1. Para que yo dispute contigo.
Jeremías parece
estar profundamente turbado por la continua prosperidad de los impíos. Aunque
está íntimamente convencido de que Dios es "justo", no puede armonizar
plenamente su concepto de Dios con las realidades de la vida. Otros santos
habían cavilado por el mismo problema, entre ellos Job (Job 21: 7-13) y David
(Sal. 73: 1-12; ver- la Introducción al Sal. 73). Si este capítulo 12 de
Jeremías se halla cronológicamente entre el 11 y el 13, lo que parece muy
lógico, quizá el profeta todavía estaba turbado por la hostilidad y la
conspiración de los varones de Anatot.
Tienen bien.
"Tienen paz
y bienestar".
2. Plantaste.
Ver
cap. 11: 17.
Echaron raíces.
Figura que indica la prosperidad de
los impíos.
Corazones.
El hebreo dice "riñones". Se consideraba
que la sede de las emociones o sentimientos más íntimos se encontraba en los
"riñones" o en las vísceras (Sal. 26: 2).
3. Tú, oh Jehová.
Jeremías confía en que Dios conoce su
sinceridad, y espera que Dios lo defiendo.
Ovejas para el degolladero.
Ver cap. 11: 19. Jeremías pide para sus enemigos el castigo que ellos
querían infligirle a él.
Señálalos.
"Conságralos" (BJ). Heb.
qadash ,"santificar", 11 poner aparte", "consagrar"(ver com. cap. 6: 4).
4. Nuestro fin.
La LXX traduce,
"nuestros caminos".
5. Corriste.
Dios le pide a Jeremías que compare sus insignificantes tristezas con
las dificultades mayores de otros o con las adversidades más intensas que le
habrían de sobrevenir.
Con los de a pie.
Esta figura representa
las vicisitudes comunes de la vida en comparación 442 con "los caballos" o
jinetes, símbolo de las aflicciones más difíciles. Era de esperar que un hombre
común se mantuviera a la par de sus prójimos; pero si se cansaba de correr con
los de a pie, ¿cómo podría hacer frente a la tarea más difícil de marchar con el
paso de los jinetes? Haríamos bien en prestar atención a la lección que se le
enseñó al profeta de antaño. Si descuidamos las tareas insignificantes de la
vida, ¿cómo podremos emprender las mayores responsabilidades que pueden
correspondernos? Si sucumbimos ante las pequeñas tentaciones del ajetreo diario,
¿cómo podremos hacer frente a las terribles tribulaciones que nos sobrevendrán
en el futuro? Si no podemos hacer frente a las situaciones del presente con fe y
confianza, ¿cómo podremos soportar las casi intolerables dificultades y los
engaños casi irresistibles que se presentarán durante el "tiempo de angustia"?
(ver CS 679-680).
Espesura.
Heb. ga'on , "elevación", "altura",
"arrogancia". Hay cierta dificultad en determinar con precisión qué es la
"elevación" o la "arrogancia del jordán". Algunos piensan que se refiere al alto
nivel o desbordamiento de las aguas del jordán en la época de la cosecha (Jos.
3: 15; 1 Crón. 12: 15). Otros creen que este pasaje se refiere a los "altos
árboles del jordán", que junto con los matorrales y juncos formaban una selva
habitada por leones y otros animales salvajes (Jer. 49: 19; Zac. 11: 3). En todo
caso, no importa si se refiere a una u otra cosa, pues en cualquiera de las dos
es claro el contraste entre la "espesura" y la "tierra de paz".
6. Tus hermanos.
Podrían ser los
familiares cercanos de Jeremías, o los varones de Anatot, "hermanos" del profeta
en el sagrado oficio del sacerdocio (ver com. cap. 1: 1; cf. cap. 11: 23).
Dieron grito en pos de ti.
Literalmente, "llamaron en pos de ti
plenamente". La LXX dice: "dieron voces, detrás de ti se congregaron", lo que
insinúa doblez o hipocresía.
7. Mi casa.
Evidentemente, esta expresión se refiere a los israelitas y no al
templo, como lo indica la frase siguiente (cf. Ose. 8: 1; 1 Tim. 3: 15; Heb. 3:
6). Sin duda habla el Señor y no Jeremías.
Desamparé.
"Abandoné"
(BJ); "he desechado" (VM).
9. Mi heredad.
En hebreo hay una pregunta: "Es por ventura un pájaro pinto mi heredad?"
(BJ). Las aves del vers. 9 son aves de rapiña.
10. Pastores.
Se compara a los caudillos de los ejércitos
invasores con pastores, cuyos rebaños arruinan las cosechas (cap. 6: 3).
11. Asolamiento.
La triple
repetición de esta idea presta más expresividad al vigor de la figura.
No hubo hombre que reflexionase.
Se indica indiferencia, pecado
que aumentó la iniquidad de los israelitas (Isa. 42: 25; 57: 1, 11).
12. Espada de Jehová.
Así llamada
porque el poderío militar de Babilonia bajo el mando de Nabucodonosor fue el
instrumento usado para llevar a cabo el propósito divino de castigar al pueblo
de Dios (ver com. Deut. 32: 41; cf. Isa. 7: 20; 10: 5-6).
Paz.
Ver com. cap. 6: 14.
13. Frutos.
Heb. tebu'ah , "producto", "rendimiento".
14. Mis malos vecinos.
Los edomitas, moabitas, amalecitas,
filisteos y otras naciones vecinas que se regocijaron por la caída de Judá y la
atacaron cuando estaba débil (2 Rey. 24: 1-2).
Yo los arrancaré.
Con su cautiverio, esas naciones paganas sufrirían un castigo similar al
de Judá (cap. 25: 15-29).
16. Jurar en mi
nombre.
Si una nación pagana se volvía a Jehová, el Dios de Israel, esa
nación sería prosperada "en medio" del pueblo del Señor, es decir, sería contada
como si perteneciera al Señor. Dios deseaba que estas naciones se volvieran a él
y fueran añadidas a Israel, su pueblo.
17. Arrancaré.
Las naciones, como las personas, tienen un
tiempo de gracia; cuando éste se acaba, la nación impenitente caerá bajo la ira
de Dios (ver PR 269).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE T4
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