámparas.
Sin duda se mencionan las "lámparas" o
antorchas alimentadas con aceite por dos razones (ver com. Mat. 25: 1, 3): (1)
para explicar la somnolencia de Eutico sugiriendo que hacía calor y faltaba aire
en el salón; (2) para dar una contestación 384 indirecta a la acusación de que
en las reuniones nocturnas los cristianos se entregaban a un libertinaje
vergonzoso (Tertuliano, Apología 8). Sería natural que dos o más lámparas
estuvieran colocadas cerca del predicador.
Aposento alto.
En esa
zona, en tiempos antiguos, el piso superior de una casa era comúnmente usado
para propósitos religiosos o sociales. Lucas escribe con la agilidad y los
detalles de un testigo ocular.
9. Joven.
Gr. neanías , hablando estrictamente, un hombre entre 24 y 40 años de
edad; sin embargo, esta palabra podía usarse con mayor amplitud, como quizá en
este caso (ver com. vers. 12).
Eutico.
Significa "afortunado".
Este nombre, como otros de significado parecido -Félix, Felicia, Felicísimo,
Fortunato, Fausto, Felicitas y Síntique-, aparece repetidas veces en
inscripciones, y aparentemente era común, en especial entre los libertos.
Ventana.
En la mayor parte de las casas antiguas las ventanas
eran sólo aberturas en la pared, a veces sin marco y sin barras, excepto una
frágil rejilla, para prevenir accidentes como el que aquí se describe.
Rendido de un sueño profundo.
O "vencido por un sueño profundo".
Sin duda el aire comenzó a enrarecerse con el calor y el humo de las lámparas de
aceite, y el joven no pudo resistir más el sueño.
Tercer piso.
Gr. trístegon , "tercer techo". No se sabe cómo se contaban los pisos de
un edificio.
Fue levantado muerto.
Si había en la ventana alguna
rejilla posiblemente estaba bien abierta para que entrara aire fresco en el
atestado salón. El muchacho cayó al suelo, hacia afuera, quizá en el patio. Se
ha discutido mucho en cuanto a si el restablecimiento de Eutico describe algo
milagroso, o si "muerto" puede entenderse como desmayado o inconsciente. Pero
las expresiones de Lucas el médico, aquí y en el vers. 12 ("llevaron al joven
vivo"), parecen no dejar lugar para tal discusión. Lo que se dice en este relato
es que la vida de Eutico se extinguió a causa de la caída, y fue resucitado
debido a la oración del apóstol.
10. Descendió.
En las casas del área del Mediterráneo
frecuentemente se entraba por una escalera situada en la parte exterior. La
acción de Pablo nos recuerda las de Elías (1 Rey. 17: 21) y Eliseo (2 Rey. 4:
34). Sin duda el apóstol, como los profetas del AT, acompañó su acción con un
ruego al Señor.
No os alarméis.
Es decir "dejad de estar
turbados", "dejad de afligiros".
11. Subido.
La calma del apóstol y también sus palabras,
deben haber tenido su efecto sobre la perturbada congregación. Pablo regresó al
aposento alto, y continuó con la reunión.
Partido el pan.
"Participaron en la comunión" (HAp 314)- Ver Mat. 26: 26-30; Hech. 2:
46; 1 Cor. 11: 23-30; com. Hech. 2: 42. Este rito fue preparado previamente, no
así el resto de la reunión que, aparentemente, fue improvisada (ver com. vers.
7).
Habló.
O "conversando". La expresión griega da a entender
que fue más una amigable conversación que un discurso formal.
Alba.
El sol aparece en aquella latitud, muy poco después del tiempo de la
pascua, entre las 5 y las 6 de la mañana.
12. Joven.
Gr. páis , que comúnmente significa "niño", pero
que también puede referirse a una persona joven o a un esclavo de cualquier
edad. En este caso el 'joven" probablemente era adolescente o algo mayor (ver
com. vers. 9).
Vivo.
No habría razón para usar esta palabra si
"levantado muerto" (vers. 9) no significara una muerte real. Es obvio que el
médico Lucas está narrando el milagro de la resurrección de un muerto.
Grandemente consolados.
O "grandemente confortados". En otras
versiones como la BJ dice "se consolaron no poco"."
13. Adelantándonos.
Los compañeros de Pablo (vers. 4),
incluyendo a Lucas, siguieron su viaje por mar antes de que Pablo saliera de
Troas a pie. No es claro si estos compañeros estuvieron presentes en la reunión
nocturna.
Queriendo él.
Esto es, proponiéndose él mismo. Excepto
lo que se dice en el cap. 23: 24, no hay registro de que Pablo viajara en otra
forma que no fuera por barco o a pie. Pablo caminó unos 55 km, sin duda por un
camino romano pavimentado, desde la ciudad de Troas hasta Asón.
14. Vinimos a Mitilene.
Esta
ciudad, llamada en un tiempo Castro, era la capital de la isla de Lesbos; en
aquel tiempo muy hermosa por su situación geográfica y por sus espléndidos
edificios. Lesbos es una de las islas más grandes del mar Egeo y la séptima en
tamaño en la cuenca del Mediterráneo. Tiene una circunferencia de unos 270 km.
15. Delante de Quío.
O "frente a".
Quío (o Chios) es una isla que está entre Lesbos y Samos. Para ir desde Mitilene
hasta Quío era necesario viajar un día (ver mapa p. 364).
Samos.
Isla que está en la costa de Lidia, a un día de navegación desde Quío
(ver mapa p. 364).
Trogilio.
La evidencia textual (cf. p. 10) se
inclina por la omisión de las palabras "habiendo hecho escala en Trogilio".
Trogilio era una ciudad que estaba en la costa continental de Lidia, entre Efeso
y el tortuoso río Meandro (ver mapa p. 364).
Mileto.
Puerto de
mar (ver mapas p. 364 y frente a p. 33). Fue fundado mucho tiempo antes por
colonos de Creta, y se convirtió en un activo centro colonizador y una ciudad
importante política y comercialmente. Distaba unos 65 km de Efeso. La comitiva
de Pablo llegó allí tres días después de salir de Asón.
16. Pasar de largo a Efeso.
El haberse detenido allí sin
duda hubiera significado emplear más tiempo del que Pablo tenía disponible, en
vista de su intención de llegar a Jerusalén para Pentecostés.
Pentecostés.
Ver com. cap. 2: l. No se dice por qué Pablo
deseaba tanto estar en Jerusalén para Pentecostés. La reunión de todos los
cristianos de origen judío de toda Palestina que estaban allí en esa ocasión tal
vez habría hecho posible una distribución más eficiente de las ofrendas de
socorro que estaba llevando a Jerusalén. O tal vez esta fiesta tenía un
significado especial para él debido al derramamiento del Espíritu en el día de
Pentecostés. De todas maneras él no había completado su viaje antes de la pascua
(cap. 20: 6), y como iba hacia Jerusalén era natural que deseara estar allí para
la próxima fiesta.
17. Enviando.
Pablo no podía salir de la región sin relacionarse con la iglesia de
Efeso, donde había sufrido tanto (1 Cor. 15: 32), pero donde había obtenido una
cosecha tan rica para el Señor. Por lo tanto, pidió que los ancianos de la
iglesia fueran a Mileto para encontrarse con él y tratar los problemas de la
iglesia.
Ancianos.
Ver com. vers. 28; cap. 11: 30; 14: 23.
18. Les dijo.
Ahora sigue el
discurso más tierno que Pablo pronunció y que se haya registrado. No fue un
sermón evangelizador, sino de exhortación, Recordó a sus oyentes la abnegación e
integridad de su carrera, y los exhortó a aceptar de lleno el cumplimiento Fiel
de las responsabilidades de su investidura. Estas amonestaciones se aplican a
cualquier iglesia en cualquier edad, y son un eco de las que hay en Efe. 5 y 6,
especialmente en el cap. 6: 10-18.
Vosotros sabéis.
Como una
cosa cierta, pues lo conocían personalmente. En el griego la construcción
destaca el pronombre "vosotros". Pablo había estado con ellos tres años (vers.
31) cumpliendo con su "ministerio", tal como amonestó a un líder posterior de la
iglesia de Efeso a que lo cumpliera (2 Tim. 4: 5). El hecho de que recurriera a
lo que ellos sabían de él, debe entenderse teniendo en cuenta las calumnias que
algunos lanzaban contra su obra.
Cómo me he comportado.
Pablo
apela a su conducta entre ellos como prueba de su autoridad espiritual y
apostólica, y como evidencia de que su llamado y nombramiento procedían de Dios.
Todo el tiempo.
O sea durante todo el tiempo de su trabajo allí.
Desde el primer día.
El comportamiento de Pablo fue consecuente
con sus principios durante toda su permanencia en Efeso.
Asia.
Ver com. cap. 2:9.
19. Sirviendo.
Gr. douléuo , "ser esclavo", "servir como esclavo". Pablo a menudo se
aplica esta palabra y el sustantivo dóulos , "esclavo", en su relación con
Cristo, para indicar la absoluta sumisión de su mente y voluntad a su Señor.
Todo lo hacía en sujeción a Cristo, su único Señor. Ni su propio interés ni los
intereses del mundo podían impedir su consagración a Cristo.
Humildad.
Pablo, que sólo se gloriaba en la cruz de Cristo, por el cual él estaba
crucificado para el mundo (Gál. 6: 14), no sentía orgullo de su llamamiento o
investidura, ni autosuficiencia alguna. Podía confiar en la carne, pero no lo
hacía (Fil. 3: 4-7). Podía haberse gloriado en sus vicisitudes por su apostolado
y sus sufrimientos, pero no lo hizo (2 Cor. 11: 18-30). Su humildad era la de un
noble cristiano que compara su pequeñez y debilidad con la grandeza y el poder
de Cristo.
Muchas lágrimas.
Pablo también lloró como Jesús (2
Cor. 2: 4; cf. Juan 11: 35). Se entristeció por sus hermanos judíos que perdían
la salvación (Rom. 9: 1-5; cf. Luc. 19: 41-42). Se apesadumbraba por los
obstáculos que colocaban en el camino de la verdad. 386 Sentía dolor porque las
almas se perdían. Experimentaba tristeza por la dureza de los corazones humanos.
El ministro cristiano también llorará por los perdidos que lo rodean, y
experimentará un santo celo porque se oponen a la verdad.
Pruebas.
Gr. peirasmós , "prueba" " Cf. 1 Ped. 4: 12, donde este sustantivo se
traduce "prueba" " En Hech. 19 hay una enumeración de algunas de estas pruebas
que surgieron por la oposición de los enemigos de Pablo.
Que me han
venido.
Ver com. cap. 9: 24.
20. Util.
O "conveniente", "provechoso". A semejanza de
Pablo, el ministro evangélico dará a su grey lo que necesite, ya sea de buen
gusto o mal sabor, si espiritualmente es nutritivo.
He rehuido.
Gr. hupostélló , "colocar bajo", aquí "ocultar", "suprimir".
Antiguamente esta palabra describía la acción de recoger las velas de las
embarcaciones. Pablo no ahorraba ningún esfuerzo o trabajo, no perdía ninguna
oportunidad, no suprimía ninguna doctrina o amonestación, no ocultaba ninguna
verdad (cf. vers. 27).
Anunciaros.
Gr. anaggéllo , "anunciar",
"declarar". Generalmente se aplica a la predicación del Evangelio.
Por
las casas.
Un método más privado y personal del ministerio evangélico.
Para Pablo la obra personal no ocupaba el lugar del evangelismo público, sino
que era su compañera indispensable (2Jt 540-542; HAp 203, 240). En cuanto a la
obra de casa en casa por parte del pueblo de Dios en los últimos días, ver CS
670. Ningún ministro puede cuidar adecuadamente de su grey sin esta visitación
de casa en casa.
21. Testificando.
Testificando mediante la enseñanza y la exhortación a una vida mejor.
Esta misma palabra se traduce "encarezco" y "exhortándoles" en 1 Tim. 5: 21 y 2
Tim. 2: 14, respectivamente. Es decir, instando con firmeza y suplicando con
solemnidad.
Judíos y.. gentiles.
Pablo siempre iba primero con
el Evangelio a sus hermanos judíos (Hech. 13: 5, 14; 14: l; 17: 1-2; 18: 4; 19:
8; cf. Rom. l: 16; 2: 9 -10 ; 3: 1-2).
Arrepentimiento.
Gr.
metánoia (ver com. Mat. 3: 2 para la definición del verbo del cual deriva este
sustantivo).
Para con Dios.
Mejor "ante Dios". El
arrepentimiento es "ante Dios" porque (1) el pecado siempre es una ofensa contra
Dios, y (2) aunque el ser humano puede manifestar un espíritu perdonador, sólo
Dios puede perdonar por medio de Cristo Jesús, la víctima propiciatorio (2 Cor.
5: 21; 1 Ped. 2: 24), con la condición de que haya un sincero reconocimiento de
la culpa.
Fe.
La aceptación de la gracia expiatorio de
Jesucristo, "a quien amáis sin haberle visto" (1 Ped. 1: 8), sólo puede ser por
la fe (ver com. Rom. 4: 3). No hay duda de que " "todo lo que no proviene de fe,
es pecado" (Rom. 14: 23). La paz que el pecador tiene con Dios por medio de
Jesucristo proviene de la fe (Rom. 5: 1-2). "Sin fe es imposible agradar a Dios"
(Heb. 11: 6).
22. Ligado yo en espíritu.
Esto puede significar que en este caso Pablo estaba apremiado en su
espíritu por la influencia de las circunstancias, o que era forzado por su
propia voluntad, o también que estaba constreñido por el Espíritu de Dios.
Algunos sostienen, basados en el vers. 23, la primera posibilidad, argumentando
que la palabra "Santo" en dicho versículo sugiere un contraste con el versículo
que comentamos, donde no aparece "Santo". Otros se inclinan por la última
posibilidad, creyendo que la presencia de "Santo" en el vers. 23 identifica al
Espíritu en ambos versículos. Ver com. cap. 16: 6-7, donde el Espíritu Santo le
impide a Pablo tomar cierto curso de acción. El verbo (que aquí es enfático por
la construcción sintáctica) generalmente se aplica a atar con lazos o cadenas
(Mat. 13: 30; 21: 2), o, en forma figurada, a la presión de un deber, de una
obligación (Rom. 7: 2), o a cualquier impulso imperativo o tendencia apremiante
(compárese con el sustantivo "prisiones" usado en File. 13, "cadenas" [BJ, que
tiene la misma raíz de "ligado"). Pablo era un hombre firmemente sometido a su
convicción del deber. Cuando se añade el impulso de la dirección del Espíritu,
la "ligadura" es verdaderamente firme, como en el caso del apóstol. Debe
cumplirse con el deber, y dejarse los resultados con Dios.
Me ha de
acontecer.
Pablo sabía que le esperaban peligros en su visita a '
Jerusalén (Hech. 20: 23; cf. Rom. 15: 30-31), pero desconocía la naturaleza así
como la gravedad de los sucesos que lo amenazaban. Pero había encomendado sus
caminos al Señor, y cualesquiera fueran los peligros iría adonde el Espíritu lo
condujera.
23. El Espíritu Santo... me da
testimonio.
El registro no declara si fue por revelación 387 directa
(ver com. cap. 16: 6-7), por predicciones de profetas -como en el cap. 21: 4,
11-, o por una impresión profunda y constante en la mente de Pablo.
Prisiones y tribulaciones.
Pablo sentía una profunda convicción
de que le sobrevendrían calamidades, aunque no conocía los detalles.
24. De ninguna cosa.
La evidencia
textual (cf p. 10) establece el siguiente texto en la primera parte del vers.
24: "Pero yo no hago ninguna estima de mi vida" (NC).
Preciosa mi vida.
Para Pablo los asuntos personales no tenían valor alguno (Fil. 3: 7-8).
Esta fue la actitud de Cristo cuando condescendió a tomar nuestra naturaleza
(Fil. 2: 7-8). Ninguna preferencia o deseo personal distrajo a Pablo de los
elevados privilegios de su ministerio. No vivía para sí mismo; era un esclavo de
Cristo (Rom. l: l). Nada era de suficiente importancia para inducirlo a
descuidar su deber. Este fue el espíritu del Salvador y el de los primeros
cristianos.
Carrera.
Gr. drómos , "carrera", "pista de
carreras", "duración de vida", "término del cargo". Pablo hacía de sí mismo una
ofrenda viva (Rom. 12: l), para que la carrera que había comenzado pudiera
terminar con éxito. En su epístola de despedida, sostuvo que había acabado su
carrera con éxito (2 Tiro. 4: 7). Por eso exhortó a los hebreos a correr "con
paciencia [perseverancia] la carrera' que tenían por delante (Heb. 12: l). Pablo
anhelaba correr la carrera de su vida de tal manera que al final no tuviera que
lamentar ningún descuido o fracaso por negligencia o apatía. Deseaba terminar su
carrera con la satisfacción de una limpia conciencia.
Con gozo.
La evidencia textual (cf. p. 10) establece la omisión de estas palabras.
Ministerio.
Gr. diakonía , "servicio", de donde deriva
"diaconado". Aquí no significa un cargo eclesiástico, sino un servicio prestado
a Dios. Cumplir un servicio fiel era el principio guiador de Pablo. Por eso
amonestó a su "hijo" Timoteo para que alcanzara una consagración igual (2 Tim.
4: 5).
Del Señor Jesús.
La firme convicción que Pablo tenia de
la realidad de su llamamiento al ministerio evangélico era una consecuencia de
su singular conversión, cuando Cristo 10 Comisionó y le dijo, por medio de
Ananías, la obra que él iba a hacer (Hech. 9: 15-17; 22: 14-15; 26: 16-18).
Pablo nunca dudó de haber sido llamado, aunque aparentemente otros sí lo dudaron
(2 Cor. 3: 1-6; Gál. l: 10-24).
Del evangelio.
Ver com. Mar. 1:
l. El Evangelio es las buenas nuevas de la misericordia de Dios para los
pecadores por medio del sacrificio expiatorio de Jesucristo en la cruz. Este
testimonio puede ser dado sólo por aquellos que reconocen que son pecadores
alejados de Dios, pero que por la fe han experimentado personalmente la gracia
salvadora y el poder de Jesucristo.
25. Reino.
Ver com. Hech. 1: 6; Mat. 4: 17. Este era el
reino en el cual Pablo centraba todas sus esperanzas, y que proclamaba con gran
peligro para sí mismo frente al absolutismo del Imperio Romano.
De Dios.
La evidencia textual (cf. p. 10) establece la omisión de estas palabras.
Ninguno... verá más mi rostro. Pablo creía, por razones que aquí no
revela, que estos ancianos de Efeso y, sin duda, las iglesias de Mileto y de
Efeso, nunca más lo volverían a ver. Esto podría deberse a los peligros que
sabía que le esperaban (Hech. 20: 22-23; Rom. 15: 30-3l), y también a causa de
su firme intención de visitar a Roma y España (Hech. 19: 21; Rom. 15: 23-28).
Sin embargo, es probable que Pablo regresara a Macedonia y Asia, aunque quizá no
a Mileto ni a Efeso, entre su primer y su segundo encarcelamiento en Roma (Fil.
1: 25-27; File. 22). Pero en ese momento Pablo no había sido informado de esto
por el Espíritu de Dios.
26. Yo os
protesto.
Os testifico, os hago una declaración solemne.
Estoy
limpio.
Gr. katharós , "limpio". Pablo no afirma que posee la perfección
completa del carácter cristiano (Fil. 3: 12-14), sino que está limpio respecto
al cumplimiento de su deber de llevar a los hombres a Cristo para que fueran
salvos.
La sangre.
Una clara referencia a la responsabilidad del
atalaya expresada en Eze. 33: 6. Pablo había cumplido con su deber respecto a
los efesios. Su pensamiento es claramente una repetición de lo que había
expresado cuando salió de la sinagoga de los judíos en Corinto. Había hecho por
ellos todo lo que se podía hacen La sangre de ellos es decir, la muerte que
deberían sufrir si rechazaban el mensaje salvador del Evangelio caería sobre
ellos (Hech. 18: 6; cf. Mat. 27: 25).
De todos.
Pablo había
predicado a judíos y a gentiles. Había hecho lo máximo que podía 388 bajo el
poder de¡ Espíritu Santo. Nadie podría acusarlo de descuido. Este es un ejemplo
inspirador y una exhortación para cada ministro evangélico.
27. Rehuido.
Ver com. vers. 20.
Ningún temor o indigno deseo de popularidad indujo a Pablo a suprimir verdades
impopulares, ni a desfigurar su ministerio. No ocultó la verdad, ni se apartó de
ella.
Consejo de Dios.
O sea, el plan de Dios para salvar al
hombre. Pablo probablemente había escuchado este plan por primera vez por medio
de la predicación de Esteban (cap. 7: 54-58), y más tarde lo había aprendido
personalmente de Cristo (Hech. 9: 4-6; Gál. l: 15-20). Exponía ante la gente el
propósito de la muerte de Cristo en la cruz, su resurrección y ascensión, su
obra como nuestro Sumo Sacerdote en el santuario celestial, y su promesa de
regresar al concluir su obra de intercesión para tomar consigo a los suyos. Este
es el plan que Pablo bosquejó claramente en la Epístola a los Romanos.
28. Mirad.
En vista de la partida
de Pablo y de lo que él está por decirles, los ancianos deben velar con cuidado:
en primer lugar sobre sí mismos (vers. 30), luego por la grey. Los líderes
religiosos son acosados por peligros y tentaciones especiales en su conducta
personal, en su estabilidad religiosa y constancia en la doctrina, y también en
peligros con los de afuera (cf. 2 Cor. 11:23-28), los cuales aumentarán a medida
que el tiempo llegue a su fin.
Rebaño.
La iglesia es el cuerpo
de Cristo (1 Cor. 12: 12-27; Efe. 4: 12), el templo de Dios (1 Cor. 3: 16-17) y
la novia de su Señor (Efe. 5: 23-32). Pero también es, y muy íntimamente, el
"rebaño" de Dios (Juan 10: 11-16; cf. 1 Ped. 5: 4; Heb. 13: 20); por lo tanto,
debe ser dirigida, no forzada (Juan 10: 26-30); debe ser alimentada, no
explotada (Sal. 23; Juan 10: 7-14; 1 Ped. 5: 2).
La palabra "pastor"
deriva del verbo latino pasco , "alimentar". La atrayente figura del Buen
Pastor, tan claramente presentada en las Escrituras, es un ejemplo para el
ministro del Evangelio. "Todo" abarca el rebaño entero y cada parte de él, pues
no debe haber acepción de personas (Sant. 2: 1-9).
Espíritu Santo.
La tercera persona de la Divinidad. Los ancianos de Efeso eran personas
nombradas, sin duda, bajo la supervisión de Pablo (ver com. cap. 14: 23); pero
el apóstol los consideraba elegidos por el Espíritu Santo mediante el proceso
designado, y llenos del Espíritu (cf. cap. 6: 3). Aquí se revela de nuevo la
firme creencia en la era apostólica: que el Espíritu de Dios estaba en la
iglesia y operaba por medio de ella (Hech. 2: 2-4; 4: 3l; 5: 3-4; 6: 3, 5; 8:
39; 10: 45; 13: 2; 15: 28; 16: 6-7).
Obispos.
Gr. epískopos ,
literalmente "superintendente", "veedor". Una comparación con el vers. 17
muestra que en los días de Pablo, los "ancianos" ( presbúleros ) y obispos (
epískopos ) tenían el mismo cargo (Hech. 11: 30; cf. Hech. 1: 20; Tito 1: 5-7).
Estos oficiales, conocidos como ancianos, actuaban como "veedores" en la
iglesia.
Apacentar.
Gr. poimáino , "cuidar un rebaño", "ser
pastor". El deber del pastor es cuidar de su rebaño y llevarlo a buenos pastos.
Por eso el pastor debe alimentar a la iglesia, a su rebaño, con los pastos de la
Palabra de Dios. El Señor le ordenó a Pedro tres veces que lo hiciera (Juan 21:
15-17). Más tarde Pedro transmitió este mandato a sus conversos (1 Ped. 5: 2).
El deber pastoral es quíntuple: (1) Predicar a la grey la Palabra de Dios para
que entienda el Evangelio (1 Cor. 2: 4-7; Efe. 3: 8-1l), para que experimente el
poder de la verdad (Juan 3: 11; 2 Cor. 4: 13) al presentar correctamente la
Palabra de verdad (2 Tim. 2: 15) y para mejorar la condición espiritual de los
feligreses; (2) orar por la grey (Juan 17: 9-17; Rom. 1: 9; Efe. l: 16; 1 Tes.
1: 2; 2 Tim. 1: 3); (3) administrar los ritos a la congregación del Señor con su
profundo significado espiritual: el bautismo (Rom. 6: 3-6), el lavamiento de los
pies (Juan 13: 3-17) y la Cena del Señor (Mat. 26: 26 -30; 1 Cor. 11: 23-30);
(4) mantener en la iglesia la verdad del Evangelio (Jud. 3; 1 Tim. 1: 3-4; 4: 6
-7, 16; 6: 20; 2 Tim. l: 14; 2: 25; 3: 14-17); (5) esforzarse por la conversión
de almas, atrayéndolas a la grey (Hech. 2: 47; 11: 24; cf. Luc. 14: 23).
La iglesia del Señor.
La evidencia textual se inclina (cf. p.
10) por el texto: "iglesia de Dios" (BC, BJ, NC), pero admite la posibilidad de
que el original dijera "iglesia del Señor". Pablo a menudo se refiere a
Jesucristo como Dios (Rom. 9: 5; Tito 2: 13; cf. Col 1: 15-20; 2: 9; Fil. 2: 5-1
l). Sobre este problema textual, ver también el libro Problem in Bible
Translation, pp. 205-208.
Ganó.
Cristo compró con su propia
sangre a los redimidos que constituyen la iglesia(1 Ped. 1: 18-19). Quien no
conoció pecado fue 389 hecho pecado por nosotros (2 Cor. 5: 21). El nos rescató
cuando estábamos muertos en pecados y delitos, y nos hizo sentar en los lugares
celestiales (Efe. 2: 1-6). Fuimos "comprados por precio" (1 Cor. 6: 20; 7: 23;
cf. 2 Ped. 2: 1).
Por su propia sangre.
La frase griega es
ambigua. Puede traducirse: "mediante la sangre del propio (o suyo)", es decir de
su Hijo; o "mediante su propia sangre". La primera interpretación corresponde
con la frase "iglesia de Dios" que aparece antes en el versículo, mientras que
"por su propia sangre" atribuye la deidad a Cristo (concepto que presentan
claramente otras referencias), o concuerda con el texto "iglesia del Señor". "La
sangre es la vida" (Deut. 12: 23). Cuando la sangre se derramaba, cesaba la
vida. El animal sacrificado moría, y la sangre, que se derramaba, prefiguraba la
muerte de Cristo por los pecadores. La muerte de Cristo en la cruz del Calvario,
cuando sangre y agua manaron de su corazón quebrantado al sentir la separación
de su Padre (Mat. 27: 46; Juan 19: 34-35), también es presentada como la sangre
que salva (1 Cor. 1: 17 -1 8), la sangre que compra (Hech. 20: 28) y la sangre
que limpia (1 Juan 1: 7). La muerte de Cristo fue el sacrificio expiatorio que
hizo posible la salvación; por lo tanto, la iglesia debe ser cuidada por sus
pastores con una devoción y un empeño particulares. Como Cristo amó a la iglesia
y se sacrificó por ella, el pastor de la iglesia debe también amarla y
sacrificarse en el servicio de ella.
29. Yo
sé.
Por su conocimiento de la naturaleza humana, por experiencia, y
también por la iluminación que le daba el Espíritu de Dios.
Después de
mi partida.
Pablo había sido tutor para las iglesias que él había
fundado. Debido a su ausencia aumentaría el peligro para ellas. Israel fue fiel
durante los días de Josué y de los ancianos que le sobrevivieron (Juec. 2: 7),
pero más tarde cayó en la apostasía.
Lobos rapaces.
Pablo
establece aquí un paralelo con la parábola que presentó Cristo del buen pastor.
El asalariado no hace frente al lobo (Juan 10: 12), pero el verdadero pastor del
rebaño defiende a sus desvalidas ovejas. Como Cristo conocía el agudo peligro de
tales ataques, nos amonestó acerca de ellos (Mat. 7: 15). Los ancianos de Efeso
debían Proteger las ovejas de los lobos que Pablo predice que entrarían al redil
de la iglesia. Su advertencia a estos ancianos no es la única. Ya había escrito
a los Tesalonicenses acerca de la gran apostasía futura (2 Tes. 2: 1-12), y le
escribió más tarde a Timoteo alertándolo acerca de iguales peligros en el futuro
(1 Tim. 4: 1-3; 2 Tim. 3: 1-15). En los últimos años del primer siglo, el
apóstol Juan vio la apostasía como un peligro característico de sus días (1 Juan
4: 1), y en el Apocalipsis narra las visiones que le fueron dadas acerca de la
espantosa decadencia y paganización de la iglesia (Apoc. 2: 12-24; 6: 3-11; 17;
18). Ver pp. 65-68.
30. Y de vosotros
mismos.
Los lobos mencionados, que atacarían a la iglesia desde afuera,
representan las influencias judaizantes y paganizantes que alterarían
radicalmente el cristianismo en los próximos siglos. Pablo advierte ahora en
cuanto a las influencias de la apostasía dentro de la iglesia, como en los casos
de Demas (2 Tim. 4: 10), Himeneo y Fileto (2 Tim. 2: 17), cuyas palabras
carcomerían "como gangrena" y trastornarían "la fe de algunos".
Arrastrar tras sí.
Gr. apospáb , "sacar", "arrancar". Los
miembros de la iglesia cristiana que apostataran, arrastrarían a otros para que
participaran de su apostasía.
31. Velad.
Estas palabras parecen ser una significativa repetición de la admonición
del Señor (Mat. 24: 42; 25: 13), las cuales Pablo debe haber tenido en cuenta.
Fueron específicamente dirigidas a los ancianos de Efeso, a quienes Pablo
acababa de llamar "obispos" (ver com. Hech. 20: 28). El apóstol enfatiza la
vigilancia que debe caracterizar a aquellos que guían y pastorean la iglesia.
Tres años.
Durante tres años Pablo había sido un ejemplo de
vigilancia para la iglesia de Efeso. El relato de los Hechos presenta tres meses
de predicación en la sinagoga (cap. 19: 8), dos años en la escuela de Tirano
(vers. 10) y un período no especificado que comenzó inmediatamente antes del
alboroto de Demetrio y que continuó después de ese disturbio. Esto y el bien
conocido método judío de cómputo inclusivo (ver t. 1, p. 191) es suficiente base
para la declaración general de Pablo de los "tres años". Ver pp. 104-105.
Amonestar.
Gr. nouthetéó , literalmente "poner en la mente",
"exhortar", "amonestar". Pablo colocó claramente ante ellos el peligro y el
deber.
Con lágrimas.
La profunda simpatía de 390 Pablo, en el
sentido literal de "compartir los sentimientos", es evidente en muchos de sus
escritos (Hech. 20: 19; 2 Cor. 11: 29). Pablo exige aquí mucha solicitud y gran
eficiencia pastoral, y sin embargo ninguno de los ancianos presenta objeciones a
su declaración.
32. Encomiendo.
Gr.
paratíthe'mi , "colocar al lado", "encargar", usado aquí en el sentido de
"confiar" (CE 1 Ped. 4: 19). Se entiende que estos maestros de Pablo debían
transmitir a otros la verdad que ellos habían recibido (cf. 2 Tim. 1: 14), la
que llega a. ser un "compromiso", o "depósito" ( paratheké ) de fe (2 Tim. 1:
12) para el día de Cristo.
La palabra de su gracia.
Una
expresión paralela es "la palabra de su poder" (Heb. 1: 3), o "su poderosa
palabra": la palabra que tiene poder para sostener el universo. "La palabra de
su gracia" también puede llevar a cabo la salvación de aquellos que creen en él
(Jud. 24). La palabra gracia ( járis ) a menudo está íntimamente unida con la
palabra "poder" ( dúnamis ) como en 2 Cor. 19: 9. La "palabra" (lógos) no está
personificada aquí significando a Jesucristo; pero cuando él habla, su palabra
está llena de gracia y también llena de poder (cf. Sant. 1: 21; Heb. 4: 12; Jer
23: 29). En cuanto a jáús, ver com. Rom. 3: 24.
Sobreedificaros.
Dios es el Arquitecto supremo, y el fundamento es Jesucristo (1 Con 3:
11). Los dones del Espíritu Santo, actuando por medio de hombres espiritualmente
dotados, se confieren para esta "edificación" o sobreedificación (Efe. 2: 20; 4:
11-13). El resultado es el perfeccionamiento de la iglesia o la asamblea de los
santos (1 Ped. 2: 5, 9-1O; Heb. 12: 22-24; Efe. 5: 27) y la imitación del
carácter de Cristo en cada uno de los que creen en él (Fil. 3: 8-14; Efe. 3:
14-21; 2 Ped. 1: 3-8).
Herencia.
Mejor "la herencia" " (BC, BJ,
NC). La expresión se relaciona con el repartimiento de tierra entre los
israelitas (Jos. 14-19). Pero el pueblo de Dios, debido a su falta de fe, no
llegó a ocupar la tierra (Juec. 1-2; Heb. 3-4). La herencia de los hijos de Dios
debe considerarse una posesión en forma tan concreta como la que se ofreció a
los hebreos, y debe ser reclamada con toda certidumbre en Cristo. Compárese con
la presentación que hace Pablo de la herencia en su Epístola a los Efesios: "las
arras de nuestra herencia" (Efe. 1: 14), que es la prenda de nuestra salvación
proporcionada por el Espíritu Santo; "su herencia en los santos" (Efe. 1: 18),
la posesión presente y espiritual del cristianismo; la "herencia en el reino"
(Efe. 5: 5), que comenzará con la segunda venida de Cristo (Mat. 25: 34; Luc.
12: 32). Cuando Cristo venga por segunda vez, los santos de Dios entrarán en el
cielo y reinarán durante mil años (1 Tes. 4: 16-17; Apoc. 20: 4-5), y después
habitarán en la tierra renovada (Apoc. 21: 1-4).
Los santificados.
La santificación de los hijos de Dios debe completarse en Cristo antes
de que entren a poseer la herencia celestial. Ser santificado es ser santo (Rom.
1: 7; 1 Cor. 1: 2; 2 Cor. 1: 1), y esta frase se aplica a todo el conjunto de
creyentes. "La santificación es la obra de toda la vida" (PVGM 46), pero como
ninguno conoce cuánto durará su vida, la obra de la santificación debería ser en
la experiencia del creyente una obra que se efectúa constantemente y sin
obstáculos. La santificación es de Dios (Exo. 31: 13; Eze. 37: 28; 1 Tes. 5: 23;
Jud. 1), de acuerdo con su voluntad (Heb. 10: 10), en Cristo (1 Cor. 1: 2; 6:
11; Efe. 5: 26; Heb. 13: 12), por el Espíritu Santo (1 Cor. 6: 11; Rom. 15: 16),
por medio de la Palabra de Dios (Juan 17: 17).
33. Ni plata ni oro ni vestido.
En la antigüedad, la
riqueza a menudo se calculaba en términos de las posesiones mencionadas. Así
sucedió en el caso de Naamán (2 Rey. 5: 5) y de otros más (Gén. 24: 53; 45: 22;
2 Rey. 7: 8; cf. Mat. 6: 19; Sant. 5: 2-3).
He codiciado.
Mejor
"codicié" (BC, BJ). Compárese con la exhortación de Samuel a su pueblo (1 Sam.
12: 3-5). En ambos casos había razones especiales para que presentaran lo que
puede aparecer como una defensa innecesaria. Los hijos de Samuel habían perdido
su integridad y eran corruptos (1 Sam. 8: 3); Pablo fue acusado de encubrir
"avaricia" (1 Tes. 2: 5; cf. 2 Cor. 7: 2; 12: 17-18). Pablo tenía derecho de
pedir compensación por sus labores evangélicas (1 Cor. 9: 13-14), pero no lo
hizo para que no lo acusaran de avaricia (1 Cor. 9: 12, 15). Pablo, con su
notable influencia sobre la gente (cf. Gál. 4: 13-15), podría haber granjeado
beneficios materiales para su propio enriquecimiento; pero no lo hizo. Sabía "
"vivir humildemente" y "tener abundancia" (Fil. 4: 12). Había aprendido a
contentarse, "cualquiera" fuera su "situación" (Fil. 4: 11). Nunca había
obtenido ninguna ganancia de los corintios (2 Cor. 12: 17, BJ). No deseaba
"dádivas" de los filipenses (Fil. 4: 17). Trabajaba con sus manos 391 antes que
Permitir que lo sostuvieran; y presenta este hecho en el versículo siguiente
como su defensa contra la acusación de que sus esfuerzos para extender el
Evangelio estaban realmente motivados por la codicia de las riquezas de otros.
34. Vosotros sabéis.
La relación de
Pablo con los creyentes de Efeso había sido tan estrecha y prolongada, que ellos
sabían que lo que decía de sí mismo era verdad.
Lo que me ha sido
necesario.
Gr. jreía , "necesidad". A medida que Pablo y sus compañeros
iban de un lugar a otro se conformaban con el sostén material indispensable, al
mismo tiempo que suministraban las riquezas de la gracia divina a otros. No
deseaban los lujos que este mundo podía ofrecer.
Estas manos me han
servido.
Esta expresión demuestra la costumbre de Pablo de trabajar para
sostenerse, y se presenta como parte de su defensa contra la acusación de
codicia. Pablo había trabajado en Corinto con Aquila y Priscila en su oficio de
hacer tiendas (cap. 18: 1-3). Previamente había trabajado en Efeso (1 Cor. 4:
12) y en Tesalónica (1 Tes. 2:9; 2 Tes. 3: 8). Este versículo demuestra que
también trabajó en Efeso. Pablo trabajaba no sólo para sostenerse él sino
también para ayudar a algunos de sus compañeros que lo necesitaban. Timoteo, con
sus "frecuentes enfermedades" (1 Tim. 5: 23), quizá fue uno de ellos. Pablo no
creía que se deshonraba en lo más mínimo porque tenía que trabajar para hacer
frente a sus gastos mientras predicaba el Evangelio, cuando la iglesia aún no
había aprendido a sostener a sus ministros.
35. En todo.
La instrucción de Pablo a los creyentes de
Efeso no había sido sólo en doctrina sino también en asuntos de piedad práctica:
sostén propio con fe en Dios y amor cristiano.
Os he enseñado.
Gr. hupodéiknumi , "mostrar", "presentar como modelo".
Ayudar.
Gr. antilambánô , "tomar por el lado opuesto", una expresión gráfica de
la idea de "ayudar". Este consejo está ejemplificado con el trabajo manual de
Pablo a favor de otros.
Necesitados.
O "enfermos", "débiles", "
palabra que puede aplicarse a uno que está "débil en la fe" (Rom. 14: 1); pero
como Pablo se acaba de referir al trabajo físico (Hech. 20: 34-35), la única
conclusión es que "los necesitados" son los que en verdad están pobres y
enfermos. El resto del versículo lleva a la misma conclusión. Los miembros de la
iglesia apostólica estuvieron más dispuestos a cumplir con esta responsabilidad
que los de tiempos posteriores (ver com. cap. 6: 1-2).
Recordar.
Pablo reforzó su admonición a los ancianos de la iglesia para que
cuidaran a los necesitados, citando un dicho del Señor que no está registrado.
La cita proviene de los labios de Pablo con inspirada autoridad apostólica, lo
cual no puede decirse de varias declaraciones que la tradición ha atribuido a
Cristo. No se registra si Pablo escuchó esta afirmación de alguien que la oyó de
Jesús, o si la oyó personalmente de Jesús durante una de sus revelaciones
directas al apóstol. Recordar" implica un previo conocimiento general de la
enseñanza. Esta declaración es una de las "otras muchas cosas" (Juan 21: 25) que
Jesús dijo e hizo, que no se registran en los Evangelios.
Que dijo.
Literalmente "que El mismo dijo" (NC). En griego esta expresión es
enfática.
Bienaventurado.
La bienaventuranza es una bendición
recíproca. El que recibe es bienaventurado, o feliz, ya sea su necesidad
espiritual o física; pero la bendición mayor es para el dador. Hay gozo en
compartir. El que da se desprende de sus propios intereses; da preeminencia a
sus más nobles impulsos, y recibe la aprobación de Dios (Mat. 25: 34-40). Como
Dios es el Dador sin límites (Gén. 22: 8-13; Sal. 23; Juan 6: 16, 34), el dar es
un acto que se origina en Dios.
36. De
rodillas.
Una posición normal para orar (Sal. 95: 6; Dan. 6: 10),
apropiada como señal de humildad ante la Majestad Divina a quien se dirige la
oración, y adoptada especialmente en momentos solemnes (2 Crón. 6: 13; 1 Rey. 8:
54; Luc. 22: 41). También se registra que Pablo se arrodilló cuando se despidió
de los hermanos en Tiro (Hech. 21: 5; cf. Efe. 3: 14).
Oró con todos
ellos.
Aunque Lucas da resúmenes completos de los discursos de Pablo y
aun da sus conversaciones, no registra las palabras de la oración de Pablo con
los ancianos de Efeso. El tema de la oración puede deducirse de Efe. 3: 14-2 l.
El motivo principal de las oraciones de Pablo por sus compañeros y conversos
aparece en Hech. 28: S; Rom. 1: 9 -10; Efe. 1: 16-19; Fil. 1: 4-5; 1 Tes. 1: 2;
2 Tim. 1: 3; File. 4-6.
37. Llanto de
todos.
No podían demostrar 392 en forma más impresionante la alta estima
que sentían por Pablo y su tierno afecto por él.
Echándose al cuello de
Pablo.
Una forma normal en aquellas tierras, de abrazarse al encontrarse
o al despedirse (Gén. 33: 4; 45: 14; 46: 29; Luc. 15: 20). Los amigos de Pablo
lo amaban.
38. Doliéndose.
O
"afligidos" " (BJ, NC), "en angustia", "doloridos", "angustiándose a sí mismos".
No verían más su rostro.
Ver com. vers. 25.
Le
acompañaron.
Literalmente "lo despidieron". " Las mismas palabras
griegas se traducen en otro pasaje "encaminados" " (cap. 15: 3). Los ancianos de
Efeso permanecieron con Pablo tanto tiempo como les fue posible, y lo
acompañaron hasta el barco en el cual viajaba. Ver com. cap. 15: 3.
CBA T6
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