1. Palabra.
Ver com. cap. 1: 1; 2: 1. Este
capítulo contiene una parte del mensaje presentado en el "discurso del templo"
(ver com. cap. 7: 1; cf. PR 304-305). Este mensaje fue repetido más tarde por
toda la tierra de Judá (cap. 11: 6).
2. Las
palabras de este pacto.
"El libro de la ley" había sido descubierto
durante el reinado de Josías, y por esto las palabras "este pacto" cobran
significado especial (cf. 2 Rey. 22: 8 a 23: 8). Sin duda que la parte de las
Escrituras que por muchos años había estado perdida era el libro de
Deuteronomio, o por lo menos una parte de él (PR 289-290). El "libro del pacto"
se encontraba en el libro de Deuteronomio (PR 289). Las instrucciones de
Jeremías repetidas veces se refieren a los consejos dados en Deuteronomio (PR
302). El pacto era el que se había establecido en el Sinaí (Jer. 11: 4; cf. Exo.
19: 5; Lev. 26: 12). El libro de Deuteronomio contenía un resumen detallado de
las condiciones de este pacto. Jeremías tuvo la misión de dirigir la atención
del pueblo a los olvidados preceptos de ese libro (PR 304).
3. Maldito.
Ver Deut. 27: 26.
No obedeciere.
El verbo hebreo shama' "oír", muchas veces se
emplea con el sentido de "prestar atención" u "obedecer".
4. Horno de hierro.
Esta figura se refiere a la dura
esclavitud del pueblo de Israel en Egipto. Es otro reflejo del libro del pacto
(Deut. 4: 20).
Oíd mi voz.
Ver Deut. 11: 27; 28: 2-14.
5. Juramento.
Ver la explicación de
esto en Lev. 26: 3-13; Deut. 7: 8; 8: 18.
Fluye leche y miel.
Expresión proverbial que indicaba la abundancia existente en la tierra
de Palestina (ver com. Exo. 3: 8; cf. Deut. 6: 3).
Amén.
Heb.
'amen , expresión común en el culto hebreo (Neh. 8: 6; Sal. 41: 13; 106: 48), y
que significa "así sea". El "amén" castellano deriva de esta voz hebrea.
6. En las ciudades.
Parece que
Jeremías fue de ciudad en ciudad para destacar la importancia de prestar oídos a
"las palabras de este pacto" (PR 304).
7. Desde temprano.
Con referencia al significado de esta
frase, ver com. cap. 7: 13.
8. Imaginación.
Literalmente, "testarudez".
Las palabras de este pacto.
Ver Deut. 27; 28.
9. Conspiración.
Heb. qésher , término que destaca el aspecto de una "alianza" más que de
una "conspiración". Parecía como si el pueblo unánimemente seguía por el camino
de la apostasía espiritual. Los efectos saludables del denodado esfuerzo de
Josías por erradicar la idolatría evidentemente no habían durado mucho tiempo.
11. Yo traigo. . . mal.
Literalmente, "yo estoy trayendo mal". Se recalca así la resolución
divina de castigar al pueblo por su pecado.
No los oiré.
Esto no
significa que Dios desatendería por completo las oraciones de su pueblo. Pero
cuando éste clamara por liberación de la angustia predicha, Dios no quitaría el
castigo. El Señor sabía lo que era conveniente para su pueblo. La disciplina
sería saludable. Aunque no hubiera cómo escapar de la calamidad que amenazaba a
la nación, el Señor estaba tan listo y bien dispuesto a escuchar una plegaria de
arrepentimiento y a conceder el perdón a una persona como siempre lo había
estado. En los vers. 9 y 10 se hace referencia a la iniquidad de Judá en su
conjunto.
12. Clamarán a los dioses.
Compárese con el caso del rey Saúl. Cuando, debido a la apostasía del
rey, Dios se negó a contestar la pregunta de Saúl con referencia al resultado de
la batalla inminente, el monarca recurrió a la pitonisa de Endor (ver com. 1
Sam. 28: 67). La prontitud con que el pueblo se volvió a los falsos dioses
muestra claramente que la nación en general no estaba arrepentida.
13. El número de tus ciudades.
Ver
com. cap. 2: 28.
Ignominia.
Literalmente, "vergüenza". Se
denomina así a Baal (ver com. cap. 2: 26). Con referencia al reavivamiento del
culto a Baal, efectuado por Manasés, hijo y sucesor de Ezequías, ver 2 Crón. 33:
1-3.
14. No ores.
Esto sugiere que,
debido al gran amor que sentía por su pueblo, Jeremías había intercedido
fervorosamente en su favor (ver com. cap. 7: 16). La continua iniquidad del
pueblo hacía que esa intercesión fuera inútil. Judá no había manifestado ningún
440 espíritu de arrepentimiento, y su clamor no era más que la expresión de su
deseo de escapar del castigo (ver com. vers. 1 l).
15. Muchas.
En el hebreo este adjetivo no parece modificar
a la palabra "abominaciones". La sintaxis de esta parte de versículo es oscura.
La LXX dice éujai, o sea "votos" o "plegarias". De allí la traducción de la BJ:
" "¿Es que los votos y la carne consagrada ahuyentarán de ti tu desgracia?" "
Sin duda las "carnes santificadas" son las carnes de los sacrificios.
Abominaciones.
Heb. mezimmah . Literalmente, "impiedad", "planes
malvados", "designios impíos".
16. Olivo
verde.
Compárese con Sal. 52: 8; Rom. 11: 1-24. La voz que se traduce
"verde" denota frondosidad y abundancia de follaje.
17. Te plantó.
El que planta un árbol tiene el derecho de
arrancarlo si no da fruto. Dios tenía un plan especial para el antiguo Israel
(ver PP. 28-29). Cuando el pueblo dejó de cumplir la misión designada por Dios,
éste le quitó sus derechos y privilegios especiales (ver Mat. 21: 33-43; cf.
Isa. 5: 1-7; Jer. 2: 21).
18. Me lo hizo
saber.
Es decir, le dio a conocer su impiedad. Ahora el profeta aparta
su atención de los pecados de Judá e Israel y dirige su atención a lo que hacen
los habitantes de Anatot, aldea natal de Jeremías, quienes estaban tramando para
quitarle la vida.
19. Inocente.
Heb. "alluj" significa "íntimo" o "confidente" cuando se refiere a
personas (ver com. cap. 3: 4); en el caso de animales, significa "manso",
"confiado". En el plural, se traduce "bueyes" (Sal. 144: 14).
20. Venganza.
Jeremías pide
justicia a Dios. Algunos han pensado que su manera de expresarse no deja de
tener un dejo de venganza, pero no es así necesariamente. Jeremías estaba seguro
de que hacía la obra del Señor. Por eso cualquier interferencia en su obra era
un ataque contra Dios (ver t. III, p. 630).
21. Varones de Anatot.
Anatot había sido dada a los
sacerdotes (Jos. 21: 18). Allí nació Jeremías (Jer. 1: 1). Por lo tanto, los
"varones de Anatot" eran sacerdotes. Más aún, eran parientes cercanos de
Jeremías (cap. 12: 6). A éste le resultaba difícil percibir la profundidad de la
apostasía de Judá (cap. 11: 9-11; ver com. cap. 10: 19). En esta ocasión Dios
revela al profeta el plan secreto para quitarle la vida (cap. 111: 18- 19, 21),
y cuando Jeremías se entera de la conspiración contra él, comienza a comprender
la actitud de sus coterráneos para con Dios (vers. 20; cap. 12: 1; 17: 18).
No profetices.
Compárese con el caso de Amós (Amós 7: 10-13), de
Jesús (Luc. 4: 16-30) y de Pablo (Hech. 9: 23; 23: 12).
22. Jóvenes.
Los hombres en edad militar. Es evidente por
el hecho de que morirían "a espada".
23. No
quedará remanente.
Si "remanente" se refiero sólo a los que volverían
del cautiverio, es evidente que la predicción se aplicaba únicamente a los que
conspiraban contra Jeremías, pues algunos de los varones de Anatot regresaron de
Babilonia (Esd. 2: 23; Neh. 7: 27). Por otra parte, el profeta podría estarse
refiriendo al exilio de todos los habitantes de la ciudad. El hecho de que
Anatot estuviera cerca de Jerusalén haría fácil que toda la fuerza de los
ejércitos invasores cayera sobre ella.
El año de su castigo.
Es
decir, el tiempo divinamente señalado para que los apóstatas fueran castigados
(Jer. 8: 12; 10: 15; 23: 12; 46: 21; 48: 44; 50: 27; 51: 18).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE T4
CBA LIBRO DE JEREMÍAS CAPÍTULO 11
Comentarios
Publicar un comentario