Viernes 25 de junio | Lección 13 PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee Elena de White, El conflicto de los siglos, “La liberación del pueblo de Dios”, pp. 619-634; El camino a Cristo, “La fuente de regocijo y felicidad”, pp. 171-188. “El santo Hijo de Dios no tenía pecados ni pesares propios que cargar: cargaba con las aflicciones de los demás; porque sobre él recayó la iniquidad de todos nosotros. Mediante la simpatía divina él se conecta con el hombre y, como Representante de la raza, se somete a que lo traten como transgresor. Él contempla el abismo de aflicción que nuestros pecados abrieron para nosotros y propone tender un puente a través de la separación del hombre con Dios” (E. G. de White, Bible Echo and Signs of the Times, 1º de agosto de 1892). “Hermano mío, venga tal como es, lleno de mancha y pecado. Ponga su carga de culpabilidad sobre Jesús y por fe reclame sus méritos. Acérquese ahora, mientras dura la gracia; venga confesando, venga con alma contrita, y Dios será amplio en perdo...