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CBA Libro de Jeremías capítulo 1

 CBA Libro de Jeremías capítulo 1 1. Las palabras de Jeremías. La introducción más común de los libros proféticos dice: "Vino palabra de Jehová" " (Eze. 1: 3; Ose. 1: 1; Joel 1: 1; etc.). En la LXX el primer versículo de Jeremías dice: " "La palabra de Dios, la cual vino a Jeremías". " Algunos comentadores judíos sugieren que se usó la introducción hebrea más corta, porque el libro no sólo presenta profecías sino que también relata episodios de la vida de Jeremías (cf. Amós 1: 1). Hilcías. Es probable que no sea el mismo Hilcías, sumo sacerdote, que tanto se destaca en el descubrimiento del "libro de la ley" " (2 Rey. 22: 8). El hecho de que el padre de Jeremías fuera de Anatot, probablemente lo identifique como descendiente de Abiatar, quien fue quitado del sacerdocio en tiempos de Salomón (1 Rey. 2: 26-27, 35). De los sacerdotes. Jeremías era sacerdote por nacimiento y profeta por llamamiento divino específico, como lo fue...

INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE JEREMÍAS

El Libro del Profeta JEREMÍAS INTRODUCCIÓN Contenido: Título Paternidad literaria Marco histórico a. Josías (640-609 a. C).  b. Joacaz (609 a. C.). c. Joacim (609-598 a. C.).  d. Joaquín (598-597 a. C.).  e. Sedequías (597-586 a. C.).  f. Gedalías.  Tema  Bosquejo 1. Título.-  El libro recibe su nombre de su personaje principal, Jeremías. En hebreo, el nombre aparece en dos formas: (1) Yirmeyahu (cap. 1: 1, 1 1; 29: 27; 36: 4; etc.), y (2) Yirmeyah (cap. 27: 1; 28: 5-6, 10-12, 15; 29:1; etc.). El equivalente en griego para ambas formas es Ieremías , del cual se deriva "Jeremías" en castellano. El significado del nombre es incierto. La segunda mitad, Yahu o Yah , significa Yahweh o Jehová (ver t. I, pp. 180-18 1; com. Exo. 15: 2; Sal. 68:4). Según los papiros arameos del siglo V a. C., Yahu era una forma reconocida del nombre divino entre los colonos judíos de la isla de Elefantina en el Alto Egipto (ver t. III, pp. 81-85). La primera mitad de...

CBA Libro de Isaías capítulo 66

  CBA Libro de Isaías capítulo 66 1. Mi trono. Compárese con Sal. 11:4; 103:19; Mat. 5:34-35; ver com. 1 Rey. 8:27; 2 Crón. 2:6; 6:18. Estrado de mis pies. Ver com. Sal. 99:5. 2. Todas estas cosas. El cielo y la tierra y todas las cosas creadas son obra de la mano de Dios (Gén. 1: 1; Sal. 8:3; 33:6, 9; Juan 1:3). Dios sostiene la tierra y el universo entero con su gran poder. Para tener donde estar no depende de que los hombres le construyan una morada. Tales edificios tienen su lugar, pero pierden todo su significado si los adoradores no albergan un espíritu humilde, contrito y obediente (ver com. Isa. 57:15). 3. El que sacrifica buey. El hebreo de este pasaje es muy breve y permite varias interpretaciones. No hay conjunciones entre las diferentes frases. Se lee simplemente: "el que sacrifica el toro el que hiere hombre". Las demás palabras se han añadido en consonancia con la LXX y los tárgumes. Si se traduce de esta forma, se entendería que sin la debida exper...

Lección 5 | PARA ESTUDIAR Y MEDITAR | Viernes 2 de febrero

  Viernes 2 de febrero | Lección 5 PARA ESTUDIAR Y MEDITAR Lee Salmo 56 y Elena de White, El camino a Cristo, “La fuente de regocijo y felicidad”, pp. 98-108. Al igual que los salmistas, el pueblo de Dios de todos los tiempos cada tanto se pregunta cómo “cantar la canción del Señor en tierra extraña”. Nuestra fe en el gobierno soberano del Señor se ve desafiada, a veces en extremo, y podemos preguntarnos si Dios tiene el control o si realmente es tan poderoso y bueno como dicen las Escrituras. La fe bíblica implica a menudo tanto incertidumbre y suspenso como confianza y afirmación. A veces, la incertidumbre y el suspenso, especialmente ante el mal y la aparente ausencia de Dios, pueden ser casi insoportables. Con todo, la incertidumbre nunca debe referirse a Dios, a su carácter amoroso y justo ni a su fidelidad. Los salmistas pueden tener dudas sobre el futuro, pero a menudo apelan al amor y la fidelidad inquebrantables de Dios (Sal. 36:5-10; 89:2, 8). Nosotros debemos seguir el m...

Lección 5 | PARA QUE LOS JUSTOS NO SEAN TENTADOS | Jueves 1 de febrero

Lección 5 | Jueves 1 de febrero PARA QUE LOS JUSTOS NO SEAN TENTADOS Lee Salmos 37:1 y 8; 49:5 al 7; 94:3 al 7; y 125:3. ¿A qué lucha se enfrenta el salmista? Sal 37:1   No te impacientes a causa de los malignos,   Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.  Sal 37:2  Porque como hierba serán pronto cortados,   Y como la hierba verde se secarán.  Sal 37:3  Confía en Jehová, y haz el bien;   Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.  Sal 37:4  Deléitate asimismo en Jehová,   Y él te concederá las peticiones de tu corazón.  Sal 37:5  Encomienda a Jehová tu camino,   Y confía en él; y él hará.  Sal 37:6  Exhibirá tu justicia como la luz,   Y tu derecho como el mediodía.  Sal 37:7  Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.   No te alteres con motivo del que prospera en su camino,   Por el hombre que hace maldades.  Sa...

Lección 5 | "HA FALLADO PARA SIEMPRE SU PROMESA? | Miércoles 31 de enero

Miércoles 31 de enero | Lección 5 "HA FALLADO PARA SIEMPRE SU PROMESA? Lee Salmo 77. ¿Qué experiencia está viviendo el autor? Sal 77:1  Con mi voz clamé a Dios,   A Dios clamé, y él me escuchará.  Sal 77:2  Al Señor busqué en el día de mi angustia;   Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso;   Mi alma rehusaba consuelo.  Sal 77:3  Me acordaba de Dios, y me conmovía;   Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah  Sal 77:4  No me dejabas pegar los ojos;   Estaba yo quebrantado, y no hablaba.  Sal 77:5  Consideraba los días desde el principio,   Los años de los siglos.  Sal 77:6  Me acordaba de mis cánticos de noche;   Meditaba en mi corazón,   Y mi espíritu inquiría:  Sal 77:7  ¿Desechará el Señor para siempre,   Y no volverá más a sernos propicio?  Sal 77:8  ¿Ha cesado para siempre su misericordia?   ¿Se ha acaba...

Lección 5 | "DÓNDE ESTÁ DIOS? | Martes 30 de enero

Lección 5 | Martes 30 de enero "DÓNDE ESTÁ DIOS? Lee Salmos 42:1 al 3; 63:1; 69:1 al 3; y 102:1 al 7. ¿Qué le causa tanto dolor al salmista? Sal 42:1  Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,   Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.  Sal 42:2  Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;   ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?  Sal 42:3  Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,   Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?  Sal 63:1 Dios, Dios mío eres tú;   De madrugada te buscaré;   Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,   En tierra seca y árida donde no hay aguas,  Sal 69:1  Sálvame, oh Dios,   Porque las aguas han entrado hasta el alma.  Sal 69:2  Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie;   He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.  Sal 69:3  Cansado estoy de llamar; ...